03 días de ocio en la patagonia muestra

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espinoso, con ramas abiertas y gruesas, y en el centro de la planta construye su vivienda, una esfera perfecta de un metro y medio de profundidad. La entrada queda a un lado y cerca de ella prepara una angosta galería abovedada que descansa sobre una rama horizontal. Resulta tan compacto que encontré una enorme dificultad a la hora de romper uno de ellos. Incluso me puse de pie sobre él y salté con mis pesadas botas sin hacerle el menor daño. Durante mi estancia en Patagonia encontré cerca de una docena de estos nidos palaciegos y creo que, como nuestras propias casas, o más bien nuestros edificios públicos, al igual que algunos hormigueros y las cuevas de las vizcachas y los castores, están hechos para perdurar eternamente. El único mamífero que vimos fue un pequeño armadillo, Dasypus minutus. Eran muy comunes y por la mañana temprano, pletóricos de energía, nos entreteníamos persiguiéndolos. Capturamos varios y uno de mis compañeros, un italiano, mató dos que colgó del hombro, con la idea de que podríamos asarlos y comerlos si el apetito nos sorprendía antes de llegar a destino. No estábamos muy preocupados por el hambre, pero cerca del mediodía la sed comenzó a hacernos sufrir. A mitad del día nos topamos con una llanura cubierta de pastos largos y toscos, de una sombría coloración verde amarillenta. Tuvimos la esperanza de encontrar agua allí y no tardamos en descubrir el brillo de una laguna; pero, al acercarnos, pudimos advertir que la blancura que suponíamos agua no era más que la eflorescencia de la sal en un punto estéril del terreno. En esta baja planicie el calor se tornaba sofocante. No se veía ningún árbol que nos protegiera del sol. Todo era un monótono desierto de pasto seco del que se levantaban, a medida que avanzábamos, multitud de mosquitos que nos recibieron con un coro de zumbidos. La hermosura de la mañana, que tanto nos gustó al principio, había sucumbido y nos resultaba casi odioso mirar ese paraje. Estábamos bastante fatigados pero el calor, la sed, y WILLIAM H. HUDSON • 25


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