PLAN DE CONTINGENCIA COVID-19 1. INTRODUCCIÓN El Coronavirus 2019 (COVID-19) es una enfermedad respiratoria causada por el virus SARSCoV-2. Se inició en China y se ha propagado alrededor del mundo, naturalmente incluye a Colombia. Dependiendo de la severidad de los impactos internacionales, las condiciones de los brotes - sumando los que están surgiendo a niveles pandémicos - pueden afectar todos los aspectos de la vida diaria en situaciones tales como viajes, comercio, educación, turismo, suministro de alimentos y mercados financieros. Para reducir el impacto de las condiciones del brote de COVID-19 en los establecimientos comerciales, los trabajadores, clientes y el público, es importante que todos los empleadores propongan, planeen y ejecuten protocolos de bioseguridad ante la amenaza de contagio con el COVID-19. Para los empleadores que ya tienen planes para la influenza pandémica, la planificación para el COVID-19 se podría proponer una actualización de sus planes para atender los riesgos de exposición específicos, fuentes de exposición, rutas de transmisión y otras características particulares del SARS-CoV-2. Los empleadores que no se han preparado para eventos pandémicos deberían prepararse ellos mismos y a sus trabajadores con antelación, tanto y como sea posible, por las condiciones potencialmente exacerbadas de un brote. La falta de continuidad en la planificación puede ser un riesgo. Si las medidas que los empleadores intenten atender ante los retos del COVID-19, son insuficientes y de igual manera, si no se asignan los recursos ni el personal de trabajadores está capacitado adecuadamente para trabajos que tendrían que realizar bajo condiciones pandémicas, el riesgo salta a la vista. Por esta razón, a partir de la información de la Administración de Seguridad y Salud Ocupacional (OSHA) se desarrolló esta guía de planificación contra el COVID-19 con prácticas tradicionales de higiene industrial y de prevención de infecciones. Ésta se enfoca en la necesidad que exige que los empleadores implementen controles de ingeniería, controles administrativos y de prácticas de trabajo. De igual forma, se debe implementar el uso de equipos de protección personal (EPP), así como prever las consideraciones para la ejecución. El COVID-19 ha tenido un gran impacto en las distintas dinámicas y realidades de la sociedad. Dentro de éstas se encuentra el sector educativo el cual ha enfrentado un gran desafío: dar continuidad al proceso de enseñanza-aprendizaje bajo los parámetros y orientaciones de los ministerios de Educación, Salud y Protección Social quienes señalan las rutas y recomendaciones de cuidado, autocuidado y distanciamiento social. Se trata de un trabajo articulado en el cual las recomendaciones deben ser las premisas fundamentales para la toma de decisiones en la organización de la prestación del servicio educativo. El sector educativo en cabeza de sus directivas, secretarios de despacho, equipos técnicos y administrativos, directivos docentes y docentes, ha asumido el compromiso de trabajar en equipo, de la mano de las niñas, niños, jóvenes y de sus familias, con el propósito de dar
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