Los bienes terrenales del hombre leo huberman

Page 31

ción, construyeron alrededor de su población muros protectores, que probablemente se asemejaban a las empalizadas de los colonos norteamericanos. Las viejas murallas ya no eran necesarias y se desplomaron. El antiguo burgo no se expandió, sino que fue absorbido por el más reciente fauburg, donde “pasaban cosas”. El pueblo comenzó a abandonar las aldeas feudales para iniciar una nueva vida en estas poblaciones cada vez más activas. La expansión comercial significaba trabajo para más gente. Y ésta acudió en su busca a los nuevos centros. Digamos ahora que no sabemos que lo antes dicho sea cierto. Todo es simplemente la especulación de algunos historiadores, particularmente Mr. Henri Pirenne, cuya colección de datos para probar lo que era la existencia en las ciudades de la Edad Media y cómo se desarrollaron éstas, es tan fascinante como cualquier novela policíaca. Una de las pruebas más evidentes de que el comerciante y el residente en una ciudad eran uno y el mismo, es el hecho de que en los principios del siglo XII la palabra “mercator”, que significa comerciante o mercader y la palabra “burgensis”, que significa uno que vivía en la ciudad (burgo), eran usadas indistintamente. Si se recuerda cómo se fundó la sociedad feudal, se verá la expansión del comercio que llevó al crecimiento de las ciudades habitadas principalmente por una creciente clase de mercaderes, seguramente iba a conducir a un conflicto. Toda la atmósfera del feudalismo era de confinamiento, mientras toda la atmósfera de la actividad comercial en la ciudad, era de libertad. La tierra de las poblaciones pertenecía a los señores feudales, a los obispos, a los nobles, a los reyes. Los lores (Señores Feudales) al principio no veían las tierras de las ciudades de modo diferente a como veían las otras tierras. Y esperaban cobrar derechos y gabelas, disfrutar monopolios, fijar impuestos y servicios de trabajo y controlar los tribunales de justicia como siempre lo hicieron en sus haciendas feudales. Pero esto no podía ocurrir en las poblaciones. Todo aquello era, feudal, esto es: basado en la propiedad de la tierra y los implementos del trabajo. Y todo esto tenía que cambiar, en lo que a las ciudades concernía. Las regulaciones y la justicia feudales habían sido fijadas por la costumbre y era difícil alterarlas. Pero el tráfico comercial es por naturaleza activo, desea cambiar y se impacienta ante las barreras. No se adaptaba a la rígida armazón feudal. La vida en las ciudades era muy distinta de la vida en los feudos y habrían de crear nuevas formas.

31


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.