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ENTREVISTA
Semana del 22 al 28 de noviembre de 2013
JUAN PACHECO. COOPERATIVISTA AGRARIO El pedroñero Juan Pacheco Parra ha sido distinguido con la insignia de oro de Cooperativas Agroalimentarias de C-LM. Galardón que se entregó en el acto conmemorativo del 25 aniversario de la entidad, celebrado el martes en Toledo
“Es un gran honor que se distinga
el trabajo cooperativo” ■■ C.I.P.
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efensor a ultranza del cooperativismo, el pedroñero Juan Pacheco Parra recibía el martes con gran orgullo la insignia de oro con la que Cooperativas Agrarias de Castilla-La Mancha quiso reconocer la labor desempeñada por el Consejo Rector de la Unión Provincial de Cooperativas de Cuenca en el desarrollo cooperativo de la región, un reconocimiento que se personalizó en Juan Pacheco, bajo cuya presidencia, la entidad conquense –formada por 67 cooperativas– hizo una fuerte apuesta de futuro y acordó su disolución para integrarse en lo que entonces era la Unión de Cooperativas Agrarias de Castilla-La Mancha (UCAMAN). En 2003 culminaba un proceso de unificación cuyo objetivo no era otro que el de ponerse a disposición del progreso de las cooperativas castellano-manchegas y con él, el de los propios pueblos. Procedente del sector del ajo, Pacheco ha dedicado más de un cuarto de siglo al cooperativismo, 14 de ellos en UCAMAN y su mayor orgullo es haber podido contribuir a formar “el monstruo” que es hoy Cooperativas Agroalimentarias de C-LM. Hoy, con 73 años, sigue siendo socio de la cooperativa San Isidro ‘El Santo’ de Las Pedroñeras y aunque ya no forma parte de su Directiva sigue manteniendo una gran implicación con el mundo cooperativo.
¿Cómo encajó la noticia del reconocimiento?
Con muchísima satisfacción. Para mí es un honor que se distinga el trabajo cooperativo, y que se hayan acordado de mí después de estar apartado de este mundo desde 2007 me halaga enormemente, sobre todo por lo que significa de reconocimiento a la labor realizada y no por otras cosas.
¿Cuándo entró en el mundo cooperativo?
Yo pasé a la cooperativa de Las Pedroñeras en el año 85. Se acaba de formar la cooperativa de ajos de segundo grado COOPAMAN y aunque yo no era consejero me eligieron para representar a la cooperativa pedroñera en la elaboración de los estatutos; en el 86 pasé a tener cargo y ese mismo año me eligieron como presidente de COOPAMAN donde
resultado está ahí: es un monstruo, Cooperativas Agroalimentarias de C-LM es el fenómeno más social que hay en el mundo cooperativo de nuestra región y para mí es un gran orgullo haber podido formar parte de su desarrollo. Empezó con seis cooperativas y hoy son más de quinientas, el tiempo ha dado la razón a la apuesta que hicimos, aunque en su momento levantó recelos.
Hay que seguir insistiendo en fortalecer el sistema comercial. Estamos en un mundo globalizado y espabilamos o nos espabilan estuve hasta el 88. Ese año me hice cargo de la presidencia de ‘El Santo’ hasta que lo dejé en 2005. ¿Y su relación con Cooperativas Agroalimentarias de C-LM?
Como vicepresidente y consejero, en total estuve unos 14 años. Llegué por primera vez en el año 88, siendo el presidente de COOPAMAN. Acababa de constituirse y aún eran pocas las cooperativas que estaban dentro pero me gustó mucho el planteamiento y desde el primer momento vi que era una herramienta muy positiva para el sector agrario por la que había que apostar. Han pasado 25 años desde que se creó y el
¿Se refiere a la fusión?
Sí. La Unión de Cuenca se formó antes que UCAMAN, y nos integramos en ella pero el poder representativo que empezó a adquirir era algo que la provincia de Cuenca no podía tener, era necesario dar un paso más y buscar mayor fuerza a través de la unión. Vi que era lo mejor y comenzamos a trabajar. Cedí la presidencia de 67 cooperativas para ser vicepresidente fuera de mi provincia, hubo gente que se molestó por la fusión pero ahí está hoy. Lo que me preocupaba es que los trabajadores perdieran su antigüedad, algunos llevaban 20 años, pero las cosas se hicieron bien y hoy todos están contentos. Se ha ganado en medios,
en calidad, en socios, en proyección... ¿Tras los muchos avances conseguidos, qué le falta a las cooperativas?
Las cooperativas están muy bien y aunque con la mecanización este año hemos visto que se han saturado las entradas, creo que están bien dimensionadas. No se puede hacer una gran inversión para unos cuantos días pero sí hay que buscar fórmulas para adaptarse a los nuevos tiempos. Para mí, lo que realmente hace falta es un mayor esfuerzo para conseguir estructuras comerciales fuertes. Estamos en un mundo globalizado y espabilamos o nos espabilan. Lo que no se puede permitir es que sean cuatro multinacionales las que controlen el mercado, hay que seguir insistiendo en fortalecer el sistema comercial de las cooperativas que son los principales motores económicos de nuestros pueblos, creo que merece la pena que se haga un esfuerzo. El mensaje que siempre se ha lanzado desde el cooperativismo es la unificación de la oferta para ser más competitivos pero eso aún está lejos de la realidad...
El problema de las cooperativas siempre ha sido el dinero, afortunadamente ahora se ha avanzado mucho y se va a créditos que permiten adelantar el pago de la cosecha. Creo que esto ha servido para animar a los agricultores, aunque hay que seguir trabajando. Yo creo que entre el 85 y 90% están en las cooperativas, el problema son los que viniendo del bum del ladrillo han encontrado amparo en la agricultura, no son profesionales ni tienen medios para aguantar el mercado y venden a lo que les paguen. Es lo que está pasando con el ajo, a mí me llena de indignación y rabia ver que se está pagando el kilo hasta 7 y 8 céntimos, un precio que no paga ni la tierra de siembra.