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¿Una Cortina de Hierro 2.0? Guterres pide a EU y China que eviten la “Gran Fractura”

Fotos: Twitter

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La secretaria del Tesoro de EU, Janet Yellen, y su homólogo chino, Liu He, este miércoles en Davos, Suiza.

El secretario general de la ONU alerta desde Davos del riesgo de desconexión de las dos superpotencias

Foro Davos

Fran Ruiz

Con información de agencias

El peligro de que se forme en este siglo digital y cuántico una nueva Cortina de Hierro, como la que dividió al mundo en la segunda mitad del siglo pasado es real, sólo que, en esta ocasión, Estados Unidos no compite contra la misma superpotencia, la desaparecida URSS —por mucho que el presidente ruso, Vladimir Putin, trate ahora de reconstruir el imperio a la fuerza, con la invasión de Ucrania—, sino que compite contra China.

El propio secretario general de la ONU, Antonio Guterres, alertó este miércoles del riesgo real de que esta falta de entendimiento, crecientemente hostil acabe en una ruptura de todos los vasos comunicantes entre las dos superpotencias y se produzca lo que él mismo acuñó como la “Gran Fractura”.

“Nos arriesgamos a una desconexión de las dos mayores economías del mundo, una grieta de dimensiones tectónicas que podría crear dos normativas comerciales, dos divisas dominantes, dos redes de internet y dos estrategias de inteligencia artificial en conflicto”, alertó Guterres en su discurso ante líderes económicos y políticos de todo el mundo, reunidos en la pequeña localidad suiza de Davos, como cada enero.

PELIGRO DE “FUTURA CONFRONTACIÓN”

Según dijo, “hay muchos aspectos en los que los lazos China-EU divergen, particularmente en cuestiones de derechos humanos y seguridad regional, pero es posible y es esencial que se comprometan juntos en acción climática, comercio y tecnología, para evitar esa desconexión e, incluso, la posibilidad de una futura confrontación”.

En otras palabras, el líder de la ONU alerta sobre el temor a una Cortina de Hierro 2.0, donde Washington y Pekín ejerzan de fuerzas centrípetas hacia otros países (modelo liberal en el primero y autoritario en el segundo) y a su vez, ambas superpotencias ejerzan de fuerzas centrífugas entre ellas mismas, con el riesgo de que muchas naciones queden atrapadas en el jaloneo de uno y otro, como está ocurriendo ya en Ucrania y como podría ocurrir en Taiwán, si Xi Jinping cumple su amenaza de tomar Taiwán, por las buenas o por las malas. Coincidencia o no, las palabras de Guterres parecen que fueron escuchadas por los enviados de Estados Unidos y China en el mismo lugar que las pronunció.

PLÁTICA “SINCERA Y CONSTRUCTIVA”

La secretaria del Tesoro estadounidense, Janet Yellen y el viceprimer ministro chino, Liu He, se reunieron este miércoles en Davos, donde mantuvieron, según el comunicado del Departamento del Tesoro, una conversación “sincera, sustantiva y constructiva”.

Se trata del primer encuentro de alto nivel entre las dos superpotencias desde la reunión entre el presidente Joe Biden y Xi en Bali (Indonesia), que se celebró en noviembre, y con la que se pretendió encauzar las relaciones bilaterales, luego de la visita en agosto de la entonces líder del Congreso, Nancy Pelosi, a Taiwán, que provocó la ira de Pekín y peligrosos acercamientos de aviones de guerra chinos a la isla en represalia.

Tras su encuentro con Liu, Yellen remarcó que ambos comparten “la responsabilidad” de demostrar que China y Estados Unidos pueden manejar sus diferencias y “evitar que la competencia se convierta en algo cercano a un conflicto”.

Si bien existen “áreas de desacuerdo”, añadió, “no debemos permitir que los malentendidos, en particular los derivados de la falta de comunicación, empeoren innecesariamente nuestra relación económica y financiera bilateral”.

“MEJORAR LA COMUNICACIÓN”

Durante la conversación, siempre según el comunicado del Departamento del Tesoro, ambos intercambiaron puntos de vista sobre la evolución macroeconómica y financiera y acordaron “que es importante para el funcionamiento de la economía global mejorar aún más la comunicación”.

Yellen y Liu estuvieron de acuerdo en la importancia del desarrollo sostenible y en mejorar la cooperación sobre financiamiento climático a nivel bilateral y multilateral, dentro de la ONU, el G20 y la APEC, así como a través del apoyo a los mercados emergentes y los países en desarrollo en sus procesos de transición hacia fuentes de energía más limpias.

DÉCADA CLAVE

Sobre esta transición hacia la energía verde, el secretario general de la ONU advirtió que la batalla por mantener ese límite fijado en el Acuerdo de París “puede ganarse o perderse en esta década, y por el momento la estamos perdiendo”, y recordó que, al ritmo actual, en este siglo se superarán los 2.8 grados de aumento, “con consecuencias devastadoras” para el planeta y para la humanidad.

“Partes de nuestro planeta se volverán inhabitables, y para muchos esto será una sentencia de muerte”, afirmó Guterres, quien se hizo eco de recientes revelaciones, según las cuales la petrolera Exxon ya sabía en los años 70 del siglo pasado que estábamos abocados al cambio climático pero no hizo nada para detenerlo.

“Como ocurrió con la industria tabacalera, pasaron de puntillas por sus propias conclusiones científicas, mantuvieron una gran mentira, y ahora sus responsables tienen que rendir cuentas, como en su día lo hicieron los del tabaco”, declaró.

Por último, Guterres pidió reformas de un sistema financiero mundial que “niega por sistema alivio de deuda y financiación de apoyo a países vulnerables que la necesitan desesperadamente”.

Al sector empresarial privado global, le pidió que cree cambios en sus modelos y prácticas para que contribuyan a lograr los objetivos de desarrollo sostenible, entre ellos “expandir las oportunidades económicas de la mujer”, “lograr igualdad en el reparto de vacunas” y “conseguir una seguridad alimentaria mundial”.

Crean el mapa mundial de compositoras; abarca del siglo 9 hasta el 2005

Cuenta con 600 autoras y es una forma de remediar la injusta desaparición de sus trabajos, dice la musicóloga Sakira Ventura

Entrevista

Eleane Herrera Montejano

Carolina.herrera.montejano@gmail.com

Tres años después de haber empezado el mapa mundial de compositoras, que abarca a creadoras del siglo 9 al 2005, la musicóloga Sakira Ventura se siente optimista respecto de los proyectos que han surgido alrededor.

“Uno de mis principales miedos era que el mapa se quedara sólo en un pasatiempo y no se entendiera el cometido de mi trabajo. Daba igual si tenía 10 o 100 compositoras y si después éstas no aparecen en las aulas, escenarios o grabaciones de música. A raíz del mapa me han dado oportunidades para seguir divulgando sobre todas ellas”, comenta en entrevista desde España.

Hasta el momento, el mapa digital que se aloja en la dirección web “www. svmusicology.com/mapa” integra a más de 600 compositoras de distintas latitudes. Entre las compositoras están las mexicana Gabriela Ortiz y Kassia, compositora e himnógrafa bizantina-griega, a la que se le atribuyen más de 50 obras litúrgicas en el siglo 9.

“Debía poner límites a mi proyecto de investigación y marqué que fueran sólo compositoras de música clásica porque, a final de cuentas, es mi especialidad. Cantautoras en todos los géneros hay en todo el mundo, con talento increíble, pero no me da tiempo de hacer un proyecto que abarque a todas. Me daba igual el punto geográfico del mundo o la fecha de nacimiento”, explica.

La doctoranda por la Universidad de Castilla-La Mancha, Sakira Ventura inició este mapeo durante la pandemia por COVID-19. “Con más tiempo en casa me di cuenta que he tenido lagunas fuertes durante mi formación musical”, relata.

Empezó a investigar sobre mujeres y decidió que había que ponerlas en un mapa para comenzar a remediar la injusta desaparición de sus trabajos, lo que ha sucedido en todas las disciplinas, así como en la música.

“Me llamaban la atención las compositoras porque en el siglo 19 los científicos decían que las mujeres no estaban capacitadas biológicamente para llevar hacía falta”, opina, con una sonrisa.

“Nos pensamos que estos trabajos de rescate y visibilización son para poner en valor a las compositoras de hace 300 siglos y nada que ver: esta base de datos, principalmente, se está utilizando para conocer autoras actuales o fallecidas en el siglo 20 porque hoy en día también hay mujeres que se dedican a la composición musical —igual que la dirección o investigación— y, por desgracia, no se cuenta con ellas”.

Apunta que si no fuera porque en España la mayoría de las instituciones musicales acatan una ley que obliga a un mínimo de compositoras representadas a lo largo del año, no habría mujeres en

Kassia, compositora e himnógrafa bizantina-griega, a la que se le atribuyen más de 50 obras litúrgicas en el siglo 9.

a cabo tareas de raciocinio como, por ejemplo, la composición musical. Al ver estas cosas sentí una necesidad de enfocarme en ellas”, añade respecto del origen de su proyecto.

NECESIDAD DEL MAPA

Una de las preguntas que Sakira recibía, con más frecuencia hace tres años que ahora, era ¿por qué su mapa sólo habla de mujeres y no incluye a compositores hombres?

“Si quieres saber sobre compositores coge cualquier libro o programa de radio, no entiendes de qué va el asunto. Si yo quiero un mapa de compositoras es que la experiencia ha demostrado que La española Sakira Ventura estudió flauta travesera en el Conservatorio Profesional de Música Joaquín de Sagunto y se tituló en Musicología en el Conservatorio Superior de Música “Joaquín Rodrigo” de Valencia.

Actualmente, se encuentra haciendo un doctorado en la Universidad de Castilla - La Mancha y continúa trabajando en el mapa de compositoras, del que han surgido otros proyectos, como una lista de reproducción en spotify, colaboración con el Instituto de las Mujeres del gobierno español, invitaciones a conversatorios y charlas e, incluso, la publicación de un libro que planea culminar en 2025.

¿Quién es Sakira Ventura?

ningún concierto.

“Y esa poquita representación aparece siempre en los conciertos de marzo. Entonces este tipo de trabajos no son sólo para compositoras fallecidas hace 300 años, sino que desgraciadamente son necesarios para que las mujeres de hoy también puedan trabajar porque están haciendo proyectos súper interesantes y, sin embargo, no se cuenta con ellas como se merecerían”.

A pesar del enorme camino por recorrer en el reconocimiento de las mujeres en todos los ámbitos, Sakira observa un cambio paulatino y tiene una actitud optimista sobre el progreso en esta área de los derechos humanos. “Al principio cuando daba conferencias era un choque [para la audiencia], como si hablara otro idioma, era todo nuevo. Tres años después veo que, un poquito, ya saben y saben a dónde acudir. Al final, mi esperanza es que el mapa deje de ser útil porque significará que ya gozamos de igualdad en los conciertos y las publicaciones”. “Yo si veo una mejoría y quiero pensar que antes de que me muera veré un cambio significativo en todo esto”, agrega .

OPINIÓN

La falsedad: un problema ético

Catalina Elena Dobre Doctora en Filosofía

¿Podemos ser totalmente honestos? ¿Qué lugar ocupa la falsedad en nuestra vida y qué significa realmente la falsedad? La falsedad no significa que, a veces, para proteger a los demás, no decimos toda la verdad, o evitamos decir con crueldad algunas cosas; la falsedad, al contrario, implica algo mucho más profundo y grave que tiene repercusiones a nivel social y moral. El filósofo ruso Nikólai Berdyaev decía con razón que “todavía la ética no ha prestado suficiente razón sobre la presencia de la falsedad en la vida moral y espiritual del ser humano”. Preocupada por el legalismo moral, o por diferentes tendencias realmente innecesarias (como la metaética o la neuroética), la ética ha dejado a un lado este tema, que es muy importante, porque tiene que ver con el modo de ser y de pensar del ser humano. Filósofos como Kierkegaard, Nietzsche, Shestov, Max Picard, Benjamin Fondane; o escritores como Tolstói o Dostoievski, entre otros, llamaron la atención sobre la falsedad, pero han sido lo suficientemente ignorados o considerados “rebeldes”, ya que la ética y los eticistas tiene otros problemas “más importantes” que resolver.

Pero ¿qué hacemos con el hecho de que la falsedad la consideramos de común acuerdo como algo “bueno”? Aquí hay realmente un problema. Kierkegaard habla, en varias obras suyas, sobre el engaño y el autoengaño; en otras palabras, sobre la inautenticidad de la vida que surge en el momento cuando no asumimos lo que somos y no asumimos la vida que tenemos, dejándonos llevar por todo aquello que no nos define realmente, sino que nos ha sido inculcado como “bueno”.

Nikólai Berdyaev, por su parte, habla de una falsedad profundamente arraigada en el alma del ser humano, de tal modo que esta se transforma en una costumbre que toma la forma de un deber moral o uno religioso; es decir, se vuelve lo que hoy llamamos el “establishment”, lo “politically correct”, “lo convencional” o “lo comúnmente aceptado”, pero que en realidad priva al ser humano de un juicio personal, de pensar por sí mismo con sus propios criterios. Así, los juicios morales, en lugar de ser el resultado de una reflexión individual, de la conciencia singular y de la libertad; al contrario, son

El Pecado Original, en la Capilla Sixtina, de Miguel Ángel.

impuestos por los demás (sociedad, familia, clase, nación, partido, etcétera) que inducen y obligan moralmente al individuo a un modo de pensar sin cuestionarse: ¿si lo que recibimos de estas instancias es realmente algo valioso o es una hipocresía moral?

Ser ético no implica seguir lineamienos considerados por otros “correctos”; en las familias puede haber reglas que no son necesariamente éticas y se siguen como ley; en la política ya ni decir, en este ámbito la mentira se vuelve algo común; en la religión tampoco los dogmas son Dios; así como los grupos religiosos tampoco tienen la verdad; y, en la sociedad, igual, “la opinión pública” no es la verdad.

Entonces, afirmo que la verdadera vida ética no significa seguir ciegamente imposiciones que se presentan como “el bien”, ya que en realidad pueden ser sumamente falsas. No significa que un ser humano tiene que cortar los lazos con su familia, la sociedad, los grupos, las instituciones, etcétera, sino más bien se trata de atreverse a pensar con el filtro de su propia conciencia, de reflexionar y “juzgar por sí mismo”, como también decía Kierkegaard.

La vida ética significa, antes que nada, pensar y después actuar. Vivimos en una sociedad de mucho activismo (que en el fondo es una una simulación). Ser activista no significa necesariamente ser ético. Pensar es un trabajo que requiere de esfuerzo, de un cuestionamiento continuo y de una responsabilidad personal. Por lo mismo, muchos prefieren que se les “diga” qué hacer, y esto crea la mentalidad del rebaño que se basa en una falsedad.

Friedrich Nietzsche, tenía una inquietud real cuando se preguntaba, ¿Qué tal si en lo que consideramos bueno, reside un síntoma de retroceso y un peligro, un veneno, o un narcótico?, ¿Qué tal si la

Nikólai Berdyaev, por su parte, habla de una falsedad profundamente arraigada en el alma del ser humano, de tal modo que esta se transforma en una costumbre que toma la forma de un deber moral o uno religioso

moral que se rige bajo el cumplimiento de unos dogmas representa el peligro de los peligros? Y en su escrito Más allá del bien y del mal se preguntaba: “¿En qué condiciones se inventó el hombre los juicios de valor? ¿Qué son las palabras bueno o malo?”. Esta moral dada, establecida -para Nietzsche, para Kierkegaard o para Berdyaev- representa la falsedad, ya que detrás de este “establishment” yacen sentimientos como venganza, resentimiento, envidia o una crueldad muy refinada, enmascarados en la falsedad.

Hoy en día nos enfrentamos a diferentes “modas” sociales que se han vuelto el “establishment”. Pero, como dice Berdyaev, con razón: “cada moda social es una falsedad convencional”. Y, animados por las modas, seguimos difundiendo la falsedad en el modo de organizar la sociedad, las instituciones, llegando a funcionar bajo el “principio”: “es preferible aceptar una mentira, que decir la verdad”; “es preferible no cuestionar y creer que estamos en el camino correcto”, animados por la idea de un futuro optimista y por el eslogan de una “mejor sociedad”. Es así como caemos en nuestra propia trampa. La falsedad se transforma en un “bien” aceptado por todos, aunque en el fondo es “un mal”.

Aristóteles afirmaba con razón que “todo el mundo quiere el bien” pero, en este afán de querer el bien, el hombre descuida “los medios”; no importa si la falsedad se transforma en “deber” mientras es para “el bien”. Así funcionaron todos los regímenes totalitarios, así funciona toda manipulación (política, religiosa, social), y así es como aceptamos la mentira como “virtud”, porque se llama “ser cordiales”, confundiendo un valor como la amabilidad con la falsedad. Nietzsche criticaba lo que llamaba “la economía de la bondad”; es decir, una falsa bondad, y consideraba que esto es signo de la decadencia total. Un hipócrita, dice Berdyaev es una persona que actúa con las manifestaciones de otra diferente, porque ha perdido su verdadera personalidad.

Una verdadera vida moral empieza con la honestidad que es un problema de conciencia, un problema que cada ser humano tiene que “resolver” por sí mismo. Berdyaev consideraba que los conceptos de verdad y falsedad en la moral representan una preocupación existencial y no legalista. Cuando se parte del legalismo se llega a una pedantería moral que es, en el fondo, la mentalidad maniqueísta del rebaño (que necesita dividir a los demás en los buenos y los malos), que anula la vida espiritual de un individuo; dentro de esta mentalidad la falsedad se transforma en “el bien” comúnmente aceptado .

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