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Entre impuestos y aranceles, florece el contrabando

La promesa del presidente GuillermoLassodeconstruirun modelo económico basado en la iniciativa privada ha resultado hasta ahora una quimera. El Legislativo bloquea todo giro hacia una economía más libre, pero también se percibe falta de determinación del propio mandatario. Aunque en muchas áreas tiene las manos atadas, en lo tributario y comercial el Ejecutivo sí cuenta, constitucionalmente, con un gran margen de acción que parece teme aprovechar.

El país sigue inmerso en un sistema que, desde todos los frentes, encarece la actividad privada, reduce el poder adquisitivo y prioriza el mantenimiento de la burocracia. La inesperada reforma tributaria castigó la capacidad de consumo e inversión de la clase media para privilegiar el ineficiente gasto corriente. El resultado ha sido un país con menos actividad privada para dinamizar la economía y, al mismo tiempo, sin inversión pública que la reemplace.

La elevada carga arancelaria, la abundancia de trámites y los costos laborales hacen que la actividad formal, que ya de por sí tiene que vérselas con un mercado reducido y empobrecido, resulte prohibitivamente cara. Ante ello, lo que crece es el comercio ilegal y la informalidad. El Gobierno anuncia un oportuno correctivo tributario. ¿Cuándo hará lo mismo con aranceles, tasas y trámites? Incluso si no aumentara sensiblemente la recaudación —que sí lo hará—, incrementaría la formalidad y la participación de la actividad privada, justo lo que se supone que un régimen como este debería perseguir. ¿O acaso ya solo piensa en la forma más fácil y rápida de cuadrar las cuentas fiscales?

Ruby M ENA M ELo rubymenamelo@yahoo.com

Lotería de la mentira

Nadie es egoísta al luchar por sí mismo. En sentirse bien con lo que es y tiene.

En varias ocasiones nos encontramos chocando con el mismo ‘bache’, pensando en que tal vez ese no es el camino, porque si lo fuera, no se complicaría tanto.

Ciertas personas me han dado el ‘consejo’: ‘Si algo no es para ti, no lo fuerces’. Pero ¿qué pasa con lo que yo quiero? ¿Y si yo sí quiero eso?

A veces deseamos algo con tanta intensidad y en vez de usar nuestra energía para ir tras ello, perdemos el tiempo llorando, enojándonos, desesperándonos, o diciendo y haciendo cosas sin sentido que no nos damos cuenta de que solo prolongarán nuestra espera.

En muchas ocasiones nos sentimos tristes porque no obtuvimos lo que queríamos, pero no hicimos nada para conseguirlo. Si todo en la vida fuera sencillo, entonces no habría esfuerzo ni recompensas ahora nos preguntamos cada mañana si nuestros hijos van a estar seguros.

‘Es fácil decirlo, pero difícil hacerlo’. Si tu salud mental y física no se encuentran aptas para realizar lo que sueñas, entonces sana. Cura cada herida superficial e interna.

Y si no hay un impedimento de por medio, ¿por qué la tardanza? Para todo hay tiempo, para todo existe una solución o una alternativa. Nada se regala, la suerte no existe Hay quienes creen que ganarse las cosas con esfuerzo es una estupidez, y sueñan con una lotería basada en mentiras y engaños, algo que de la nada venga y les eche una mano o los saque de donde están. Desean ese minuto de felicidad y gloria, y consiguen todo lo que quieren en un momento; sin embargo, eso es a corto plazo.

Lo cierto es que los mejores éxitos se van cultivando poco a poco, con el paso del tiempo y con tu propio esfuerzo. Hay que recordar que el descanso también es parte del proceso. Las grandes personas son esas que luchan y trabajan duro. Los panaderos que se levantan en la madrugada para vendernos el pan del desayuno, médicos que cruzan fronteras para ayudar, profesores que te enseñan la materia básica, esos periodistas que arriesgan su vida para informarnos… o tú, que cada día que despiertas, das lo mejor de ti y le demuestras al mundo para qué eres bueno.

¿Cuál

es el plan?

En un país donde impera el delito, el inicio de clases ha marcado una nueva etapa para madres y padres de familia, las preocupaciones respecto a la seguridad adquieren un nuevo significado,

Han aumentado los robos a las afueras de las instituciones educativas , circulan videos de asaltos a mano armada a horas de la mañana cuando los chicos apenas salen de casa. Seguramente, conforme la represión estatal aumente, también aumenten las represalias, y la delincuencia sabe que donde más nos duele es con nuestros hijos.

Entonces una vez más me pregunto ¿cuál es el plan?

Urgen políticas públicas de seguridad, el estado y los gobiernos locales pueden y deben desarrollar políticas públicas de seguridad destinadas a proteger a los niños y jóvenes de la delincuencia y la violencia; las instituciones educativas deben desarrollar planes de contingencia en caso de atentados y secuestros.

Los gobiernos locales deben tener la voluntad política de invertir en iniciativas para crear espacios seguros, mejorar la iluminación de las calles, instalar cámaras de seguridad en áreas vulnerables, y aumentar la presencia policial en áreas de alta criminalidad. Es decir, se debe desarrollar inteligencia local que nos permita acceder a estadística para tomar decisiones efectivas y mantener segura a la población más joven.

Sí, está lindo declarar como terroristas a los grupos delincuenciales transnacionales que operan en el país, pero no es suficiente y dudo que sea efectivo.

Insistiré en la importancia de estudiar experiencias cerca- nas como las de El Salvador y Colombia, incluso para no cometer los mismos errores.

El camino está trazado, es menester hacer una fuerte y decidida inversión en inteligencia y armamento, inversión social, aumento de las capacidades de los organismos de seguridad, control de las cárceles y fronteras, pero hay que organizar, coordinar y planificar la ejecución, sino la historia los recordará por haber tenido el poder en sus manos, pero haber sido torpes para usarlo.

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