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A. BECERRIL, J. LAURELES Y A. SÁNCHEZ / P 8 Y
by La Jornada
BAJO LA LUPA La “guerra del litio” de EU vs China
ALFREDO JALIFE-RAHME
LA “GUERRA MULTIDIMENSIONAL” de EU contra China (https:// bit.ly/3wiyvHZ) –que inició con los tratados comerciales de Obama contra China y su fallido TPP (https://bit. ly/3Aevtpg) prosiguió con Trump mediante la 5G de Huawei y se acentuó con la “Guerra de los Chips” de Biden –parece en forma determinista ser extrapolada a la “guerra del litio”, en la que Beijing lleva la delantera de las adquisiciones desde Sudamérica hasta México.
CHINA OPERA SU clásico juego del go (https://on.china.cn/3PLWuGA)”, en el que se asfixia al adversario, más que asestarle el jaque mate del ajedrez persa/hindú.
MIENTRAS SE LIBRA una “guerra del litio” que no se atreve a pronunciar su nombre (https:// bit.ly/3QCAQFD) de EU/OTAN/Unión Europea contra Rusia en la entelequia de Ucrania, los yacimientos del “petróleo blanco” en el triángulo sudamericano de Bolivia/Argentina/Chile y en México –no se diga en la región Indo-Pacífico, desde Australia hasta India, sin contar África (https:// bit.ly/3K7lGWL)– son ya el teatro geopolítico de batalla entre EU y China por su preciado control. SEGÚN S&P GLOBAL Market Intelligence (30.08.21), China compró 4 mil 325.5 millones de dólares en Litio, seguido por EU, mil 388.5 millones; Australia, 707.7 millones; Canadá, 109 millones, y Gran Bretaña, 28.4 millones. Se desprende que los cuatro países de la anglósfera –EU, Canadá, Australia y GB– han comprado aproximadamente la mitad de lo que ha adquirido China (https://bit.ly/3ClmBkC). Cada país tiene su propia especificidad geopolítica.
BOLIVIA –ESTADO “PLURINACIONAL” a carta cabal–, con la máxima reserva mundial que sufrió un obsceno “litio-golpe” teledirigido por Trump/Elon Musk/Tesla (https://bit.ly/3c9FlZv), negocia ahora la explotación de yacimientos con EU (¡megasic!), Rusia, Alemania y China. Yacimientos de Litio Bolivianos (YLB) es la empresa del Estado que negocia la inversión foránea, pero conserva la mayoría para industrializar el litio.
CUATRO EMPRESAS CHINAS, BRUNP&CMOC, Citic Guoan/Crig, Fusion Enertech y Xinjiang TBEA Group Co., se encuentran en primera fila en la lista de las licitaciones. Según Forbes, Genfeng Lithium de China contempla expandirse en Argentina mediante una inversión de 962 millones de dólares y planea comprar 100 por ciento (¡megasic!) de Lithea Inc. (https://bit.ly/3KgA8fa). CHINA, EL MÁXIMO mercado para carros eléctricos del mundo, “busca integrar los materiales en su proceso de manufactura”. La anglósfera no se queda atrás en Argentina, donde adquirió un proyecto en Salta (https:// bit.ly/3PFlHCr). Hoy China refina 60 por ciento del litio mundial, controla 77 por ciento de la capacidad de celdas de batería y 60 por ciento de la manufactura de los componentes de baterías (https://bit.ly/3QZItpG).
AUNQUE LOS MONTOS de los contratos son exiguos, la empresa china BYD arrancó un contrato de extracción por 121 millones de dólares con Servicios y Operaciones Mineras del Norte de Chile, “esquivando” a dos de los más grandes productores del mundo –US Albemarle (producción de 19 por ciento del litio mundial) y SQM de Chile (17 por ciento; https://bit.ly/3pyhx4D).
LA EMPRESA CHINA Tianqi Lithium posee una sustancial participación en SQM de Chile cuando Beijing domina la cadena de suministro global para las baterías de litio iónico, mientras sus competidores de la anglósfera luchan por controlar al llamado “petróleo blanco (https://bit.ly/3pAAYcU)”. EL PRESIDENTE LÓPEZ Obrador, que asiló generosamente a su homólogo Evo Morales, hoy en la fase del presidente Luis Arce, concretó un acuerdo para que las mutuas empresas estatales fabriquen baterías de litio (https://bit. ly/3ChvPOJ), aunque México aún está por formalizar la empresa estatal del litio a cargo de la Secretaría de Energía –cuando atraparon a Tatiana Clouthier, de la Secretaría de Economía, intentando regalar el litio mexicano a Albright Stonebridge/Banca Rothschild/George Soros (https://bit.ly/3ABmKyU).
LA EMPRESA CHINA Genfeng Lithium ostenta el control accionario de Bacadéhuachi (Sonora; https://bit.ly/3KooK0V), el mayor depósito de litio en el mundo. Se vislumbra una variante de la “guerra del litio” en Sonora entre Genfeng Lithium y Tesla de Elon Musk.
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En 4 años, la SE aplicó sólo 84 sanciones en visitas a 365 de 25 mil concesiones mineras
ARTURO SÁNCHEZ JIMÉNEZ Y JARED LAURELES
Entre 2018 y 2021, la Secretaría de Economía, encargada de otorgar concesiones mineras y de regular el sector, impuso solamente 84 sanciones a concesionarios mineros derivadas de incumplimientos e irregularidades detectadas en las 365 visitas de inspección que realizó a lo largo de esos cuatro años a las cerca de 25 mil concesiones vigentes en ese periodo.
En respuesta a una solicitud de información, la Secretaría de Economía señaló que del total de sanciones que aplicó, únicamente 31 fueron cancelaciones de concesión, mientras que el resto fueron multas.
Como publicó este diario la semana pasada, la dependencia federal reportó a la Auditoría Superior de la Federación (ASF) que en 2019 llevó a cabo tan solo 92 visitas de inspección, lo que significa que sólo revisó 0.4 por ciento de las casi 25 mil concesiones que estaban vigentes, lo que para el órgano fiscalizador es una cobertura marginal.
El reporte de la Secretaría de Economía indica que entre 2018 y 2021 hizo 365 visitas de inspección.
También informó en una base de datos titulada “Personal para visitas 2018” que dispuso ese año de un personal consistente en dos integrantes para las inspecciones en Chihuahua, tres en Coahuila, tres en Durango, uno en Jalisco, cuatro en Puebla, tres en Querétaro, tres en Sonora y seis en Zacatecas.
Sobre las sanciones, reportó que en 2018 impuso una, consistente en una multa a la concesionaria La Viga, de la que no especificó el monto ni la localización del concesionario.
En 2019 enlistó 17 sanciones, de las que diez fueron cancelaciones, seis multas y una no especificada.
En 2020, no reportó ninguna san-
Causales para retiro de permisos
Las precarias condiciones laborales y la falta de condiciones de seguridad, que han derivado en tragedias, no figuran entre las nueve causales previstas en la Ley Minera –que data de 1992–, para la cancelación de las concesiones. Aleida Azamar, investigadora de la UAM, explicó que el artículo 55 de la Ley Minera establece los siguientes supuestos: dejar de cubrir los derechos sobre minería; incumplir con los pagos por concepto de la prima por descubrimiento; no sujetar obras y trabajos de extracción de carbón en espacios que ya hayan sido concesionados para la industria petrolera, y omitir información sobre el hallazgo de cualquier hidrocarburo en el área concesionada. Sin embargo, apuntó que estos supuestos pueden ser improcedentes si el concesionario subsana las omisiones en 60 días. Jared Laureles y Arturo Sánchez
ción, mientras que en 2021 impuso 66, de las que 21 fueron cancelaciones. Las multas se impusieron por conceptos de presentación extemporánea de informes de obras y la no comparencia de los concesionarios a las verificaciones, mientras que las cancelaciones derivaron en todos los casos, según el informe, de que la concesión no comprobó obras y trabajos.
Ssa: cae promedio diario de decesos a menos de la mitad
LAURA POY SOLANO
Al cierre de la semana epidemiológica 32, del 7 al 13 de agosto, se mantienen a la baja los casos confirmados de covid-19 en México. El reporte diario sobre el estado de la pandemia confirmó ayer 7 mil 132 nuevos contagios. A la fecha, 6 millones 974 mil 996 personas han dado positivo al virus del SARSCoV-2. Los decesos se incrementaron en 69, con un acumulado de 329 mil 81.
Por lo que respecta a la ocupación de camas generales y con ventilador, la dependencia federal señala que se mantienen sin cambios, con 7 y 3 por ciento, respectivamente. Agrega que el promedio diario estimado de casos es de 5 mil 811 para el periodo del 7 al 13 de agosto. En ese mismo lapso, el promedio diario de decesos fue de 14, frente a los 33 reportados en la semana previa.
Los casos positivos, es decir, con síntomas en los últimos 14 días, también se reportan a la baja, con 54 mil 998, con una tasa de incidencia de 42.3 por ciento por cada 100 mil habitantes.
¿A un gran proyecto?
ROLANDO CORDERA CAMPOS
Recientemente, Cuauhtémoc Cárdenas, en entrevista con Joaquín López Dóriga, describía la situación lamentable del país: “Una violencia que crece, una economía que no crece, mucho deterioro en los servicios públicos”. (Milenio, 17/3/22).
Tras escuchar tan contundente diálogo vuelvo a preguntas de otros tiempos: ¿Llegó la hora del gran diseño, de la gran revisión, lo digamos en singular o lo extendamos al plural? No estoy cierto, pero de lo que no cabe la menor duda es que el mundo no ha superado del todo el grave peligro de caer en la inestabilidad y el estancamiento, ni se han superado los riesgos extremos para la habitabilidad de los humanos. Precisamente de eso nos habla la Ley para Reducir la Inflación presentada por el presidente Biden a su Congreso y aprobada por los representantes o diputados. Menos de lo que el presidente pedía, pero lo suficiente para levantar el ánimo demócrata y hablar presidencialmente de una “victoria”. Y, dadas las circunstancias, también de asumir explícitamente la emergencia y atender los llamados angustiados de alerta, así como demostrar que la política es, sigue siendo, la única opción a nuestro alcance para aspirar a trazar un camino alterno al seguido.
No es sólo un problema de ideología o de entendimiento de lo humano lo que nos implica. Son las señales peligrosas y cada día más agresivas de la propia Natura las que nos impelen a una acción innovadora en la política, la política económica, ambiental y energética. Nada más, pero nada menos: los resortes históricos del ascenso y evolución del capitalismo en los últimos dos siglos son puestos en la mesa de auscultaciones con el quirófano a un lado. Sin adelantar vísperas, es indispensable asumir que, como se proclama en los más conspicuos foros y elegantes salones, el mundo corre un peligro inminente de desarticulación, fallecimientos masivos, desaparición de regiones costeras enteras. Y podríamos seguir, porque si al recuento de las secuelas de las crisis le agregamos las de la pandemia, la suma nos pone ante el apocalipsis. Sin esa referencia, no es posible avanzar significativamente en lo que todavía podría unirnos.
En México, el eslabón perdido de este víacrucis ha estado, ya por demasiado tiempo, en el extravío de la idea del desarrollo y la expulsión de toda idea cercana a la cooperación, la acción colectiva o el proyecto nacional. Esas palabras y otras similares se volvieron prohibidas o de mal gusto, ante las mil y una promesas del cambio del mundo hacia la globalización y el mercado unificado.
Hoy podemos decir, con el estudioso inglés John Gray, que se trató de un “falso amanecer” y que la oportuna, por temprana, pregunta de Dani Rodrik de si la globalización había ido muy lejos, hoy tendría una contundente respuesta afirmativa. Sí, prácticamente todos los terrícolas fuimos lejos y demasiado rápido, tanto que ni siquiera pudimos ralentizar el paso para empezar una reflexión pausada, profunda, sobre lo que queríamos hacer, de nosotros y de nuestro mundo, ante el inventario de portentos y calamidades que descubríamos a medida que seguíamos por el camino abierto por el globalismo.
En esta tarea, la que resumimos en el vocablo reflexionar, hemos perdido tiempo y forma, destrezas e imaginación, pero es todavía viable reintentarlo, reformularlo. Sobre todo, si retomamos el olvidado y denostado vocablo del desarrollo, su necesidad y lo importante que resulta hoy darle forma y actualidad a la idea misma del desarrollo.
De nada ayuda el clima airado y extremoso que hemos creado, con el gobierno y su coalición a la vanguardia. Los intercambios de medias verdades y mentiras edulcoradas que desde el púlpito se lanzan a los contingentes creyentes, comprometidos con un cambio difuso, pero sin duda prometedor, no construyen realidades traducibles a verbo político, ni recogen la inicua realidad de la cuestión social reconfigurada por tanto tropezón económico y político. Sólo confunden y ofuscan a no pocos cuando se arriesga una crítica o se anota algún escepticismo. La alharaca es mucha, pero la arena política está sorda y muda, pasmada, mientras el Estado inerme, es puesto contra las cuerdas del ring desvencijado en que se ha convertido nuestro intercambio político.
Nada bueno y poco nuevo bajo esta inclemente realidad. Aun así, sólo será en y desde la política donde se pueda tejer y encontrar la salida del extravío. Que no será milagrosa ni por decreto, pero sí que tendrá que ser de grandes voluntades.
Urge asumir que el mundo corre un peligro inminente de desarticulación, fallecimientos masivos, desaparición de regiones costeras enteras. Debemos avanzar en lo que aún podría unirnos
Las mineras en México
A NTONIO GERSHENSON
Para hablar de la minería en México tenemos que referirnos primero al sistema de saqueo más antiguo en el país. Y luego podemos clasificarla como la más peligrosa para la salud humana, física y mental, y no podemos olvidar que los recursos minerales han generado una gran riqueza para las compañías nacionales y extranjeras, las cuales han actuado sin miramientos ante el gran daño ambiental que esta industria ha provocado.
A partir de 1907 Manuel González Cosío, entonces secretario de Fomento, formó una comisión para presentar el proyecto de ley minera que reformaba la vigente desde 1892. Con esta ley se impedía a empresas extranjeras adquirir minas en México. Además, se les obligaba constituirse bajo las leyes mexicanas, no sin la protesta de empresarios estadunidenses, especialmente.
Aun con la metodología marxista, analizando a fondo cómo pudo surgir la acumulación originaria del capital de forma tan rápida a través de la extracción minera y, la enorme trascendencia de ese hecho, creemos que tal vez Friedrich Engels y Karl Marx se quedaron cortos.
El proceso de acumulación originaria del capital también continuó con la esclavitud en diversas expresiones, con la explotación bárbara que ha caracterizado al capitalismo. El proceso de transformación de la economía mundial no se explica sin los delitos cometidos en contra de los derechos humanos de las víctimas de ese sistema.
Según el criterio marxista, la acumulación originaria del capital, es el proceso que lleva a la humanidad del feudalismo, a la humanidad deshumanizada. “... de la transformación de la explotación feudal en explotación capitalista…” y que “la estructura económica de la sociedad capitalista surge de aquella que sostuvo al feudalismo”.
Uno de los mejores ejemplos de cómo el capitalismo se desarrolló en forma vertiginosa fue, y es, la actividad extractiva. Con las características de siempre que la convierten en uno de los peores trabajos por las siguientes características: condiciones laborales pésimas, horarios inclementes, sueldos paupérrimos, exposición a elementos químicos que provocan graves enfermedades e insuficientes medidas para que el personal operativo tenga alguna oportunidad de continuar con su desarrollo personal. La minera, como ya dijimos, es de las profesiones más antiguas, ha escrito episodios trágicos desde que se inició. La cantidad de accidentes y de conflictos sindicales, tienen un historial demasiado largo. No obstante, los problemas de todo tipo que ha generado esta industria, desde siempre, han creado las condiciones bajo las que trabajan los obreros, éstas no han mejorado ni con la nueva tecnología. Al contrario, se les considera como gajes del oficio.
A las empresas explotadoras de metales no les interesa invertir en mejoras para la seguridad, el mantenimiento y la estabilidad de cada pozo, túnel o área de trabajo complicada.
El altísimo riesgo de este rubro nos orilla a pensar que no sólo no debe considerársele más como el segundo sostén de la economía nacional, sino que deben presentarse proyectos de rehabilitación del hábitat y de la geografía del paisaje.
Además, es imperativo decretar nuevas leyes que pongan un alto definitivo a la extracción irracional que actualmente permiten las licitaciones y concesiones que tienen las empresas privadas, a las que no se les exige la máxima responsabilidad ante sus trabajadores. Asimismo, urgen leyes que promuevan la participación obligatoria, como lo exigen artículos constitucionales como el 123, para que los sindicatos sean los verdaderos representantes ante las patronales. De otra forma, la revisión de los contratos siempre quedará en manos de los empresarios, quienes nunca se han caracterizado por su benevolencia.
Por otra parte, no olvidemos que el artículo constitucional 73, en su fracción X, señala que únicamente el Congreso de la Unión tiene la autorización de legislar en materia de minería: Para legislar en toda la República sobre hidrocarburos, minería, sustancias químicas, explosivos, pirotecnia, industria cinematográfica, comercio, juegos con apuestas y sorteos, intermediación y servicios financieros, energía eléctrica y nuclear y para expedir las leyes del trabajo reglamentarias del artículo 123.
Por otra parte, no debe olvidarse que la minería es una de las actividades más contaminantes, independientemente del avance de la tecnología extractiva. En pleno siglo XXI, aún no se resuelven los viejos problemas de higiene e inseguridad, mismos que han causado múltiples daños entre su personal, enfermedades que acaban con el obrero y con sus familias que viven con la incertidumbre de sufrir accidentes en cualquier momento o por el despido injustificado por parte de los patrones.
La irracional explotación, el poco apoyo para la investigación en tecnología que permita mejorar las condiciones laborales y la accesibilidad a pozos y túneles, abren el camino a la negligencia administrativa y a la corrupción.
Todavía en 2021, la industria minera y la metalúrgica representaron 9.62 por ciento del producto interno bruto. La pregunta es ¿puede seguir siendo esta industria extractiva,una actividad sostenida como hasta ahora?
Hacen falta leyes que impidan la extracción irracional y que fortalezcan a los sindicatos del sector para que puedan hacer frente a los patrones a la hora de revisar los contratos laborales
Los médicos cubanos en nuestra América
TANALÍS PADILLA*
En 2009, al cerrar la Cumbre de las Américas, en Trinidad, el entonces presidente estadunidense Barack Obama hizo un inusual comentario. Reflexionó sobre conversaciones con varios líderes que “hablaron de Cuba y específicamente de los miles de médicos de Cuba que están dispersados por toda la región ”. Era un recordatorio, dijo, de que con Estados Unidos (EU) la única “interacción que se ha tenido con muchos de estos países era en la lucha antidrogas o ensayos militares”. Obama tardaría ocho años más en poner fin al programa implementado por George Bush en 2006, que buscaba reclutar a personal médico de las brigadas internacionales cubanas para que desertaran.
Poco duró el gesto de Obama. Al llegar Donald Trump a la presidencia, su administración recrudeció la agresión hacia la isla. Una de sus medidas –en alianza con el presidente brasileño Jair Bolsonaro– fue impulsar la salida de 10 mil integrantes del personal médico cubano de Ecuador, Bolivia, El Salvador y Brasil, mientras el covid-19 devastaba la región, EU retuvo fondos de la Organización Panamericana de Salud, debido a su apoyo al programa médico cubano. Cuando The New York Times (un periódico poco afín a Cuba) publicó un artículo sobre esta dinámica titulado: “Como Trump y Bolsonaro rompieron las defensas de América Latina en contra el covid-19”, (27/10/20).
Poco después de triunfar su revolución, en 1959, Cuba ha enviado cientos de miles de su personal médico a todo el mundo, especialmente a naciones pobres. Hasta la década de los 90 una gran concentración estaba en África; al finalizar el siglo XX cada vez más galenos llegaron a Latinoamérica. Dos hechos contribuyeron sobremanera a este incremento: el huracán Mitch y los gobiernos progresistas que a principios de siglo XXI llegaron al poder.
En 1998, Mitch dejó devastada a Centroamérica. Perecieron unas 30 mil personas y 3 millones quedaron sin hogar. El FMI, el Banco Mundial y los gobiernos de EU y Canadá ofrecieron préstamos millonarios para los países afectados. Cuba envió personal médico, especialistas, medicamentos y estableció iniciativas de larga duración, como becas para estudiar medicina en Cuba y el Programa Integral de Salud, que una década después seguía salvando vidas.
En su libro, Healthcare without Borders (Atención médica sin fronteras), John Kirk, detalla que a raíz de este programa, en naciones como Honduras, 33 por ciento de la población llegó a ser atendida por médicos cubanos quienes, “para 2006 habían hecho 3.3 millones de consultas. Además, atendieron 61 mil 930 partos, realizaron 289 mil 845 operaciones y habían reconstruido o dado mantenimiento a 135 mil 300 piezas de equipo médico”. Las cifras que dan para Guatemala son igualmente impresionantes: más de 25 millones de consultas, 40 mil 677 cirugías y 74 mil 237 partos atendidos. Gracias a este tipo de ayuda, se estima que en estos dos países se salvaron casi medio millón de vidas, haciendo patente la declaración de Fidel Castro que Mitch llevaría a crear un programa iberoamericano para el desarrollo integral de salud como “una revancha, una venganza contra el huracán”.
A principios del siglo XXI había indicios de que el sueño de unidad latinoamericana de José Martí y Simón Bolívar comenzaba a cobrar fuerza. Una manifestación de ello fue la cooperación entre Cuba y Venezuela con la cual los recursos humanos del primero y los energéticos del segundo, se extendió la atención médica a los lugares más necesitados. En poco tiempo decenas de miles de pacientes eran transportados a Cuba gratuitamente para ser operados; médicos cubanos llegaron a vivir en comunidades y barrios para tratar a gente que nunca había visto a un galeno, y se fundó la Escuela Latinoamericana de Medicina (ELAM) en Cuba, donde han estudiado gratuitamente decenas de miles de estudiantes de naciones pobres.
Si uno habla con quienes han sido atendidos por médicos cubanos escuchará dos cosas repetidamente: los galenos cubanos nos tratan como seres humanos, con respeto y dignidad, y vienen a donde no llegan los médicos nacionales. El sentimiento contrasta con la visión de las asociaciones médicas nacionales que se oponen a las brigadas cubanas, argumentando que no es personal calificado, que vienen a quitarles trabajo o que llegan para adoctrinar. Hay también un trasfondo racista. Poco acostumbrados a ver médicos afrodescendientes, a los galenos cubanos se les acusa de hacer santería o se les denigra con las más burdas imágenes y apelativos.
En Brasil, por ejemplo, cuando médicos nacionales no atendieron el llamado al programa Mais Médicos de la entonces presidenta Dilma Rousseff, su gobierno recurrió a Cuba que envió más de 11 mil galenos para atender a la población, sobre todo del empobrecido noreste del país. En Fortaleza médicos cubanos afrodescendientes fueron abucheados por una muchedumbre blanca. ¿Como podían ser médicos, comentaba el coro racista en redes sociales, quienes tenían cara de empleadas domésticas?
Una de las razones por las cuales Cuba ha alcanzado niveles de salud que equivalen o sobrepasan a los países ricos es por la lógica integral con que se aborda la salud pública. Se concentra en acción preventiva más que curativa; ven los factores socioeconómicos causantes de tantos males, y operan bajo una lógica tanto práctica-científica como humanista. Son estos principios que sus brigadas aplican a escala internacional. Como comentó Margaret Chan, directora general de la Organización Mundial de Salud, en un discurso a estudiantes de la ELAM, “están siendo formados para enfrentar los verdaderos desafíos en la práctica de medicina en el siglo XXI. El gran reto hoy no es tener la última tecnología en cuanto a equipo y métodos médicos. El gran desafío es hacer llegar el cuidado esencial a los desatendidos”.
Sólo Cuba se ha propuesto enfrentar este reto.
Brasil: ataques a los indígenas y a la naturaleza
ERIC NEPOMUCENO
La verdad es que a cada día que pasa, la situación en Brasil se hace más y más confusa y tensa. En forma inexorable se acercan las elecciones generales del 2 de octubre y el ultraderechista presidente Jair Bolsonaro reitera ejemplos de que está cada vez más furioso e insiste en sus amenazas contra las instituciones.
Las fuerzas armadas, elemento crucial en el golpe ansiado por Bolsonaro, se mantienen en un estruendoso silencio.
Mientras los responsables de su campaña insisten en pedirle que se muestre más cuerdo y tranquilo, su palpable desequilibrio crea escenas como las del pasado jueves, cuando trató de agredir a un manifestante que, vaya contradicción, es un conocido activista de la derecha más radical en las redes sociales.
Éste, un cabo reformado del mismo ejército que Bolsonaro llama “mío”, lo criticó por su alianza con los partidos políticos más corruptos del país, que él se había transformado en la “putita del Centrazo”, en alusión a los grupos que se definen como de “Centro” y que no se venden jamás: se alquilan al poder, como lo hicieron en las últimas décadas.
El escenario de crisis y miseria (son 33 millones de brasileños en situación de hambre, la inflación anual ronda 10 por ciento, el desempleo alcanza a otro 10 por ciento de la fuerza laboral) no hace más que enturbiar de manera creciente el escenario electoral.
En tanto, la atención se divide entre la disputa presidencial y la lucha insana por la sobrevivencia de un creciente batallón de miserables; se acumulan números y cifras que no hacen más que proyectar sobre el futuro presidente, que acorde con las encuestas será Luiz Inácio Lula da Silva, un escenario de devastación que costará un esfuerzo olímpico para ser revertido.
Llama la atención, por ejemplo, el aumento brutal de invasiones y ataques contra las tierras indígenas.
Fueron mil 294 casos en 2021, lo que significa más de tres cada día o poco más de uno cada ocho horas.
Esos ataques varían de explotación ilegal de recursos naturales a daños al patrimonio indígena, como la destrucción de aldeas enteras para luego ocupar sus territorios.
Los atacantes son mineros, pescadores y cazadores ilegales. Sólo en las tierras de la tribu yanomami, una de las comunidades indígenas más pobladas y de las que más luchan por sus derechos, operan casi 20 mil mineros ilegales.
La violencia con que actúan no tiene límites. Se multiplican las agresiones, y ahora hasta los niños se han vuelto blanco de la furia de los invasores y son asesinados frente a sus padres.
Es verdad que mineros, cazadores y pescadores ilegales, invasores todos, siempre existieron y siempre actuaron de manera claramente criminal. Pero nunca fueron tantos ni se movieron con tanta impunidad como ahora, gracias al clarísimo desmantelamiento de instituciones de protección a los indígenas llevado a cabo por el gobierno de Jair Bolsonaro. Además, cuentan con el claro incentivo del presidente para seguir invadiendo de manera ilegal y explotando a sus anchas la naturaleza.
Las agresiones no se limitan a la región Amazónica, donde quiera que existan comunidades indígenas, en sus tierras debidamente –o supuestamente– protegidas por la Constitución–, los invasores actúan al margen de la ley y bajo el silencio cómplice del gobierno.
Más que nunca, proteger a las comunidades indígenas y al medio ambiente, como dicta la Constitución, se traduce, acorde con Bolsonaro, como una manera de retrasar “el progreso”.
Además del intento de arrasar a las comunidades indígenas, otra devastación, bastante más eficaz, se refiere al medio ambiente.
En los primeros siete meses de 2022 fueron consumidos por incendios un millón 479 mil 739 hectáreas de bosques en la región Amazónica. Un aumento de 7 por ciento con relación al mismo periodo del año anterior.
Puede parecer poco, comparado con las cifras del desempleo, la miseria o el hambre, que se encuentran en niveles muy superiores, pero se trata de salvar ese margen del poco futuro que nos queda.
Existen investigaciones que nos muestran que tres de cada cuatro hectáreas que fueron incendiadas eran de vegetación nativa, es decir, campos y bosques naturales.
Los datos, lo que es peor, no se refieren únicamente a la región del Amazonas, indican que se trata de todo Brasil.
Sin embargo, en la Amazonia que se registra en 2022, bajo el gobierno (si se puede decir “gobierno”) de Bolsonaro, la peor catástrofe forestal de los últimos 15 años.
Es una nación destrozada y que destruye el futuro.
Y así seguimos, rumbo al desfiladero.