El suave susurro de los sueños de Christina Courtenay - cap 1 a 3

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Capítulo 3

A

lexander Marcombe miró a través de los barrotes de la ventana y pensó con nostalgia en el mar. Era un día bochornoso, de mucho calor, y podía sentir pequeños regueros de sudor cayendo por su espalda. En ese momento, un refrescante chapuzón en el Atlántico hubiera sido lo ideal, pero se hubiera conformado con un poco de brisa fresca. Suspiró. La estrecha celda estaba muy mal ventilada. Estar en la cárcel no era ningún lecho de rosas, aunque tampoco se suponía que tenía que serlo, pensó con tristeza. A pesar de todo, por alguna extraña razón, estaba agradecido por su larga estancia como invitado de Su Majestad. Aquello había conseguido que por fin madurara y reflexionara —había tenido un montón de tiempo durante los últimos tres años—; así que, sí, definitivamente estar en prisión era lo mejor que le podía haber pasado. Conseguir que su compañero de celda lo entendiera, sin embargo, era algo bien distinto. —Marcombe, eres un hijo de perra muy raro. —Foster, un hombre musculoso de veintitantos, negó con la cabeza con expresión de 15


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