La jirafa, octubre 31 de 2015

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Inauguran mural “46 hijos para Prometeo” Milton Iván Peralta

Se trata de una fisura en la historia del pueblo mexicano, el registro de un hecho vergonzoso, una expresión artística para no olvidar que las cosas no están bien”, dijo Santos Emanuel Torres Villalvazo, al inaugurar su nuevo mural “46 hijos para Prometeo”, en la escuela primaria “Manuel Chávez Madrueño”.

Dice el pintor que “46 hijos para Prometeo es un homenaje, una muestra de respeto y solidaridad que se ofrece a los padre de los desaparecidos de Ayotzinapa y una ofrenda de memoria”. A pesar de estar en una escuela primaria, “el mural ofrece una escena de violencia, que se ejecuta en contra de estudiantes normalistas, las víctimas están representadas en tres personajes claramente identificables por sus posturas de vulnerabilidad”, comentó Santos Torres que interesa que sea “una crítica a nuestra historia”. Aprovechó a los directivos y padres de familia por haberlo dejado pintar ese mural en la escuela, ya que “siempre estuvieron dispuestos y colaboraron en conseguir recursos que nos hicieron falta”. El artista plástico indicó que lo realizó en esta escuela porque le parecía “un lugar indicado por el valor histórico del espacio, y su posición geográfica”. Cabe destacar que la Caja Popular Tamazula y Comex fungieron como patrocinadores de dicho mural.

“Si tenemos la intención de que diga algo –el muraldebemos cuidar de que preserve por un largo tiempo, y no tanto como se hace actualmente en arte efímero, arte callejero, grafitti, son buenas propuestas pero no se está pensando en preservarse”, dijo comentó Santos Torres

Los conjurados

Libros y librerías en Zapotlán Ricardo Sigala

H

ace años que los mexicanos nos acusamos de ser una sociedad analfabeta funcional, es decir que aun cuando tuvimos oportunidad de recibir una educación formal y en ocasiones hasta con título universitario, no somos lectores. Las cifras aparecen y vuelven a aparecer para restregarnos en la cara que los mexicanos leemos menos de dos libros en promedio al año. Ante este situación nos encontramos con que las librerías del país tienden a cerrar, las editoriales se declaran en crisis y las universidades ven de soslayo y a veces con desprecio las carreras vinculadas a las humanidades, al parecer por no “productivas”. Algunos nos indignamos ante tan vergonzosas situaciones y otros lo asumen como un dato más de nuestra cotidianidad y nuestra condición mediocre.

Eso es lo que nos planea la realidad oficial, la de las instituciones y su numeralia, sin embargo en Ciudad Guzmán pareciera que las cosas funcionaran de otro modo. En los últimos dos años hemos asistido a un boom de librerías no pronosticado por nadie. Para el año 2012 contábamos con muy pocas opciones más o menos limitadas para la compra de libros: en el centro una pequeña librería y un establecimiento de dominante tono religioso, además de un tendido o mesa en una de las plazas comerciales. Pero súbitamente para el año 2014 se da una explosión librera, abrieron sus puertas cinco nuevos establecimientos, hoy nos encontramos con ocho sitios dedicados a la venta de libros y que después de dos años, contra toda expectativa, no sólo siguen abiertos sino que algunos incluso están creciendo, han rentado espacios más grandes o han comenzado a dar servicios de cafetería.

Pero ¿por qué esto es importante? Veamos algunos números. El 3 de mayo del presente año, la revista Proceso publicó un artículo sobre la Feria del libro independiente en el que Débora Holtz, directora del evento, alertaba del gran problema que enfrenta nuestro país en materia de venta de libros, pues afirmó que en México sólo existen 500 librerías para 120 millones de habitantes. Esto nos da un promedio de una librería por cada 240 mil habitantes. Bajo esa lógica en Ciudad Guzmán deberíamos tener menos de media librería para los casi 100 mil zapotlenses que informa el conteo del INEGI de 2010. En Zapotlán tenemos una librería por cada 12 mil quinientos habitantes frente a los 240 mil que promedian en el país por establecimiento. Estamos ante una cifra impresionante que pone a Ciudad Guzmán como sitio privilegiado en este rubro. Si en la República mexicana en general se requieren 240 mil personas, potenciales compradores, para mantener una librería, en Ciudad Guzmán basta con 12 mil

quinientas. Es verdad que tenemos que matizar, ya que muchas de las librerías de nuestra ciudad son muy pequeñas, negocios familiares, iniciativas de estudiantes o egresados de letras o de periodismo, de escritores y bibliófilos, negocios que se especializan en libros usados, entre otros. Es verdad no existen librerías de las grandes cadenas del país, como Gandhi, El sótano o el Fondo de Cultura Económica, sin embargo sigue llamando la atención que ninguna de estas librerías es institucional, ni el ayuntamiento, ni el gobierno del estado ni las instituciones educativas han arriesgado en este rubro. El fenómeno de las librerías en Zapotlán se debe principalmente a los esfuerzos de la iniciativa privada, de jóvenes con visión, y especialmente a los consumidores de libros, los lectores. Imagino una variación del eslogan de nuestra ciudad como “cuna de grandes lectores”. Es imposible saber si esta primavera de los libros en Guzmán será duradera, pero no deja de ser un fenómeno que llama la atención, y sobre todo que habla muy bien de una sociedad que se esfuerza en informarse, en cultivarse por medio de la lectura personal, en hacer de los libros una forma de esparcimiento, más allá de los fallidos programas de institucionales de la promoción de la lectura. Destaca de forma por demás la actitud positiva de la sociedad frente a los desplantes de ciertos funcionarios en nuestro país que ningunean el trabajo intelectual e informativo, que desprecian la cultura y el trabajo periodístico, una sociedad que da muestras de civilidad, una sociedad de la que hay mucho que aprender.

La Jirafa y librería Da Vinci, invitan a:

Charla sobre Lupe Marín Ponentes: Ricardo Sigala Gómez César Anguiano Jorge Mauricio Barajas Milton Iván Peralta Martes 17 de Noviembre, en la librería-café “Da Vinci”, en el centro de Ciudad Guzmán, a las 20:00 horas.


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