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Entre impuestos y aranceles, florece el contrabando

La promesa del presidente Guillermo Lasso de construir un modelo económico basado en la iniciativa privada ha resultado hasta ahora una quimera. El Legislativo bloquea todo giro hacia una economía más libre, pero también se percibe falta de determinación del propio mandatario. Aunque en muchas áreas tiene las manos atadas, en lo tributario y comercial el Ejecutivo sí cuenta, constitucionalmente, con un gran margen de acción que parece teme aprovechar.

El país sigue inmerso en un sistema que, desde todos los frentes, encarece la actividad privada, reduce el poder adquisitivo y prioriza el mantenimiento de la burocracia. La inesperada reforma tributaria castigó la capacidad de consumo e inversión de la clase media para privilegiar el ineficiente gasto corriente. El resultado ha sido un país con menos actividad privada para dinamizar la economía y, al mismo tiempo, sin inversión pública que la reemplace.

La elevada carga arancelaria, la abundancia de trámites y los costos laborales hacen que la actividad formal, que ya de por sí tiene que vérselas con un mercado reducido y empobrecido, resulte prohibitivamente cara. Ante ello, lo que crece es el comercio ilegal y la informalidad.

El Gobierno anuncia un oportuno correctivo tributario. ¿Cuándo hará lo mismo con aranceles, tasas y trámites? Incluso si no aumentara sensiblemente la recaudación —que sí lo hará—, incrementaría la formalidad y la participación de la actividad privada, justo lo que se supone que un régimen como este debería perseguir. ¿O acaso ya solo piensa en la forma más fácil y rápida de cuadrar las cuentas fiscales?

La prostituta ciega

Les quiero contar el cuento de la prostituta ciega , la alegoría de esta fábula está inspirada en la mitología griega, específicamente en la deidad de la JUSTICIA.

Relata la historia que, por allá en el siglo XV, existió una hermosa dama, la más admirada y apreciada, llegó a gozar de tanto respeto y consideración social que todos querían alcanzarla, incluso se erguían altares para exponer su singular figura. Representaba los más altos estándares de ética, imparcialidad y equidad. Tanto así que ella misma se cubría los ojos para evitar tener favoritismos. Verla era un compromiso perenne con la sociedad y con el buen nombre de quien ejercía la profesión del derecho.

En aquel entonces ser abogado era cuestión de orgullo, no solo para el individuo sino para sus familiares y amigos. La imagen de la dama generaba las más elevadas pasiones, los profesionales se formaban en conocimiento e integridad para demostrarse a sí mismos que eran dignos de luchar por ella, no cualquiera se atrevía.

La búsqueda de la verdad y la justicia eran objetivos sagrados. De ahí que la imagen de la justicia, tenga un significado tan profundo, la venda en sus ojos por ejemplo simboliza las decisiones objetivas y ecuánimes que deben emanar del sistema judicial, sin influencias de riquezas, política, fama o infamias. Pero, el paso del tiempo trajo consigo la proliferación de vicios y la degradación de los valores humanos . La dama fue ultrajada de tal manera que quedó completamente ciega, le perdieron el respeto, en lugar de luchar por ella, prefirieron prostituirla, venderla al mejor postor como mercancía barata.

En el siglo XXI muchos la dan por muerta, otros aseguran que la han visto deambular como una triste vagabunda por los Despachos Jurídicos, las Cortes, las Fiscalías y las calles. Personalmente quiero pensar que sigue con vida y que está en recuperación. Y tal vez un día no muy lejano volverá a brillar como la reina y señora de todas las virtudes.

incuestionable cumplimiento, que la fuerza pública dispare, contra todo terrorista armado. Esta disposición debe constar en las órdenes operativas. Recién ahí, cuando la orden está transmitida, opera el carácter “no deliberante” de la fuerza pública. Antes, durante la preparación de los operativos, tienen el derecho-obligación de generar escenarios alternativos, problematizar, hasta lograr disposiciones tácticas óptimas que permitan cumplir la misión de modo eficaz, sin dudas.

Hay que quitarles las armas a los delincuentes, a los terroristas. Hay que armar a la población civil dedicada a actividades lícitas.

El monopolio de la fuerza que consiste en el ejercicio de autoridad (justicia y orden público), es exclusivo del Estado. El m onopolio de las armas pertenece a los ciudadanos de ocupación lícita y al Estado; no puede pertenecer al hampa co- mún, al terrorismo y al Estado. Si pertenece solo al Estado y no a los ciudadanos dedicados a actividades lícitas, la Nación está en riesgo de perder su libertad, ante el hampa armada y un Estado abusivo, cobarde, indolente, que es lo que sucede en los narco-Estados de Venezuela, Nicaragua, Cuba, y lo intenta el narcoterrorismo en Chile y Ecuador. Debemos incorporar a nuestro ordenamiento jurídico lo que Franklin y Washington dijeron a éste respecto:

“Cuando todas las armas sean propiedad del gobierno y de los bandidos, éstos decidirán de quién será el resto de las propiedades.” B.F.

“Un pueblo libre no sólo debe estar armado y disciplinado, sino que debe tener suficientes armas y municiones para mantener su independencia de cualquiera que intente abusar de ellos. Lo que incluiría su propio gobierno.” G.W.

Situación

° La deuda bordea el millón de dólares. La nueva tarifa vigente, sin subsidio ni compensación, es 39 centavos la normal y 19.5 centavos la preferencial.

En Santo Domingo existen 385 buses, cada uno recibe un promedio de mil dólares mensuales por compensación.

el dato tan, en base al estudio realizado el año anterior.

En la actualidad, el costo del pasaje en bus urbano es de 30 centavos.

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