Gran Inauguraci贸n del nu Santo en lo
uevo Cenáculo del Espíritu os Chacos
Consagración del nuevo Cenáculo del Espítitu Santo
Sábado a las 19:30 hrs.
Tratándose de amor entre el hombre y la mujer, ya hablamos de lo que no tiene nada que ver con el amor verdadero (lea: Lo que el amor no es). Infelizmente, hemos visto que las personas han perdido la noción de lo que realmente es el amor, y por eso han sufrido mucho. Pero el amor verdadero no tiene la culpa ni dejó de existir. Sigue existiendo, aunque despreciado, olvidado y desapercibido por las personas como un mendigo debajo de un viaducto cualquiera. ¿Qué es el amor verdadero, después de todo? En una palabra: sacrificio. Amar es sacrificarse en beneficio de quien se ama. Así que, no es un sentimiento sino una decisión caracterizada por la negación del propio yo. Para quien ama, querer el bien de la persona amada es más importante que cualquier interés personal. Por eso, el verdadero amor es algo más que sólo sexo, regalos o declaraciones románticas. ¿Por qué este amor se ha vuelto tan raro? ¿Por qué este concepto de amor es tan extraño para la mayoría de las personas? Porque como aquel mendigo, invisible para la sociedad, así ha sido Dios para ellas. La Biblia dice que Dios es amor. Y si las personas no conocen a Dios, ¿cómo conocerán el verdadero amor? Si viven como si Dios no existiera, tratándolo con tanta indiferencia, siendo Él perfecto, ¿cómo conseguirán amar a una persona imperfecta - ya sea el novio, novia, esposo o esposa? Es una paradoja. Las personas huyen de aquello que más quieren. Y así, siguen vacías, ciegas, infelices, y miserables. Hace que me pregunte si no son ellas las verdaderas mendigas.
En contra- Círculo de Amistades
¿Sabes aquel círculo que se forman en medio de compañeras de escuela, iglesia o trabajo? Aquellas que parecen tener un letrero por encima, que dice: ‘No aceptamos nuevas amistades’ Pues yo estoy en contra. Cada chica que formaba parte de esos círculos de amistades ya era descalificada para ser una potencial amistad mía. No porque me creía mejor, sino porque nunca me gustó eso. A veces salíamos con algunas mujeres en la iglesia y esto sucedería, estos círculos apareció de la nada: Y, ¿sabes lo más interesante? Las mujeres que pertenecen a este tipo de grupos antisociales se parecen mucho las unas a las otras. O eran todas chismosas, o frustradas con algo como la soltería, divorcio,… egoístas, o eran todas unas justicieras. Cuando yo miraba aquello, se me subía la sangre a la cabeza y me daban ganas de preguntarlas si se habían dado cuenta de lo que cada una tenía en común. Cuando un círculo de “amigas” se crea, lo que más se habla en esa rueda no interesa, y, lo peor, contamina. Yo soy privilegiada por tener tantas amigas con el mismo espíritu que yo y la misma fe, y siempre cuando nos encontramos en reuniones, nos sentamos todas juntas, prácticamente todo el día, sólo compartiendo experiencias y consejos para ayudarnos a servir mejor a Dios. Nadie se siente cohibido con nadie, nadie hace comentarios inapropiados de nadie, y nadie prefiere a alguien en particular. Todos se respetan. En estos círculos, una persona que es la cabeza del círculo y aquel otro que es su mano derecha, también hay aquellos que sufren por no hablar tanto como las demás. Los temas que giran alrededor de estos círculos son tan inútiles, Y lo peor es cuando se van, dejan heridas. La mujer inteligente no entra en estos círculos. Ella es amiga de todas, y cuando está junto a sus amigas, añade y no destruye.
2da Caravana