La Jornada, 08/19/2011

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30 MUNDO • VIERNES 19 DE AGOSTO DE 2011

AFP, REUTERS, DPA Y THE INDEPENDENT WASHINGTON, 18 DE AGOSTO. El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, secundado por la Unión Europea (UE) –y en particular por Francia, Alemania y Gran Bretaña–, exigió por primera vez, de manera explícita, la dimisión al gobernante sirio, Bashar Assad, en medio de un incremento de la presión internacional que se materializó hoy con la prohibición, por parte de Washington, de la importación de petróleo y sus derivados procedentes de Siria, además del congelamiento de los activos que el régimen de Damasco pueda tener en territorios de su jurisdicción. “Explicamos en varias ocasiones que el presidente Assad debe conducir una transición democrática o dimitir. No condujo a la transición. En el interés del pueblo sirio ha llegado el momento de que el presidente Assad se retire”, señaló el mandatario estadunidense en un comunicado. Tras el anuncio de Obama de nuevas sanciones contra el régimen sirio, la secretaria de Estado estadunidense, Hillary Clinton, dijo que estas medidas golpean al régimen “en pleno corazón”. La jefa de la política exterior de la UE, Catherine Ashton, así como Francia, Alemania y Gran Bretaña, también llamaron a que renuncie Bashar Assad, en el poder desde que murió su padre Hafez Assad en julio de 2000. Ashton precisó que el bloque europeo prepara una extensión de las sanciones contra Damasco. Además, Gran Bretaña, Francia, Alemania y Portugal anunciaron que buscarán una resolución del Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas (ONU) que ordene sanciones contra Siria por su “letal represión” contra las protestas.

■ Washington congela activos de Damasco en territorio estadunidense

Obama y la UE exigen la renuncia del presidente sirio Bashar Assad Una comisión de investigadores de la ONU señaló en Ginebra que desde el comienzo de las manifestaciones de protesta, a mediados de marzo, las fuerzas armadas sirias han disparado contra por lo menos 200 civiles, incluidos niños, y que algunas de las víctimas

fueron rematadas con cuchillos. El informe, que ofrece un catálogo de violaciones a los derechos humanos, sostiene que esas acciones podrían ser consideradas “crímenes de lesa humanidad”. Además, responsables de la ONU detallaron durante una reu-

nión con el Consejo de Seguridad que las fuerzas sirias ejecutaron a 26 personas con los ojos vendados en un estadio de la localidad de Deraa, y que más de 50 personas han sido abatidas en los últimos días en la ciudad de Latakia. El Observatorio Sirio de los

Derechos Humanos, con base en Londres, dijo a Afp que las fuerzas de seguridad prosiguieron hoy las redadas y detenciones en las localidades de Nawa y Deir Ezzor, así como en Damasco y su periferia, mientras que un hombre fue muerto en Homs por fuerzas del orden al intentar dispersar una manifestación contra el régimen. El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, informó que el presidente Assad le aseguró telefónicamente el fin de las operaciones militares contra los opositores en Siria, según un comunicado del organismo internacional.

Imagen de archivo del gobernante sirio, quien informó ayer a Naciones Unidas que finalizaron las operaciones militares contra los opositores ■ Foto Ap

bama ruge. El mundo se estremece. Sí, cómo no. ¿De veras creen que Damasco tiembla? ¿O que llegue a hacerlo? De hecho, el titán de la Casa Blanca solamente se atrevió a dar este paso después de que Arabia Saudita, Qatar, Turquía, Jordania, la Autoridad Palestina, la Unión Europea y el Tío Tom Cobley condenaron a Assad (todos menos Israel, claro, pero ésa es otra historia). Los trillizos terribles –Cameron, Sarkozy y Merkel– hicieron su acto de imitación unos minutos después. Pero, ¿en verdad las nuevas sanciones contra Bashar Assad y sus “compinches” –me encantó la palabra, con la que madame Clinton se refería sobre todo a Rami Majlouf, el empresario primo de Assad– serán algo más que las acostumbradas peroratas de Obama? Si “fuertes sanciones domésticas” significa una mera congelación de los productos petroleros de origen sirio, el hecho es que Siria apenas puede producir petroleo suficiente para sí misma, ni hablar de exportación. Una dependencia del gobierno sueco concluyó en fecha reciente que Siria casi no se ve afectada por la crisis mundial... porque en realidad no tiene economía. Por supuesto, en la fantasía de Damasco –donde Bashar parece vivir en ese “mar de tranquilidad” en el que el escritor egipcio Mohamed Heikel cree que respi-

Obama no espanta a Assad; los dólares sí ROBERT FISK ran todos los dictadores–, el mundo gira como siempre. No bien el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon –otro que hace temblar la Tierra, si los hay–, demanda poner fin “inmediato” a “todas las operaciones militares y arrestos en masa”, el buen Bashar le dice que se ha suspendido “la acción militar y policiaca”. Bueno, no lo creo, y eso mismo debe decir el pueblo sirio. Entonces, ¿qué son todas esas noticias procedentes de Siria este jueves, sobre balaceras y soldados que saquean propiedades en Latakia, de un hombre arrestado en una cama de hospital en Zabadani y francotiradores todavía en las azoteas de edificios del gobierno en Deir Ezzor? ¿Crímenes de lesa humanidad? Inútil es decir que el gobierno sirio nada sabe de ello. Además, ¿no se ha acusado al libio Muammar Kadafi de “crímenes de lesa humanidad”? ¿No se suponía que debía haberse “hecho a un lado” hace seis meses? ¿Y acaso no sigue Kadafi en Trípoli,

aunque un poco más frágil? Y todo esto tras varios meses de bombardeos de la Oganización del Tratado del Atlántico Norte, algo de lo que Bashar no tiene que preocuparse. Bueno, bueno... Bashar también habrá notado un extraño mantra adoptado por el Gran Rugidor de Washington. Repetidas veces Barack Obama lo instó a “hacerse a un lado” –nunca a “dejar el poder”– y a “salir del paso”; a saber qué quiso decir. Resulta interesante que madame Clinton utilizó la tarde de este jueves la frase “dejar el poder”, pero de inmediato se corrigió y dijo “hacerse a un lado”. Los Grandes y los Buenos no dicen frases al azar. La implicación sigue siendo que “hacerse a un lado” permitiría a Bashar permanecer en Siria, pero dejando que otros asuman el poder, en vez de andar a salto de mata con un juicio por crímenes de guerra pendiendo sobre su cabeza. Que es lo que, sospecho, significaron todos los rugidos de este jueves.

El verdadero temor de Bashar no es el petróleo, sino los bancos, en especial los 20 mil millones de dólares en reservas extranjeras que existían en el banco central sirio en febrero, suma que ahora se ve reducida en 80 millones por semana. En mayo, el ministro sirio del Exterior –el poderoso (físicamente) Walid Moallem– solicitó a Bagdad petróleo barato iraquí. Casi 10 por ciento de los depósitos bancarios de Siria desaparecieron en los primeros cuatro meses de 2011; se retiraron 3 mil millones de dólares, parte de los cuales acabaron en bancos libaneses. En suma, es un mal clima económico en el cual seguir aporreando a su pueblo. Así pues, ¿a quién le importa lo que diga el presidente Obama? Sin duda, no a los sirios, que por eso tratan ahora de formar una “alta comisión directora de la revolución” que coordine a los manifestantes en los provincias del país. Sin duda eso preocupará a Assad, quien tendrá que enviar a sus esbirros a identificar a los miembros de esa “alta comisión” (nombre que por desgracia tiene reminiscencias coloniales), para que pasen unos días de descanso y recreación en el estadio deportivo de Latakia bajo el gentil interrogatorio de la policía de seguridad del Estado. © The Independent Traducción: Jorge Anaya


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