NO. 59 ¿Cuánto costó el voto verde?

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18 de agosto de 2012

APORTÓ LA CNC OCHO DE 10 MILLONES DE VOTOS QUE OFRECIÓ A PEÑA Lourdes Rudiño

El faltante se debió, explica, a una insuficiente presencia de cenecistas en la observación de las casillas, lo cual fue particularmente evidente en las zonas rurales del Distrito Federal (DF). Pero también el comportamiento de las encuestas –con un declive de Peña Nieto previo al 1 de julio– hizo mella en el ánimo de los votantes rurales, y además la CNC reconoce que el PRI no ha logrado recuperar apoyo en algunos espacios, como el propio DF, desde los descalabros electorales que sufrió la década pasada. Respecto de la vigilancia en las casillas el 1 de julio, Alcántara centra su queja en lo ocurrido en el DF. Aquí, dice, predominan “una antiética brutal, un descaro absoluto en materia electoral, un clientelismo brutal como no creo que exista en ninguna otra parte del país”, y los miembros de la CNC sufrieron muchas dificultades, incluso agresiones, y “a un buen porcentaje de nuestros representantes no los dejaron llegar a las casillas”. En entrevista, Alcántara explica que, dado que Beatriz Paredes Rangel, quien fue candidata priista al gobierno del DF, ha sido también líder de la CNC, las oficinas de esta organización fueron el centro de recepción de toda la documentación generada por el PRI en el DF, y “no sólo de áreas rurales, sino en general, llegaban y nos comentaban cómo gente del PRD, sin recato alguno, entregó dinero (a votantes en las casillas) frente a todos los demás. Cosas como éstas fue a lo que nos enfrentamos y de alguna manera también tenemos la culpa por no haber previsto estas situaciones”. La CNC comenzó a documentar las irregularidades, pero “a la mera hora decidimos no impugnar, pues Beatriz Paredes, por decencia política, decidió aceptar sin reclamo y ante las cámaras de televisión los votos que recibió, y eso nos afectó muchísimo (…) Lo único que hicimos con los reportes fue una especie de libro blanco”.

FOTO: Lourdes E. Rudiño

En los hechos, la CNC –central emblemática del campo surgida en 1938 bajo los auspicios del PRI, entonces Partido de la Revolución Mexicana– aportó ocho millones de sufragios, de acuerdo con Jaime Alcántara, secretario de Acción Política de la organización. “AMLO es de un pueblo; aprendió del PRI, sabe que es muy fácil vender todavía, en algunos lugares, cuentas de plástico”: Jaime Alcántara.

Comenta que la CNC tenía los cuadros y estructuras suficientes para lograr la meta de diez millones de sufragios (con presidentes de ligas, dirigentes locales de la CNC y con estructuras para movilización, representación ante el PRI y vinculación social), pero la competencia electoral fue “brutal”. Inicialmente, con las encuestas conocidas, “que son las fotografías del momento”, y que daban a Peña Nieto una ventaja de 20 puntos sobre su inmediato contendiente, “tuvimos reportes en algunos estados como Oaxaca, Sinaloa y Tlaxcala, donde la gente estaba eufórica, y nosotros les pedimos que no se confiaran (…) La ventaja se redujo a seis o siete puntos y todo eso vino dañando el ánimo del electorado e hizo que sufriéramos bajas en el voto rural”. Alcántara admite que el PRI en ciertos lugares es débil, lo cual contribuyó al déficit de sufragios ofrecidos por la CNC. “En el DF, desafortunadamente, el partido no ha logrado entrar de lleno a todos los lugares por las razones propias de una derrota como la que se nos dio en 1997”. Señala que para el PRI es un reto enfrentarse a candidatos que son ex priistas, pues “se llevaron el prestigio que ganaron en nuestro partido; también contactos, información que acopiaron desde dentro; relaciones de gente que puede ayudar para muchas cosas; sus liderazgos, incluso apoyos económicos, y como además conocen a nuestra gente nos hacen verdaderos agujeros que a nosotros se nos complica cubrir por lo menos en el mediano plazo. Esa es la razón por la que entidades como Chiapas; DF; Zacatecas, en el momento de (Ricardo) Monreal, resulten difíciles de recuperar (…)”. Jaime Alcántara hace una retrospectiva: señala que luego de 70 años de gobernar, el PRI comenzó a tener errores en el sistema polí-

tico y ello propició que el PAN le arrebarata la Presidencia en 2000, y las pérdidas en el DF y ciudades importantes, como Manzanillo, Mazatlán, Veracruz y Acapulco; eso ocurrió “porque en las ciudades es donde hay más información”. El campo se mantenía entonces todavía votando por el PRI debido a que “teníamos más o menos paz social, no había la migración tan bárbara como ahora, no había delincuencia y había instituciones y programas sociales no asistencialistas que permitían que el campesino viviera y trabajara bien, como Banrural, Conasupo, Liconsa, Coplamar…”. Esto se fue desmembrando. Para en las votaciones intermedias posteriores al 2000, “comenzamos a recuperar ciudades, porque éstas se dieron cuenta de que la alternancia, la democracia electoral plena no garantizaba una mejora en el nivel de vida de la gente. Pero empezamos a perder el campo y de allí se derivó en parte que en 2006, con Roberto Madrazo como candidato a la Presidencia, el PRI cayera al tercer lugar, “independientemente de cómo Madrazo haya desarrollado la campaña”.

Considera que los campesinos se sintieron “momentáneamente bien” durante la Presidencia de la República en manos del PAN, con la aplicación de Oportunidades, pues este programa –que, dice, fue iniciado en gobiernos del PRI (con Carlos Salinas) como Programa de Educación, Salud y Alimentación (Progresa) y que entonces buscaba ser un complemento no una forma de vida– se desvirtuó, al generalizarlo duplicando su padrón, y al hacerlo aparecer como “el principio de más programas que complementarían el gasto de los pobres”, muchos de ellos asentados en el medio rural. Cuando llegaron las elecciones intermedias de 2009, la población rural se dio cuenta que Oportunidades y otros programas sociales no los sacaban de la pobreza y más bien desestimulaban su actividad productiva, además de no habría más de políticas públicas para mejorar su ingreso y “comenzamos a recuperar no sólo las ciudades sino también el campo”, y es que los índices de delincuencia comenzaron a crecer, la gente del campo tuvo que emigrar por la violencia y por la falta de apoyo, porque el PAN no entiende de campo, no saben qué fuerza es el campo. Esto fortaleció la presencia priista en la Cámara baja, “con 237 diputados, 30 más de los que obtuvimos ahora (…) Fue el despertar de una sociedad que le había confiado una especie de bono democrático a un partido que no supo qué hacer con él”. El entrevistado dice que el PRI debió enfrentar en la campaña excesivas promesas de AMLO, quien por su “gran facilidad para mentir”, promovió la idea de que si se repartiera el presupuesto federal cada familia tendría 11 mil pesos mensuales. Eso “movió el piso” a muchos que no estaban decididos a favor de algún partido. “Esa de-

magogia no tiene valor moral y es cinismo pleno”, dice y afirma que los priistas no podían hacer ese tipo de promesas, pues ellos sabían que ganarían la contienda presidencial, tienen experiencia amplia en el gobierno y sus promesas se basan en datos duros, realistas. Josefina Vázquez, dijo, no representó un riesgo frente al PRI en materia de voto rural, pues no presentó ofertas atractivas y además traía tras de sí los errores cometidos por el gobierno de Felipe Calderón. El problema con AMLO es que “él es de un pueblo, aprendió en el PRI y sabe perfectamente cómo se mueve la gente de pueblo, sabe que es muy fácil vender todavía en algunos lugares cuentas de plástico. Esto nos decantó parte de la votación, eso es innegable. Ello se vio en Tlaxcala, Morelos, Tabasco y DF. Pero en otros lugares, fue muy paradigmático: en Jalisco la votación estuvo muy cerrada en las ciudades, pero en el campo arrasamos. Ese estado fue uno de los mejor trabajados por nuestra gente. Puebla fue un caso similar. O sea que hubo partes del país que trabajamos muy bien y otras que a pesar de haberse trabajado tuvieron el efecto de una personalidad como lo es AMLO, que determinó que la votación fuera en nuestra contra”. En Oaxaca, señala, el PRI perdió debido a la estrategia seguida por el gobernador Gabino Cué contra su antecesor priista, Ulises Ruiz. “No lo estoy defendiendo (a Ruiz), no sé si es culpable o no, pero sí sufrió un martilleo continuo de acusaciones de haber transado dinero público”. En el caso de Guerrero, las pérdidas del PRI se debieron a la operación del gobernador del estado, Ángel Rivero, quien, debido a sus antecedentes priistas “le resultó muy sencillo conocer a los principales líderes” e impulsar la candidatura de AMLO.

FOTO: Hernán García Crespo

D

urante la campaña electoral, el presidente de la Confederación Nacional Campesina (CNC), Gerardo Sánchez García, ofreció a Enrique Peña Nieto diez millones de votos de sus afiliados para apuntalar su candidatura.


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