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Del Brexit al Bregret: una historia de arrepentimiento y descontento

Europa

Fran Ruiz fransink76@gmail.com

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La palabra Brexit ni siquiera es la original, sino que es un derivado de Grexit, creada a raíz del problema de deuda de ese país que tuvo que ser rescatado y a punto estuvo de ser expulsado de la Unión Europea. Surgió de la ocurrencia del premier británico, David Cameron, de convocar un referéndum sobre la permanencia de su país en el club comunitario europeo, el 23 de julio de 2016. Cuando se cumplen tres años de la salida del Reino Unido de la Unión Europea, luego de la sorprendente (o no tanto) victoria de los partidarios de divorciarse de la UE en el referéndum que se montó para contentar a los euroescépticos, la palabra Brexit se ha convertido en una especie de maldición que ha derribado ya cuatro gobiernos conservadores y ha generado el actual invierno del descontento.

Cameron —quien creyó ingenuamente que los británicos nunca iban a atreverse a romper con el continente, pese a que llevan en el ADN su insularidad que los diferencia del resto de Europa— dimitió tras ganar el sí al Brexit; su sucesora, Theresa May, se hartó de intentar negociar un Brexit que contentase al sector moderado y duro del partido gobernante; finalmente se impuso este último de la mano de Boris Johnson, quien también acabaría siendo arrastrado por sus juergas durante la pandemia, mientras el Brexit empezaba a hacer ya estragos en los precios y en la falta de personal sanitario (tras perder sus trabajos y sus permisos de residencia miles de inmigrantes).

Cuando todos pensaban que nada po - día ir peor llegó al poder Liz Truss con la promesa de seguir con el sabotaje de Johnson a sus compromisos del divorcio con los europeos (especialmente en lo concerniente a la frontera norirlandesa) y, de paso, aplicar un programa ultraliberal de reducción de impuestos a los más ricos, que puso a la libra y a las finanzas británicas al borde del colapso. Tras ser echada a patadas (casi literalmente) del 10 de Downing Street, su sustituto y actual primer ministro, Rishi Sunak, no es capaz de sacar al país de la debilidad y del descontento en el que se encuentra desde que tomó el poder en octubre de 2022.

Nadie celebró este 31 de enero de 2023 el tercer aniversario de la consumación del Brexit. Al contrario: este miércoles, la segunda economía del viejo continente amaneció semiparalizada por las mayores huelgas en una década, que recuerdan peligrosamente

Se calcula que medio millón de personas secundaron las huelgas que, sin llegar a paralizar por completo el país, sí alteraron de manera significativa la vida cotidiana de gran parte de los británicos, que llevan meses soportando huelga a tras huelga de diferentes sectores. En el caso de ayer no acudieron al trabajo medio millón de profesores y personal ferroviario.

CIEN

D As De Sunak Sin Luna De Miel

Se considera ya este miércoles el día de mayores movilizaciones en el Reino Unido desde 2011, pero, de momento, Sunak, quien cumple precisamente cien días en el poder (sin que disfrutara de un día de gracia por la opinión pública) no cede a las exigencias de subidas salariales para compensar una de las inflaciones más altas de Europa, por culpa, en gran parte, por la falta de suministros procedentes del continente que presiona los precios al alza.

La inflación en Gran Bretaña cerró en diciembre en el 10.5%, frente al 8.2% de Alemania, la primera economía europea, o el 5.2% de España, el dato mejor de las grandes economías del continente.

Pese a que la temperatura sube en las calles, Sunak, al que todos asocian inexorablemente como otra víctima del Brexit no parece transigir; y es que el primer gobernante británico de la historia de origen indio se encuentra entre la espada y la pared.

Su posición, como no se cansa de repetir, se basa en un fundamento claro, pero dramático: si se suben los salarios al ritmo que crece la inflación, ésta nunca bajará.

… Y LLEGÓ EL BREGRET

De las cinco grandes economías europeas —Alemania, Reino Unido, Francia, Italia y España— la única que cerró con su PIB negativo fue precisamente la británica, la que se salió de la UE porque se dejó convencer por políticos populistas como Johnson, quien vendió poco menos que un regreso al glorioso pasado imperial, si rompía con la “ladrona Bruselas”.

A tres años de la salida del Reino Unido de la UE, la palabra Brexit se ha convertido en una palabra maldita

El apoyo al Brexit ha caído en el arranque de 2023 al 32%, el mínimo de los últimos dos años, según YouGov

Dos tercios de los británicos apoyaría un nuevo referéndum, pero no está en la agenda de ninguno de los dos grandes partidos

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