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La mano que nos extiende el mundo

El éxito que está cosechando la pitahaya ecuatoriana en el mercado chino debería llenar al país de optimismo. La llegada al mercado del gigante asiático es un capítulo más en la exitosa historia de este producto, cuyas exportaciones sumaron el año pasado alrededor de 100 millones de dólares y en 2023 serán, según todos los pronósticos, considerablemente mayores.

Esta es una tierra afortunada. A lo largo de nuestra historia económica hemos cosechado inmensos éxitos con productos ajenos a nuestro entorno—el banano, el camarón, la floricultura— y siempre que se produjo la crisis catastrófica de algún producto –como pasó con la cascarilla, la escoba de bruja, la mancha blanca o la pudrición del cogollo, en diferentes épocas— surgió otro para tomar la posta.

El mundo nos está extendiendo una mano para prosperar. Otras regiones crecen a un ritmo muchísimo mayor al de América Latina y surge una nueva clase media —cientos de millones de nuevos consumidores— hambrientos, literalmente, de nuestros productos agrícolas. Los cambios tecnológicos en el mundo generan desde ya una demanda inmensa de los minerales de nuestro subsuelo, como el cobre —que probablemente desplazará al petróleo en importancia para nuestra economía—, y de fibras que crecen en nuestros bosques; los cambios geopolíticos y financieros, a su vez, constituyen una oportunidad para nuestros metales preciosos.

Todo esto, pese a que nuestro Estado, tradicionalmente, ha trabajado poco en ello. Imaginemos cuánto más se podría lograr si —con reformas comerciales, educativas y laborales, y con inversión en infraestructura— pusiéramos de parte como país.

Egoísmo presidencial

El juicio político al actual mandatario sigue su camino en medio de cuestionamientos e inclusive acusaciones de que desde el Ejecutivo se intenta cambiar la postura de los asambleís- tas favorables a la destitución del mandatario, a través de negociaciones lideradas por el ministro de Gobierno, Henry Cucalón.

Los expertos y más cercanos a lo que se da en los entretelones de la Asamblea aseguran que Guillermo Lasso logrará salir ileso del juicio, pero son muchos también los que están convencidos de que ya es solo cuestión de tiempo y que, después de los tiempos otorgados por la ley para que se presenten las pruebas de descargo por parte del mandatario y se remita al pleno la recomendación final de la Comisión de Fiscalización, el presidente se quedará solo y sin los votos necesarios para seguir gobernando.

Al presidente ya lo vienen abandonando muchos de sus defensores y otros siguen marcando distancias, dejándonos entrever que el mandatario se está quedando solo. Lasso ha logrado decepcionar hasta a los más optimistas, quienes estaban seguros de que lograría una gran gestión. Sin embar- go, desde que asumió el poder, salvo la exitosa campaña de vacunación, no ha logrado dar pie con bola y se ha literalmente desinteresado de los graves problemas del país.

Pero es sobre el tema de la criminalidad donde más ha primado el cinismo y el abandono, y ver cómo hoy recién se empieza a ver la presencia de militares en las calles solo nos debe indignar más, pues siempre se pudo pero nunca se quiso.

El presidente no ha sabido

Ruby mENA m ELO rubymenamelo@yahoo.com

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