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‘Clusters’: Posibilidades inmensas para Ecuador
Hace algunos años, de forma peyorativa, solía decirse que Ecuador era un país ‘exportador de postres’. Así se destacaba el carácter prescindible y frágil de la producción ecuatoriana. Sin embargo, con los años, Ecuador demuestra lo contrario: la agroexportación de productos sofisticados ofrece un mar de oportunidades que el país recién empieza a aprovechar. Los productos básicos de consumo masivo suelen contar con mercado garantizado, pero también implican una gran cantidad de competidores, márgenes nominales y escasos nuevos consumidores por descubrir. Productos más exclusivos, como los que Ecuador produce, enfrentan una demanda creciente debido al ascenso sostenido de una creciente clase media —en lejano y medio Oriente, en India y a la que luego se podría sumar África—. Al mismo tiempo, se trata de productos en los que
Ecuador goza de amplias ventajas competitivas. No importa cuánto capital o cuánto anhelo tengan potenciales competidores, las condiciones geográficas, climáticas y el patrimonio genético del país son difíciles de emular.
Salvo contadas excepciones que han enriquecido a un puñado de familias, Ecuador ha permanecido crónicamente cerrado al comercio durante gran parte de su historia. El renovado ímpetu por perseguir acuerdos comerciales y buscar nuevos mercados, se suma al esfuerzo interno por organizar ‘clusters’ productivos con gran potencial de agrupar nuevos actores, productores, creadores, empresarios y trabajadores en la exportación de bienes y servicios innovadores. Con mejoras en eficiencia de gestión, infraestructura y educación, queda claro que aún queda un gigantesco potencial por desarrollar.
El mercado mundial está dando una clara señal que el país debe saber escuchar.
Geminianos de mayo
Con dos días de diferencia y casi un siglo de distancia, Chesterton y Sorrentino son dos geminianos a los que hay que regresar constantemente: el primero por su obra literaria y ensayística, y el segundo no solo por sus películas, sino también porque es escritor.
Y es que los geminianos tienen ese don de poder hacer varias cosas a la vez, que al final son una sola: arte y comunicación artística, que no son lo mismo, pero se parecen y confluyen en la comprensión del mundo o en la construcción de uno habitable solo por ellos mismos.
Chesterton es el creador de una narrativa de misterio y enigma, que construye su propio mundo con ese sacerdote lacónico y completamente racional como es el padre Brown. Sus novelas de enigma y espías son narraciones que van más allá de una propuesta racional de resolución, tienen que ver con la configuración del anarquismo y de la comprensión del mundo bajo un dogma religioso
¿Y Sorrentino? Es un artista completo, pues sus novelas son parte de sus películas, que complementan su visión estética del mundo: ‘La gran belleza’, ‘La mano de Dios’ y ‘Juventud’, son tres de sus obras más cumbres, de las cuales, la última es una novela de su autoría que él mismo la llevó al cine. El leit motiv de su obra es la belleza: la del artista, la de la gente, la de la ciudad, la del fútbol; la de la edad.
Saltar de un formato a otro es propio de los geminianos, de estos seres bifrontes y bipolares. No soy muy de confiar el futuro de una persona al horóscopo, pero hay más formas de conocimiento que las racionales, y los tiempos del nacer, sí definen en algo, no en todo el carácter de una persona y sus aptitudes y habilidades.
Se acaba mayo y es bueno que, así como lo hacen las cadenas de televisión, que recomiendan sus títulos, podamos regresar a las obras de los autores que nos han marcado en cada mes. Mayo es para Chesterton y Sorrentino. Junio, ya veremos…
El narcoterrorismo infiltra los órganos electorales, para controlar elecciones. Sucedió en 2006, se comprobó en 2007, con la destitución de 57 diputados que se oponían a la Constituyente Implantan el software para alterar la votación a favor de la tendencia autodenominada socialismo del s.XXI, cuando los contrincantes no los superan con una cantidad considerable, para ello propician la proliferación de “movimientos políticos”.
No es que convirtieron al Estado en herramienta del crimen, lo convirtieron en narco-Estado para legitimar la delincuencia y el terrorismo, a través de leyes diseñadas para favorecer el delito y proteger criminales . Todo se facilita porque no hay democracia. En Ecuador, desde los 80, hay una partidocracia parasitaria que vivía del Estado, actualmente, vive del narco-Estado.
No hay partidos políticos civiles, existen clubes electorales financiados con dinero que el narco-Estado ladrón sustrae de nuestros ahorros, para subsidiar la “carrera” del hampa política, funcional al narcoterrorismo. El peligro radica en el eufemismo que afirma: “los modelos populistas de izquierda, no juegan con las reglas de nuestra democracia”, puesto que no son “populistas de izquierda ”, son: narcoterroristas, que utilizan las reglas de la partidocracia narcoestatal.
¡Qué hacer! Desbaratar, el régimen jurídico implantado por el narco-Estado para aparentar “democracia”. Los eufemismos impiden encarar el problema con propiedad. No enfrentamos a “modelos del crimen organizado que utilizan el Estado como instrumento”; confrontamos al narcoterrorismo internacional, autodenominado socialismo del s.XXI, que instaura narco-Estados, para someter a los pueblos, destruyéndolos con plurinacionalidad, ciudadanía universal, dilución de la historia y plebeyización de la política. Si eso no entendemos, no sabremos qué hacer, para superar el problema y seguiremos funcionales al narcoterrorismo.