Bri Bri

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* Bri Bri


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Taller de Ilustraci贸n Vocacionales, 7 y 8 Laura Valenzuela Alba Luc铆a Paredes 7B


En el cuarto bimestre en clase de diseño aprendimos sobre los alebrijes. Usamos un programa llamado Adobe Illustrator CS6 para, de alguna forma, mezclar tres animales y las partes de su cuerpo para crear un solo alebrije. Los alebrijes son criaturas fantásticas sacadas de la imaginación de cada uno, pero principalmente vienen de México. Para empezar había que escoger tres animales y sus partes del cuerpo, yo escogí la cabeza y la cola del caballo de mar, la caparazón de la tortuga y las patas del cangrejo para al final crear a Bri Bri.

*Introducción


* Bri

Bri viene de las tierras más lejanas de Arabia; se dice que

se creó con la misma arena del desierto pero es curioso que no le guste vivir en él. Habita en las profundidades del mar donde todavía se ve la luz del sol. Vive en manadas de cinco a seis miembros. Come arena y algas marinas. Se camufla muy fácilmente cambiando de color a tonos parecidos a los azules del mar. Con sus patas puede andar a velocidades increíbles sobre la arena y con la cola nada rápidamente en las profundidades. Su caparazón lo protege ya que es fuerte como piedra y a los depredadores les queda muy difícil masticarlo. Es un animal muy calmado, solo ataca cuando se siente amenazado, pero al picar al depredador con su cola retorcida este se vuelve de color azul para siempre. Además a Bri Bri le encanta cantar con su voz un poco extraña que también usa para comunicarse con sus otros amigos del mar. Es un aminal único y visto por pocos. Lo más interesante de esta extraña criatura es que le gusta estar con los humanos, a los que no les teme y a quienes ayuda de varias formas.

*Bri Bri



* Cuenta

la leyenda que una vez una pequeña niña estaba caminando por la orilla del mar cuando de repente vio un pequeño caparazón de tortuga sobre la arena. La niña recogió el caparazón y lo volteó, pero este estaba vacío. Era de color aguamarina y más pequeño que lo usual. La pequeña niña llevo el caparazón a su casa, le abrió un hueco en la parte superior y se lo colgó como collar. A los dos días volvió al mar y se metió; al rato se dio cuenta de que aguantaba la respiración por mucho tiempo y se fue sumergiendo más y más, hacia las profundidades del mar. Al sentir la arena vio que aún no necesitaba aire para respirar y que podía aguantar la respiración todo el tiempo que quisiera. Sostuvo el collar en sus manos y vio como este solo brillaba debajo del agua. A la niña le gustó tanto el mar que decidió no salir de él. Aún no la han encontrado, ni viva ni muerta.

*Leyenda




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