Pienso, luego no me dejan existir

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Pienso, luego no me dejan existir Intentando ser razonable


Pienso luego no me dejan existir Intentando ser razonable

Laura Gaviria Orozco



Índice 1. Introducción 2. Eres y serás 3. Anorexia y Bulimia 4. Elogio a la Dificultad 5. La música, la salida 6. Economía tecnológica 7. El calentamiento global


Introducción Escribir, escribir es como respirar, necesario para la existir. Tan necesario que para algunos se convierte en vida, pura y hermosa vida. Para otros son simples letras combinadas, para algunos más, lo es todo. Como todo proceso, la respiración tiene ciertas partes que son totalmente imprescindibles para su buena realización. Inhalación, inhalación de conocimiento, aspiración de verdad, apetencia de pasión. Exhalación, interesante procedimiento, hermosa acción. Está en mi opinión personal, es el fruto de la pequeña semilla que siembran algunas personas en ti, algunos poetas, algunos literatos, algunos docentes. ¿Qué haces con cada pequeña gota de sabiduría que te brinda el universo? Eso es la exhalación. Escribir es como respirar, que el alma se desentienda que vuele libre, hasta los altos, como un águila. Eso escribir.

es dejar del cuerpo, riscos más es


Eres y serás ¿Cómo me imagino en el fututo? Mm… interesante pregunta… La verdad me imagino como una fracasada. Me encantaría que esa no fuera la verdad pero creo que es demasiado estúpido engañarte a ti mismo, la verdad siempre está en ti y soy una persona que es realista-pesimista y no me alcanza la ingenuidad como para engañarme sobre lo que puedo hacer y lo creo que puedo. Cuando me preguntan que hare cuando crezca, siempre respondo, voy a estudiar medicina. Pero gracias a ciertas personas que siempre ven el vaso medio vacío, me doy cuenta de que si es difícil, si, lo es, pero lo difícil no es imposible. Incluso daré algunos argumentos por los cuales sé que nunca lograre nada significativo, en otras palabras, razones para ser nadie. Nunca he sido responsable y la verdad no me interesa serlo, me importa un soberano pepino que pasa a mí alrededor siempre y cuando no me afecte. Definitivamente la responsabilidad no es lo mío, pero sé que lo mío es vivir en los sueños. Yo, inge nua, torpe e inmadura persona, confieso que he vivido en otros mundos, con otros seres, yo tengo otra realidad. Pero en este absurdo mundo no hay espacio para personas como yo así que se que definitivamente terminare trabajando en una pizzería, si mucho. Se lo que pasará, pero soy una soñadora empedernida, y hasta que la realidad no me abofetee no entrare en razón y me daré cuenta de que pasará conmigo. Pero lo peor no es que siga soñando, la atrocidad es que no hago absolutamente nada para cambiarlo. Proyectos, si tengo, el asunto es que nunca me enseñaron a ser mediocre, yo sueño en grande. Y soñar en grande es no realizar. Pero los confesare. El amor de mi vida siempre ha sido el arte. Y me encantaría dedicarme a ello pero no quiero morir de hambre. No me puedo ver sino viviendo en la casa de mi madre siendo esta mejor opción que la calle, pero me puedo imaginar como una gran artista reconocida por todo el mundo. O simplemente alguien del común, alguien que al crecer olvido que era reír y que se dejo llevar por la corriente de la sociedad, alguien que dejo de vivir. Creo que hasta aquí llegan mis confesiones autocompasivas, ya sé cómo me veo, se hasta donde mi imaginación me puede llevar y también recordé una frase que escuche algún día, y que trato de no olvidar: NADA ES IMPOSIBLE.



ANOREXIA Y BULIMIA: DOS ENFERMEDADES MENTALES Y MORTALES ¡A mí me paso! Natalia, tiene 19 años y pesa 51 kilos. Hace más o menos 4 años pesaba tan sólo 38. Los padres de Natalia siempre fueron sobre protectores. El papá es el gerente de una compañía muy importante y por esa razón viaja mucho, dejando siempre a Natalia con su mamá. Ella, es un ama de casa, no trabaja y en su tiempo libre sale de compras o va al gimnasio. Mi amiga siempre fue muy buena estudiante, le gustaba hacer deporte y pertenecía al coro del colegio. Cuando Natalia tenía 13 años, sus padres le dieron un hermanito. Este hecho fue crucial y marcó la vida de mi amiga para siempre. Con un bebé en la casa, la atención era toda para él, hecho que Natalia no pudo soportar. Dejó de hacer deporte, en la parte académica desmejoró notoriamente, se volvió muy agresiva y dejó de comer. Pensó que así llamaría la atención de sus padres. La situación se fue volviendo más tensa e incontrolable. Ahora no sólo no comía bien sino que su autoestima se fue al piso. Se veía gorda y pensaba que ya no valía la pena, que ya no era nadie. Empezó a ingerir purgantes. Nunca podré olvidar el día en que Naty se desmayó en la clase de educación física mientras corríamos. Ése fue el comienzo de una larga recuperación. Mi amiga padecía anorexia. La atención que sus padres le brindaban ahora era mínima y evitó que se dieran cuenta de la grave enfermedad que estaba sufriendo su hija. Después de ese día, Natalia estuvo en varias clínicas y con psicólogos. Después de 5 años logró una recuperación parcial, su peso aumentó, su autoestima también. Se graduó del colegio con honores y actualmente está estudiando Derecho. Aun tiene secuelas de su enfermedad pero, por lo menos, hoy puedo decir que mi amiga se salvó. Gracias a Dios, hoy está con nosotros y vive su vida al máximo. Esta historia me conmovió y hoy después de una larga y dura enfermedad espero entender qué fue lo que pasó. Desde que el ser humano existe, la relación entre él y la comida ha sido una manera de sobrevivir. La subsistencia es el primer paso para dicha relación: las costumbres, los gustos, los afectos, los estados de ánimo son los otros niveles. Cuando ésta relación se ha perdido, estamos hablando de un trastorno alimenticio. Así, un trastorno alimenticio es la alteración del orden regular de la alimentación. Los trastornos del comportamiento alimenticio más conocidos son: la Anorexia y la Bulimia. Estos trastornos son enfermedades psiquiátricas con complicaciones físicas, que alteran el estado normal del cuerpo, poniendo en riesgo la salud física y mental. Con síntomas y tratamientos diferentes, pero tal vez con causas y finalidades iguales, la Anorexia y la Bulimia son enfermedades que pueden llevar a la muerte.


Anorexia significa literalmente “pérdida del apetito debido a un desorden mental”. Mucha gente cree que ésta enfermedad es exclusiva de la modernidad pero en la Edad Mediase reportaron muchos casos con la misma sintomatología de la anorexia. Tal vez, en aquella época, no se conocía con ese nombre pero las investigaciones muestran pacientes con los síntomas descritos hoy de la anorexia. En nuestros tiempos, los casos de anorexia son cada vez más frecuentes debido al cambio de la sociedad, a la percepción que tiene la sociedad hoy en día de una persona físicamente bella. Por esta razón, sin excluir otras, se puede decir que actualmente los trastornos de orden alimenticio, entre ellos la anorexia están aumentando considerablemente. Así lo demuestra estas cifras[1] “de cada 100.000 jóvenes, entre los 15 y los 24 años, de 30 a 40 sufren Anorexia Nerviosa cada año y los estudios prospectivos muestran que estas cifras van en aumento.” Esto convierte a la anorexia en, más que un problema individual, un problema social y de todos. Según el DSM (Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders) una persona tiene anorexia cuando se niega a mantener el peso normal que le corresponde según su edad y altura que vendría siendo menos de un 85% de lo que debería pesar según las características anteriores. Presenta síntomas como amenorrea, suspensión del ciclo menstrual por tres periodos consecutivos. Miedo intenso de engordar o subir de peso, sin importar su apariencia delgada. Niega frente a los demás que esta delgada. Permanentemente se siente gorda y no le da mucha importancia a su apariencia física. La anorexia está catalogada como una enfermedad psiquiátrica en la que la persona tiene una falsa visión de la realidad. “La anorexia no está motivada por un sentimiento de deseo de verse delgado o hermoso, por el contrario, la obsesión que los anoréxicos desarrollan por no ganar peso es porque se sienten poco atractivos, feos, no merecedores de nada bueno en la vida e inadecuados para ser felices”[2]. Tiene una imagen distorsionada de su cuerpo y no se ve frente a un espejo como realmente es. Cuando se ve a un espejo ve a una persona gorda y fea, a pesar de que la realidad es otra muy diferente. Para estas personas estar gorda es una problema grave, entre otros como el rechazo y el no tener éxito en la vida. Por estas razones dejan de comer adecuadamente, hacen mucho ejercicio y a veces recurren a “ayudas” como los laxantes y purgantes. Estos últimos usados para eliminar más rápido lo poco que ingieren. Estas personas desarrollan un carácter fuerte para ser firmes en sus decisiones. Esto los lleva a sentirse bien cuando logran “controlar” la


comida que llevan a su boca para así perder peso que supuestamente tienen de más. Finalmente “no sienten hambre” porque en su cerebro la palabra hambre no está asociada con los síntomas físicos, como el dolor de cabeza y la fatiga. La palabra hambre inconscientemente la han borrado de su mente, han perdido la capacidad de reconocer los síntomas del hambre. Esto les “ayuda” a verse ante los demás como personas de una sola palabra, capaces de llevar una dieta balanceada y controlar su peso, razón que les hace sentir con poder. Llega un momento en la enfermedad en la que los pacientes se aíslan de la sociedad. Esto se debe a que sienten vergüenza de su cuerpo, se vuelven personas irritables, sienten ansiedad, están de mal genio siempre, se vuelven intolerantes con los demás. Se tornan depresivas, muestran variaciones en su estado de ánimo y por lo general, tienen problemas para expresar sus sentimientos. En muchos casos, esto los lleva a desarrollar otras enfermedades psiquiátricas que terminan empeorando la situación. Por otro lado, la bulimia es otra enfermedad del orden alimenticio y quiere decir “hambriento” ”, pero realmente esta enfermedad no se trata de personas que constantemente estén hambrientas, solo lo están por momentos. Esta es una enfermedad que está compuesta por tres etapas, la restricción, el atracón o sobrealimentación y la compensación. La restricción es el periodo en el cual se abstienen de comer cualquier tipo de caloría o cualquier tipo de comida que según su criterio engorda. En esta etapa, tratan de comer saludablemente y llevar una dieta saludable. El atracón o sobrealimentación viene después, en este periodo los bulímicos comen de todo en un corto lapso de tiempo. Por lo general se comen todo lo que se privaron durante la restricción. La pérdida de control está presente y los lleva a comer más de la cuenta. Finalmente, llega el periodo de la compensación. Es aquí en donde el remordimiento no los deja en paz, haciéndolos buscar la manera de compensar todo lo que ingirieron durante la sobrealimentación. Para enmendar lo que hicieron recurren a purgantes, laxantes, diuréticos, exceso de ejercicio y al vomito inducido.


Mientras los anoréxicos restringen la comida por completo, los bulímicos restringen y después comen “En un tiempo récord, la persona puede llegar a engullir a escondidas más de 5000 calorías; los alimentos predilectos son precisamente aquellos considerados "prohibidos": confituras, pizzas, chocolate, etc.”[3]. Esto los hace mantenerse en su peso o aumentar de peso, pero nunca bajar (cosa que es irónica). La razón por la cual los bulímicos no bajan de peso es porque las purgas y el vomito inducido no evitan que las calorías que ingieren durante los atracones sean absorbidas por el intestino. Al igual que para los anoréxicos, el peso es un factor importante para los bulímicos. Este es sinónimo de triunfo y de aceptación. Motivo por el cual la opinión de los demás es fundamental y la apariencia física lo es todo. Esto lleva a tener conductas como la baja autoestima, la mala relación con las personas alrededor y esto debido principalmente al grado tan alto de irritabilidad. Estas personas se vuelven asóciales, dejan de salir y se aíslan de sus seres queridos ya que sienten vergüenza de su figura y de las cosas que hacen porque a diferencia de los anoréxicos, los bulímicos saben que están haciendo algo mal con la comida. Estas personas también pierden la capacidad de saber si sienten hambre o no. Dejan de asociar la palabra “hambre” con el dolor de cabeza y la fatiga, así finalmente terminan no comiendo o por el contrario comiendo demasiado. Se podría decir que una causa muy importante en estos trastornos alimenticios son los factores socioculturales, ya que estos hoy en día marcan la vida de las personas de una manera muy profunda. Actualmente vemos como los medios de comunicación (revistas, televisión, radio, vallas publicitarias) nos muestran mujeres flacas que supuestamente tienen la figura perfecta. Eso sumado a la presión social como lo es el éxito. “La imagen que dan los anuncios publicitarios y las series irreales de televisión sobre la mujer es de "superwoman": tiene que tener un cuerpo perfecto, una carrera profesional perfecta, un matrimonio perfecto y ser la madre ideal. Esto, sumado a la asociación de este "éxito" si se está delgado, lleva a algunas mujeres a iniciar dietas restrictivas que pueden derivar a una enfermedad de carácter alimentario” esto afirma Gisela Jiménez, modelo de


una revista Mexicana. Claro está que no toda la culpa puede ser de los medios. Esta comprobado que para que una persona adquiera una enfermedad siquiátrica debe haber una predisposición. Dicha predisposición está ahí, es innata, pero no se adquiere fácilmente por medios factores socioculturales. También está claro que hoy en día, el índice de personas con problemas de anorexia y bulimia es más alto, llevando a concluir que la presión de los medios y la publicidad hace que se desarrolle más rápidamente y de manera notoria los factores biológicos y psicológicos en las personas con problemas de trastornos alimenticios. Concluyo entonces que la anorexia y la bulimia son enfermedades muy serias y graves que no deben pasar desapercibidas. Son enfermedades que reúnen muchos factores psicológicos, biológicos y sobretodo socioculturales. Este último factor siendo el principal problema para la cura de estas enfermedades, ya que la constante presión de la sociedad sobre un individuo puede llegar a ser mortal y definitiva. Las personas que padecen estas enfermedades, son personas que necesitan mucho afecto y atención para tener éxito en el tratamiento. Y no sobra decir que sin un tratamiento a tiempo, la anorexia y la bulimia, pueden llevar a la muerte. “Actualmente, un porcentaje de las personas que tienen anorexia o bulimia mueren debido a las graves alteraciones que sufre el organismo”. Así queda claro que los trastornos alimenticios son enfermedades psiquiátricas y mentales que pueden llevar a una muerte lenta.


Elogio de la dificultad Estanislao Zuleta

La pobreza y la impotencia de la imaginación nunca se manifiestan de una manera tan clara como cuando se trata de imaginar la felicidad. Entonces comenzamos a inventar paraísos, islas afortunadas, países de cucaña. Una vida sin riesgos, sin lucha, sin búsqueda de superación y sin muerte. Y, por tanto, también sin carencias y sin deseo: un océano de mermelada sagrada, una eternidad de aburrición. Metas afortunadamente inalcanzables, paraísos afortunadamente inexistentes. Todas estas fantasías serían inocentes e inocuas, sino fuera porque constituyen el modelo de nuestros anhelos en la vida práctica. Aquí mismo en los proyectos de la existencia cotidiana, más acá del reino de las mentiras eternas, introducimos también el ideal tonto de la seguridad garantizada; de las reconciliaciones totales; de las soluciones definitivas. Puede decirse que nuestro problema no consiste solamente ni principalmente en que no seamos capaces de conquistar lo que nos proponemos, sino en aquello que nos proponemos: que nuestra desgracia no está tanto en la frustración de nuestros deseos, como en la forma misma de desear. Deseamos mal. En lugar de desear una relación humana inquietante, compleja y perdible, que estimule nuestra capacidad de luchar y nos obligue a cambiar, deseamos un idilio sin sombras y sin peligros, un nido de amor, y por lo tanto, en última instancia un retorno al huevo. En vez de desear una sociedad en la que sea realizable y necesario trabajar arduamente para hacer efectivas nuestras posibilidades, deseamos un mundo de satisfacción, una monstruosa sala-cuna de abundancia pasivamente recibida. En lugar de desear una filosofía llena de incógnitas y preguntas abiertas, queremos poseer una doctrina global, capaz de dar cuenta de todo, revelada por espíritus que nunca han existido o por caudillos que desgraciadamente sí han existido. Adán y sobre todo Eva, tienen el mérito original de habernos liberado del paraíso, nuestro pecado es que anhelamos regresar a él. Desconfiemos de las mañanas radiantes en las que se inicia un reino milenario. Son muy conocidos en la historia, desde la Antigüedad hasta hoy, los horrores a los que pueden y suelen entregarse los partidos provistos de una verdad y de una meta absolutas, las iglesias cuyos miembros han sido alcanzados por la gracia –por la desgracia– de alguna revelación. El estudio de la vida social y de la vida personal nos enseña cuán próximos se encuentran una de otro la idealización y el terror. La idealización del fin, de la meta y el terror de los medios que procurarán su conquista. Quienes de esta manera tratan de someter la realidad al ideal, entran inevitablemente en una concepción paranoide de la verdad; en un sistema de pensamiento tal, que los que se atreverían a objetar algo quedan inmediatamente sometidos a la interpretación totalitaria: sus argumentos, no son argumentos, sino solamente síntomas de una naturaleza dañada o bien máscaras de malignos propósitos.


En lugar de discutir un razonamiento se le reduce a un juicio de pertenencia al otro –y el otro es, en este sistema, sinónimo de enemigo–, o se procede a un juicio de intenciones. Y este sistema se desarrolla peligrosamente hasta el punto en que ya no solamente rechaza toda oposición, sino también toda diferencia: el que no está conmigo, está contra mí, y el que no está completamente conmigo, no está conmigo. Así como hay, según Kant, un verdadero abismo de la acción, que consiste en la exigencia de una entrega total a la “causa” absoluta y concibe toda duda y toda crítica como traición o como agresión. Ahora sabemos, por una amarga experiencia, que este abismo de la acción, con sus guerras santas y sus orgías de fraternidad no es una característica exclusiva de ciertas épocas del pasado o de civilizaciones atrasadas en el desarrollo científico y técnico; que puede funcionar muy bien y desplegar todos sus efectos sin abolir una gran capacidad de inventiva y una eficacia macabra. Sabemos que ningún origen filosóficamente elevado o supuestamente divino, inmuniza a una doctrina contra el riesgo de caer en la interpretación propia de la lógica paranoide que afirma un discurso particular –todos lo son– como la designación misma de la realidad y los otros como ceguera o mentira. El atractivo terrible que poseen las formaciones colectivas que se embriagan con la promesa de una comunidad humana no problemática, basada en una palabra infalible, consiste en que suprimen la indecisión y la duda, la necesidad de pensar por sí mismo, otorgan a sus miembros una identidad exaltada por la participación, separan un interior bueno –el grupo– y un exterior amenazador. Así como se ahorra sin duda la angustia, se distribuye mágicamente la ambivalencia en un amor por lo propio y un odio por lo extraño y se produce la más grande simplificación de la vida, la más espantosa facilidad. Y cuando digo aquí facilidad, no ignoro ni olvido que precisamente este tipo de formaciones colectivas, se caracterizan por una inaudita capacidad de entrega y sacrificios; que sus miembros aceptan y desean el heroísmo, cuando no aspiran a la palma del martirio. Facilidad, sin embargo, porque lo que el hombre teme por encima de todo no es la muerte y el sufrimiento, en los que tantas veces se refugia, sino la angustia que genera la necesidad de ponerse en cuestión, de combinar el entusiasmo y la crítica, el amor y el respeto.


Un síntoma inequívoco de la dominación de las ideologías proféticas y de los grupos que las generan o que someten a su lógica doctrinas que les fueron extrañas en su origen, es el descrédito en que cae el concepto de respeto. No se quiere saber nada del respeto, ni de la reciprocidad, ni de la vigencia de normas universales. Estos valores aparecen más bien como males menores propios de un resignado escepticismo, como signos de que se ha abdicado a las más caras esperanzas. Porque el respeto y las normas sólo adquieren vigencia allí donde el amor, el entusiasmo, la entrega total a la gran misión, ya no pueden aspirar a determinar las relaciones humanas. Y como el respeto es siempre el respeto a la diferencia, sólo puede afirmarse allí donde ya no se cree que la diferencia pueda disolverse en una comunidad exaltada, transparente y espontánea, o en una fusión amorosa. No se puede respetar el pensamiento del otro, tomarlo seriamente en consideración, someterlo a sus consecuencias, ejercer sobre él una crítica, válida también en principio para el pensamiento propio, cuando se habla desde la verdad misma, cuando creemos que la verdad habla por nuestra boca; porque entonces el pensamiento del otro sólo puede ser error o mala fe; y el hecho mismo de su diferencia con nuestra verdad es prueba contundente de su falsedad, sin que se requiera ninguna otra. Nuestro saber es el mapa de la realidad y toda línea que se separe de él sólo puede ser imaginaria o algo peor: voluntariamente torcida por inconfesables intereses. Desde la concepción apocalíptica de la historia las normas y las leyes de cualquier tipo, son vistas como algo demasiado abstracto y mezquino frente a la gran tarea de realizar el ideal y de encarnar la promesa; y por lo tanto sólo se reclaman y se valoran cuando ya no se cree en la misión incondicionada. Pero lo que ocurre cuando sobreviene la gran des idealización no es generalmente que se aprenda a valorar positivamente lo que tan alegremente se había desechado, estimado sólo negativamente; lo que se produce entonces, casi siempre, es una verdadera ola de pesimismo, escepticismo y realismo cínico. Se olvida entonces que la crítica a una


sociedad injusta, basada en la explotación y en la dominación de clase, era fundamentalmente correcta y que el combate por una organización social racional e igualitaria sigue siendo necesario y urgente. A la des idealización sucede el arribismo individualista que además piensa que ha superado toda moral por el sólo hecho de que ha abandonado toda esperanza de una vida cualitativamente superior. Lo más difícil, lo más importante. Lo más necesario, lo que a todos modos hay que intentar, es conservar la voluntad de luchar por una sociedad diferente sin caer en la interpretación paranoide de la lucha. Lo difícil, pero también lo esencial es valorar positivamente el respeto y la diferencia, no como un mal menor y un hecho inevitable, sino como lo que enriquece la vida e impulsa la creación y el pensamiento, como aquello sin lo cual una imaginaria comunidad de los justos cantaría el eterno hosanna del aburrimiento satisfecho. Hay que poner un gran signo de interrogación sobre el valor de lo fácil; no solamente sobre sus consecuencias, sino sobre la cosa misma, sobre la predilección por todo aquello que no exige de nosotros ninguna superación, ni nos pone en cuestión, ni nos obliga a desplegar nuestras posibilidades. Hay que observar con cuánta desgraciada frecuencia nos otorgamos a nosotros mismos, en la vida personal y colectiva, la triste facilidad de ejercer lo que llamaré una no reciprocidad lógica: Es decir, el empleo de un método explicativo completamente diferente cuando se trata de dar cuenta de los problemas, los fracasaos y los errores propios y los del otro cuando es adversario o cuando disputamos con él. En el caso del otro aplicamos el esencialismo: lo que ha hecho, lo que le ha pasado es una manifestación de su ser más profundo; en nuestro caso aplicamos el circunstancialismo, de manera que aún los mismos fenómenos se explican por las circunstancias adversas, por alguna desgraciada coyuntura. Él es así; yo me vi obligado. Él cosechó lo que había sembrado; yo no pude evitar este resultado. El discurso del otro no es más que de su neurosis, de sus intereses egoístas; el mío es una simple constatación de los hechos y una deducción lógica de sus consecuencias. Preferiríamos que nuestra causa se juzgue por los propósitos y la adversaria por los resultados. Y cuando de este modo nos empeñamos en ejercer esa no reciprocidad lógica que es siempre una doble falsificación, no sólo irrespetamos al otro, sino también a nosotros mismos, puesto que nos negamos a pensar efectivamente el proceso que estamos


viviendo. La difícil tarea de aplicar un mismo método explicativo y crítico a nuestra posición y a la opuesta no significa desde luego que consideremos equivalentes las doctrinas, las metas y los intereses de las personas, los partidos, las clases y las naciones en conflicto. Significa por el contrario que tenemos suficiente confianza en la superioridad de la causa que defendemos, como para estar seguros de que no necesita, ni le conviene esa doble falsificación con la cual, en verdad, podría defenderse cualquier cosa. En el carnaval de miseria y derroche propios del capitalismo tardío se oye a la vez lejana y urgente la voz de Goethe y Marx que nos convocaron a un trabajo creador, difícil, capaz de situar al individuo concreto a la altura de las conquistas de la humanidad. Dostoievski nos enseño a mirar hasta donde van las tentaciones de tener una fácil relación interhumana: van sólo en el sentido de buscar el poder, ya que si no se puede lograr una amistad respetuosa en una empresa común se produce lo que Bahro llama intereses compensatorios: la búsqueda de amos, el deseo de ser vasallos, el anhelo de encontrar a alguien que nos libere de una vez por todas del cuidado de que nuestra vida tenga un sentido. Dostoievski entendió, hace más de un siglo, que la dificultad de nuestra liberación procede de nuestro amor a las cadenas. Amamos las cadenas, los amos, las seguridades porque nos evitan la angustia de la razón. Pero en medio del pesimismo de nuestra época se sigue desarrollando el pensamiento histórico, el psicoanálisis, la antropología, el marxismo, el arte y la literatura. En medio del pesimismo de nuestra época surge la lucha de los proletarios que ya saben que un trabajo insensato no se paga con nada, ni con automóviles ni con televisores; surge la rebelión magnífica de las mujeres que no aceptan una situación de inferioridad a cambio de halagos y protecciones; surge la insurrección desesperada de los jóvenes que no pueden aceptar el destino que se les ha fabricado. Este enfoque nuevo nos permite decir como Fausto: "También esta noche, tierra, permaneciste firme. Y ahora renaces de nuevo a mí alrededor. Y alientas otra vez en mi la aspiración de luchar sin descanso por una altísima existencia”


La música, la salida Siempre imaginé como iba a ser mi vida; la tenía planificada en su totalidad; dije que me graduaría con honores, iría a la universidad y sería una gran doctora. Pero en ningún momento se me ocurrió que todo esto iba a estar seguido por un fantasma; la muerte, ¿Qué hacer cuando tu padre muere? Nadie tiene la respuesta a esto y ni la van a tener. No se puede tener esta respuesta por el simple motivo de que no hay nada más que hacer que sentarse, recargar tu cabeza sobre tus manos y deshacerte en lágrimas, porque el tiempo no da vuelta atrás y una misma persona nunca vuelve a nacer. Cuando viví la muerte de mi padre caí vacío, como una cobarde, estuve allí sin intentar escapar pues no le vi sentido, ya nada importaba, me puse una máscara y pretendí que estaba bien, fui al sicólogo, a algunas terapias, pero lo único que lograron fue inducirme cierto desprecio por la humanidad. Todo esto siguió así, por lo menos durante un año pero luego, esa luz que necesitaba para disipar la obscuridad descendió a mi vacío y allí estaba, la música, esa esplendida combinación de arte y pensamiento. Ella increíblemente me sacó del vacío, me llevó a la superficie, me enseño la esencia de los cuerpos; el baile, la armonía de las cuerdas; la guitarra, y lo mejor “la vida es bella” y me mostró el rock, con ella aprendí a vivir sin resentimiento hacia quien sin pensarlo causa el mayor daño. Cada que escuchó “pa, pa, pa” de los prisioneros, me doy cuenta que la herencia que me dejó mi padre, no fue la que el banco puso en una cuenta. No. Me la dio desde que nací, y entiendo que mi salvación haya sido la música pues para el también lo era. Y todas esas letras están en mi cabeza, “tren al sur”, “molinos de viento”,” seguimos en pie”, “Diré a mi gente”. Mi padre era un anarquista que llevó toda su vida en torno a la música y espero poder hacer lo mismo.


Economía Tecnológica “La tecnología ha cambiado nuestro modelo económico. Hoy ya no somos una economía industrial, sino una tecnológica. Esta revolución la llamo la revolución pixelada”. Dice Leonard Brody en el artículo “economía tecnológica” publicado por el espectador. Hace algunos años si hubiésemos deseado crear una empresa de música hubiese sido agotador solo pensar en el tiempo y el dinero que debíamos haber empleado, ahora la situación ha cambiado, casi cualquier persona tiene la opción de crear una empresa sin necesidad de invertir mucho tiempo y dinero. Antes hubiésemos mandado una carta y hubiese demorado días y hasta meses en llegar hasta su receptor, y hoy podemos enviar mensajes a cualquier hora desde casi cualquier lugar y no se demorará más de 5 segundos en llegar a su destinatario. Así como la comunicación ha cambiado la economía ha tenido también su giro. De igual manera ya no es necesario hacer presencia física en algún lugar para cerrar negocios importantes, concretar tarifas, ampliar las posibilidades de negocio, hacer o deshacer empresas, con las redes sociales y el internet podemos “estar” en ese lugar, sin problema alguno. A través de la tecnología es más sencillo que se filtre información sobre estados económicos La economía actual está fundamentada en la tecnología, sin esta ya no sería posible conectarnos con el resto del mundo lo que implicaría la deterioro del comercio de una manera rápida y fatal. Pues bien, el comercio más importante actualmente además de alimenticio es tecnológico, no hay manera de que no hagamos parte de la “aldea global” si toda nuestra vida gira en torno a la economía y la economía gira en torno de la tecnología por consiguiente nuestra vida gira en torno de la tecnología. Con el TLC a Colombia le espera “intercambios” a gran masa de tecnología con países como Corea y USA, en los próximos meses sabremos a ciencia cierta lo que es la economía tecnológica y como se trabaja con esta.


Juguemos a que somos felices


El calentamiento global es un fenómeno natural de aumento de temperatura causada por la mano de las personas, en la cual no percibe los acontecimientos para un futuro y se dedica a la tala de los bosques acabando con las cañadas o nacimientos de aguas que en la cual nos lleva a la deforestación acabando con la capa de ozono. Y por eso hoy en día el calentamiento global es más fuerte y esto nos está llevando a que los recursos naturales día a día se está deteriorando por ejemplo muchas especies de animales está en vida de extinción, los ríos se están secando, el hielo del Ártico se derrite, Asia y Sudamérica sufren tormentas e inundaciones históricas, etc. Y los causantes de este problema somos nosotros, realmente debemos tomar conciencia sobre esto y ser más cuidadosos sobre este tema. Pues no razonamos sobre lo sucedido y somos más descuidados arrojando basuras y no cuidando el medioambiente. Bien sabemos que este calentamiento está evolucionando poco a poco y no por causas de nosotros sino por el mismo planeta. Nosotros contribuimos con esto y no somos conscientes de lo que está sucediendo, ya que gracias a nosotros este planeta se daña y aceleramos el proceso de destrucción y sabiendo que si el planeta llega a ser destruido nosotros seremos destruidos con él.


El ensayo ¿Qué es un ensayo? Es un texto que expone, analiza y/o comenta una interpretación personal sobre determinado tema, al inscribirse en el término de una producción intelectual de carácter subjetiva, por cuanto, se marca con el acento personal del ensayista o autor. En palabras más simples se define como una expresión de ideas propias, es decir, el autor del escrito plasmará todos sus pensamientos, ideas, críticas o apoyo sobre ciertos temas. La historia del ensayo se remonta a su creación que fue por “Michel Eyquem de Montaigne“. En el renacimiento se tuvo la inquietud de comenzar a hacer ensayos y Montaigne decidió dejar volar su mente y sus ideas para poder exponer sus propias opiniones de diversos temas a los cuales denominó “los ensayos de Montaigne, meditaciones en prosa”. Esta obra tuvo inicio en 1580 y duró hasta la muerte del mismo. El narraba los ensayos en voz alta y llegaron a haber hasta tres secretarios (en el tiempo) que eran los que escribían dicha obra. Era una obra bastante desordenada. Es totalmente racional, no se deja guiar por dogmatismos. Uno de sus ensayos habla sobre la capacidad que tenemos los humanos de razonar y a lo que esperamos religiosamente. En el tema político era monárquico, defendía la monarquía como el mejor gobierno para la sociedad en la que se encontraba. Fue una época en la que hubieron muchos cambios transitorios a nivel social y comenzaron a desarrollar su capacidad de relatar sus propias opiniones y críticas hacia diversos temas.

Tipos de ensayo 

Según la forma en la que el autor exponga su composición, puede ser:

- Descriptivo: Describe una idea, un pensamiento o una opinión.


- Comparativo: Puede hacer comparaciones con otras ideas u otras opiniones. - Analítico: Conoce bien la idea, por lo tanto trata de hacer un análisis sobre ella. - Argumentativo: Expresa su opinión, con la finalidad de demostrar la validez de la misma. 

Según el contenido que el autor use para su composición:

- Histórico: el autor narrará un tema histórico, ya puede ser un momento de la historia en sí, o hablar sobre la historia de forma genérica, pero todo ello debe hacerlo con una composición breve y sin omitir ningún acontecimiento que haya podido pasar en ese trance de tiempo descrito. - Crítico: el autor hablará sobre un tema, puede ser de cualquier tipo, ya que este tipo de ensayo, no es necesariamente exclusivo de ningún tema, por lo tanto, tenemos un gran abanico de temario, del cual el objetivo es sacar un juicio sobre él, independientemente de cuál sea. - Filosófico: el autor deberá expresar el tema con bastante conocimiento sobre él, en este tipo de ensayo tiende a buscarse la veracidad de todo lo descrito, por lo tanto, sea cual sea el tema que describa, deberá defenderlo y dar argumentos para que el lector crea en lo expresado. - Sociológico: el autor hablará sobre un tema referido a la sociedad o a algo que le involucre. Deberá transmitirle al lector confianza y seguridad en lo descrito. - Científico: el autor tendrá que hablar con la máxima veracidad y conocimiento. En el tema científico siempre se busca toda la verdad a través de experimentos, de comprobaciones y de teorías, por lo tanto cuando se trata este tipo de ensayo, hay que tener conocimiento y seguridad de todos los procesos por los que ha pasado el tema que se quiere describir.

Funciones de un ensayo Un ensayo sirve para dar a conocer al mundo alguna idea que tengamos sobre esta, también se utiliza frecuentemente para saber cuál puede ser el nivel de escritura de alguien, también es una forma para conocer el grado de argumentación que podemos tener frente a una tesis.


Estructura de un ensayo Portada: presentar datos de título, autor, institución, ciudad y fecha, de acuerdo a las normas de la universidad. Introducción: es el 10% del ensayo y abarca más o menos media hoja; el ensayista expresa el objetivo, argumenta por qué lo escogió como tema y por qué lo elaboró e indica su contenido, o sea de que se trata. (Barbosa, s/f) Desarrollo: constituye el 80% del ensayo; abarca generalmente entre 2 y 3 páginas. En esta parte va todo el tema desarrollado, utilizando la estructura interna: 60% de síntesis, 20% de resumen y 20% de comentario, contiene la exposición y análisis, se plantean ideas propias y se sustenta con información de las fuentes necesarias: libros, revistas, internet, entrevistas y otras; por lo cual admite un máximo de 2 citas textuales entre comillas, en letras cursiva y cuidando de colocar la referencia en el aparte externo o bibliografía, donde se reportan éstas y las fuentes en las que se fundamentó el ensayo, presentadas de acuerdo a las normas de la universidad. Conclusiones: corresponde al otro 10% del ensayo, alrededor de media página, en 1 ó 2 párrafos, el autor expresa el alcance de lo expuesto, la relevancia del tema, importancia, beneficios y hasta recomendación de líneas de análisis para posteriores escritos. Bibliografía: corresponde un aparte de las 3 o 4 páginas esenciales del ensayo; permite indicar las referencias de las citas textuales y de las fuentes consultadas (bibliográficas o electrónicas) que sirvieron para recabar información y sustentar las ideas o críticas; estas fuentes pueden ser libros, revistas, materiales digitalizados, entrevistas, programas de televisión, videos, etc.

Bibliografía http://queesunensayo.co/ http://www.buenastareas.com/ensayos/Estructuras-De-Un-Ensayo/1610485.html http://www.monografias.com/trabajos64/ensayo/ensayo.shtml


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