Liderazgo y Experiencia Médica

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Presentación os trasplantes han dejado de ser una situación anecdótica o un acto médico espectacular para convertirse en una realidad cotidiana que representa una nueva oportunidad de vida.

Por ello, hablar de trasplantes es hablar de generosidad, de una cruzada donde la mayor parte de la gente que interviene en este proceso ha decidido ejercer su vocación de preservar y mejorar la salud de sus semejantes, así como aportar su energía, su talento, su compromiso organizacional, pero particularmente sus grandes dotes científicas y artesanales con el objeto de que, derivado de una cirugía compleja o no, se pueda devolver una nueva oportunidad de vida a la gente que padece alguna insuficiencia orgánica terminal. Es muy importante definir que una insuficiencia orgánica terminal única, puede acabar con la vida de un individuo, a pesar de que todo el resto de la economía funcione de una manera satisfactoria. El caso contrario serán aquellos pacientes que tienen insuficiencias orgánicas múltiples, pero estamos hablando de gente que, por alguna razón, por una malformación congénita, sufre el deterioro evolutivo paulatino y terminal de su riñón o de su hígado, y que toda su economía es joven, toda su economía es nueva, y lo que necesita es la sustitución de un órgano para poder tener la oportunidad de vivir. Y en otros casos donde, desafortunadamente, las enfermedades crónico-degenerativas, específicamente la diabetes mellitus, la hipertensión arterial y la cardiopatía isquémica, dan término a un órgano importantísimo, como puede ser el corazón o los riñones, y que el resto de la economía de esas personas está dentro de límites aceptables, como para garantizarle años de productividad. Esto, por supuesto, no sólo desde la parte humana donde a todo individuo se le desea y debe garantizar el mejor estado de salud física y emocional, con el consecuente bienestar que ello trae, sino también desde el punto vista de la macroeconomía de un país y dentro de la microeconomía social primordial de la célula que es el individuo jefe de familia, que le puede permitir implementar años de productividad, y poder desarrollar todo un proceso de planeación estratégica de su vida, tanto en beneficio propio como para el de aquellos que dependen de él y quienes le rodean. Entonces, hablar de trasplantes es hablar de la opción de poder recuperar a un trabajador, desde aquel que no tiene mayores opciones de vida si no recibe un nuevo corazón o hígado, el que mejorará sustancialmente la calidad de esta con un trasplante renal hasta aquel que requiere de su vista para desarrollar la mayor parte de sus procesos laborales y que puede sufrir una lesión irreversible por

deterioro o lesión directa de la córnea, que la puede opacificar y lo incapacite indeterminadamente a pesar de ser un individuo que tiene el 99.9% de su economía en condiciones normales; ante esta situación, éste se torna en una persona improductiva y dependiente, en un individuo con una frustración por no poder desarrollar sus capacidades aprendidas y naturales, y no poder ser productivo ni para él, ni para su familia, ni para su sociedad y su país, que requiere del esfuerzo de todos. Pero hablar de trasplantes es también hablar de esperanzas traducidas en realidades y, de manera particular, de la hercúlea jovialidad y el valor que la gente determina tomar en sus manos para poderle ofrecer la recuperación a un individuo que ha sido confinado o que ha sido excluido de una vida social normal. Esta gente es un gran equipo al servicio de la salud, integrado por destacados especialistas y soportado por un grupo multidisciplinario de profesionales que en conjunto conforman La fuerza que no se ve, cuyo esfuerzo, aunado a la gran capacidad técnica y al apoyo permanente del Instituto Mexicano del Seguro Social, son garantía para la recuperación de la salud y el bienestar de estos pacientes. Así, cuando hablamos de trasplantes, nos referimos a una necesidad incontrovertible, cada vez más importante y urgente, de poder devolverle el estado de salud a individuos en que la falla de un órgano puede ocasionar su deterioro y su fin, y esta mejora es no sólo desde el punto de vista físico, sino también anímico, emocional, social, productivo y familiar, con un gran impacto en la vida nacional al rehabilitar a sus ciudadanos. Por ello, la presente edición se ha consagrado a difundir y reconocer esa labor tan loable y llena de entrega que minuto a minuto y de forma permanente realizan todos en esta Unidad Médica para ofrecer una Medicina resolutiva, de alta calidad y humana para la derechohabiencia a la que se tiene el privilegio y responsabilidad de servir.

Dr. Jaime Antonio Zaldívar Cervera Director de la Unidad Médica de Alta Especialidad Hospital General "Dr. Gaudencio González Garza" Centro Médico Nacional "La Raza", Instituto Mexicano del Seguro Social.


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