Lacarne magazine n19

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árbol caído. Se nos plantean cuestiones como si la intención del gobierno no será otra que la privatización de la propia cultura, convertirla en un artículo de lujo al alcance de unos pocos, etc. Un sinsentido, pues pensamos que el arte, como máxima expresión del sentimiento humano, emerge del pueblo, pertenece al mismo y si la tecnología hace del planeta una

aldea más global, la creación artística, que fluye por los cuatro costados del globo, no hace más que acercar a las personas, con lo cual con esta política sobre la cultura vamos en contra natura a ese sentimiento, a ese pensamiento común que acerca a los pueblos. Cultura accesible, compartida, pero ni a cualquier precio ni gratis, porque creemos que no hay nada gratis, que igualmente, de alguna manera, lo estamos pagando. Un ejemplo muy claro es el de la música en la red. No hay música ni gratis ni regalada. Cuando descargas una canción de internet de forma gratuita y por ejemplo, ilegal, además de haber pagado el equipo desde donde te conectas, la cuota de conexión, el dispositivo de almacenamiento, etc, estás cediendo tus datos a un proveedor de servicios que se está lucrando con tus visitas a través de la publicidad. Esto viene generando un modelo de negocio en el que la industria musical, debido a la crisis económica, a su falta de adaptación

a los cambios tecnológicos y a la cultura de gratuidades que tenemos en España, sale mal parada. Los grupos musicales ganan en popularidad, pero si no tienen los medios necesarios como para llegar al gran público fuera de internet (la mayoría), quedan con el culo al aire. ¿Y por qué decimos esto? Porque hace unos años había sellos discográficos independientes que apostaban e invertían en la carrera de aquellos grupos que les resultaban interesantes. Editaban álbumes, ep’s, singles, etc, corrían con los gastos de una gira, construían una carrera en torno al artista... ¿Era esto mejor que lo que los grupos tenemos ahora? ¿Podríamos haber mantenido un modelo de industria musical acorde con las necesidades de público y artistas? Ahora mismo la única salida es la autoedición, y sigue habiendo numerosos intermediarios, pero han cambiado de nombre y de epígrafe empresarial. A nosotros, internet nos ha beneficiado y nos ha perjudicado. Quizá hayamos llegado lo suficientemente tarde como para lo viejo y lo suficientemente pronto como para lo nuevo, lo que aún por construir, porque queda aún mucho trabajo por hacer. En cualquier caso, todo lo relacionado con la industria musical lo consideramos, como decía Herzberg, un factor de higiene, que puede incidir en nuestra satisfacción, pero no en nuestra motivación. La música en sí, los sonidos, las melodías, las armonías, los ambientes... eso es lo que queremos, el problema es que hemos de sacar el tiempo necesario y suficiente para ocuparnos de otras tareas que nos permitan pagar la luz o la hipoteca, ocuparnos de nuestras familias, etc. Ha sido un placer haceros esta entrevista y ha sido de gran valor vuestras opiniones. Gracias desde LaCarne Magazine¡¡¡¡ Gracias, LaCarne Magazine, por vuestra importante labor de difusión y apoyo a las bandas, grupos y artistas extremeños. A vuestra vera y entre muchos, seguiremos construyendo la historia musical extremeña. Salud y mucha música!

http://cajonesdesastre.com LaCarne Magazine

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