3 minute read

Los radicales avanzan

Dentro de pocos días, los miembros de Pachakutik elegirán una nueva coordinación nacional. Este evento será la culminación de una pugna que enfrenta a los sectores más radicales del movimiento indígena — etnocentristas y defensores del ‘comunismo indoamericano’ — con sus pares más afines a una izquierda moderna y pluralista.

Varios hechos alimentan el contexto: la llegada de Leonidas Iza a la presidencia de la Conaie, el rompimiento de Yaku Pérez con el partido, el ostracismo de Marlon Santi, el surgimiento del ala ‘rebelde’ de Pachakutik, el rechazo a la salida constitucional de la ‘muerte cruzada’, las luchas intestinas en la Fenocin y el permanente hostigamiento contra Ricardo Vanegas y demás cuadros moderados. Si, como parece probable, Guillermo Churuchumbi se instala en la coordinación de Pachakutik, los sectores más radicales habrán logrado conquistar las principales instituciones del movimiento indígena, algo sobre lo que los propios líderes históricos advertían desde hace años.

Por otro lado, la semana pasada, miembros de la comunidad indígena se tomaron bloques petroleros, lo que culminó con soldados heridos con armas de fuego, evacuaciones de emergencia, pérdidas millonarias y saqueos. Aunque, al igual que en el atentado de junio de 2022 que dejó un militar muerto y varios heridos, no hay evidencia de que ello sea responsabilidad de la dirigencia, estos hechos evidencian una estrategia y una nueva forma de percibirse entre el Estado ecuatoriano y las comunidades indígenas. El discurso radicalizante está surtiendo efecto.

Crucemos los dedos

Vivir con miedo se volvió habitual, lastimosamente no podemos ver soluciones cercanas, más policías, dotarnos de armas, no son utillajes que van a permitir terminar con esta pesadilla.

Actualmente, cientos de personas están movilizándose a diversas ciudades e incluso países, por el tema de la inseguridad, la delincuencia está ganando la batalla, solamente los valientes decidimos quedarnos. Sabemos que, estamos conviviendo con un riesgo latente, debemos evitar salidas nocturnas, el ocio está limitado por la hora, salir a cenar es un acto extremo por todo lo que nos puede suceder al regresar a casa. Antes querían nuestra computadora, nuestra billetera o el celular, ahora quieren todo el dinero de la cuenta, buscan quebrar nuestros negocios, quieren gobernar el país.

Estamos ajustando nuestra subsistencia, transitar despistados un agravante, blindar nuestras casas una necesidad, vaciar nuestras cuentas una estrategia, no salir es vivir, el auto nuevo un peligro. Me pregunto, ¿en qué momento nos convertimos en un país amordazado?

Desde que Ecuador naturalizó la corrupción y vendió la función judicial firmamos un pacto con la inseguridad y la delincuencia, pocos lo dicen, pero sabemos que nuestro país es el epicentro del narcotráfico, no existen las coincidencias, el 80% de los asesinatos son atribuidos a luchas de poder entre bandas criminales.

El año 2022, fuimos testigos de coches bomba, descabezamientos, el 2023 los famosos secuestros y vacunas, la violencia sigue escalando sin que nadie pueda detenerla.

Solamente manos limpias podrán amparar a nuestro país, solamente la honestidad de quienes nos representan depurará la justicia, solamente la mano dura de quien no tiene alianza con el diablo acechará este crudo momento que atraviesa el Ecuador.

Mientras tanto, seguiremos cruzando los dedos, apretando el acelerador, llegando a casa con la luz del día, pidiéndole a Dios que no atraviese ningún criminal en nuestro camino.

danos. No nos apartamos de los permisos controlados y regulados por las autoridades competentes, pero la pregunta que nos hacemos es: ¿Dónde está el marco legal actualizado que protege al que usará el arma?

Desafortunadamente, quieren engañar al pueblo, pues si bien es cierto que han lanzado el decreto que legaliza la tenencia y porte de armas, pero no se comprometen a legislar sobre una buena ley que proteja y exculpe al que llegaría a utilizarla en legítima defensa.

Debemos alertar a la ciudadanía a que no caigan en la ilusión de tener un arma, hasta que la Asamblea actualice la Ley que defienda al padre de familia, al dueño de empresa y al finquero, que en el uso de sus facultades utilice el arma para defender a los suyos.

Las autoridades son timoratas y no se arriesgan como en los Estados Unidos, que la Ley ampara al ciudadano y ésta es clara para el que asesine a un delincuente dentro de su domicilio, empresa o finca y en defensa propia no tenga que ir a la cárcel.

Solo en estos casos se convierte en una ley equitativa y positiva, caso contrario no conviene portar un arma, porque deberá asistir a juicio y ser privado de su libertad. No sabría si es más conveniente dejar violar y asesinar a los miembros de la familia, que enfrentar un juicio aunque se desmiembre a la familia con toda fatalidad y gastos que deberá enfrentar por falta de una ley actual y moderna que garantice la vida y la paz del hogar.

El pueblo en su desesperación podría dejarse llevar por falsas ilusiones de parte de las autoridades, de la oferta maquiavélica de portar un arma, sin embargo, no es menos cierto que podrían sufrir un desengaño y tener que llegar hasta la cárcel sin ninguna ley efectiva que lo exculpe.

Hasta que dejen de engañar a los ciudadanos y se preocupen de verdad en entregar el marco legal concomitante al Decreto del porte de armas, que Dios nos ampare.

This article is from: