Easy PDF Copyright © 1998,2008 Visage Software This document was created with FREE version of Easy PDF.Please visit http://www.visagesoft.com for more details nucleares han sido muy conocidos en farmacología, como los fibratos (agonistas de los PPARá) y las tiazolidín-dionas o glitazonas, antidiabéticos que disminuyen la resistencia a la insulina (agonistas de los PPARã). Los PPARá se expresan en tejidos que muestran alta proporción de â-oxidación –como en hígado, riñón, corazón y músculo- y regula el metabolismo hepático de los lípidos.
Función. De acuerdo al balance energético, la célula grasa se involucra en procesos de lipogénesis o por el contrario, de lipólisis, pues contiene las enzimas necesarias. Para lograr esto, no solo responde a señales de hormonas tradicionales -como la insulina y sus hormonas contra-reguladoras- y del sistema nervioso central, sino que también expresa y segrega factores –que mencionamos como adipoquinascon importante función endocrina y pro-inflamatoria. Entre las adipoquinas más importantes encontramos la leptina, otras citoquinas, adiponectina, componentes del complemento, inhibidor del activador de plasminógeno (PAI-1), proteínas del sistema renina-angiotensina, resistina y otras sustancias. Por otro lado, el tejido adiposo es también un lugar metabólico importante para los esteroides sexuales y glucocorticoides; recordemos por ejemplo que en la mujer menopáusica obesa, la presencia de aromatasas permite aromatizar andrógenos ováricos del tipo de la androstenediona, para transformarlos en estrona (E1). Las consecuencias metabólicas de su deficiencia –como en desnutrición, anorexia nerviosa- o su exceso –la epidemia de obesidad- tienen importantes consecuencias en la salud pública. ADIPOQUINAS El tejido adiposo sintetiza y libera una gran variedad de compuestos peptídicos y no peptídicos, estableciendo una red molecular de comunicación entre sus propias células y con las de otros tejidos (Tablas 1 y 2). De las diversas proteínas segregadas por el adiposito (figura 2), la leptina es una de las más importantes, ya que a través de esta hormona el tejido adiposo se comunica con el sistema nervioso central y participa en la regulación neuroendocrina de la homeostasis energética. Unas participan en el metabolismo de los triglicéridos, como la lipoproteína lipasa (LPL), la proteína estimuladora de acilación (ASP), la proteína que se une a ácidos grasos (FABP); otras, en el metabolismo del retinol y del colesterol, como la proteína que transfiere ésteres de colesterol (CETP); finalmente, las que participan en la coagulación sanguínea, como el inhibidor del activador del plasminógeno tipo 1 (PAI-1). La secreción de factores con función endocrina incluye las hormonas esteroides, pues el tejido adiposo posee dos enzimas importantes para el metabolismo de los esteroides sexuales: la 17â-hidroxiesteroide óxido-reductasa y la aromatasa dependiente de citocromo P-450. La androstenediona producida en corteza adrenal se convierte en testosterona por la óxidoreductasa y esta misma enzima transforma estrógenos y estrona en estradiol. La aromatasa es la enzima responsable de transformar androstenediona en estrona, la tasa de conversión se incrementa con la edad y con obesidad. Además, se produce la enzima 11-hidroxiesteroide-â deshidrogenasa, que interconvierte cortisol y cortisona. Se producen además el sustrato de renina o angiotensinógeno, que la convierte en angiotensina I, el precursor de angiotensina II, la cual supuestamente interviene en la diferenciación del adiposito. También la adiponectina, proteína de secreción similar a la colágena modulada por insulina, cuyos niveles en plasma se correlacionan negativamente con el índice de masa corporal y con la cantidad de grasa visceral. Hay factores proteicos con actividad autocrina y paracrina que regulan la celularidad del tejido adiposo, como el receptor gamma para el activador del proliferador del peroxisoma (PPAR-ã), el factor de crecimiento transformante beta, el factor de crecimiento similar a insulina-1 (IGF-1, y la hormona del crecimiento. El adipocito es además fuente de citocinas proinflamatorias como la IL-6 y TNFá. Otras moléculas de secreción del tejido adiposo son la proteína Agouti, que podría participar en la resistencia a la insulina, la monobutirina –lípido que estimula vasodilatación y angiogénesis- el factor de crecimiento de fibroblasto (FGF-2) y las prostaciclinas.