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Perdí y encontré

Estediario ha tenido la gentileza de publicarme durante 63 semanas. La mayoría de cosas que he escrito han sido políticas, pero hoy quiero hablar de algo más importante.

El 15 de febrero de 1995 nació mi hija Renata. Ella es mi primera hija. Murió el 29 de mayo de 2007. Y aquí es donde empieza la historia.

Tuve una compañera, una maestra. Pero desencarnó (no creo en la muerte) unas semanas después de haber cumplido sus 12 . ¿Cómo se puede vivir luego de ver partir un hijo? No es sencillo, pero es posible. Esta experiencia me dejó en el principio de un camino mágico que me abrió las puertas a un entendimiento espectacular.

Hoy, aunque suene a locura, le agradezco a Dios por esta vivencia. Gracias a ella he podido acompañar a un sinnúmero de personas en sus duelos. He podido estudiar ‘la vida después de la vida’. Empecé mi camino con un versículo bíblico que me aparecía en todas partes, está en Jeremías 33:3. Dios me llevó a un camino que dista diametralmente de la religión formal… es más, hasta llega a antagonizar con ella. Hoy que ya no me reconozco seguidor de ningún credo, sino solo del maestro Jesús, tengo el corazón lleno de paz. Soy un hombre espiritual.

¿Cuál es la diferencia entre la religión y la espiritualidad? Que la religión tiene ‘verdades únicas’, ‘dogmas oficiales’ y personajes santificados. La espiritualidad es barroca, inclusiva. Sabe que no tiene la verdad y que esta se va construyendo en el camino. Sabe que todos somos hermanos y que es obligatorio enfocarnos en aquello que nos une. Este camino fantástico que empecé un 29 de mayo de 2007, cuando parecía que el mundo se venía abajo, es hoy mi más importante presea. Hoy acompaño a las personas que están atravesando un luto, y lo hago gratis. Mándame un mail a azulcasisiempre@gmail.com Tengo un montón de noticias buenas que compartirte. Tanto si quieres prepararte para lo que vendrá o si quieres enfrentar lo que ya pasó.

CARLOS ARELLANO

La alcaldesa, Diana Caiza

Durante más de 30 días la ciudad fue acorralada por una bulliciosa y contaminante publicidad que no distinguió ni respetó ningún sector de la urbe. El rostro de la primera mujer en alcanzar la Alcaldía de Ambato apareció en

Directora Nacional Gabriela Vivanco Salvador

Editor General: Jean Cano

Editor Regional: Fabricio Cevallos Chávez

Redacción: editorgeneral@lahora.com.ec

Publicidad: publicidad@lahora.com.ec

Año: XXXIX No. 10.681

Editorial

300 D As Sin Homicidios

El Salvador acaba de cumplir 300 días sin homicidios, pese a que hace apenas cinco años, en el mismo lapso, se asesinaba a cerca de 4 mil salvadoreños. Eso le ha valido al presidente Nayib Bukele Ortez una fama que trasciende fronteras.

Pero es solo un lado de la historia. Bukele se hizo con todos los poderes del Estado y ha gobernado con once estados de excepción sucesivos. A los más de 30 mil encarcelados que ya había, se han sumado todos los detenidos de esta fase y la población carcelaria salvadoreña supera ya las 80 mil personas —más del 1 por ciento de la población, una cifra que rebasa hasta a la de EE.UU.—-. Ante eso, el régimen celebra la inauguración de la cárcel más grande del mundo con la alegría que en países normales suele reservarse a obras productivas, como carreteras, puentes o puertos, y no a penitenciarías.

A todo eso hay que sumarle los abundantes abusos a los derechos humanos y la implacable persecución a la prensa.

Bukele no ha transformado a El Salvador, que sigue pobre, sin crecimiento y con una altísima tasa de migración. Simplemente ha convertido a su país — a cambio de las remesas y de la cooperación internacional de las que El Salvador depende— en una gran cárcel para criminales que, de otra manera, amenazarían a Centroamérica y Estados Unidos. Bukele no es el primer tirano que compra una paz temporal a sangre y fuego en aquel país— Maximiliano Hernández Martínez o Arturo Molina fueron igual de eficientes—; el problema es que ese modelo no es sostenible.

Se debe insistir en una vía media —democrática y duradera— entre la sangrienta anarquía y la tiranía omnipotente.

16/FEBRERO/2023 todo espacio, en amplias pancartas, incluso en las vallas publicitarias de una reconocida institución financiera local.

En los últimos tiempos se viene hablando de una polarización política en Ecuador, sobre todo cuando se tiende a analizar el correísmo y el anticorreísmo. Sin embargo, cuando vemos lo ocurrido en las últimas elecciones, y también en las anteriores, no advertimos tal polarización, porque la aparición de un sinnúmero de partidos y movimientos políticos más bien abona a la dispersión. Esto significa el surgimiento de múltiples posibilidades que complican los panoramas electorales.

En efecto, en las recientes elecciones de autoridades locales nos enfrentamos a la poca representatividad de los ganadores, quienes lo hacen con cifras alrededor del 20% Esto defrauda las aspiraciones legítimas de intervenir y de aportar con su experiencia y conocimientos que tiene una porción muy numerosa de electores. Esa disgregación o dispersión, representada por la insurgencia de partidos y movimientos, tentados por la tajada de financiamiento que ofrece el Estado, a través de las asignaciones que proporciona el Consejo Electoral, confunde a los electores, disminuye la posibilidad de llegar a acuerdos al interior de los cuerpos colegiados como es el caso de las municipalidades y, por lo tanto, abona a la falta de gobernabilidad de los gobiernos locales.

La dispersión ocasionada por las múltiples opciones que trae la papeleta electoral no está jugando a favor de una mayor estabilidad y a la buena administración de los gobiernos locales, que tan importantes son para la marcha del país y sobre todo la satisfacción de necesidades de los ciudadanos. Nos aleja de llegar a tener mejores autoridades y una mayor tranquilidad para quienes depositan sus votos, a la espera de que se genere esa representatividad y ese trabajo positivo.

La polarización suele ser negativa, pero también la dispersión en las decisiones electorales nos pasa factura y trae resultados pobres a una democracia tan vapuleada como la ecuatoriana.

Sin control del gasto electoral, las dudas sobre el origen de los recursos que financiaron a la alcaldesa advierten de posibles favores que tarde o temprano tendrán que ser devueltos mediante la adjudicación de obras, la entrega de cargos públicos o más. Por tanto, como un acto de transparencia, Diana Caiza tiene que rendir cuentas de la onerosa campaña que le permitió vencer a sus principales con- trincantes y permitir que la ciudadanía conozca a sus auspiciantes. Este ejercicio de honestidad permitirá a los ambateños conocer a la lideresa que guiará los destinos de la ciudad por cuatro años.

Por otro lado, la integrante de Pachakutik llega a la Alcaldía sin una mayoría que controle el Concejo Municipal lo que le exigirá enfrentar la tarea de lograr acuerdos en pro de la gobernabilidad local. Pero, también asumirá el mandato con la urgencia de brindar soluciones oportunas para los trascendentales problemas que aquejan a todos los ambateños: inseguridad, informalidad, movilidad y ausencia de obra pública.

Para afrontar la inseguridad, Ambato requiere de un vasto acuerdo que involucre al Gobierno Nacional, a las organizaciones civiles y a la academia. Sobre todo, que disponga de los recursos necesarios.

Las dificultades relacionadas con la movilidad requieren el rediseño de las actuales rutas de transporte, la construcción de alternativas al transporte masivo y, en lo posible, la redistribución de la mayoría de las paradas que están en los alrededores del Parque 12 de noviembre. La periferia urbana y la zona rural son los sectores más olvidados que demandan atención municipal. La alcaldesa necesita priorizar las necesidades de esos sectores sin descuidar proyectos urgentes que demanda la zona urbana como, por ejemplo, el mantenimiento de vías y la construcción de soluciones sanitarias. Finalmente, es necesario comprender que el éxito o el fracaso de Caiza representarán el triunfo o la derrota de la ciudad.

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