Rese
Jennifer L.
El beso d Con la fórmula del éxito de la Saga Lux entre sus manos, Jennifer L. Armentrout nos trae esta nueva trilogía donde nos presenta un mundo en el que los seres humanos —una vez más— no somos los únicos que habitamos la Tierra. Autor Jennifer L. Armentrout Editorial: Neo/Granica Páginas 408 Publicación 2017
En el Infierno las cosas están un poquito fuera de control, y ahora hay montones de demonios de todo tipo y color merodeando las calles de Washington DC, al igual que en el resto del mundo. Aunque con sus formas humanas pasan totalmente desapercibidos ante el ojo del ciudadano común, lo cierto es que sus naturalezas malignas no hacen otra cosa que sembrar el caos y la destrucción a su paso. Por suerte para nosotros, el Cielo no se ha quedado de brazos cruzados y le ha encomendado a los Guardianes la tarea de proteger a los habitantes de la Tierra, deshaciéndose de cuanto demonio se cruce en sus caminos. Durante el día, los Guardianes también lucen su apariencia humana, pero de noche liberan su verdadera forma, convirtiéndose en unas enormes gárgolas con fuerza sobrehumana y habilidades especiales para la cacería.
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Identificar demonios no es tarea fácil, pero los Guardianes cuentan con un poquito de ayuda extra. Layla Shaw es mitad demonio - mitad Guardiana, y ha vivido y crecido entre estos últimos desde que tiene uso de razón. Por su extraña combinación de naturalezas, Layla posee poderes especiales únicos en cualquiera de sus dos especies, y una de ellas es la de ser capaz de ver claramente las almas de las personas a su alrededor. Obviamente, aquellos que vienen del Infierno no poseen un alma que Layla pueda distinguir, y es por eso que identificar demonios y marcarlos se ha vuelto la tarea que ocupa sus tardes después de la escuela.
“Las personas con las almas más puras son capaces de las maldades más grandes. Nadie es perfecto, sin importar lo que sean o para qué bando luchen.” Sin embargo, la vida de Layla está lejos de ser lo que a ella le gustaría, ya que constantemente tiene que luchar con su mitad demoníaca, esa que le enseñaron que debe permanecer en las sombras para continuar siendo una buena chica. Con un solo contacto de sus labios, Layla es capaz de extraerle el alma a otra persona, y eso es algo que la atormenta. Sobre todo cuando está completamente enamorada de Zayne, un Guardián tierno y protector que se preocupa por ella más que nadie. Su alma pura es una constante tentación para Layla, pero por más que se muere de ganas de besarlo, sabe que jamás podría hacerlo. Absorber un alma es lo más parecido a matar. Todo cambia para nuestra protagonista cuando, durante una de sus tardes de identificación de demonios, se topa con Roth. El demonio de Nivel Superior (lo más cerca de Satán que un demonio puede estar) no significa más que problemas, independientemente de su atractivo y su ocurrente sentido del humor. Por razones que Layla no consigue comprender, Roth está dispuesto a protegerla, y a demostrarle que lo importante no son las cosas que ella siente que no puede hacer sino las cosas que sí puede. La línea entre el bien y el mal como Layla la conocía comienza a desdibujarse, y deberá confiar en Roth si quiere salvar su pellejo y el de todas las personas que ama. Leer El Beso del Infierno, de una manera u otra, se sintió para mí como la primera vez que leí Obsidian (primer libro