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ATAHUALPA YUPANQUI
voces que le bullen dentro de su sangre. Por eso, hurta a veces en el discurso del canto aquello que puede llevarlo a revelar su verdad, su profunda verdad, y se entretiene entonces tejiendo con hilo de copla hispana, una trama de amor y de nostalgia que lo presente manso y efectivo, en lugar de soberbio, luchador, guerrero y orgulloso de su soledad y de su indianidad. “Arroja la quena, porque no has sabido encontrar en ella sino el dolorido son de tus angustias. ¡Levanta la frente! Que desde lo alto de la cordillera, eres poncho al viento como una bandera que flota en los siglos, misteriosamente...” R. CHIRRE DANÓS Los mismos “marchantitos” que hallamos junto a las cercas de las estaciones ferroviarias, desde Yala hasta La Quiaca. Las mismas imillas de cara redonda como manzanitas de Huacalera, son las manos que sostienen la zamba de Febrero, el bailecito del verano, el tambor bagualero que rueda su quejumbre el año redondo, de ventana a ventana, de corral a corral, de soledad a soledad. La rueda del canto, con la cantora al medio, viene de las lejuras del tiempo, eternizando los ritos agrarios del Ande. Esos pueblos jujeños, de angostas callejuelas de piedra, asoman la vida quebradeña cargados de años, con algo de las viejas aldeas españolas. Sólo el silencio, el altivo silencio es el sello definidor de esos caseríos. Hay pueblos que alcanzan el prestigio por la palabra, por la anécdota, o por el héroe. En Jujuy, las villas, las aldeas alcanzan su notoriedad por el silencio, que es su historia, su pasado, su dignidad, siempre actual, su sello más elocuente y cabal. De ese silencio salió Domingo Zerpa, el poeta indio de Abra Pampa, caminando cien leguas con sus versos: “Versos chiquitos tamaño un dedal, para los bolsillos de tu delantal.” Un día caminó las sendas abajeñas, con su primer libro: “Puyapuyas”. Nos gritó su rebeldía, su amor, su pesar. Como todo poeta, ya desde niño soportaba la nostalgia. Y nos pobló el paisaje con rebozos y ponchos, con zambas bailadas en la Puna, con arreos distantes, con miedos y con sueños.