La Giralkilla #11 | Primavera 2023

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LA GIRALKILLA

#11 | PRIMAVERA 2023  REVISTA CULTURAL GRATUITA PARA GENTE GUAPA Y ELEGANTE COMO TÚ

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¡Hemos vuelto!

Poco antes de la pandemia, había retomado los lápices y publicado mi primer cómic tras muchos años retirado del mundillo: Las Ruinas. Un cómic totalmente autoeditado por mi, como hacía a finales de los 90 con mi colega Tonino, pero con algo más de experiencia. Empecé a hacerlo por pura diversión y para combatir un poco la crisis de los 40.

En el confinamiento me quedé parado y tuve que reinventarme laboralmente. Al igual que a mucha gente en aquella época de encierro apocalíptico, me dió por reflexionar sobre la vida, el Universo y todo lo demás. Pensé que no era ninguna locura darle caña al tema editorial, tanto publicando mis propias obras como las de otros autores. Así lo hice, llevo desde 2021 publicando cómics, novelas y juegos de rol de forma muy humilde pero con mucho cariño bajo la editorial Dawn Entertainment. Es el mismo nombre del sello fan-editorial que creamos Antonio Jiménez y yo en 1998 para publicar nuestros primeros fanzines. El nombre puede sonar algo rimbombante, pero con 16 años nos parecía un nombre genial. Éramos jóvenes impresionables y entusiastas.

Ahora que era editor había que volver a publicar La Giralkilla sí o sí. Había intentado resucitarla varias veces, pero si ya de por sí es difícil conseguir financiación para publicar una revista gratuita, imaginaos después de la pandemia. Finalmente, gracias a los maravillosos negocios que apoyan esta publicación y puedes ver anunciados en ella, hemos podido retomar este proyecto al que tanto cariño le tengo. Como decía el bueno de Ray en Cazafantasmas 2: ¡Hemos vuelto!

La Giralkilla nº 11, Primavera de 2023. Publicación sin ánimo de lucro editada por Dawn Entertainment por amor al arte y a la cultura de nuestra ciudad.

Coordinación, diseño y maquetación: Adri Ortiz | Redacción: Elisa Trigo, Nuria San, Samuel Valderas, Fali Ruiz-Dávila y Adri Ortiz | Póster central: David Rendo | Fotografías: Samuel valderas y Ángel Bernabéu | Distribución: Hugo Bosque con un carrito que ha visto días mejores.

Ilustración de portada \\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\

Elisa Trigo (Sevilla, 1974)

Elisa Trigo, nacida en Sevilla en 1974, madre de una niña mitad alemana y mitad española, es una artista multidisciplinar que mostró su vocación artística desde pequeñita. Ha vivido en Estados Unidos, Alemania y España, donde actualmente reside. Estudió Bellas Artes y Fotografía en Sevilla y continuó sus estudios en Düsseldorf.

Ha sido profesora de Artes Visuales y Fotografía para alumnos norteamericanos desde muy joven. Se ha dedicado paralelamente y de manera autodidacta a la literatura y a la música, siendo en la actualidad vocalista en dos grupos de rock. Prácticamente se ha criado en locales de ensayo, donde se siente más cómoda que en ningún otro sitio del mundo. Ha estudiado Escritura Creativa. Bueno, sigue estudiando aún, porque ha hecho amigos en el curso y ninguno lo quiere dejar. Escriben y escriben y escriben. Tiene tres novelas en camino (una en busca de editor y otras dos en el tintero, a medio escribir). Si queréis curiosear un poco las cosas que hace:

Instagram: elisatrigo_drawings_and_photos Souncloud: soundcloud.com/elisa-trigo Web: elisatrigo.es

creditos\\\\\ ´ www.lagiralkilla.com

Érase una vez... Alicia en la Ciudad de las Maravillas, Gulliver en Liliput y Silvio y sus Diplomáticos

LaGiralkilla es esa chiquilla pelirroja de mirada intrépida, con gafas de montura de pasta negra y leotardos de rayas, que corona una Giralda alternativa.

En ocasiones baja de lo alto de la torre para hacer vida normal, porque mirar panorámicas de Sevilla desde las alturas, por mucho que sea “la ciudad más bonita del mundo entero”, a veces le aburre. Normal. Está en edad de crecer, física e intelectualmente.

Hace poco, al igual que Alicia, la del País de las Maravillas, pegó un magnífico estirón súbito y ¡hala!, rompió un poquito la Giralda. Los sevillanos de bien se llevaron las manos a la cabeza.

—¿Qué hace esa chiquilla pelirroja encajada a presión en la Giralda? —preguntaban—. ¡Nos va a reventar la torre! ¡Nos va a romper nuestras tradiciones! ¡Que alguien la saque de ahí, que ella sola no se mueve! ¡Y como se mueva va a ser peor!

Llegaron entonces unos superhéroes enmascarados, nada tétricos, con sus capas y sus capirotes. Le ataron cuerdas de esparto en los tobillos y tiraron con todas sus fuerzas para liberarla de su giráldica prisión —Ya, ya sé que me he inventado una palabra—. Pero nada. No había quien la sacase de allí.

Los sevillanos de bien reconocieron que tenían un problema GIGANTE, en sentido literal y figurado. ¿Cómo iban a alimentar a semejante MONSTRUO? ¿Y con qué? Seguro que prefería brunchear a desayunar. Y fijo que era vegetariana, y que quería comida orgánica, y a ser posible del kilómetro cero, y en envases biodegradables…

Aún en el caso de que lograsen liberarla y alimentarla… ¡Iba a crecer aún más, y entonces sí que LO IBA A ROMPER TODO! Y así, les pasó como a los liliputienses con Gulliver: que no tenían ni idea de qué hacer con ella. ¡No cabía en la ciudad!

La última vez que supe de ellos ahí seguían, deliberando incansables: «¿Qué puñetas hacemos con ésta? Y ya que estamos, ¿qué hacemos con otras cosas, como los modernitos y sus bicis, los gastrobares, los festivales de música...?»

A veces algunos tenemos la sensación de que Sevilla es como una de esas salitas recargadas, llenas de fotitos enmarcadas (y ojito con no saberse quién es cada uno de los retratados en ellas), apoyadas precariamente sobre muebles barrocos junto a cantidades ingentes de figuritas de porcelana. Una de esas salitas con las paredes repletas de cuadros de santos, de vírgenes, de paisajes bucólicos… En esa salita el sofá conserva el plástico aún puesto para que no se estropee, y la vajilla buena y las copas de cristal se hallan cerradas bajo llave en el aparador. Eso sí, bien a la vista.

Se mira pero no se toca.

No juegues ahí, no vayas a tirar algo. Te sientas, derechita y calladita para oír hablar a los mayores, a ver si aprendes algo. Pero NO-JUE-GUES.

Los que no somos de estarnos quietecitos a veces sospechamos que molestamos un pelín. Otras veces no lo sospechamos, sino que lo tenemos muy claro: nos lo gritan a la cara. A mí han llegado a llamarme SATÁNICA porque mi perrito, negro como Belcebú, se hizo pis sin yo percatarme (estaba pendiente de mi otro perro)

¡EN LA PUERTA DE UNA PARROQUIA! Mira que me podían haber llamado cosas, pero no. SATÁNICA, así, a lo grande. Y mira que me disculpé. Pues nada. Lo había hecho aposta, de apóstata. ¡Si les llego a contar que me gusta el Metal Industrial y que escucho a Nine Inch Nails supongo que ya me queman en la plaza aledaña!

En fin. Estas cosas hay que intentar tomárselas a cachondeo y ver las cosas buenas. A mí me encanta pasear por Sevilla y buscar esos graffittis de Pintarraheo escritos en “andalûh”, tiendas con cuadros de Irene Mala o murales de Ana Langeheldt (a las que, si por mí fuera, Sevilla les haría una estatua, porque mira que son las dos buenas artistas). Adoro perderme en sus calles estrechas, aunque a veces tema morir aplastada contra la pared cuando me topo con las hordas de turistas a los que también les encanta pasear por aquí, porque sí, porque es una ciudad muy bonita y pintoresca y está impregnadita de historia y de arte. Más impregnada de historia y de arte que las torrijas de miel.

Carlos Gordillo Luzbel y Silvio

Pero me falta un poquito de contemporaneidad. Me falta que se valore en su justa medida (es decir, MUCHO), sitios como Lab Sevilla (a Ale Rojas, director del Lab, también le haría una estatua) o La Galería Roja. Por eso me da un poquito de coraje (o “corahe”), que no aprovechemos todo el potencial que tenemos. Que nos cueste tanto trabajo aceptar que lo moderno y lo tradicional pueden convivir en paz y aprender uno del otro, en simbiosis beneficiosa a ambas partes, como las abejas y las plantas.

Antes de que me llaméis siesa: no me pasa sólo a mí, le pasa a mucha gente. Lo susurran, y yo lo he escuchado. Y he visto a muchos artistas de aquí muy infravalorados porque “no encajan”. Me da pena lo que Sevilla se está perdiendo. Tiene mucho, pero también se pierde mucho.

Uno de los tesoros que tiene Sevilla y que, en mi opinión, no se aprecia lo suficiente, se halla en la plaza del Pelícano, al ladito de la Iglesia de San Julian.

En la plaza del Pelícano hay unos locales de ensayo, los locales de Zona Arte. El Pelicomio les llamo yo (con todo el cariño del mundo, ojo), porque todos sus habitantes estamos un poco de manicomio.

Allí, los irreductibles rockeros resisten todavía y siempre al invasor.

Allí, mientras la peña está tomando cervecitas al sol, los músicos se encierran en la noche eterna de sus locales de ensayo a hacer música y disfrutarla al máximo. Se hace mucho blues, mucho rock, se toca música africana (Ninki Nanka).

Allí encontramos grandes y consolidados músicos (auténticos genios) como Antonio Paniagua, Antonio Smash, Manuel Imán, Dani Escortell, Chipi la Canalla, Félix Roquero, Emilia Pinzón o Manuel Lería. Grupos como From Lost to the River (Lola Olmedo, Paco Pachón y Enrique Rdz), Los Puercoespines (con Manuel “Manolín” Vázquez al frente), La Selva Sur y algún grupo tributo. Se me vienen a la cabeza It´s Alive (Los Ramones) o mi grupo, L´amorisét (Alanis Morissette), por poner ejemplos dispares. Y muchos más.

Pero sobre todo, allí encontramos a los miembros de Los Diplomáticos. Sí, a los mismísimos Diplomáticos de Silvio Fernández Melgarejo, más conocido como “Silvio”, a secas: Pedro Mauricio, Manuel Vázquez, Marcos Gamero, y Carlos Gordillo Luzbel.

Por desgracia, nuestro querido Carlos Gordillo Luzbel se nos fue el 29 de diciembre de 2022. Lo echamos de menos. Mucho.

El jueves 23 de marzo le rendimos homenaje en la Sala Even a las 21:30h. Será una noche muy especial en la que nos encontraremos muchos amigos. Porque los músicos prefieren expresar su pena, su admiración, su cariño y su respeto a través de la música que llorando por los pasillos. Aunque he de decir que también nos hemos hartado de llorar.

¡Por Carlos!

Termino hablando de Carlos Gordillo y Silvio Fernández Melgarejo porque ellos, con su rock andaluz y con su vida personal, supieron aunar muy bien tradición y contemporaneidad. Nacieron músicos por derecho propio y murieron como ilustres rockeros. A Carlos y Silvio los quería todo el mundo. Se llevaban bien con todo el mundo.

Carlos y Silvio eran ejemplo de que una cosa no quita la otra, y de que esa simbiosis de la que hablaba yo antes, es posible y sobre todo necesaria, porque enriquece mucho culturalmente.

Ea, os dejo, que me voy a ensayar. Muchas gracias por leerme.

Un artículo de Elisa Trigo

SEVILLA: NOWPUNK

3.

Es peligroso dejar que el alcohol sea el que hable, y al minibar le faltaba ya poco para agonizar. Agradecí que allí dentro no se escuchara la algarabía del gentío que, en el exterior, a lo largo de la calle San Fernando, discurría como una legión de hormiguitas. En el hilo musical sonaba de fondo “Lágrimas Negras”, la canción que daba nombre al disco homónimo realizado a dos manos entre Bebo Valdés y Diego el Cigala. Perséfone sorbía un whisky de doce años, solo, en vaso bajo de cristal, lenta y pausada, como si saboreara cada matiz. De cintura para arriba el albornoz apenas dejaba a la vista más allá de las manos y el esternón. Sus piernas, todo lo contrario. Apoyada de lado en el respaldo del sofá sobre uno de sus codos, con la barbilla descansando a su vez sobre los nudillos de su mano, se acariciaba una pierna estirada con los dedos del pie de la otra pierna. Ambas eran níveas, marmóreas, como hechas de leche fresca pero torneadas como las estatuillas romanas que vendían a la entrada de las ruinas arqueológicas de Itálica. Tenía la mano empapada por culpa, a medias, del sudor y de la condensación de los hielos dentro del vaso. Me miró fijamente con sus ojos ya libres de maquillaje, enormes, enmarcados en unas pestañas largas y oscuras. Me atravesaron tanto o más que la primera vez que los vi, hacía tan solo un par de horas, bajo el dintel de la puerta de mi despacho.

—¿Me está escuchando, Uriel? —me sorprendí al oírla pronunciar mi nombre, no recordaba habérselo dicho, ni el momento en que pasé de “señor De los Reyes” a simplemente “Uriel”.

—Perdone —carraspeé—, me he quedado algo cogío.

—¿“Cogío”? —frunció el ceño.

—Absorto —aclaré.

—Ah —sonrió—, es algo normal en la mayoría de los hombres cuando yo estoy delante —bromeó—. Le preguntaba si alguna vez había conocido a algún… trans.

—Pu-pues claro… —la voz ya me sonaba gangosa y las sílabas se me montaban como gatos en celo— ¿o es que te parezco tan paleto?

—No me refiero a eso —se reía como el sonido de una campanilla y me era difícil atender a sus palabras mientras intentaba concentrarme en algo que no fueran sus ojos—. Estoy segura de que ve todos los años el Carnaval de Gran Canaria o el programa de RuPaul —volvió a reír, esta vez mordiéndose el labio inferior—, pero me refiero a… tan cerca como me tiene ahora mismo a mí.

—Bu-bueno… —las sílabas se me atoraban en la punta de la lengua— si le digo la verdad, no parece usted un… un… —carraspeé, incómodo.

—¿Un tío? —Perséfone entrecerró los ojos, como leyendo

en los míos, los labios fruncidos, parecía molesta pero luego sonrió ampliamente como si fuera conocedora de todos los secretos—. Tranquilo, me han llamado de todo. Y, por favor, tutéeme. En realidad no me gustan tanto las formalidades innecesarias. Es más, soy de las que prefiere un trato más… directo y cercano —alargó su mano y me acarició la línea de la quijada con el dedo índice, sintiendo cada pelo de mi barba sin afeitar desde hacía casi una semana.

—Yo… —me quedé sin palabras, y es probable que también sin pensamientos.

—¿Sí? —la mano descendió por mi cuello hasta mi pecho; continuó por las arrugas de mi camisa, y se detuvo un segundo, los dedos encogidos, antes de extenderla un poco más y posarla sobre mi entrepierna que, juro por dios que no supe por qué, presentaba una pronunciada erección bajo el pantalón. Me incliné hacia ella y la besé con intensidad, perdiéndome en su boca que sabía a mezcla de whisky y saliva.

* * *

Un terrible dolor de cabeza hizo que me despertara. Sentía el alcohol en la boca pastosa, la lengua hinchada y una sed descomunal. Antes de abrir los ojos, entre tinieblas, rememoré lo que recordaba: la clienta, el bar, las cervezas… el minibar, estaba en el hotel Alfonso XIII, en una suit con… El beso. Esa imagen, o sabor, hizo que abriera los ojos de par en par. Y allí estaba ella, su rostro sin maquillar ante el mío, los ojos cerrados y la piel lisa como el alabastro. El cabello corto que solo se extendía en su flequillo, le caía como una cascada ocultando parte de la cara, hasta rozar sus labios. Paseé la mirada más allá de su barbilla, por el cuello y unos pechos que, de existir la perfección, tendría esa forma. Las costillas y el vientre de abdominales levemente marcados, dieron paso a un monte de Venus totalmente depilado, y más allá, algo que parecía romper toda la armonía de ese cuerpo: un pene grueso y flácido alrededor del cual se cerraban mis dedos. Contuve la respiración, apreté la mandíbula y lo solté. Con todo el silencio que pude conseguir, me levanté de la cama sin tener ni puta idea de lo que había pasado. El sol entraba, rosado, por la ventana, y yo estaba completamente desnudo. Rebusqué con prisas mi ropa y me vestí rápido. Abroché los botones de una manera algo coja y tomé los zapatos en las manos para no hacer ruido. Abrí la puerta con éxito y me dispuse a salir, raudo, de allí.

—Espero que vayas a comprar churros con chocolate —dijo la voz de Perséfone, somnolienta pero clara, desde la cama—, porque no dejo dormir a ningún hombre en mi cama si luego no me prepara, o me busca, el desayuno.

VOL I.—No.
//por Fali Ruiz-Dávila UNA NOVELA DETECTIVESCA POR ENTREGAS

Póster central por David Rendo

David lleva más de una década trabajando en Barcelona como director de arte e ilustrador para agencias de Publicidad (Tiempo BBDO, McCannErikson, Contrapunto Barcelona, Shackleton, etc) y clientes como Coca-cola, IKEA, Lay’s o el F.C. Barcelona.

En el ámbito editorial ilustra para editoriales como Obscura Editorial o Cerbero.

Además, procura sacar tiempo para realizar storyboards para cortos y videoclips, para encargos especiales y para proyectos personales. Desde la distancia, forma parte del colectivo sevillano Garabattagge Ilustra y de la Asociación de Ilustradores Profesionales de Cádiz.

Si quieres deleitarte con su maravilloso trabajo: @davidrendo en Twitter e Instagram www.davidrendo.com

charlamos con Ángel S. Guil de ‘EMMETT’

Después de la tempestad siempre llega la calma, dicen los escépticos... Frase que alaban desde tiempos de caverna para referirse a que después de lo convulso llega lo quieto. EMMETT sabe que casi nunca es así. Después de soportar los altibajos de una pandemia que nos pilló a todos a punto de cambiar el armario hace ya tres vueltas al Sol, la banda con la que me senté a tomar unas birras hace ya seis años alcanza el surtidor más cercano y llena el depósito hasta que no quede ni gota de aire sin mezclar. Durante la pandemia intentaron no quedarse parados: algunos vídeos grabados en casa y la composición de algunos temas rellenaban la ilusión de una nueva futura (ya presente) etapa.

Hoy, después de echar el freno de mano debido a temas de salud y varias paternidades, se encuentran en stand by, a la espera de que uno de sus miembros se recupere para volver con más fuerza que nunca.

Hablamos con una banda que desde 2014 rueda y sube de forma merecida. Trabajo, esfuerzo y pasión por la música graban a fuego su fuerte recorrido. Marzo de aquel año fue bonito: llegaba Era Inevitable y lo hacía libre, ligero y nada tardío. Nosotros, sin embargo, todavía y hasta este momento no nos habíamos pronunciado sobre qué nos parece que estos chicos sigan en el intento. Y mira que hemos tenido tiempo para hacerlo. Ahora, con tiempo o sin él, es cuando más ganas tenemos de charlar con Ángel S. Guil. Con esta entrevista ya podemos decir que seguimos creyendo en las cosas que se hacen desde el corazón y EMMETT, sin duda, es una de ellas.

> Desde la última vez que nos vimos han pasado muchas cosas, ¿qué novedades tenéis?

Han pasado mil cosas, pero lo que no ha cambiado han sido las ganas de seguir apostando por este proyecto. Hemos tocado en muchas salas y festivales desde entonces, hemos podido presentar nuestro trabajo en televisión, recorrido muchas ciudades, sacamos algunas canciones nuevas, como el homenaje a los 25 años del festival ContemPOPranea o la versión que hemos realizado de la banda The

Sunday Drivers y que está gustando mucho, sonado en Radio 3 y lo más importante, volvimos a los escenarios

El último concierto que dimos fue el 11 de junio de 2022 en la Guarida del Ángel, en Jerez de la Frontera. Fue un auténtica sorpresa ver como funcionan las canciones en sitios donde no han sonado nunca, disfrutamos muchísimo, todavía no sabíamos que tendríamos que volver a parar, pero la vida gira sin esperarlo y debes adaptarte de nuevo para volver a seguir.

Fotografías de Ángel Bernabéu.

Tras el Covid-19, las paternidades de varios miembros y mi parón por problemas de salud, ahora estamos esperando la recuperación de Alexis. Le han diagnosticado cáncer y todas nuestras energías están con él, no vamos a hacer nada hasta que no se recupere. Hemos podido quedar varias veces para ensayar y hemos montado algunas canciones nuevas. Alexis se asoma por el local de ensayo cada vez que las fuerzas se lo permiten. Ya llevamos 3 canciones nuevas preparadas para poderlas grabar en cuanto Alexis se recupere.

> ¿Cómo presentarías EMMETT ante el público potencial: ese que no os conoce todavía pero que no tardará en hacerlo?

Derrochamos energía en el escenario, nos gusta lo que hacemos y no lo escondemos. Creo que eso es importante para poder transmitirlo al público. Grabamos un segundo disco del que estamos muy orgullosos y donde mejor se nos puede conocer es en directo. Cuidamos los detalles y nos gusta trabajar mucho en el local de ensayo y creo que todo eso se puede ver cuando salimos a los escenarios. Dos discos sobre la mesa (LP debut homónimo y Era Inevitable), muchas horas de trabajo. Muchas horas sí, pero la verdad es que no pesan; disfrutamos en cada parte del proceso hasta que el disco está terminado.

> ¿Para vosotros cuál sería la mejor recompensa?

La mayor recompensa es poder hacer lo que uno quiere y de la forma que quiere. No somos esclavos de ninguna compañía ni tenemos que rendir cuentas a nadie, damos el 100 % de nosotros en cada canción o concierto, y es, precisamente el disfrutar de lo que hacemos lo que nos mantiene con fuerzas y energías para seguir. Evolucionar en la música (con respecto al sonido), para muchos, es necesario, sano e importante.

> ¿Cómo ha evolucionado EMMETT?

No se puede entender la música si no hay evolución, tanto musical como personal, las dos van unidas. El primer disco y el segundo son muy diferentes, precisamente debido a esa evolución necesaria, pero tengo que decir que me reconozco totalmente en ambos discos. Fueron dos momentos muy diferentes en lo personal y creo que se puede apreciar a la primera escucha. Desde el segundo disco, el proyecto dejó de ser unipersonal y se convirtió en proyecto de banda, y esa evolución marca desde luego el camino futuro de EMMETT.

> Era Inevitable que EMMETT siguiera adelante. ¿Cuál es vuestra mayor fuente de alimentación?

La vida, la derrota, la victoria, la calle, los amigos, los enemigos, las experiencias que nos hacen crecer y las que nos hacen caer, todo suma y todo nutre, lo bueno y lo malo. Pero sobre todo el amor a lo cotidiano, al día a día.

> ¿En qué momento nace Era Inevitable?

¿Cómo llegó ese click en la cabeza que lo cambia todo y que provoca comenzar en una nueva etapa?

El segundo disco ha sido toda una experiencia musical y personal. EMMETT nació sin banda con el LP debut, pero en ese segundo disco se congregaron una serie de circunstancias que han terminado provocando que fuese inevitable ir a por todas en esta nueva etapa; se pasó de tocar en acústico en pequeñas salas a tocar en festivales y salas grandes; ganamos un concurso nacional con más de 700 bandas inscritas; grabamos en uno de los mejores estudios de Sevilla y todo lo que ha pasado desde que se unieron Shuffle, Fran, Alexis y Jorge en 2016 ha sido muy positivo y seguimos con la misma ilusión y ganas.

detengo en ¿Dónde están los monstruos?, canción que nos hace creer, con su letra y su positiva melodía, que los monstruos son de cartón y que los cambios, a mejor, están a la vuelta de la esquina. ¿O me lo parece a mí?

Creamos nuestros monstruos, hacemos que crezcan y lo peor de todo, les permitimos que decidan por nosotros. Hay que romper de vez en cuando con todo eso, con la rutina, con hacer las cosas igual y pensar que los culpables de todo son otros y en realidad somos nosotros mismos, que dejamos que las cosas sucedan opuestamente a lo que habíamos pensado.

¿Dónde están los monstruos? es una de las canciones más positivas del disco, incluso sabiendo que «todo tiene un final» no tiene que ser un final negativo, forma parte de esa evolución de la que hablábamos antes. No podemos ser nuestro propio enemigo.

> ¿Cuál es tu tema más sentido?

Hay dos canciones que, por motivos diferentes, han terminado por quedarse: La primera es Mis grandes defectos, que es la que cierra el disco y fue una experiencia brutal ver cómo mutaba de una sencilla canción con guitarra y voz de tintes folk a la creación de un paisaje sonoro donde se puede percibir una atmósfera épica y nostálgica. La otra canción es Busco, tema que compuse cuando tenía catorce o quince años y que ha estado guardada en el cajón hasta que la rescaté para el segundo disco. Me parece mentira cómo después de

tantos años me siento igual de identificado con esta canción. Aunque evidentemente la aportación de todos (músicos y productor) ha sido increíble para que quede como una de las canciones más potentes del disco y de las que más está gustando.

> ¿Por qué fue Jordi Gil y no otro?

Estábamos buscando dar un giro al segundo disco, ya habíamos empezado nosotros en el local de ensayo a darle otra orientación a las canciones, estuvimos muchos meses produciendo nosotros mismos los temas, pero era importante que a la hora de llevarlo al estudio ese giro se pudiese materializar. Pensamos en Jordi porque sabíamos que iba a hacer que el disco sonase como suena y sobre todo porque íbamos a experimentar con él como se experimentó. Ha sido un proceso muy enriquecedor grabar con Jordi Gil en Sputnik, nos llevamos mucho de casi el mes que estuvimos allí con él.

> Ahora sí (ha pasado un tiempo desde que nos vimos la última vez): ¿Podemos hablar de resultados? ¿Cómo lo está recibiendo la gente?

Ya ha pasado bastante tiempo desde que salió nuestro segundo disco, pero todavía nos alegra ver cómo gente que no nos conocía nos da la enhorabuena por el disco o por algún tema en concreto. Creo que todavía tiene mucho recorrido, de hecho gracias a ese disco empezamos negociaciones con una agencia de management en Madrid y nos están saliendo nuevas oportunidades que esperemos se materialicen todas.

> A pesar de la complicada situación actual ¿Estáis trabajando en cosas nuevas?

Nunca dejo de componer, sea cual sea la situación siempre estoy haciendo nuevas canciones. De hecho empecé un disco también en inglés del que edité algunas canciones con un nuevo proyecto. Es lo que me gusta hacer y es donde me siento cómodo. Hay material de sobra para sacar un tercer disco de EMMETT, y lo sacaremos. Tenemos incluso una canción que le hemos hecho a un fan, Mil Pistolas, de la que sacamos una edición limitada. Es nuestra forma de dar las gracias a todos los que creen en este proyecto.

Ensayamos poco por la situación especial en la que estamos, pero cada vez que ensayamos me llevo una canción nueva y la montamos. Están siendo muy productivas y estamos muy contentos con lo nuevo que saldrá a finales de año o principios del año que viene Nuestra intención es sacar nuevo material lo

> Me

antes posible pero lo primero es la recuperación de Alexis y después lo que tenga que venir, vendrá. Como diría el gran Quique «La suerte es una ramera de primera calidad», así que nosotros seguiremos trabajando al cien por cien para seguir sacando lo mejor de nosotros mismos.

> Vamos a los personal: ¿Cómo comenzaste en la música?

Una de las primeras experiencias fue con unos ocho o nueve años en unas clases de música que se daban por la tarde en una academia. No me gustaban nada porque no nos dejaban tocar los instrumentos. Después de eso empecé a dar clases de guitarra flamenca a los 11 años, pero tampoco terminaba de llenarme. No fue hasta que empecé a descubrir grupos anglosajones como The Beatles, Neil Young, Tom Petty… cuando de verdad me enganché a la música y después los nacionales como Quique Gonzalez, Nacha Pop, Los secretos…

> De todo lo que has hecho en esta profesión, ¿de qué estás más satisfecho?

Sin duda, de no rendirme y de hacer siempre lo que he creído que tenía que hacer en cada momento. Cada proyecto en el que he estado ha sido muy enriquecedor. Pero sobre todo de ver cómo la música, al final, no es más que la forma de crecer como persona, de conocer gente increíble, de explorar facetas de uno mismo que sin ella sería imposible. Orgulloso de seguir adelante con los mismos cinco locos que estamos en EMMETT.

> ¿Por dónde te gustaría que siguiera tu futuro?

EMMETT es ahora la prioridad... Pese a la montaña rusa de este mundo que es la música, creo que queda mucho por decir con este proyecto. Hemos estado parados por diferentes motivos, pero nada permanece igual. También

me siento con ganas de sacar el proyecto adelante, cueste lo que cueste mientras haya honestidad en lo que hacemos no vamos a parar.

> ¿Con quién te ves compartiendo escenario? ¿O con quién te gustaría?

Durante mucho tiempo he estado muy enganchado a Quique González, creo que es uno de los músicos más increíbles que tenemos, no solo por su música, también por que ha hecho siempre lo que ha creído que tenía que hacer, ha sido muy independiente y valiente. En esa línea también estoy últimamente escuchando mucho a Rufus T. Firefly, me encantaría que alguna vez se cruzasen nuestros caminos en los escenarios. Pero si tengo que escoger algún músico no español, sin duda sería Neil Young, de sueños también se vive.

> Desde La Giralkilla le mandamos un abrazo enorme a Alexis y muchos ánimos. Estamos deseando volver a veros en los escenarios.

La idea es que a finales de este año podamos publicar nuevo material, como ya he comentado Alexis está en tratamiento y ahora mismo nuestro objetivo es estar a su lado y apoyarlo en todo lo que necesite. Estamos quedando a ensayar y cada ensayo terminamos de montar un tema nuevo, la vida ha empezado a acelerar y debemos sacar el máximo de esos momentos en los que nos podemos volver a ver en el local de ensayo.

Queremos dar un concierto tras las operación y recuperación de Alexis, será un concierto especial y un brindis por la vida y la amistad. Ahora mismo no podemos anunciar fechas ya que dependen de la evolución de nuestro querido guitarrista pero lo daremos en cuanto él pueda subirse al escenario.

Una entrevista de Nuria San

EL CÓMIC EN SEVILLA ES UNA MARAVILLA

Elnoveno arte ha ido ganando cada vez más peso dentro de la sociedad en los últimos años. Ha pasado de considerarse un producto para una minoría demasiado concreta —el llamado friki— a formar parte de la cultura popular más activa. Muchos factores han participado de este fervor, como por ejemplo el cine. Eso es innegable. Pero sin duda influye, y mucho, la cantidad, variedad y sobre todo, la calidad de los cómics que se hacen hoy en día. Tanto dentro como fuera de nuestra fronteras. Y dentro de todo ese abanico nos encontramos que en España hay una cantidad ingente de autores trabajando para muchas editoriales extranjeras con un nivel muy por encima de la media a la que estamos acostumbrados. Muchos de ellos andaluces. Y otros tantos, sevillanos.

De todos ellos, hoy quiero hablaros de tres nombres en concreto con los que he tenido, y tengo, el placer de compartir muchos momentos, risas y “servesitas”. Así, sin orden ni concierto: Fran Galán, Joe Bocardo y Diego Galindo.

Como dijo el mago: «Un artista nunca llega tarde. Ni pronto. Llega exactamente cuando se lo propone». Y algo por el estilo le ha pasado a Fran Galán. Dibujante que retomó los lápices hace relativamente poco tiempo y que ha tenido una carrera meteórica desde el 2016 hasta la fecha. Sus inicios dibujando los guiones del malagueño El Torres le trajeron bastante reconocimiento, en concreto con Goya, lo Sublime Terrible, obra más que recomendable, en la que el pintor entra en una vorágine pesadillesca salida de su propia cabeza (no pun intended).

El destino quiso que llamara a la puerta del sr. Galán, alguien llamado Cullen Bunn, guionista americano que ha trabajado para las grandes editoriales allende los mares y que

se ha especializado en los últimos años en el género de terror y género negro. Con Bunn ha dibujado obras como Knights Temporal y Lucky Devil —ambas publicadas por Norma Editorial—. Y como suele pasar en la vida, o no tienes planes, o todos te salen a la vez. Y es que en paralelo a su colaboración con Bunn, cierta editorial llamada Marvel le encarga un par de números de una miniserie sobre los simbiontes arácnidos llamada Matanza Extrema.

Contentos tuvieron que quedar porque poco tiempo después aquí nuestro querido Fran Galán consiguió dibujar dos números de nuestro amigo y vecino Spider-Man. Los tenéis en El Asombroso Spiderman 207 y 208 publicados por Panini.

Está claro que el dibujo de Fran encaja con cualquier temática —a las pruebas me remito— y siempre es una delicia para la vista. Actualmente tiene pendiente de publicar en nuestro país The Roadie y la Casa Harkonnen dentro del universo Dune

Joe Bocardo, gaditano de nacimiento y sevillano de adopción. Genio, figura y dandy supremo. El hombre de la voz profunda y radiofónica. Sus inicios laborales como dibujante fueron con la gente de Carmona en Viñetas, pero pronto se alió con El Torres creando dos obras que han conseguido gran éxito de crítica y público como son Phantasmagoria y Sangre Bárbara.

En Phantasmagoria nos encontramos un relato de terror victoriano en el que el dibujo en blanco y negro de Bocardo le viene a las mil maravillas. Ese aroma constante a los productos clásicos de la Hammer junto al uso de las tintas y claroscuros es un trabajo de inmersión fantástico en una historia ya de por sí muy interesante.

De izq. a der.: Fran Galán, Diego Galindo y Joe Bocardo.

Y qué decir de Sangre Bárbara. Una obra englobada dentro de la trilogía de Robert E. Howard con la que El Torres ha querido hacer su particular homenaje al creador de Conan. Precisamente del cimmerio más famoso de la historia trata Sangre Bárbara. O más concretamente, de su hijo de mismo nombre. Y es que un personaje que ya de por sí ha contado con los mejores ilustradores como Barry Windsor Smith, John Buscema o Alfredo Alcalá, no es fácil de abordar. Pero sin duda Bocardo no solamente sobrevive a la experiencia, sino que sale triunfante de la misma.

Actualmente Joe tiene varios proyectos en USA entre los que se encuentra la obra de terror folclórico coreano West Moon Chronicle y Night Walkers, otro cómic de género con guión de Cullen Bunn —¡vaya!, ¿os acordáis de él?—. Amén de varias portadas alternativas de diversos títulos, como Black Demon Tales. Buscadla, buscadla y disfrutad.

Y el tercero en discordia, pero no menos importante, es Diego Galindo. Es más, se podría considerar como el hermano mayor de este trío catacrocker. Diez años en la industria del cómic a las espaldas que se dice pronto. Trotamundos editorial. Y con una progresión que parece no tener techo.

Como podréis adivinar, sus inicios, al igual que los de Galán y Bocardo, fueron con El Torres con la serie Bribones. Curiosamente estos números vieron la luz en primer lugar en USA antes que en España a través del sello editorial Amigo Comics.

Al poco tiempo y tras otros trabajos nacionales de por medio, Diego da el salto “real” a las

Américas ya que comienza su relación laboral con diversas editoriales, entre las que se encuentran Zennoscope, Dynamite o Boom! Studios. Series como Grimm Fairy Tales Presents Coven, el crossover Army of Darkness/Princesa Xena, Red Sonja o Red Agent disfrutan de su arte en las páginas interiores. Y claro está, unos clásicos como son los Power Rangers.

El caso es que parece que Diego le coge el gusto a las franquicias ya que actualmente trabaja estrechamente con Dark Horse con dos títulos que han sido un bombazo absoluto. Me refiero a Stranger Things en sus arcos Dungeons & Dragons y La Tumba de Ybwen y más recientemente Avatar: El Terreno Elevado.

Todo este trabajo lo complementa como maestro de las portadas alternativas en los últimos años con las que ha conseguido posicionarse muy muy alto. Ojito a las de BRZRKR, el cómic creado por Keanu Reeves.

Como habéis comprobado, no hay dudas que la labor de estos tres fenómenos de la naturaleza es más que loable y que ahora mismo no hay límite para ninguno de ellos. Y más que merecido. Pero estos son solamente tres ejemplos de los muchos que tenemos en nuestra bendita Sevilla. Junto a Galán, Bocardo y Galindo hay muchos más profesionales de la industria comiquera de los que sentirnos muy orgullosos y seguro que darán mucho que hablar en el futuro.

¡Qué vivan los tebeos!

Un artículo de Samuel Valderas
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