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Fran Ruiz - Páginas
from 14-07-2022
EFE
Miles de personas tomaron este miércoles al asalto el palacio de gobierno de Sri Lanka, en Colombo.
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Qué está pasando en Sri Lanka y por qué podría tener un “efecto pandemia”
La combinación de líderes incompetentes y la infl ación como arma de destrucción masiva ha puesto en pie de guerra a los ciudadanos de esa isla al sur de India. De proseguir la crisis global en precios de alimentos y combustible el peligro de contagio a otros países es muy alto… y lo vimos muy cerca: en Ecuador
Crisis
Fran Ruiz
fransink76@gmail.com
La última noticia relevante procedente de Sri Lanka ocurrió el 17 de mayo de 2009, cuando el ejército de la mayoría cingalesa recuperó los territorios controlados por los Tigres Tamiles, minoría étnica separatista residente en el extremo norte de la isla al sur del subcontinente indio. Al día siguiente, el ejército de Sri Lanka anunció el fin de los ataques y la “derrota total” de los Tigres Tamiles, tras la muerte de su fundador y líder, Velupillai Prabhakaran, cuando intentaba huir de la zona de combate
El comandante de las fuerzas victoriosas, Mahinda Rajapaksa, fue considerado héroe nacional militar, y abrió el camino para otra victoria, esta vez en las urnas, que llevó a la Presidencia a su hermano menor, Gotabhaya Rajapaksa.
Esta vez quien huyó, aunque con más éxito que el asesinado líder tamil, fue el propio Gotabhaya Rajapaksa. El martes pasado abandonó precipitadamente el país, rumbo a las cercanas islas Maldivas, luego de que el sábado una turba tomara el palacio presidencial de Colombo, en protesta por la peor crisis económica de la historia del país insular de 22 millones de habitantes, conocido como Ceilán cuando era colonia británica, hasta que logró la independencia en 1948.
Su hermano y héroe de guerra — más bien criminal de guerra, a tenor de los testimonios y evidencias de ejecuciones en masa de prisioneros tamiles, recogidos por diversos observadores internacionales— no tuvo tanta suerte. Mahinda Rajapaksa, quien fuera primer ministro desde 2019 hasta su dimisión el pasado 9 de mayo, se olvidó su pasaporte estadounidense en el caos de la huída y no pudo tomar un avión comercial que lo sacara de la República Socialista Democrática de Sri Lanka, país del que también fue presi-
“Saldremos a las calles hasta que tengamos un líder que pueda resolver esta crisis. Necesitamos a alguien joven y fuera de este sistema corrupto” El presidente huído prohibió la importación de fertilizantes, creando una crisis de producción agrícola, desabasto e infl ación
dente, desde 2005 hasta 2015.
Con la huida del presidente y su promesa de renunciar este miércoles y con él todo su gobierno, se esperaba el regreso de la calma en las calles de la capital. Pero no ha sido así.
En un giro inesperado, Gotabhaya designó como presidente interino al actual primer ministro, Ranil Wickremesnghe, considerado un títere de los hermanos Rajapaksa, cuando lo acordado es que ambos renunciaran al cargo, para dar paso a un gobierno interino que convocara de urgencia elecciones.
De acuerdo a la Constitución de Sri Lanka, sólo con la renuncia del presidente y del primer ministro el Parlamento puede designar entre sus representantes a un presidente interino que complete el mandato.
TOQUE DE QUEDA
Aunque el presidente encargado ordenó este miércoles un toque de queda en Colombo para tratar de contener la situación, las multitudinarias manifestaciones volvieron a instalarse frente a varias instalaciones gubernamentales, tomando el control la oficina del primer ministro.
“Saldremos a las calles hasta que tengamos un líder que pueda resolver esta crisis. Necesitamos a alguien joven y alguien fuera de este sistema político. Son corruptos”, dijo uno de los participantes en las multitudinarias protestas, Tani Abeykoon.
Los manifestantes se dirigieron también hasta el Parlamento, poco después de que Wickremesinghe, actuando en calidad de “presidente en funciones” solicitará a la Cámara la designación de un nuevo primer ministro que asuma el cargo ocupó hasta este miércoles.
La agitación alcanzó también la televisión estatal de Sri Lanka, que detuvo sus emisiones después de que un grupo de manifestantes entrara sus instalaciones.
“Hasta que termine la lucha, la Cooperación Rupavahini de Sri Lanka (red de televisión nacional) solo transmitirá programas sobre el sufrimiento de la gente”, dijo en directo uno de los manifestantes antes de que la emisora cortase la señal.
Instantes después, tanto la televisión estatal como otras cadenas cesaron sus transmisiones.
Pero, ¿qué pasó para que el clan Rajapaksa haya pasado de ser héroes a villanos?
ATAQUE YIHADISTA
Si hubiera que poner un punto de partida al inicio de la crisis srilandesa este sería el 21 de abril de 2019, cuando un comando terrorista islamista hizo explotar bombas en tres hoteles de lujo y tres iglesias, con el resultado de 250 muertos y más de 400 heridos.
El salvaje atentado espantó el turismo y una importante entrada de divisas a un país poco industrializado y tecnológico.
Fue cuando Gotabhaya Rajapaksa presentó su candidatura a presidente de cara a las elecciones de noviembre de ese mismo 2019, con la promesa de mano dura contra los yihadistas, al igual que hizo con los tigres tamiles. Ganó por goleada… pero cuatro meses después, en marzo de 2020 estalló la pandemia de COVID-19.
UNA ESTUPIDEZ ORGÁNICA
Pese al agravamiento de la economía, con la industria turística paralizada por el miedo al terrirosmo y al confinamiento global, el presidente Gotabhaya tuvo una ocurrencia que no hizo sino empeorarlo todo.
Anunció que su ambición era convertir a Sri Lanka en la primera nación del mundo 100% orgánica y para ello decretó la prohibición de importar fertilizantes y abonos químicos, y de paso, disminuir los gastos en divisas internacionales.
La consecuencia fue el peor de los dos mundos: por un lado, la reserva de divisas no disminuyó, aunque sí aumentó sospechosamente la riqueza de la familia presidencial “socialista” y la de altos mandos militares; y por otro lado, se desplomó la producción agrícola, con la consiguiente crisis de desabasto y aumentó de los precios de los productos, muchos de los cuales tuvieron que ser importados, dañado así a la reserva monetaria.
Para cuando el gobierno de Rajapaksa admitió su error, ya era demasiado tarde: a la crisis de desabasto mundial (consecuencia del confinamiento y la ruptura de la cadena de distribución en los principales puertos) se sumaron los planes del presidente ruso, Vladimir Putin, de invadir Ucrania en marzo.
Y DE REMATE, LA GUERRA
La guerra de Ucrania, considerado uno de los graneros mundiales de trigo y otros tipos de cereales, unido a las duras sanciones occidentales contra Rusia, dispararon los precios de los alimentos básicos y del combustible, al extremo de que la ONU advierte de que se viene encima una crisis alimentaria mundial, que arrastrará a la hambruna a países enteros.
En abril, incapaz de seguir honrando sus deudas, Rajapaksa anunció la entrada de la nación en el impago preventivo de su deuda exterior, aniquilando la confianza de sus acreedores, y obligado a acudir al Fondo Monetario Internacional (FMI) para solicitar un programa de rescate.
El coctel tenía ya todos los ingredientes para que fuera explosivo y esto es justo lo que ocurrió el pasado fin de semana, y su onda expansiva podría arrastrar al país surasiático a un conflicto civil de impredecibles consecuencias.
PON LAS BARBAS A REMOJAR
Aunque la crisis de Sri Lanka parezca demasiado lejana, parte de esos mismos ingredientes —inflación, carestía de la vida, desabasto, combustible por las nubes…— fueron los que hicieron estallar el mes pasado la grave crisis social en Ecuador, que casi tumba el gobierno de Guillermo Lasso… y Ecuador ya está más cerca. John Bolton, quien fuera asesor de Seguridad Nacional del expresidente de Estados Unidos Donald Trump (20172021), admitió este martes haber participado en la organización de golpes de Estado, aunque evitó poner ejemplos.
Bolton hizo estas declaraciones al ser entrevistado en la cadena CNN para hablar sobre el asalto al Capitolio de enero de 2021 por parte de una turba de seguidores de Trump, un suceso que está siendo investigado por un comité del Congreso.
Durante la conversación, el periodista Jake Tapper dijo que “no se necesita ser brillante para intentar un golpe”, a lo que el exasesor respondió: “No estoy de acuerdo. Como alguien que ha ayudado a planear golpes de Estado —no aquí, sino en otros países— puedo decir que requiere de mucho trabajo”.
Cuando el entrevistador insistió en este punto, Bolton rehusó comentar “casos específicos”.
Bolton, considerado un “halcón” republicano favorable al intervencionismo de Estados Unidos, ejerció como asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca desde 2017 y hasta que en 2020 Trump lo despidió por desacuerdos sobre la política hacia Venezuela.
El Banco de Canadá sorprende con una subida de 1 punto
El Banco de Canadá sorprendió este miércoles al anunciar la subida de los tipos de interés 1 punto, lo que deja el índice en el 2.5%, ante el imparable avance de la inflación, que en mayo se situó en el 7.7%.
Los analistas habían previsto que el Banco de Canadá subiría los tipos 0.75 puntos para igualar el último aumento de la Reserva Federal en Estados Unidos.
Es la cuarta subida consecutiva de los tipos de interés. En marzo, el banco central aumentó los tipos 0.25 puntos mientras que en abril y junio se vio forzado a aplicar subidas de medio punto por el rápido aumento de la inflación.
La autoridad monetaria canadiense señaló en un comunicado que la inflación en Canadá es más elevada y persistente de lo que había anticipado en abril y que se situará en torno al 8% durante los próximos meses.
“Con la economía claramente con un exceso de demanda, elevada inflación generalizada y más empresas y consumidores anticipando que la inflación persistirá a largo periodo, el Consejo de Gobierno decidió concentrar el camino hacia tipos de interés más altos al elevar hoy la tasa 100 puntos porcentuales”, explicó el banco central.
El Banco de Canadá añadió que el costo será mayor si la elevada inflación persiste y recortó el crecimiento de la economía a un 3.5% en 2022, un 1.75% en 2023 y un 2.5% en 2024.
Ex asesor de Trump se jacta de organizar golpes de Estado
