Rachel

Page 125

EMILY GIFFIN

¿ME LO PRESTAS?

fascinación por el ídolo de su adolescencia nunca ha disminuido. —¡Cuéntalo otra vez! —dice Brit—. La historia de mi compromiso es tan poco interesante. ¡Yo misma elegí el anillo en el centro comercial! Tengo que vivir indirectamente, a través de ti. Darcy pone su cara de fingida modestia. —Dijo: «Darcy, no se me ocurre nada que me haría más feliz que tenerte por esposa». Excepto estar con tu mejor amiga. —Luego dijo: «Por favor, comparte tu vida conmigo». Y comparte a tu mejor amiga conmigo. Sigue un coro de «Oohs» y «Aahs». Me digo que está embelleciendo el relato, que en realidad, él se limitó al estándar: «¿Quieres casarte conmigo?». —Quítate el anillo —clama Brit—. Quiero probármelo. Kim dice que trae mala suerte quitarte el anillo antes de casarte. ¡Quítatelo! Darcy se encoge de hombros para demostrar que su espíritu indomable sigue intacto. O tal vez, para señalar que, cuando eres Darcy Rhone, no necesitas a la suerte. Se quita el anillo y lo pasa alrededor del círculo de mujeres. Acaba en mis manos. —Pruébatelo, Rach —dice Brit. Es un truco de chica casada para divertirse. Hacer que la chica soltera se pruebe el anillo de diamantes para que, aunque sea solo por un momento, pueda acercarse un paso a la desconocida euforia de unos esponsales. Niego con la cabeza, amablemente, como si rechazara una segunda ración de estofado. —No, gracias —digo. —Rachel, ¿hay algo en perspectiva? —pregunta Tricia, con cautela, como si se interesara por los resultados de un TAC. Estoy a punto de pronunciar un tajante «No», cuando Darcy responde por mí. —Montones —afirma—. Pero nadie en especial. Rachel es muy exigente. Está tratando de ayudar. Pero, de alguna manera, consigue el efecto contrario y me siento como una solterona en ciernes. Además, no puedo menos que pensar que está siendo caritativa porque está claro que parezco la que queda fuera, la perdedora del grupo. Si estuviera comprometida con, digamos, Brad Pitt, Darcy no habría alardeado por mí, ni loca. Estaría enfurruñada en un rincón, con su espíritu competitivo fluyendo con toda su fuerza, diciéndole a Brit en el baño que sí, Brat es Brat, pero Dex es mucho más encantador, solo que un poco menos guapo. Claro que, en eso, en realidad yo estaría de acuerdo. —Yo no diría que soy muy exigente —digo, con naturalidad. Solo estoy totalmente sola y teniendo una aventura con el futuro esposo de Darcy. Pero ¿todas vosotras sois conscientes de que me gradué en una de las diez mejores facultades de derecho y que gano un sueldo de seis cifras? ¡Y que no necesito un hombre, maldita sea! Pero cuando encuentre uno y tenga un hijo, ¡podéis estar seguras de que elegiré un nombre mejor que Brick!

- 125 -


Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.