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CLARA ZEPEDA Y AGENCIAS / P 21 Y
by La Jornada


/ 6 P civilizaciones, como la griega, la china y la africana.
En 2002, después de 40 años de actividad Yves Saint Laurent decidió retirarse y cerrar la célebre maison de la avenida Marceau, hoy sede del museo. François Pinault compró el emporio en 1999. El Centro Pompidou le dedicó ese año una retrospectiva legendaria para despedirlo.
Después de su muerte, Bergé puso a la venta, en 2009, la colección de arte y la célebre biblioteca de libros raros, formada por ambos, para mantener los museos de Yves Saint Laurent en París y Marruecos. Fue la “venta del siglo”, anunció la casa de subastas Christie’s, que recaudó 373.5 millones de euros.
La artificación de la moda
La moda ha reclamado cíclicamente su lugar en el olimpo de las artes desde su institucionalización en la segunda mitad del siglo XIX.
Sin embargo, sus características ideales de objeto único, desinteresado y perdurable, han contrastado con aquellas intrínsecas a la moda como producto de consumo, serial, fugaz y perecedero. El sistema del arte ha asumido cada vez más el modelo económico usado por la moda, adelgazando siempre más esta distancia.
En un artículo de Il Giornale dell’arte, Bruno Muheim destaca de qué manera en ambos sectores “el negocio precede la creación”, y cómo las subastas son lo más cercano a las pasarelas en “la mezcla de
▲ En la página anterior, vestido homenaje a Mondrian; de Pablo Picasso, Retrato de Nusch Eluard, y de Mondrian, Composición en rojo, azul y blanco II. Otoño, 1937. Sobre estas líneas, chaqueta homenaje a Van Gogh, manto de capa homenaje a Braque y retrato de Yves Saint Laurent, captado por Jeanloup Sieff, en 1971. Fotos © Yves Saint Laurent @ Nicolas Mathé us, © RMN-Grand Palais (Museo Nacional Picasso-París) / Adrien Didierjean, © Centro Pompidou, MNAM-CCI, Dist. RMN-Grand Palais / Jacques Faujour y © Yves Saint Laurent @ Nicolas Mathé us y/ © Estate of Jeanloup Sieff
mundanalidad y profesionalidad” e, incluso, en la realización de sus temporadas principales de primavera y otoño.
Además, destaca la forma en que ambos sectores son a su vez comidos por la lógica del mercado, donde los expertos de arte de las subastas han sido sustituidos por mánagers, mientras los estilistas de las casas de moda, también responden a ellos.
La exposición Yves Saint Laurent y lso museos no puede más que transmitir una enorme fuerza simbólica: la moda ha sido emparejada con el arte. La gran pregunta es: ¿se romperá la barrera?
Mientras tanto, las exposiciones dedicadas a la moda se multiplican. En marzo, el Museo Victoria & Alberto de Londres dedicará la primera exhibición a la historia de la moda masculina.
Fotollavero mexicano, “fábula ilustrada” que recoge la visión del país de Paolo Gasparini
MERRY MACMASTERS
Hace medio siglo se publicó el primer fotolibro de Paolo Gasparini, Para verte mejor, América Latina, con un ensayo de Edmundo Desnoes y diseño de Umberto Peña. Ahora, el fotógrafo italiano dará a conocer Fotollavero mexicano (Editorial Mal de Ojo), con texto de Juan Villoro y diseño de César Jara. La edición, que recoge su visión de México, articulada con fotografías realizadas entre 1970 y el 14 de febrero de 2020, se presentó en el Colegio Nacional.
Sobre Para verte mejor, América Latina, Gasparini (Gorizia, 1934) escribe que en esta “novel fábula ilustrada habíamos convertido a Caperucita Roja en símbolo de América Latina sometida al permanente acoso del lobo imperialista. Eran otros tiempos… nos declarábamos fotógrafos comprometidos, y para nosotros era más que un libro: era un manifiesto. En Venezuela, donde vivo y trabajo, he continuado con la misma pasión de articular imágenes para fotolibros y audiolibros en función de un discurso que exprese mis ideas y sentimientos”.
Continúa: “En 1987, durante la temporada de bonanza petrolera y auge editorial, se editó en Caracas el fotolibro Retromundo, con el abrazador texto de Victoria de Stefano y el diseño de Álvaro Sotillo. En medio del ruido de tanta euforia andaba yo cacareando una balurda hipótesis según la cual el fotolibro era una simbiosis entre fotografía, texto y diseño. Ya que, desde siempre, estimé importante acompañar el cuerpo del fotolibro con algún texto, debido a que las palabras preñan y extraen de las imágenes nuevas ideas y significaciones. Asimismo, siempre he considerado el diseño gráfico como el aliado más idóneo para aguzar –a través de las formas– la comprensión de los contenidos”.

Este Fotollavero mexicano “asoma su alegre portada en un mundo lleno de turbulencias y tristezas… La idea surgió cuando todavía estaba imbuido con la idea del fotolibrosimbiosis, preparando la exposición Campo de imágenes para la Fundación Mapfre, que también incluye mis fotolibros. El primer paso fue invitar a Juan Villoro, viejo amigo, escritor y colaborador desde hace mucho tiempo, para ilustrar con sus palabras el recorrido mexicano de las imágenes. Me envió de vuelta su incisivo y lindo texto –“Las llaves de los sueños”–, que me gustó mucho. Me conmovió leer que: las fotos eran revelaciones: describían el mundo, pero también los ojos que lo habían visto… A veces los caminos de la vida no son fáciles, muchos proyectos caen, otros se transforman y las simbiosis también se consumen mutuamente en el proceso”. También se incluye un ensayo de Sagrario Berti.
En 1972, en la presentación de Para verte mejor, América Latina, “decíamos: ‘cuidado con el lobo imperialista, porque puede comernos como a la pobre niña Caperucita Rojo’. Ahora, medio siglo después y guardando las distancias, quiero decir a los jóvenes fotógrafos: armen
▲ El fotógrafo italiano publica su nuevo libro con Editorial Mal de Ojo; incluye un ensayo de Villoro y diseño de César Jara. Tomadas de Fotollavero mexicano
ustedes las formas del ensamblaje y el contenido de sus fotolibros, con sus criterios y su sentir… antes de que aparezca en el camino algún lobo solitario. Son los más buscados, rebuscados... y peligrosos”.
Liminar, “hacia una música de sustancia fuerte”
ÁNGEL VARGAS
Más allá de buscar la vanguardia, trascender lo convencional o romper la tradición, el interés del ensamble Liminar está orientado hacia “la música con una sustancia fuerte” desde el punto de vista del sonido, destaca Alexander Bruck, su codirector.
“No me gusta hablar de lenguajes en la música; buscamos propuestas que tratan de dar una perspectiva –no sé si total– desde el sonido, propuestas sustantivas, fuertes desde ese aspecto.”
El violista y violinista hace tales precisiones con motivo del concierto La escucha infinita, que ofrecerá la agrupación el 3 de marzo, a las 20 horas, en el auditorio Blas Galindo del Centro Nacional de las Artes (Cenart).
El programa está compuesto por cuatro obras del mexicano Samuel Cedillo, dos de ellas estrenos mundiales: Estudio de contrapunto II, para guitarra a cuatro manos, y Estudio de fenómeno, para cuatro pianos.
Según Alexander Bruck, la música de este compositor de origen mazahua –que de niño fue campesino y artesano, y hoy día es considerado uno de los músicos más innovadores del panorama experimental mexicano– se distingue por repensar los instrumentos a partir de sus características físicas de la cuestión corporal.
“Generalmente, abstrae al instrumento totalmente de la tradición, incluso de cómo se toca; por eso tiene obras para violín a dos arcos o de guitarra a cuatro manos. Digamos que usa los objetos como cuerpos sonoros y, a partir de allí, y de ciertas preocupaciones poéticas, no necesariamente de origen musical, los hace sonar en línea con una concepción casi pansonora o pansónica de las cosas”, detalla.
“Pero lo hace refiriéndose o poniendo en práctica los conceptos fundamentales de la música, como el canto, el contrapunto, el ritmo, la polirritmia, aunque interpretadas de manera muy propia.
“El contrapunto no es el heredado del Renacimiento, a tres voces, sino que a partir de una multiplicación de las voces hace cantar los instrumentos de maneras que pueden parecer muy abstractas o crudas.”
A manera de ejemplo de esa característica de la escritura de Samuel Cedillo, menciona su Estudio de contrapunto II, que se toca con serruchos: “Tienen los dientes limados, entonces no cortan el instrumento, pero a veces sí se rompe una cuerda. Es una de las dificultades con las que hemos lidiado: llegar al final sin que se rompa una cuerda. En términos sonoros, las seis cuerdas de la guitarra y la infinidad de los dientes de los serruchos permiten una articulación del sonido muy especial”.
Para tener una idea de a qué suena la música de ese compositor, considera que es importante conocer su linaje musical, el cual proviene de haber estudiado con el mexicano Julio Estrada y de “todo ese imaginario musical del siglo XX, que, por un lado, empieza con Xenaquis y otros compositores, como Pierluigi Billone, quien también fue su maestro”.
Alexander Bruck destaca que este concierto en el Blas Galindo –en el que Liminar estará acompañado por integrantes del ensamble Sonidero 13, de la Escuela Superior de Música– es una forma de saldar una deuda pendiente con Cedillo, con quien tienen una relación de muchos años, pero del que nunca habían interpretado música.
Esta presentación es parte de la producción de un álbum monográfico dedicado a ese autor que se publicará este año con un sello internacional, en el que asimismo participan un cuarteto de cuerdas de Argentina y otro de saxofones de España.