1 minute read

Narcos escogen carreteras de la provincia Tsáchila para el paso de droga

Santo Domingo de los Tsáchilas no es punto de acopio de carteles internacionales, pero estar en el centro del país la convierte en una de las principales rutas para llegar a puertos marítimos de la Costa y enviar la droga al extranjero. 03

Partamos desde el pensamiento de la población: el médico, desde su punto de vista, es el profesional que debe estar todo el tiempo Vivimos una constante estigmatización donde el médico o personal de salud “no debería enfermarse”, pero es el mismo personal de salud paradójicamente quien genera dudas y conflictos frente a la enfermedad de sus colegas.

Es importante considerar enfermedades con componente físico evidente — apendicitis, fracturas, traumatismos, etc—; estas no generan dudas para el resto. Hay un segundo grupo de enfermedades que ya tienen un componente subjetivo, como es el dolor. Ante ello se generan críticas y cuestionamientos. Un tercer grupo, sin duda el más difícil, es el de las enfermedades de carácter psicológico. Su valoración ya es especializada, pero la comprensión para el resto es más complejo de entender.

Incluso, en sistemas donde se puede tener acceso a la historia clínica —que es 100% confidencial— se agrede este derecho por los compañeros. Este es un comportamiento común en las unidades de salud, lo que es un condicionante para no acudir a la consulta por miedo a la violacion de la privacidad.

Tras extender un certificado médico de reposo el primer pensamiento que surge es averiguar si el que lo extendió, es amigo, pariente o conocido. El seguimiento y toda la investigación que se brinda por este hecho suele ser incómodo y molesto para los dos profesionales.

El médico también se enferma, tiene dolores, se deprime, necesita ser valorado y evaluado, ser operado, tener seguimientos, consultas, y ausentarse, derechos que por miedo a la crítica y rechazo, al temor de que su privacidad y confidencialidad sea vulnerada se mantienen en silencio y en negación. Esto hace que su cuadro empeore y se complique. Lo más triste y preocupante es que los primeros en cambiar, brindar el apoyo y solidaridad son los propios compañeros de trabajo.

This article is from: