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DORA VILLANUEVA

LA JORNADA DE ENMEDIO Martes 18 de enero de 2022

CULTURA

En dos décadas, el acervo artístico en poder de Banamex se duplicó

Desde que el banco pertenece a Citigroup la colección pasó de 2 mil 700 a 4 mil obras, según datos de la fi rma // En 2001, Ebrard fue vocero de un frente defensor de ese patrimonio // Hoy, la historia se repite: su futuro es incierto

MÓNICA MATEOS-VEGA Y MERRY MACMASTERS

De acuerdo con datos proporcionados por el Banco Nacional de México (Banamex), durante las dos décadas que esa institución ha sido parte del estadunidense Citigroup, se duplicó la cantidad de piezas que conforman su valioso acervo artístico y cultural.

En 2001 contaban con una colección pictórica de alrededor de 2 mil 700 obras, desde piezas virreinales del siglo XVII hasta cuadros del siglo XX, y “representativos de todas las épocas”. Ahora reportan que tienen más de 4 mil objetos, incluida una selección de lo mejor del arte popular del país.

Antes de su incorporación al banco extranjero, el grupo financiero Banamex-Accival, entonces propiedad de Roberto Hernández Ramírez y Alfredo Harp Helú, se comprometió formalmente por escrito ante las autoridades mexicanas a mantener ese acervo artístico en su poder y en el país “de forma permanente”.

El acuerdo fue que las obras sólo saldrían del país temporalmente para exposiciones internacionales, lo cual se ha cumplido. Aquel anuncio ocurrió luego de que la sociedad civil se organizó en el Frente Pro Defensa del Acervo Cultural de Banamex, que además buscó, infructuosamente, la expropiación de esos bienes “de incalculable valor”, según funcionarios de la empresa mercantil.

El vocero de aquel grupo de activistas, encabezado por la escritora Elena Poniatowska y la actriz Jesusa Rodríguez, era el hoy canciller Marcelo Ebrard, quien el domingo propuso, a través de su cuenta de Twitter, que ese patrimonio cultural en poder de Citibanamex “debería pasar a ser propiedad nacional, para garantizar su preservación”.

El secretario de Relaciones Exteriores añadió que se mantendrá “atento a la integridad y destino de la Fundación Cultural Banamex”; incluso, planteó que el acervo que esa instancia resguarda “podría ser una retribución al enorme e injusto apoyo que hemos dado los contribuyentes con los cuantiosos pagos anuales para cubrir los pagarés IPAB, mejor conocidos por Fobaproa”.

Sin protección jurídica

Hace 20 años, Ebrard alertó que el acervo estaba en peligro porque la transacción financiera carecía “de obligatoriedad jurídica para mantener íntegra la colección en el país y en exhibición pública”. (La Jornada, 2/8/2001). En aquella ocasión, el político afirmó que “no sólo la mayor parte de ese acervo se encuentra desprotegido por falta de declaratoria, sino que, incluso, se desconoce su inventario”.

Por esta circunstancia acusaba de negligencia a los institutos nacionales de Bellas Artes y Literatura, y de Antropología e Historia, a los cuales, decía, competía por ley encargarse de realizar estos registros.

Subrayaba que se presionaría a las autoridades para que “el acervo sea sujeto a un estatuto jurídico especial cuyo principio fundamental sea que los accionistas de Citigroup acepten, de entrada, la sujeción a las leyes mexicanas, ya que la legislación de Estados Unidos es distinta.

“Nada impide legalmente a Citigroup sacar del país muchas de estas obras. Si a corto plazo no logramos que el conjunto de la colección quede sujeto a un estatuto regulado por el Congreso de la Unión, corremos el gran peligro de que en algunos años ignoremos dónde está la obra.”

Nada de aquello ocurrió y Citigroup lanzó posteriormente dos catálogos razonados de su colección de pintura, tanto del siglo XIX como del siglo XX.

En 2001, especialistas calificaban como “el negocio del siglo” la venta de Banamex a Citigroup, no sólo porque las arcas federales no recibirían ni un quinto por la transacción (por concepto de impuestos), sino por el tesoro que se “apropiarían” los banqueros extranjeros: al menos nueve cuadros de Dr. Atl, siete de Diego Rivera, cinco de Rufino Tamayo, tres de José Clemente Orozco, dos obras importantes de Joaquín Clausell (Amapolas y Fuentes brotantes), entre muchos otros, sin contar los inmuebles históricos.

Incluso, académicos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) propusieron que los legisladores convocaran “a una colecta nacional de acopio de recursos económicos por el patrimonio cultural, para que este excepcional acervo pueda ser adquirido por el Estado mexicano y nunca más quede en el riesgo que hoy se encuentra”.

También pidieron que el Poder Judicial investigara los procesos de expropiación y venta de la banca y deslinde de responsabilidades, y argumentaron: “No permitamos que este legado cultural quede en manos de particulares o empresas extranjeras”.

Las voces de los inconformes fueron ignoradas y dos décadas después la historia parece repetirse en cuanto a la inquietud por el destino de la colección que desde 1920 comenzó a conformar Agustín Legorreta y López Guerrero (1912-1972), entonces dueño del banco mexicano.

Otra organización que se sumó en aquellos años a los reclamos del Frente Pro Defensa del Acervo Cultural de Banamex fue la So-

▲ Tehuana, óleo de Roberto Montenegro, 1950. Colección Banco Nacional de México.

ciedad Defensora del Tesoro Artístico de México, fundada en los años 50 por Felipe García Beraza, José Vera, Gustavo Velasco, Dolores del Río y el propio Agustín Legorreta, dirigida entonces por el arquitecto Ernesto Carranco Muñoz.

Ante la presión que en su momento hicieron esas asociaciones, Banamex anunció el 5 de julio de 2001 que propondría una modificación a sus estatutos sociales con el fin de prever que el gobierno federal tuviera un plazo de 180 días hábiles (contra los 15 días que marcaban esos lineamientos) para ejercer un “derecho de preferencia” en caso de que la institución bancaria decidiera enajenar el acervo cultural.

Hoy los directivos han dicho que la venta del banco será integral. No se ofrecerá aparte la colección de arte. Sin embargo, lo que decida hacer el futuro dueño con ese patrimonio “queda en su cancha”, reconocieron.

Agresión informática

VILMA FUENTES

En Francia, tanto en el mundo de la comunicación como en el político y el sociológico, circula un nuevo concepto desde hace tiempo para designar las numerosas agresiones que se multiplican en la sociedad actual: se habla de ensauvagement (ensalvajamiento) de la población. Con ese neologismo se evoca la violencia física provocada por individuos que parecen haber perdido cualquier forma de respeto por la persona de su adversario. Existe también otra manera de agresión, en apariencia más civilizada, que se manifiesta mediante la utilización de la técnica moderna de la comunicación electrónica por Internet, donde la piratería permite desencadenar ataques temibles.

Ejemplo vivido en persona: una serie de amenazas aparecieron de súbito en la pantalla de mi computadora mientras escribía unas líneas. Al mismo tiempo, con todo el volumen que da mi aparato, una voz imperiosa me ordenaba telefonear al número indicado debajo de los letreros para recibir ayuda y salir de la trampa donde habíamos caído mi computadora y yo. Después de apagar el sonido que me ametrallaba los oídos, traté de escapar por cuanto medio se me ocurrió tratando de hacer desaparecer los diversos letreros que se encimaban unos sobre otros para informarme de un virus desconocido que me atacaba. Apoyé sobre escape y nada desapareció. Al contrario, las amenazas iban en crescendo, más peligrosas cada vez para la salud de la computadora y todos los ficheros de los que se me predecía la vulnerabilidad y su pronto desvanecimiento en el vacío de la nada. Telefoneé a varias personas que me parecen más capaces que yo y, sobre todo, más calificadas en la informática. Por desdicha, ninguna de estas personas estaba disponible esa mañana. Apagué y desconecté el aparato habitado por el sospechoso virus. Volví a encenderlo y todo seguía igual: los mismos letreros amenazantes seguían encimándose.

Una buena hora más tarde, después de perder mi tiempo y de paso también la cabeza, me decidí a marcar el número telefónico indicado en la pantalla. Ocupado varias veces, al fin logré escuchar una voz humana al otro lado de la línea. Lo meloso de la voz, los elogios que hacía de mi inteligencia al escoger la marca de mi aparato, las alabanzas sobre mi computadora y su futura posible duración... si yo seguía sus instrucciones para sacarme del atolladero, debieron haberme prevenido sobre la honestidad de mi interlocutor. Trop poli pour être honnête (demasiado cortés para ser honesto). Amedrentada por tantos peligros, seguí sus instrucciones envueltas en un palabrerío de lenguaje entre informático, paternal, servil, prometedor como la luna, ofreciéndome seis meses de atención gratuita, después de pedir mis datos, de darme su nombre y asegurarme que estaría siempre a mi disposición para atender cualquier problema de electrónica, de informática, de virus, de salud, sentimental... Logré interrumpirlo para preguntarle cuánto iban a costarme sus servicios gratuitos. Tuve que repetir mi pregunta antes de que me respondiera: 100 euros. “No pienso pagarle”, dije. La voz del tipo endureció para decirme que el virus no se iría sin su auxilio. Colgué.

Logré abrir la página donde trabajaba encimándola sobre las amenazas. Fue peor: a medida que escribía, desaparecían líneas enteras. Abrí la ventana. Vi a mi vecino, Sam, un ingeniero en informática. Ya hace unos meses, Sam salvó todos mis ficheros que extrajo del disco duro muerto de mi vieja computadora. Solicité su ayuda. En menos de dos minutos, Sam expulsó el virus: el pirata que pretendía ayudarme. Mago genial de la informática, Sam me dijo que el virus es lanzado por las mismas personas que proponen su “ayuda gratuita”. Esto se denomina “toma de rehenes” informática.

Ya no sólo en la calle se ve uno agredido. Ahora, las agresiones llegan a nuestra intimidad a través de los aparatos, sometiéndonos a la guerra comercial. Y nadie está a salvo. Habrá que habituarse a vivir con muchos virus en el mundo moderno. vilmafuentes22@gmail.com

MUSEO DEL PRADO, RUMBO A LA NORMALIDAD

▲ Recuperar la normalidad en el ámbito económico, social y cultural, así como alcanzar la excelencia en el cumplimiento de sus funciones, es uno de los propósitos del Museo Nacional del Prado, cuyo Plan de Actuación para 2022-2025 fue difundido este lunes. En un comunicado, la pinacoteca señaló que tras la pandemia de covid-19 se reposicionará su colección mediante un proyecto de colaboración institucional y se abogará por mantener y establecer nuevos lazos de colaboración con organizaciones afines. En la imagen, aspecto de la Sala 12 del afamado recinto español. Foto Europa Press

NO SÓLO DE PAN... De alternativas a las alternativas

YURIRIA ITURRIAGA/ II

CUANDO LOS EUROPEOS se apoderaron de tierras y poblaciones de América, traían el oscurantismo medieval con el que impusieron, a través del Nuevo Continente, su concepción y visión de sociedad, de Dios y de lo alimenticio (las Luces del Renacimiento europeo de los siglos XV y XVI no viajaron sino con dos centurias o más de retraso). En cuanto a lo alimenticio, su papel estaba determinado desde las Sagradas Escrituras por el “pan” hecho con algún cereal de la familia Triticum (trigo, cebada, centeno, avena y sus variedades), cuya característica principal es su alto contenido en gluten que, contrario al arroz y el maíz, produce una harina panificable; es decir, susceptible de doblar de volumen con agua, masamadre y levadura, obteniendo una textura suave y porosa altamente maleable. SE COMPRENDE ASÍ que la conquista por la violencia, a la que estaban acostumbrados los pueblos desde la Mesopotamia a la Europa occidental, tras siglos de pelear entre sí territorios y esclavizar a las poblaciones vencidas en provecho de los representantes de los vencedores, imponiendo tributos y arrebatando títulos de propiedad, aplicaran los mismos principios en una América desprovista de la misma ambición acumulativa de capital objetivo y, si acaso, observadora de ritos cosmogónicos que se suponía garantizaban la fortuna del devenir de los pueblos profesos. Diferencia que no obedeció a una escala de desarrollo humano sino a diferencias fundadoras de las distintas culturas y de su concepción respectiva del desarrollo. PERO ESTA PÁGINA no pretende profundizar en la subjetividad de dicho concepto para demostrar su falsa objetividad; simplemente, intentamos poner en unas frases la diferencia entre el desarrollo o progreso concebido en Occidente, y que todavía hoy domina nuestra visión de sociedad ideal en el sentido de meta a alcanzar, y el desarrollo humano y progreso colectivo de comunidades nuevas, jóvenes, informadas, éticas y esperanzadas en legar a sus descendientes otra humanidad, distinta de la que fue su matriz en algo fundamental para cualquier conciencia despierta: pues distinta en cuanto a la desigualdad impuesta por unos contra los otros, en cuanto al lenguaje oral y físico de la violencia para alcanzar metas individuales o simplemente para sobrevivir entre las mayorías. Una sociedad donde el lenguaje comunica, apacigua, ilumina y empuja la vida hacia lo creativo y feliz.

NO ES SINO este fenómeno el que desplaza a multitudes de jóvenes afortunados del mundo capitalista a retomar las palas y azadones para cultivar sus parcelas y alimentarse de los frutos de la tierra y de los libros de papel (sin por ello renegar de la informática y las biociencias) ¿Por qué no podemos, nosotros, los mexicanos, comprender que la única moral posible es estar del lado de los conocimientos ancestrales y aprender otra forma de vida en armonía con la naturaleza? ¿Por qué necesitamos levantar nuestro poder objetivo para aplastar a los campesinos imponiendo fórmulas de desarrollo inventadas en los últimos 70 o 50 años, sin escucharlos (ni a la historia) y, para colmo, levantarnos el cuello y poner la sonrisa de misión cumplida? INVERTIR DINERO CONTANTE y sonante en remuneraciones para alcanzar récords de siembra monorreforestal destinada a la exportación, sin estudiar si las especies sembradas son afines entre sí y aptas para el entorno botánico y fáunico, sin dar seguimiento al destino de los estímulos monetarios y decretar que la solución de complemento es estimular la producción de las siembras de traspatio para el autoconsumo ¡Una vez más nuestra soberbia occidental con una mano ignora la realidad campesina dando limosnas sin ver cómo los beneficiarios la transforman en ¿bienes?, y con la otra nos autofelicitamos del éxito de programas de los que no vemos más que una cara: la del espejo donde los promotores se autosonríen satisfechos!

¡BASTA! ES URGENTE, pues no tenemos más que tres años, lanzar una ola desinteresada económicamente, de comprometidos-as con el pasado autentificado, el presente sin tapujos y un futuro virtuoso sin espejismos autocomplacientes!

Quimeras y pesadillas, exposición que sondea la vida y obra del dibujante Melecio Galván

Con la muestra antológica, la Galería José María Velasco rinde homenaje al artista que en este año cumple cuatro décadas de muerto, en circunstancias aún no aclaradas

MERRY MACMASTERS

El artista Melecio Galván (19451982) será homenajeado por la Galería José María Velasco por medio de la muestra Quimeras y pesadillas, que ofrece una aproximación a su obra. Se trata de una exposición antológica que comprende desde sus primeros dibujos, realizados de niño, hasta sus últimos trabajos.

Galván es considerado uno de los dibujantes más relevantes del siglo XX en México, aunque también uno de los menos difundidos. En sus piezas son patentes las referencias de la gráfica alemana y oriental, el art nouveau, el cómic y la música. Su obra pasó por varias influencias, entre las que destacan Leonardo da Vinci, Miguel Ángel, Alberto Durero, Pablo Picasso y MC Escher.

“La idea de la muestra es hacer un sondeo de su vida a partir de una aproximación histórico-sociológica debido al momento coyuntural en el que realizó su obra pionera de cómic e ilustración”, señaló Alfredo Matus, director de la galería.

Nacido en el seno de una familia campesina y obrera, Melecio Galván se interesó por el dibujo desde pequeño, ya que creció leyendo historietas como Memín Pinguín, Los Supermachos y El Llanero Solitario. Ingresó a la Escuela Nacional de Artes Plásticas (1965-1968), donde compartió clases con Arnulfo

Galván es considerado uno de los dibujantes más relevantes del siglo XX en México y uno de los menos difundidos. Foto cortesía de la galería

Aquino, Jorge Pérez Vega, Arturo Pastrana, Rebeca Hidalgo, Eduardo Garduño y Carlos Oceguera, con quienes formó el Grupo 65.

Por su origen e historia familiar, Galván desarrolló una conciencia de clase que más tarde reafirmaría ante la situación política y social que enfrentó México el 2 de octubre de 1968. A raíz de este acontecimiento, viajó a Estados Unidos. En California trabajó en la pizca y, más tarde, en San Francisco colaboró con Los Siete de la Raza, comunidad chicana de activismo cultural, social y político con la que realizó ilustraciones de gacetas, talleres y murales.

El viaje a Estados Unidos marcó un parteaguas en su búsqueda personal y estética. Fiel a sus convicciones e ideales, se convirtió en una voz aguerrida con una fuerte carga de simbolismo delirante desde diversas trincheras, como el Centro para el Estudio de Medios y Procedimientos Avanzados de la Educación.

En 1977 fundó el Grupo Mira, junto con Aquino, Pérez Vega, Hidalgo, Garduño, Saúl Martínez, Silvia Paz Paredes y Salvador Peleo, bajo la óptica del arte social. Su propósito era irrumpir en el espacio público y llegar a la comunidad. En esa época convulsa surgieron otros grupos artísticos como Proceso Pentágono, Suma y Germinal. Más tarde trabajó en La Semana de Bellas Artes. En esa época era influido por la obra de figuras como Nicolás Guillén y Juan de la Cabada. A partir de entonces desarrolló una obra aún más cargada de crítica política, hasta su asesinato, aun no aclarado, en mayo de 1982.

La exhibición Quimeras y pesadillas: una aproximación a la obra de Melecio Galván permanecerá hasta el 27 de febrero en la Galería José María Velasco (Peralvillo 55, colonia Morelos), que organiza con la hija del artista, Amaranta Galván, quien custodia de su obra.

Mi segunda lengua es el trazo, la línea y el dibujo: Filogonio Naxín

MERRY MACMASTERS

Filogonio Naxín (Mazatlán Villa de Flores, 1986) expresa en entrevista: “Siempre digo que mi primera lengua es el mazateco, mientras mi segunda es el trazo, la línea y el dibujo.

“Hablo, escribo y canto en mazateco; sin embargo, cuando estaba en primaria no entendía lo que los profesores me comunicaban. Entonces, empezaba a rayar mi cuaderno y así me adentré en un segundo lenguaje.

“Con el tiempo, esas líneas se convirtieron en figuras, retratos y paisajes”, comparte el pintor oaxaqueño quien exhibe ¡Ibí tetsukujín! ¡Aquí estamos vivos!, muestra de 20 monotipos y 13 collages en el Museo Nacional de Culturas del Mundo, que da una visión muy personal de los 500 años de la caída de Tenochtitlan que se conmemoraron en 2021.

Ninguna institución le encargó la serie. Fue Naxín quien quiso saber más acerca de la llamada Conquista: “Es un tema que de niño desconocía. En la preparatoria ya se abordaba dentro de la (materia de) historia; sin embargo, siempre se hablaba de que fuimos conquistados. Fue hasta la Facultad de Bellas Artes, de la Universidad Autónoma Benito Juárez, de Oaxaca, cuando me puse a reflexionar de qué se trataba. ¿Llegaron seres de otro planeta?

“En los tiempos actuales siempre se toca el tema. A raíz de esto me puse a investigar para conocer el contexto desde la historia, aunque más que nada porque pertenezco a un pueblo originario, los mazatecos.

“Es sentir que estamos presentes aún, aquí, vivos. Seguimos re-

El artista expone en el Museo Nacional de las Culturas del Mundo. Foto Guillermo Sologuren

sistiendo, tanto nuestras lenguas, nuestra cultura y cosmovisión. Es la otra parte que me incitó a pensar que básicamente se resiste desde el individuo. Se pertenece a una cultura, y a raíz de esto se dialoga con este presente que es el mundo contemporáneo. Esto es lo que me hace reinterpretar”. Para Naxín es posible generar dicho diálogo con lo contemporáneo sin perder la esencia de la cultura a la que pertenece. Su pintura “habla mucho desde la cosmovisión mazateca, aunque también desde la resistencia, en el caso de ¡Ibí tetsukujín!, muy presente. Tiene que ver desde la lengua, cuyas palabras y frases se integran en mi trabajo. Para mí, la cosmovisión tiene que ver desde los colores, estas dimensiones que se ven como interplanetarias. También con vivir en una montaña, donde no hay contaminación, ni ruidos. Los colores se vislumbran como naturales. El paisaje está presente desde los tonos del cielo y las luces. Eso del cosmos, así le llamo, como cuando nos recostamos en la montaña y nos parece ver cerca las estrellas y el universo”.

Naxín fue autodidacta de los ocho a los 22 años, cuando ingresó a la Facultad de Bellas Artes. Allí, aparte de especializarse en pintura, aprendió grabado. ¡Ibí tetsukujín! ¡Aquí estamos vivos! permanecerá hasta febrero de 2022 en el Museo Nacional de las Culturas del Mundo (Moneda 13, Centro Histórico).

Colectivo Querido Venado llevará su propuesta experimental de danza al Teatro de la Ciudad

El próximo viernes presentará la Trilogía para mirar despacio

FABIOLA PALAPA QUIJAS

El colectivo Querido Venado, dedicado a la experimentación en la danza contemporánea, ofrecerá una función este 21 de enero en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris, recinto de la Secretaría de Cultura capitalina, con la Trilogía para mirar despacio, conformada por las piezas Mr. Arigato, Mrs. Gozaimasu; Manual del rebote y Pic-Nic at New Bond.

El programa está integrado por obras creadas por los directores de la agrupación, Sergio Valentín, Guillermo Aguilar e Isis Piña, explicó el primero en entrevista.

“El colectivo Querido Venado se creó en 2013 en la búsqueda de una identidad, estructuras y creación del movimiento que fueran diferentes a la propuesta que había en ese momento, porque no nos sentíamos identificados con las compañías que existían. Realizamos investigaciones y creamos obras desde nuestra corporalidad, desde nuestros intereses, como otra manera de abordar la escena con danza”, explica en entrevista Sergio Valentín, uno de los tres directores del grupo.

La propuesta de Querido Venado se formula a partir de acciones repetitivas emanadas de la obsesión por ciertos conceptos para llevarlos al punto del desgaste, acompañadas por movimientos minimalistas, la simetría, lo mainstream, lo electro y lo pop.

“Exploramos el minimalismo como el punto de partida hacia discursos que, en combinación con signos visuales, permiten una ampliación de las posibilidades de la realidad. Nos interesa generar experiencias estéticas significativas en el espectador al ubicarlo en un espacio y tiempo de contemplación”, indica el grupo escénico.

Trilogía para mirar despacio, programa de trabajos coreográficos compuestos en solitario por los directores del colectivo, reúne perspectivas personales en torno a sus raíces y los códigos colectivos. “Se trata de tres paisajes inamovibles que se desmoronan y se derrumban para surgir de nuevo insistentes, como si nada hubiera cambiado, aunque todo se ha quedado vacío, en silencio, colgando de un hilo de luz hacia el final del que pende el momento, este instante”, explica el grupo.

La pieza de Sergio Valentín, PicNic at New Bond, es un estudio coreográfico sobre la manera en que una imagen se asocia con otra, y cómo esas vinculaciones construyen una nueva realidad evasiva por mecanismos de sustitución del todo por las partes.

Ese montaje ganó el Premio Nacional de Danza en 2019 y obtuvo menciones como mejor escenografía y diseño de iluminación.

“La obra muestra a personajes femeninos durante un almuerzo en la pradera; la idea es reflejar el sosiego, la calma de ese instante que en la actualidad es tan difícil de tener y de contemplar”, expresa el creador.

Del minimalismo al collage

La presentación del colectivo Querido Venado se iniciará con la obra Mr. Arigato, Mrs. Gozaimasu, compuesta y dirigida por Guillermo Aguilar e interpretada por Carla Segovia y Alberto Hernández. Se trata de un proyecto de exploración y construcción coreográfica formal y minimalista que concluyó con la creación de una obra escénica contemporánea en formato de dueto y que obtuvo en 2019 el primer lugar del Premio Homoescénico al Movimiento Original.

A partir de partituras de movimiento, sonoras y lumínicas, enmarcadas en un paisaje absurdo y oscuro, dos intérpretes construyen conversaciones corporales en las que los gestos de brazos y torsos se convierten en lugares potenciales en la búsqueda de un lenguaje preciso y obsesivo en su sincronía, explicó el director y coreógrafo Guillermo Aguilar.

▲ Imagen de Pic-Nic at New Bond, de Sergio Valentín. Foto cortesía de la agrupación

El programa se completa con Manual del rebote, investigación coreográfica basada en el collage, creada y dirigida por Isis Piña, en la que participan las bailarinas Karen Martínez, Marisol Zepeda y la coreógrafa.

Para esta puesta, Piña se inspiró en recortes de imágenes cotidianas y movimientos sutiles que se encuentran integrados a la vida diaria y que conviven en un flujo espacial que a la vez son conectados por una constante: el rebote. La coreografía es un collage escénico que se mantiene en construcción espacial durante la abstracción de un juego de basquetbol.

El colectivo ha participado en encuentros en Argentina, Chile, Cuba y México; recibió el apoyo Emergencia Coreográfica 2013 y fue finalista del Premio a la Creación Escénica Contemporánea 2016. Desde 2014 organiza el festival Simulacro en la Ciudad de México.

Trilogía para mirar despacio se presentará este viernes a las 20:30 horas en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris (Donceles 36, Centro Histórico, Metro Allende). Cupo limitado a 75 por ciento de la capacidad del recinto.

Monet & Friends, travesía inmersiva que termina en abril

ÁNGEL VARGAS

Una celebración a la pintura europea de finales del siglo XIX, en particular al movimiento impresionista, es la exposición Monet & Friends: vida luz y color, que se presenta en la Galería inmersiva del Monumento a la Madre, en la capital del país, hasta abril de 2022.

Se trata de una experiencia multisensorial de arte digital, producido por Grande Experiences, que hace un recorrido por las principales obras de Claude Monet, PierreAuguste Renoir, Paul Cézanne, Edgar Degas, Édouard Manet y otros artistas del impresionismo, en escalas monumentales.

Se trata de un espectáculo inmersivo de 360 grados en el que se utilizan 36 pantallas de gran formato y alta resolución, efectos de sonido envolvente y mapeo de proyección mediante los que el espectador se sumerge en los trazos de ese universo pictórico.

Este homenaje a Monet y los demás pintores impresionistas de mediados del siglo XIX hasta principios del XX explora no sólo las pinturas, sino también la historia de ese movimiento artístico en medio de la turbulencia social y política de aquella época.

Es un recorrido por un momento en el que el rostro del arte europeo estaba a punto de cambiar para siempre, al dejar atrás a las escuelas clásicas, y en el que el espectador se sumerge en las obras maestras de los impresionistas, las cuales cobran vida mediante un diseño de luz, color y sonido. La atmósfera sonora está diseñada con obras de Claude Debussy, Maurice Ravel, Jacques Offenbach y Pior Ilich Chaikovski.

Según Must Wanted Group –empresa dedicada a la promoción cultural que también ha presentado en México las muestra Van Gogh alive: la experiencia y Leonardo da Vinci: 500 años de genialidad–, este espectáculo inmersivo “lleva a los visitantes a un viaje que examina el mundo del impresionismo a través de tres movimientos: Metropolitan, Un día en la vida y En Plei, los cuales, al intercalarse, transforman la galería en un estallido de color, una verdadera celebración de la pintura de finales del siglo XIX”.

La Galería inmersiva se encuentra en la explanada del Monumento a la Madre, en el cruce de las avenidas Insurgentes y Reforma, colonia San Rafael.

Los horarios de visita son de lunes a domingo de 10 a 19 horas y los sábados hasta las 20 horas. El costo de las localidades es de 295 pesos de lunes a jueves y de 380 de viernes a domingo.

LA JORNADA DE ENMEDIO Martes 18 de enero de 2022

ESPECTÁCULOS

Hamas produce series para contar su versión del confl icto israelí-palestino

En pleno centro de Gaza, un estudio de televisión del movimiento Hamas recrea, con banderas israelíes y documentos en hebreo, las “oficinas” de los servicios de seguridad de Israel para filmar series con su versión del conflicto contra Palestina.

Se trata de la respuesta islamita a los exitosos programas israelíes como el drama Fauda, que atrajo a millones de espectadores en las plataformas Netflix, HBO y Apple TV+.

Fauda (caos en árabe) muestra a una unidad militar dirigida por el comandante Doron Kavillio que lanza incursiones en los territorios árabes.

En Gaza, enclave palestino bajo control de Hamas, no es buena idea admitir que uno vio esa serie, según el director local Mohamed Soraya.

Ver cualquier producción de esa televisión significa apoyar “la normalización” de relaciones con Israel, asegura Soraya, quien dirige una serie del movimiento sobre el conflicto.

Sostiene que las producciones israelíes “apoyan la ocupación sionista porque sus tramas criminalizan a los palestinos. Queremos cambiar la ecuación para mostrar el punto de vista palestino, proyectar un drama sobre el espíritu de nuestra resistencia”, explica a Afp.

Hamas es considerada organización terrorista por Israel, Estados Unidos y la Unión Europea. El grupo islamista controla la franja de Gaza, con 2.3 millones de habitantes.

En el enclave también domina el canal de televisión Al Aqsa y ha invertido en series inspiradas en Hollywood y en las telenovelas turcas, de gran popularidad en Oriente Medio.

La serie en realización Qabdat al-Ahrar (El puño de los hombres libres) aborda una operación israelí de 2018 en la Franja de Gaza que acabó con la muerte de siete combatientes de Hamas y un oficial judío.

Los protagonistas son combatientes que han librado cuatro guerras contra Israel desde 2008.

Pero los presupuestos son bajos, igual que los salarios de los actores; los escenarios son básicos y el equipo de producción tiene que entregar 30 episodios en abril, a tiempo para la fiesta musulmana del Ramadán.

Las producciones israelíes suelen incluir actores de la minoría árabeisraelí, pero las de Gaza no recurren a actores israelíes.

Esto obliga a los estudios a reclutar a locales para interpretar a israelíes, algo que, según los éstos, puede exponerlos a hostilidades en el mundo real.

Uno de ellos es Jawad Harouda, de unos 60 años, quien hace el papel del jefe del servicio de seguridad interna israelí en la nueva serie.

Dice que “absorbió el guion”, pero sabe que ser demasiado convincente puede causarle problemas.

“Algunas mujeres me miran y rezan para que muera”, confiesa, sentado en la silla de su jefe en la falsa oficina del Shin Bet.

“Me alegra cuando la gente me insulta, significa que he tenido éxito (...) El actor es un camaleón, debe poder interpretar todos los colores”, añade.

En las producciones de Gaza, los personajes israelíes hablan en árabe y, por pedido de un muftí (jurista islámico) de Hamas, las mujeres usan velo, incluso cuando hacen personajes judíos.

“En una serie fui una judía –cuenta la actriz Kamila Fadel– .Después de ser transmitida, una mujer intentó asfixiarme. Me dijo 'te odio, nos estás dañando tanto'. Otro día, un niño de 13 años me tiró una piedra a la cabeza pensando que soy judía”, comenta. “Significa que hice bien mi papel”.

Pero no a todos les gustan las producciones de Hamas, siempre centradas en el conflicto.

“No hay amor en los dramas”, señala el director y crítico palestino Jamal Abu Alqumsan, quien dice lamentar que las producciones locales son más una “herramienta de resistencia”.

Abu Alqumsan considera que las producciones tienen un potencial enorme para contar historias de palestinos, pero tiene que hacer frente a muchos desafíos.

“En Gaza vivimos con un blo-

▲ En los dramas no hay amor, lamenta un crítico palestino; se trata sobre todo de heramientas de resistencia. Fotos Afp

queo, es una situación única en el mundo”, declara en su galería de arte, que espera convertir en una pequeña cinemateca.

“Necesitamos que los productores inviertan en series de calidad que cuenten al mundo nuestra historia. Tenemos buenos actores, necesitan buenos directores y medios”, agrega.

Por ahora no está muy seguro del impacto que podrían tener tales programas. “Los dramas de televisión son un arma, pero frente a Israel, las producciones locales son de bajo nivel”, admite.

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