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Honra la UNAM a Yaretzi Adriana Hernández Fragoso
El rector Enrique Graue Wiechers acompañó a los familiares y a la comunidad universitaria durante un homenaje póstumo
En el marco del inicio del semestre 2023-2, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y la comunidad de la Facultad de Artes y Diseño (FAD) rindieron un homenaje a la alumna de Artes Visuales, Yaretzi Adriana Hernández Fragoso, fallecida en el lamentable accidente ocurrido hace unas semanas en el metro de la Ciudad de México.
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Los padres y la hermana de la alumna: Luz María Fragoso Victoria, César Ricardo Hernández Velázquez, y Yoali Abigail Hernández Fragoso develaron un mural en memoria de la alumna, acompañados por el rector de esta casa de estudios Enrique Graue Wiechers; el secretario General, Leonardo Lomelí Vanegas, y el director de la FAD, Mauricio de Jesús Juárez Servín.
Previamente estudiantes y académicos de la Facultad brindaron un minuto de aplausos en recuerdo de la universitaria. Luego, su padre develó el mural que rememora a la joven, que incluye la frase: “Sentir, vivir y amar mucho que nada se pierde amando”.
El padre de Yaretzi Adriana, César Ricardo Hernández Velázquez agradeció el apoyo de sus familiares, amigos y compañeros de la universitaria en estos días que, dijo, han sido los más difíciles de su vida. “Con su amor nos han consolado y han hecho que nuestro dolor sea más llevadero”.
El mural, agregó, llena de alegría sus corazones. “Gracias a nombre de mi hija, que vive por siempre, a través de todos ustedes”.
Recordó a Yaretzi Adriana como una joven de carácter templado y sonrisa permanente, que desarrolló auténticos vínculos de amor y amistad con sus compañeros y amigos.
“Ella, definitivamente, amaba estar en la FAD, aquí veía el espa -
Adriana amaba estar en la FAD, el espacio ideal para expresar su sentir, su amor por el arte y el poder creativo de su pensamiento, señaló César Ricardo Hernández Velázquez cio ideal para expresar su sentir, su amor por el arte y del mismo modo, manifestar el poder creativo de su pensamiento, el cual, sin duda, nace de la esencia divina de lo que realmente somos”, añadió. durante la primera semana de las audiencias. Villarreal Barragán, extraditado a Estados Unidos en 2011, que se declaró culpable de narcotráfico ante una Corte Federal en Texas en 2013, es ahora un hombre libre que vive como testigo cooperante en alguna ciudad desconocida en territorio estadounidense. Por medio de un arreglo con los fiscales del Departamento de Justicia, El Grande purgó una condena de 10 años de cárcel al declararse culpable y aceptar testificar en juicios como el de García Luna y los de otros capos del narco, a quienes debe traicionar y acusar.
La vida de su hija, prosiguió, muestra que nada garantiza el futuro ni da certeza sobre lo que vendrá mañana. “Una de las lecciones de vida que nos deja Adriana era su naturaleza de vivir amorosamente el presente”.
En tanto, el director Mauricio de Jesús Juárez Servín expresó que la Universidad está de luto, pues la pérdida de una integrante de esta comunidad nos duele a todos; y agradeció la presencia de las autoridades en la ceremonia.
Manifestó sentirse orgulloso de la iniciativa de los compañeros de Yaretzi Adriana para honrarla con un mural, pues es “una forma extraordinaria de mantenerla viva en nuestro corazón”.
Colorida
Es la vigésima tercera mañana de recalar en el color celeste. La energía de Adriana permea en los múltiples tonos y la textura del lienzo pétreo de este, su hogar vocacional; 32 manos proyectaron su deleite y aptitud por la pintura. Ahora ella misma se evoca en una gigantesca que pigmenta el corazón de la comunidad plástica.
Es ella entre cuatro girasoles con su capilaridad castaña, y entre sus manos “un pollito de color”, como dicen sus amigos que se autodenominaba. En lo alto, una frase circunda el mural: “Sentir, vivir y amar mucho que nada se pierde amando”.
Una de las y los 16 autores del mural, Joy Punky, su compañera desde el primer día, evoca a Adri con el lenguaje universal de la sonrisa: “lo que hicimos fue plasmar su personalidad, cómo la veíamos nosotros, a ella le apasionaba demasiado la pintura, nos centra - mos y hablamos con la ilustradora mexicana Mar Maremoto, porque Adri era muy fan de ella, y nos ayudó con el diseño y la realización; Adri era un Pollito de color, ella lo decía porque estaba chiquita y daba mucho amor, desde ahí se hizo llamar así…”.
Los compañeros y amigos de Yaretzi Adriana y realizadores del mural son: Diego Alonzo García Díaz, Rodrigo Monroy Ibarra, Miranda Constanza Jiménez Ramírez, Karla Noelani Santillán Torres, María Fernanda Rivera Orozco, Pablo Cruz González, Jimena, Isabel Hernández Silva.
También Yael Sosa Sosa, Marco Iván Rojas Zuleta, Salvador Licona Pacheco, Priscila María Ortiz Huerta, Diego Sarabia Álvarez, Jaque Rodríguez Hernández, Johanna Valeria Serio Ceballos, Jimena Michelle García Reyes, Stephany Karina Licea Arenas y la ilustradora Mar Maremoto.
/ j jEsús EsquivEl
Óscar Nava Valencia, El Lobo Valencia, exlíder del desaparecido Cártel del Milenio, aseguró que, en el sexenio de Felipe Calderón, él le pagó más de 10 millones de dólares en sobornos al entonces secretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna.
En testimonio ante el juez Brian Cogan y el jurado en la Corte Federal del Distrito Este en Brooklyn, Nueva York, El Lobo Valencia afirmó también que el exsecretario de la Defensa Nacional, general Guillermo Galván Galván, estaba en la nómina de pagos de cohechos del Cártel de Sinaloa al igual que el general Mario Acosta Chaparro. “Me reuní con él dos veces en persona”, comenzó diciendo Nava Valencia, ataviado con el overol amarillo brillante de reclusos federales al responder a las preguntas de la fiscal Marietou Diouf.
El testigo cooperante del Departamento de Justicia y del juicio contra García Luna, amigo, asesor confidente, mano derecha y secretario de Seguridad Pública de Calderón, no tuvo empacho en hablar de los pagos. “Le entregué dinero en efectivo… Fueron más de 10 millones de dólares americanos, dinero que conseguí por medio del tráfico de cocaína a los Estados Unidos”, respondió El Lobo Valencia a la pregunta de la fiscal sobre el monto total de sobornos que pagó a García Luna.
En la primera audiencia de la segunda semana del juicio por narcotráfico de García Luna, Nava Valencia hasta ahora ha sido el testigo cooperante del gobierno federal de Estados Unidos en argumentar que no solamente hubo pagos sino también encuentros personales con el acusado.
El primEr EncuEntro
El desglose de las reuniones y la entrega de los millones de dólares en efectivo a García Luna por el líder del desaparecido cártel fue enmarcado en el sexenio de Calderón, cuando el narcotraficante formó parte del Cártel de Sinaloa bajo la fracción de Arturo Beltrán Leyva. “La primera vez que me reuní con él fue en una casa campestre a las afueras de Cuernavaca, a donde me citó Arturo Beltrán Leyva para hablar sobre un problema que teníamos con un cargamento de 20 toneladas de cocaína que nos decomisó el gobierno en el puerto de Manzanillo, Colima”, explicó Nava Valencia en la sala del juez Cogan.
En octubre de 2007, salió un barco de Colombia con dos contenedores que llevaban cada uno 10 toneladas de cocaína, uno de Nava Valencia y otro de Arturo Beltrán Leyva, El Barbas, que, según El Lobo Valencia, por lo menos él no sabía que su droga iba junto a otro cargamento de su socio.
El Lobo Valencia, que estaba en Manzanillo para recibir la cocaína, narró que en el