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EDICIÓN CALI
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Informe
Martes 3 de Febrero 2015
No. 165 / Cali, Febrero 2 de 2015
Ciudad
www.larazondecali.com
¡El asesino anda suelto!
F
rancisco Antonio Ruiz Gómez, Alias Frank, se encuentra libre y lo peor puede estar en Cali tranquilamente sin que las autoridades lo puedan capturar. Ese asesino es el autor de 10 crímenes ocurridos el 3 de diciembre de 1984 en las oficinas del Dinners Club, situadas entonces en plena Plaza de Cayzedo. Este individuo ultimó de cientos de puñaladas y disparos a 7 secretarias, un bebé por nacer y dos vigilantes de la mencionada empresa dejando en su orgía de sangre a 5 personas heridas. Y, ¿por qué este criminal puede andar tranquilo como Pedro por su casa? Porque la policía y los organismos de seguridad del estado no lo pudieron capturar en 30 años prescribiendo la condena impuesta por los jueces de la época. Del paradero de Frank nadada se supo, se especuló que había viajado a Venezuela para esconderse, que se encontraba en España y también que había sido asesinado por la guerrilla, pero su cuerpo jamás apareció. ¿Cómo pudo un hombre desaparecer 30 años sin dejar un solo rastro? ¿Cómo pudo tragárselo la tierra? “El sanguinario” – como se le llamo- hoy cuenta con 62 años y de él es muy poco lo que se supo. Francisco Antonio Ruiz Gómez, nació el 22 de mayo de 1952 en Yotoco Valle, de profesión desconocida aunque en el momento de la masacre vendía ropa, suministrada por su hermana Alba Lucia. Tiene aproximadamente 1.80 de estatura, usa gafas adaptadas, de pelo ensortijado, trigueño y lampiño. Estuvo preso en Estados Unidos por tráfico de drogas y a su regreso al país llegó a Cali y se ubicó en el Barrio los Alcazares donde vivía con su hermana. Aunque la policía prometió que lo buscarían hasta debajo de las piedras, es increíble que 30 años después se haya burlado de la justicia de la misma forma que lo hizo con sus víctimas a las cuales degolló como matarife en desnucadero.
La masacre
La Razón reconstruyó, expediente en mano, como ocurrió la masacre que conmocionó a la sociedad caleña e internacional por el extremo índice de maldad de sus autores. Jaime Serrano Santibañez, de 21 años era un ex militar que trabajaba en la compañía
idea era sencilla aprovecharían que el vigilante de turno Miguel Angel Bravo conocía de Jaime le abría la puerta y los otros compinches ingresarían encañonaban al guarda, le quitaban el arma y luego procedían a robar. Mientras los delincuentes ideaban el plan, el lunes 3 de diciembre 14 empleados de Dinners Club, se aprestaban a adornar la sede del Edificio Otero con motivo de la temporada navideña y la proximidad del día del alumbrado. Querían congraciarse con el gerente Eduardo Fernández de Soto y se quedaron después de su jornada laboral colaborando con alegría en lucir la sede con adornos que impactarían a su jefe y a los clientes de la prestigiosa empresa. Eran horas extras que resultaron fatales.
Francisco Antonio Ruiz Gómez alias Frank o el Sanguinario
Francisco Antonio Ruiz Gómez, contaría con 62 años y es el autor del homicidio de 9 personas y hoy puede desplazarse tranquilamente por las calles de Cali porque las autoridades no lo pudieron capturar en 30 años
de seguridad Wackenhout había sido vigilante en las oficinas de Dinners Club y fue despedido porque era muy confianzudo con las empleadas. Luis James Rodríguez, tenía 19 años era ayudante de construcción y su sueño era conseguir dinero para darle a su madre la cuota inicial para una vivienda. Francisco Ruiz Gómez, como se dijo había regresado de Estados Unidos y vendía ropa y cachivaches para poder sobrevivir. Los tres coincidían en el Barrio San Luis de Cali, situado al nororiente de la ciudad donde jugaban basquetbol, ajedrez y fútbol. Frank al saber que Serrano había trabajado en Dinners Club, se ideó el plan que los sacaría de pobres. Hicieron planos de la sede, Luis James, visitó las oficinas y Frank se acercó para ofrecer ropa a las empleadas, pero el objetivo central era robar calculando que las arcas estaban llenas y que el botín sería cuantioso. Para ejecutar el plan usarían una pistola de propiedad de Jaime Serrano y una navaja automática. La idea era desarmar al vigilante y usar esa otra arma en el robo. La
Los asesinos no esperaban tantas personas dentro de las instalaciones de dicha empresa, a lo sumo creían que había tres, el vigilante, la secretaria de gerencia que tenía las llaves de la caja fuerte y siempre se iba después de las 7 y una auxiliar de oficina. Jaime Serrano saludó al vigilante Bravo, quien no sabía éste había sido despedido y le abrió. Esa oportunidad fue aprovechada porv Frank y Luis James Rodríguez para ingresar abruptamente y encañonar al vigilante que fue encerrado en el baño y al cual le quitaron el uniforme que se puso Jaime para despistar a las empleadas. Los delincuentes ingresaron a las oficinas donde pusieron en quieto a las empleadas y las obligaron a entrar a un baño. Eran las 7 y 30 de la noche y desde allí comenzó la tragedia. Los delincuentes tomaron un botín de más de 1 millón de pesos, despojaron de las alhajas a las empleadas y no conformes con eso acordaron asesinar a todas las personas porque unba de ellas reconoció a Jaime Serrano, el negro de ojos verdes, aquel que molestaba a Rosina, una de las 10 víctimas de aquella masacre.
Decisión fatal
Jaime Serrano, Francisco Antonio Ruiz Gómez y Luis James Rodríguez, decidieron que había que matar a todos para no dejar huellas. En aquella época –hace 30 años- no había cámaras de seguridad y las alarmas no eran tan tecnificadas como