Kandinsky 30. Pictopoesía (2013). Luis Cruz-Villalobos

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KANDINSKY 30 PICTOPOESÍA

Luis Cruz-Villalobos

H E B E L



KANDINSKY 30 PICTOPOESÍA Luis Cruz-Villalobos

H E B E L Ediciones Arte-Santa | Poesía


KANDINSKY 30 | PICTOPOESÍA © Luis Cruz -Villalobos, 2013. © H E B E L Ediciones Colección Arte-Sana|Poesía Santiago de Chile, 2013 Poemario perteneciente a la obra compilatoria: POEMAS DEL 12 AL 14. © Luis Cruz-Villalobos, 2014. Inscripción de Propiedad Intelectual N° 250.199. Imagen de portada: “Trente”, V. Kandinsky, 1937. www.benditapoesia.webs.com HEBEL. Sello editorial sin fines de lucro. Término hebreo que denota lo efímero, lo vano, lo pasajero, soplo leve que parte veloz. Así, este sello quiere ser un gesto de frágil permanencia de las palabras, en ediciones siempre preliminares, que se lanzan por el espacio electrónico para hacer bien o simplemente para inquietar la vida, que siempre está en permanente devenir, en especial la de este "humus que mira al cielo".


En memoria del pintor ruso Vasili Kandinsky (1866-1944) precursor de las artes plĂĄsticas abstractas Y a mi hija SofĂ­a


El alma es un piano con muchas cuerdas. El artista es la mano que, mediante una tecla determinada, hace vibrar el alma humana.


TRENTE

V. KANDINSKY, 1937



1

Origen del fuego Origen del agua candente De la ilocuci贸n y del espanto Del nefasto placer Y de la dicha fecunda Verdadera Parda y sangrante Amanecer del pez Y de las doncellas de siempre De los guerreros y del alma Origen negro y nocturno Uteral y flagrante Donde todos los principios de todos y todas se unen Donde todos y todas se unen.



2

Primera letra Primer signo Claramente inefable Silencioso Desconocido Primer gesto de los abismos Primera dicha y llanto Que algo dicen y nada ocultan S贸lo el tiempo y el espacio S贸lo la experiencia genuina Primigenia luz que se abre Letra callada Gota sobre la piel del cielo.



3

Abrazo y seno Encuentro y contacto Vital esfuerzo Plenitud de la dicha En el rec贸ndito lugar de los amores Besos y risas que alimentan la calma Y se escuchan como sones Como simples ritmos que en todos los siglos han nutrido los aires y los valles sin fronteras.



4

Una gota de sol que se deja beber como la nieve Una gota de dicha De vida Como gracia Como don que se abre al sonido incauto del despertar Un gota circunscrita en un desvelo En un andar por el abrazo y el amor.



5

Luego el gesto La palabra primera La dicha del nombre albo Del secreto claro La voz que besa el aire Y se transforma en hito La construcción se inicia como sinfonía de los paisajes internos Que comienzan a instalarse como acuarelas que van y vienen Y no se detendrán hasta el último final.



6

La irrigación de los campos viene galopando por los surcos Para sembrar las estructuras de la nueva vida que casi logró abrirse feliz Pero quedó atrapada Aunque también alzada en los senderos del espanto y de la ternura que son los que forman el espacio y el tiempo constitutivo del ser Hilvanan sobre el corazón.



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Primer acto creativo que se desploma tiernamente en la memoria blanca Gesto que saca el coraz贸n de su centro cotidiano y lo lanza al deleitoso descubrir di谩fano Danza detenida Luz que se demora.



8

Las noches largas del amor y del tierno deambular cansado Las noches de terror De llanto estent贸reo Las noches con forma de pliegue Con peque帽as luces Con grandes desgarros Las noches como cometas Como simulacro de lluvia Como piedra y cascada Las noches negras de costoso abrazo y canto elegido.



9

Pequeños seres que se asoman a deambular como compañías de la vida Dibujados en el instante En el lugar exacto de la dicha En el medio segundo del azul Creaturas que se abren Como un emblema y se apegan al corazón y a las palmas y los pechos Van y vienen más brevemente que los otros Pero así de tenues quedan grabados en las pupilas.



10

El dolor nunca tarda Las primeras llagas asoman como pan nuestro En medio de la dicha brotan como deslumbre Como eclipse del camino Derrumban a los que aman A los que han atesorado cada tacto del nuevo mundo Cada sonrisa El dolor no tarda Y el sufrimiento aprende su voz Sus colores y aromas y siempre instala sus tristes aulas como un mar.



11

Tal como brota el precipicio Como manto de luna Como escarcha de dagas También aprende a nacer la tenue esperanza El salto al vacío El cantar meridiano en las tormentas Y la dulce miranda más allá del los muros que crecen en el destino.



12

Los padres de los padres Las madres de las madres Los padres de las madres Y las madres de los padres Vienen a llenar de tactos amables y frescos La casa y el corazón Las remotas canas y los recuerdos añejos saben a polvo silvestre y a sabiduría remota que es dulce y creciente como el resplandor de la mañana Aunque el atardecer ya es amplio en su frente Se abren antes de su noche como flores que se dan en polen y dulces colores.



13

Las manos se multiplican junto con las miradas y los corazones Se aprende el nuevo nombre que podr谩 reservar para pocos o bien a todos los confines Nuevos abrazos Nuevos golpes y desdenes Pero la soledad Con esta nueva revelaci贸n Olvida su nombre y sale corriendo a la calle.



14

De aquí para allá y de allá para acá Sin fin Sin fin que no sea fin en sí Paso a paso Donde cada paso es horizonte Eternidad Instante pleno Lugar del encuentro Con la vida Con el otro que se descubre y que se es Dicha plena que no se repite Pero que sigue casi casi por siempre.



15

Otras noches pueden emerger de los temores del día De la denuncia que se asoma y quita el sueño tornándolo desastre en el anuncio irrestricto del abandono o del daño terrible Noches de diluvio y de amargura infernal que sólo el abrazo tibio y lúcido puede alejar hasta el día.



16

Se abre un mundo nuevo Un espacio sideral luminoso de nuevos espectros De nuevos signos De reflejos y creaciones También de lazos y quiebres De dulzores y hambres Un tiempo que casi no terminará Pues el camino siempre parece nuevo y digno de más luz.



17

Cruce de caminos que laberĂ­nticos van y vienen al nido primero Cruce de caminos que se van ampliando y muestran nuevos paisajes El valle y los montes se exploran y surgen los sitios malditos Los lugares que no pueden ser vistos ni visitados por su mal o por su bien insoportable.



18

En las nuevas tropelĂ­as se descubre el candado La cadena que detiene Aparece de bruces la cacerĂ­a rupestre del camino y la dicha Brota la rabia Brota el desgarro de los pliegues profundos Puede nacer la lucha como esperanza o como podredumbre Justo allĂ­ al borde del dolor de las amarras.



19

El amor sabe asomarse El amor sediento y rojo El amor que no tiene el nombre oculto del amor El amor sabe asomarse A la piel y a los ojos A la pelvis y al estallido El amor sabe asomarse en medio de los roses De las miradas detenidas sobre los cuerpos El amor sabe asomarse en los rec贸nditos ruidos del pecho que busca.



20

AsĂ­ como se conoce el amor se conoce el desencanto El centellante desamparo pequeĂąo La noche breve y agria del desamor Se conoce como fruto cansado el apartarse de pronto El llanto del deambular entre la cima y el abismo Viaje por el rĂ­o oscuro del desconsuelo en flor que vuela a costas desconocidas.



21

Aprender a levantar banderas Emblemas de lucha de algún sueño factible de restituir el canto Gregario abrazo que mira a favor y en contra Que besa a un viento y escupe a su contrario Se tatúa en alma indeleble y se apresa el pecho con un dicho que lo dice todo.



22

Descubrir que las manos de unen aunque sean distintas Constatar que el dĂ­a y la noche se aman a escondidas Ver que los colores en danza veloz se tornan blanco puro Descubrir que el tiempo une los bordes del rĂ­o Constatar que el arco inmenso detrĂĄs de las nubes se abraza Ver que muchos caminos llegan juntos a ninguna parte.



23

Se abre para algunos el mundo de nuevos sĂ­mbolos Complejos y abruptos Tiempo de preguntas sin respuestas Y respuestas sin preguntas Descubrir lo dicho y lo hecho Ocultar la palabra Abrir el silencio Decante de horas y aĂąos De goteras que caen en la memoria para que se forje el hombre como constructor de puentes De espejos y relojes.



24

Un encuentro con el que lleva la mitad de la propia escudilla Un abrazo en medio del planeta que se sabe azul y oxigenado Un mirar de verdad al que tiembla de un amor semejante Fundir los hombros y los labios Fundir los vientres Alzar entre los bosques un sitio que pueda llamarse Iniciar un camino que logre dar frutos deleitosos y esbeltos.



25

La ventana que se abre Que espera Que canta Que dice tu nombre Que mira de lejos Que ahora se llama beso y que dibuja sonrisas aunque también temores y cansancios La ventana que deja que la tibieza no escape y permite la visita de la brisa después de la lluvia La ventana que duerme por las noches frías cerrada hacia afuera pero abierta hacia dentro La ventana que promete un tiempo de paz y sólo en ocasiones lo anuncia.



26

Labores más allá de las puertas tibias que permiten el alimento y la luz compartida Quehaceres reambulantes que se dejan ver como energía derrochada y que proclama un salto más allá de sí y más acá de nadie.



27

Las noches de los ardores Del frustrante encuentro con la miseria y los desastres Se apronta de vez en cuanto como boca de lobo La ruptura El cataclismo de las placas de los abrazos El derroche del tiempo y de la calma que se fue La noche tumultuosa que sabe a desgarro y pena Larga noche repetida que en ocasiones termina.



28

Los cuerpos se acercan también a su propio deslustre A su acontecer retrógrado que los revelan nimios e impermanentes Los cuerpos se detienen en su recursivo despliegue de constante renovación y caen a la división dolorosa que clama como choza que comienza a arder en la lejanía de algún paisaje desolado.



29

Allí En la soledad final del encuentro con el misterio En el abismo En el salto En el encuentro o desencuentro con el silencio o el canto Allí En el doloroso espacio del tiempo que se detiene Allí Como todos los que antes pasaron por este valle breve Allí Se detiene la vida y cambia su rostro hondo para siempre.



30

Más allá de la noche más oscura Más allá del último día Más allá un sol nuevo que lo llena todo Que sostiene el silencio como una campanada que no se detiene Más allá de la noche más oscura Amanece detrás del mar por siempre.

Stgo.19-5-13

FIN





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