Eagleton terry la idea de la cultura

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trifulcas entre los kantianos y los comunitaristas. Y es que en todos estos casos, parece que nos debatimos entre la capacidad del espíritu para abarcar 10universal y nuestras limitaciones como seres vivos. Uno de nuestros términos clavepara referimos a ese alcance global del espíritu es «imaginación». Quizás ningún otro término del léxico de la critica literaria ha tenido una carga tan positiva como la de éste. Como «comunidad», «imaginación» es una de esas palabras que todo el mundo aprueba, io cual ya es bastante para dudar seriamente de ella La imaginación, se dice, es esa facultad por medio de la cual podemos sentir empatía con lbs demás y, por tanto, una facultad gracias a la cual te puedes orientar en el territorio ignoto de otra cultura Es más. se supone que podrías hacerlo en cualquier otra cultura, puesto que esa facultad es de alcance universal. Pero, claro, esto deja sin resolver una cuestión, a saber: dónde estás realmente tú, tú como algo distinto a esas otras gentes. En un sentido, pues, la imaginación no implica posición alguna: subsiste, exclusivamente, a través de su intenso poder de empatía con los otros, y como la «inclinación negativa» de Keats, puede conectar empáticamente con cualquier forma de vida, Como el Todopoderoso, esta facultad cuasidivina parece ser todo y nada, estar en todas partes y en ninguna. En fin, una pura ausencia de sentimiento, carente de una identidad propia, que se alimenta parasitariamente de las formas de vida de los otros, pero que trasciende esas formas de vida a través de un poder invisible que le permite introducirse sucesivamente en cada una de ellas. La imaginación, pues, centra y descentra al mismo tiempo; te dota de autoridad universal, pero sólo porque te vacía de cualquier identidad especifica. No puede figurar entre las culturas que explora, puesto que ella es la actividad consistente en explorarlas. La imaginación, pues, posee una promiscuidad que la convierte en algo con menos sustancia que esas identidades establecidas, pero también posee un carácter multiforme y

voluble que esas identidades establecidas nunca pueden alean',zar. No es tanto una identidad en si misma, sino el conodmiento de todas las identidades y, en ese sentido, es más que una identidad precisamente por el hecho de ser menos. No es dificil detectar en esta doctrina una forma liberal de imperialismo. Occidente no tiene una identidad propia, quizás porque no necesita ninguna. Lo bonito de ser soberano es que uno no se tiene que preocupar de quién es, puesto que, de forma engañosa, uno cree que ya 10sabe. Lodiferente son las otras culturas, mientras que tu propia forma de vida es la norma y, por lo tanto, no es una «cultura». sino el patrón con el que otras formas de vida aparecen como culturas, con toda su fascinante e inquietante singularidad. No se trata de la cultura occidental, sino de la civilización occidental-oímos a menudo-, o sea, de Occidente como forma particular de vida, pero también como locus de una forma universal de vida. La imaginación, o 10 que es lo mismo, el colonialismo, significa que otras culturas sólo saben de sí mismas, mientras que nosotros sabemos de ellas. Esto nos vuelve más inseguros que esas culturas, pero también nos da una ventaja cognitiva y política sobre ellas, una ventaja cuya consecuencia práctica es que, antes o después, ellas también dejarán de, estar seguras. El encuentro colonialista, por tanto, es un encuentro entre la Cultura y la cultura, un encuentro entre un poder que es universal, pero por 10mismo demasiado difuso e inestable, y un modo de vida localista. pero seguro, al menos hasta que la Cultura le planta sus acicaladas ruanos encima. Esto tiene consecuencias obvias para el así llamado onulticulturalismr». La sociedad está hecha de culturas diferentes, y en derto modo no consiste m..ás que en ellas, pero también es una entídad trascendente, da sociedad»,que no es una cultura especi(ica,sino el patrón y la medida de todas ellas. La sociedad pues.se parece a la obra de arte de la estética clásica: no es algo que_ por encima de sus instancias particulares, pero sí operaCOll'lO


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