Angel del mundo oscuro, de maría moreno alfaro

Page 88

─ ¿Eh? ─ Nadie puede obligarte a amar a una persona, Óscar. O a dejar de quererla. Pueden bloquearte tus recuerdos, pero no se pueden forzar los sentimientos. ¿Te acuerdas de cuándo naciste? ─ No – contesté confundido. ─ ¿De cuándo te daban el biberón tus padres? ¿O de cuando te cambiaban el pañal? ─ No. ─ ¿Te acuerdas de todas las chicas a las que has besado? ¿De todos los amigos que has tenido? ¿De todas las fiestas a las que has ido? ¿De todas las veces que has llorado? ¿O reído? ─ No – suspiré. ─ Pero, sin embargo, tampoco recuerdas en qué momento comenzaste a querer a tus padres, pero sabes que siempre han estado en tu corazón. ¿Entiendes lo que te quiero decir? ─ Perfectamente. ─ Con magia o sin ella muchos recuerdos acabarán abandonados en algún rincón de tu mente. Un recuerdo jamás se escapará de tu memoria, puede que no lo tengas presente en un tiempo o que no lo recuperes jamás, pero seguirá ahí, deseando salir a la superficie. Lo que realmente nunca podría acabar abandonado son tus sentimientos. Eso sí que lo tendrás siempre presente. Ni yo mismo me esperaba la reacción que tendría ante aquellas palabras. Como un niño pequeño, me eché a llorar con fuerza y Wizha me apretó todavía más contra su pecho. Quelthar me miraba atónito, sin dar crédito. Pasé un largo rato acurrucado en el regazo y el pecho de Wizha. Tenía razón: era como una segunda madre para mí. La llantina se me había pasado casi al mismo empezar, pero no había tenido fuerzas para levantarme y erguir la cabeza con orgullo. Seguramente tendría que volver a recuperar esas fuerzas si partíamos hacia el mundo oscuro para salvar a Gabriella del maldito destino que ella misma se había forjado por mi culpa. Tendría que aprender a pelear y a usar las armas. Gabriella había sido astuta: me había enseñado bastante y no tendría que empezar desde cero. Como si me leyese la mente, Quelthar, el hombre cuyo nombre nunca había sabido y que recuperé gracias a los brotes de mi mente musitó: ─ Vas a tener que recuperar los conocimientos y la destreza que adquiriste con las armas en tu primera visita al mundo oscuro – Wizha y yo nos miramos el uno al otro, era sólo la segunda vez en toda la noche que Quelthar hablaba. Casi se me había olvidado que estaba en mi habitación.


Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.