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Rocky: El día que nos levantamos a correr
from LCDH090523
a la mujer que ama (Recuerden: siempre hay una mujer que impulsa a un hombre... ¡SIEMPRE! ) que no importa el origen sino el ímpetu para seguir adelante.
SI ATRAPAS ESTA COSA, PODRÁS ATRAPAR UN RAYO
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Ticket al Pasado
El jueves 14 de abril de 1977, en el extinto Cine Roble, los asistentes a la VII Muestra de Cine de primavera tuvieron el enorme privilegio de conocer la historia de un golpeador a sueldo y aspirante a boxeador de mala muerte que por azares del destino tuvo la oportunidad de enfrentarse al campeón mundial en ese momento para contender por el título de peso pesado. En un simplón resumen de mi parte, ése era el argumento de Rocky, del director John G. Avildsen.
La película se estrenó comercialmente el jueves 5 de mayo, iniciando su camino en los cines Diana, Manacar, el desaparecido Futurama y el otrora Pedro Armendáriz, donde yo la vi. Se mantuvo en cartelera cuatro meses en el Distrito Federal y luego recorrió el país seis meses más para quedar enraizada en la mentalidad del espectador mexicano desde hace ya más de cuatro décadas.
TIENES CORAZÓN ¡PERO PELEAS COMO UN MALDITO MONO!
La película fue escrita por el que resultó ser el protagonista de la misma, un actor de nombre Sylvester Stallone que había tenido una que otra aparición en el cine porno setentero y en varias películas clase B, de las cuales Death Race 2000 (1975), del director de culto Roger Corman, fue la más conocida.
Stallone cuenta una historia con ciertos tintes autobiográficos –no del mundo del boxeo pero sí del cine– acerca de un boxeador de barrio al que nunca termina de llegarle la gran oportunidad hasta que un día es seleccionado por el campeón del momento para que se enfrenten en una pelea por el título. Usando la doble fórmula ganadora en el cine -Deportes-más el pobre diablo que asciende por dedicación y empuje- Stallone logró crear un relato inspirador que no envejeció aun cuando su estreno en México ocurrió hace 46 años, y que se conserva fresco y emotivo para las nuevas generaciones que la ven por primera vez.
Personajes descritos de forma idónea, con los altibajos normales que permanecen en el anonimato; que viven y se desenvuelven en lugares donde la fortuna y el éxito no siempre están presentes, son el contexto natural donde a este hombre, que se dedica entre otras cosas a trabajar para los mafiosos de Filadelfia, se le abre el mundo para demostrarse a sí mismo y
Con una historia escrita de manera impecable en sus manos, el director John G. Avildsen viste de forma sobria el ascenso de este boxeador que se enfrenta no sólo al campeón mundial sino a sus propios demonios e inseguridades; con manejos de cámara que muestran el contexto a la vida íntima de Rocky: el barrio donde vive, calles envueltas en vapor y basura, vecinos levantándose para ir a trabajar, el mercado empezando actividad y todo lo que ocurre en una zona de la clase trabajadora, el ojo de la cámara también nos narra cómo, en la medida en que Balboa va saliendo de su “zona de confort” para entrenar y prepararse para la pelea, y acompañado siempre por el espectador, esa misma narrativa abre la toma como una metáfora del rompimiento de las ataduras para entrar en una carrera de esfuerzo y subir las escaleras del Museo de Arte de Filadelfia para recibir el amanecer de su nueva vida. Pero el “camino del héroe” no termina ahí; de hecho ahí arranca en la figura de un férreo entrenamiento bajo la implacable dirección de su mentor, Mickey, que lleva a Balboa al extremo de sus capacidades.
G. Avildsen maneja con mano firme el guión de Stallone para el cierre del enfrentamiento entre hombre común y toda una arrogante sociedad en su contra en la poderosa figura de un Apollo Creed seguro de sí mismo y con todos los privilegios a su favor. Con un uso magistral de la edición, el director logra meterse hasta lo más profundo de las sensaciones del espectador al mostrarnos a estos dos peleadores que en un principio se muestran en un cauteloso baile hasta que Rocky conecta derribando a Apollo.
A partir de este momento, el ritmo va escalando de la sorpresa hasta la desesperación, y donde la fuerza de los boxeadores no sólo está en los golpes sino también en el hambre de la victoria descrita puntualmente en off por los cronistas de la pelea. Y no es sino hasta el tercer round que, además de la voz de los locutores, entra la magia del compositor Bill Conti acompañando esta coreografía salvaje con la música idónea para lograr todos los ambientes necesarios con la acción, la reflexión y la motivación que a muchos nos erizó la piel aún cuando, para sorpresa de todos, el resultado fuera adverso a lo que esperábamos. Y esto, lejos de ser decepcionante, fue otro chispazo de genialidad volcado en el guión de Stallone y lo descubriríamos dos años más tarde en la segunda parte.
No por nada fue ganadora del Oscar a Mejor Película, Mejor Director y Mejor Edición, además de la nominación por Mejor Actriz principal, actor secundario, sonido, música original y hasta ese año lo más interesante de todo: Sylvester Stallone fue la tercera persona en ser nominada como actor principal y escritor en el mismo año por la misma película.
Los dos anteriores fueron Charles Chaplin por El Gran Dictador y Orson Welles por Ciudadano Kane, ni más ni menos.
¡LEVÁNTATE HIJO DE PERRA!
PORQUE MICKEY TE AMA
El fenómeno de Rocky trascendió no sólo al ámbito cinematográfico o deportivo sino también al discurso motivacional de los años siguientes. Conferencistas profesionales dedicados a asesorar empresas encontraron en la temática de Rocky el ejemplo perfecto de cómo salir adelante —eso que ahora los millennial le llaman resiliencia—, cómo superar adversidades e ir contra todo pronóstico por adverso que este sea para triunfar a base de esfuerzo y perseverancia siendo el tema de Bill Conti, “Gonna Fly Now”, la marca y acompañamiento perfecto para motivar al más desmotivado.
Pero esto no es nuevo. Estoy seguro que al salir del cine no fuimos pocos los que nos levantamos en las madrugadas siguientes —para sorpresa de nuestros padres, que no nos visualizaban precisamente como deportistas— nos pusimos unos pants y salimos a correr a las calles de nuestros respectivos barrios esquivando primero a los vecinos que nos veían con actitud de “¿Y a este qué le pasa?” para luego recibir los claxonazos de los autos cuando bajábamos de la banqueta por cualquier circunstancia no para animarnos sino para no ser atropellados y dar por terminada nuestra nueva vida de ejercicio al amparo de la fanfarria de Rocky. Y no dudo que haya habido quienes se atrevieron a tomar un vaso de tres yemas con clara de huevo antes de salir a correr; yo intenté con uno y luego de vomitar y ser la burla de mi padre, decidí que eso sí me lo podía saltar. Y desde luego que los más agradecidos fueron los propietarios de cientos de gimnasios en todas las ciudades donde se estrenó la película porque las inscripciones aumentaron exponencialmente y los rastros tuvieron que tener más control en su acceso porque nunca faltó el desquiciado que, ultra-motivado, quería colarse y dar unos cuantos uppercuts y jabs a las reses; de hecho, si por alguna circunstancia de vida veo un trozo de res colgado en algún lado - mercado, nevera, casa, rancho o donde quiera que haya una - no puedo evitar soltar unos cuantos golpes hasta oír el grito burlón del encargado del lugar: “¡Ya wey, bájale a tu Rocky!”. También debo reconocer que en la adolescencia me duró poco lo de Rocky; al menos hasta la siguiente película.


Pero la importancia de Rocky sobrepasa la pantalla, porque no es cuestión de la edad que tengas cuando la ves sino de la narrativa impuesta desde el guión de Stallone, la entendida dirección de Avildsen o la música inspiracional de Conti, sino que todos estos elementos logran crear en el espectador una sensación de triunfo pese a las circunstancias que estés viviendo en ese momento; que no hay nada que te pueda desviar del objetivo que te hayas propuesto y que siempre podrás levantarte pese a la tremenda golpiza que te esté dando la vida. Y pongo mi palabra en prenda que así es.
De hecho, mientras escribo este texto, tengo mis audífonos puestos con el tema de “Gonna fly now” y siento que el mundo es un inmenso cuadrilátero donde soy como Rocky Balboa aunque la vida insista en recordarme que parezco su cuñado Paulie.
Y aún así, mañana salgo a correr en la madrugada.




DEL DRIVE AL PUTT...
Esteban Galván Twitter @estebangj
Buenos planes, buenos proyectos…
DRIVE AL CENTRO DEL FAIRWAY… Ojalá los concrete Billy Carreto. Tuve la oportunidad de platicar con Billy Carreto, acerca de todos sus proyectos y planes que tiene a corto y mediano plazo, no hay uno que esté fuera de la realidad, no hay uno que no se pueda cumplir, no hay uno que no sea positivo para el golf de nuestro país. Carreto me comentó que tiene en mente planes y proyectos que abarcan prácticamente a todos los niveles del golf de nuestro país, ya lo hace con los profesionales de club, con estos profesionales que no tienen el tiempo para poder salir y jugar cinco días consecutivos, debido a que son los máximos responsables de los clubes en donde juegan nuestros infantiles y juveniles, a quienes les enseñan los secretos de este, el más bello deporte jamás creado, llamado golf.
Tuve la oportunidad de estar en San Gil, en Querétaro, en el Ranking Profesional de Golf, presentado por Golffit, y fue muy grato ser testigo del gran nivel que tienen los profesionales que forman parte de este ranking.
Más allá de la convivencia y del intercambio de ideas para mejorar en las clases, más allá del resultado, me da gusto ver que el Ranking cumple con creces su cometido…
MADERA 5 SÓLIDA… Me dio mucho gusto ver que los profesionales platican entre ellos y se dan tips para mejorar durante sus clases, esto simple y sencillamente beneficia a los niños que el día de mañana nos representarán en competencias internacionales. El ranking profesional de golf nació con la intención de impulsar, apoyar y mejorar las condiciones de los profesionales del club. Además de posicionarlos y consolidarlos en sus clubes. Y ha cumplido al pie de la letra. Esta es una gran idea de Billy Carreto, así como tiene muy buenos proyectos, ambiciosos, pero con buena estrella. Su profesionalismo seguramente hará que concrete sus ideas. En un corto plazo les estaré platicando de qué se tratan estos proyectos que involucran, insisto, a todos los niveles del golf de nuestro país. Ojalá… Ojalá…
FIERRO 8 AL GREEN… En lo que respecta al golf de nuestro país, no puedo dejar pasar la oportunidad de felicitar a Violeta Retamoza, una excelente jugadora amateur y de las pioneras en el LPGA Tour por nuestro país. Violeta ingresó al salón de la fama de la Universidad de Tennessee, en los Estados Unidos, su alma mater, y esto nos llena de orgullo y es la cereza del pastel en una gran trayectoria de golfista, y ahora de impulsora del golf, de la mexicana Violeta Retamoza. Recuerdo cuando Retamoza formaba parte del mejor golf del mundo para las damas, junto con Lorena Ochoa, parece que fueron ayer esas pláticas con Violeta momentos antes de salir a jugar en Tres Marías, campo en donde se jugaba el torneo de la LPGA.
Violeta desde siempre ha sido una profesional en todos los aspectos y ahora apoya a las futuras promesas de nuestro país a través de Xuntas, esta asociación que nació con la intención de impulsar a las jóvenes mexicanas. Enhorabuena para Violeta, felicidades…
APPROACH DE 12 YARDAS… Otro jugador que también está de fiesta es el mexicano, Luis Carrera, quien esta semana se graduó de su universidad y con eso seguirá su camino en el profesionalismo del golf. Ha sido pieza clave de selecciones nacionales y desde hace un par de años es profesional, empieza a tener buenos resultados y estoy seguro y convencido que pronto llegarán los triunfos. Es un joven que le dedica el tiempo necesario a la práctica y también a la estrategia de juego. Estoy convencido de que Luis Carrera dará mucho de qué hablar en un corto plazo, es un joven al que hay que seguir y apoyarlo cuando se jueguen torneos en nuestro país. Felicidades a Luis Carrera y éxito en lo que viene…
PUTT CORTO… Esta semana se juega en Oklahoma una etapa más del LIV Series y seguramente habrá muchos mexicanos, es un campo que conoce a la perfección el de Reynosa, Tamaulipas, Abraham Ancer, porque jugó en la Universidad de Oklahoma, así que seguramente contará con muchísimo apoyo de la galería. Además, su compañero de equipo, el español, Eugenio López-Chacarra, también es egresado de Oklahoma, aunque él por la Universidad del Estado, pero seguramente también tendrá mucho apoyo. Así que el equipo de los Fireballs es de los favoritos para conseguir el título en Oklahoma. Usted puede seguir la transmisión a través de Claro Sports en su canal de YouTube. Por lo pronto, practique mucho, disfrute el juego y continúe… del Drive al Putt.