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Ley permite denunciar daños causados por vías en mal estado
“Gasté casi mil 200 dólares arreglando ejes, parte de la mesa y comprando un radiador para mi carro luego de que sin fijarme caí en un hueco que hay en la avenida de Terremoto, gasté hasta de la wincha porque mi carro no valía ya para moverse”, dijo César Nicaragua, quien es propietario de un auto que terminó averiado en uno de los baches de las calles de Ambato.
Como César, varios han sido los conductores que de una u otra forma han sido afectados por el mal estado de algunas vías en la ciudad y cuyos automotores han terminado con averías.
Sin embargo, a través del departamento de comunicación del Municipio de Ambato, se informó que “no existe ningún seguro, son casos fortuitos, sin embargo, la municipalidad ha trabajado durante cuatro años en dar mantenimiento a 600 kilómetros de vías del cantón con bacheo, recapeo y asfaltado, según la necesidad”, adujeron.
EL DATO
Desde el artículo 330 al 343 se citan los incisos en los que se puede basar la demanda a entidades públicas que no presten lo necesario para garantizar los servicios a la ciudadanía.
“Salía de Ambato con dirección a Pelileo haciendo una carrera, y en el camino me encontré con un hueco que no vi realmente y me di duro, cuando seguí avanzando me di cuenta que la llanta se había bajado porque por el golpe se reventó”, mencionó Rodrigo Caluña, taxista
No hay seguro
La Hora consultó al Municipio de Ambato sobre la existencia o no de un seguro que pudiera cubrir, en alguna forma, los daños ocasionados por vías en mal estado a los carros que circulan por las mismas, toda vez que garantizar una vialidad de calidad, es responsabilidad de la entidad.
Daños a carro recolector de basura
° El 15 de marzo de 2023, un carro recolector de basura sufrió un accidente por el hundimiento de la vía en el sector del puente de La Cumandá en Ambato.
María José Estrella, gerente de GIDSA, aseguró que el automotor pertenece a una empresa que es aliada estratégica, quien asumió con un seguro la reparación del vehículo.
Según el jurista Santiago Alvarado, este hecho también podía haber sido sujeto de demanda a la municipalidad, por ser responsables de brindar vías de calidad y no hacerlo.
¿Es posible demandar? Santiago Alvarado, docente universitario y abogado en libre ejercicio, aseguró que “todos los ciudadanos que habitamos en un cantón tenemos derecho a exigir prestación de servicios con eficacia, eficiencia y hasta calidad, por lo tanto, estos servicios públicos tienen que ser prestados de manera permanente”, explicó el Jurista.
Además, Alvarado fue enfático al manifestar que las instituciones públicas son las responsables de asegurar una vida digna de las personas.
En el mismo contexto sostuvo que el ciudadano “no tiene por qué soportar las acciones u omisiones de la función pública, y si hay afectación y el ciudadano es víctima , las entidades deben responder civilmente ante la persona indemnizándolo, por lo tanto, si mi carro se avería por un bache, tengo derecho a demandar”.
Proceso Hay tres requisitos que debe cumplir para que la demanda sea acogida por un Juez de lo Contencioso Administrativo.
El primero es la existencia de la acción u omisión de la entidad, lo segundo es que la persona no tiene obligación de soportar las inobservancias de la función pública en cuanto a servi-
TOME NOTA cios, y que como consecuencia de esto se ha producido un daño.
Caídas u otros percances que sucedan a las personas que transitan por calles dañadas, también son responsabilidad del Municipio o la entidad a la que le corresponda.
Por lo que, para Alvarado, el derecho de daño es un recurso que no ha sido explotado por la ciudadanía, sea por desconocimiento o por lo que jurídicamente incurre el desarrollar estos procedimientos, además, de lo engorroso del trámite. (MAG)

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Año: XXXIX No. 10.609
CARLOS FREILE
PABLO BALAREZO NICOLÁS MERIZALDE
Palabra más, palabras menos
Que te ignoren, que te ataquen, que te cuestionen, que te intimiden, pero que, nunca te silencien.” Bertrand Russell. El ser humano para lograr obtener una personalidad definida, debe diseñarse interior y exteriormente, primero su camino mental conociéndose a sí mismo para lograr perfeccionar su conducta, y segundo, después de adecentar su imagen, ordenar su espacio físico, esto es su dormitorio, así se coordinarán: Mente, corazón, familia, amistad, luego se vislumbrará el cambio personal, se entenderán los escenarios importantes, y personas, que se manifiestan en la vida diaria, por lo que: “Prefiero tener a mi lado 3 o 4 personas leales y no 200 hipócritas. ¡Preferible calidad, que cantidad!” Después de esta afectiva realidad de sentimientos garantizando una interacción emocional se entiende que: Diseñador y Personalidad van de la mano influyendo de manera total en su esencia y comportamiento social y profesional, pues, mente abierta, tolerante, innovadora, reflexiva, empática, es potencial sobresaliente habilitando a personas y grupos diferentes solucionar dificultades técnicas o de otra índole. Estas cualidades o virtudes en los diferentes ámbitos de la vida se manifiestan a través de una formación constante, lo contrario lo deja anticuado, complicado en su trabajo y calidad. De manera concluyente, la auténtica identificación personal y especialmente del diseñador está en su comunicación fidedigna, en su talento, agilidad y capacidad de acción y reacción persuasiva a diferentes criterios, pues, su visión de futuro es lenguaje trascendiendo fronteras, evolución detectando ingenio y compartiendo su filosofía de diseño con quienes deseen escucharlo, esas son cualidades únicas puestas al servicio de este universo social y económico inconstante.
Pugna en elecciones de vicepresidentes/as
ambigüedad del COOTAD como instrumento que rige a los gobiernos autónomos descentralizados, en relación a la designación del vicepresidente o vicepresidenta en las juntas
Nadie tiene el derecho de burlarse de alguien por sus equivocaciones al hablar o al escribir, también porque hasta los más sabios pueden tener sus resbalones; a todos nos pasa que se nos escapa una falta de ortografía. Pero es diferente cuando una persona, con un cargo de representación popular, obligada a tener conocimientos más que medianos no solo de leyes y teoría política sino de la lengua, incurre en errores básicos repetidamente; tales los casos de las asambleístas que han repetido “clápsula” y “Floped”. No nos burlamos, nos dolemos. Por otra parte, frases enteras de ciertos políticos no merecen ni burla ni dolor, sino rechazo indignado. Los ciudadanos de a pie debemos negar el pan y el agua a quien afirma que en un juicio político no se debe probar el delito del acusado. Aquí ya no se trata de gramática de cuarto grado, sino de la esencia misma de la justicia, de cualquier tipo; pues en los juicios se busca la verdad para absolver o condenar, el basar el veredicto en el número de los votantes corrompe radicalmente el concepto de juicio. Nos dolemos y nos indignamos. Otro político, dirigente de un partido, ha lanzado la amenaza de que si los asambleístas de su bancada no votan de cierta manera serán sometidos a la justicia indígena. Detrás de esta grave intimidación no solo brilla con luz siniestra la perversión de un supuesto juicio político sino los avances totalitarios de quien la lanza. Se supone que los jueces, políticos, civiles, penales, deben mantener una integérrima independencia y obrar con una libertad sin matices; nadie les puede imponer una resolución. Nos indignamos y nos ponemos en guardia. Dice la sabiduría popular que por la boca muere el pez: no se trata tan solo de vientos de voz, sino de lo que llevan escondido: ignorancia a veces, afanes totalitarios en otras; hemos topado dos casos, quedan más en que las palabras reflejan convicciones contrarias a las bases de la convivencia ciudadana. Ya es hora de que nosotros, los del común, hagamos notar nuestro rechazo radical a las actitudes corrosivas de ciertos políticos en la Asamblea y fuera de ella.