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domingo 11 de agosto de 2013 La Hora santo domingo I
Cualidades. La sencillez de este hombre lo caracterizó durante toda su vida.
Dejó grandes recuerdos tras nostálgica partida Una creciente urbe forjada gracias al apoyo de José César Torres Heredia, representa su noble legado. POR Ivette Viña /LA HORA
Más Detalles Su Vida
Su devoción a la Virgen del Quinche era °suprema. Cultivos de naranja, plátano, papaya y °café primaban en los predios de la urbanización Torres Heredia.
° 23 bisnietos lamentan su partida.
Siete Hijos Familia
° Carlos Torres ° Esmeraldita Torres ° Faustita Torres ° Gonzalo Torres ° Eulalita Torres ° Anita Torres ° Inesita Torres
L
a brisa de los gélidos páramos que labraba, desde sus cinco años, y una casita vieja fueron la única fortuna que dejó este hombre en su tierra natal, Guayllabamba, tras su viaje hasta tierras Tsáchilas a sus 50 años de edad.
Cautivado por la fertilidad y acogida de Santo Domingo, migró desde su pueblo a las inhóspitas montañas de la selva virgen que poblaban esta región en la época de 1949. Árboles enormes, caminos de herradura y la esperanza de un mejor porvenir recibieron a este agricultor, que jamás se imaginó formar parte de la historia del cantón. Con tres hijos en brazos y la compañía de su fiel esposa, Camila Vinueza Martínez, decidió cobijarse bajó el manto del bosque, que protegió a su familia mientras se construía la cabañita que se convertiría en su futuro hogar. Caracterizado siempre por sus bríos de trabajo y su particular sentido del humor, este
hombre se fue ganando el aprecio cedió dos hectáreas de sus prede los pocos hacendados que ha- dios para la construcción de esta bitaban el sector en ese entonces. infraestructura. En el interior de estas instalaSu primer hijo, Carlos Torres, recuerda que la llegada hacia ciones se dibujan en sus memoesta zona se convirtió en una rias las imágenes de las plantatravesía puesto que los carros no ciones que en su niñez fueron su podían ingresar y el trajín a ca- patio de juegos. Las donaciones y labores fueballo era el ‘pan de cada día’. Pese a estas dificultades, la exu- ron su distinción ya que gran berante naturaleza y lo económico parte de sus terrenos en la acde los predios del lugar lo motivó a tualidad forman parte de algucomprar 12 hectáreas de terreno en na obra vial o en beneficio de lo que hoy se conoce como la urba- la ciudadanía. “Cuando los caminos eran de tierra, él organinización Torres Heredia. La denominación de este ba- zaba mingas para arreglarlos”, señaló su hija rrio responde Faustita Torres. a la esforzada labor de este ciudadano Historia por el mejoraSe puede decir miento de la que la palabra localidad que esfuerzo define lo amparó dua este caballero rante más de que a temprana 60 años. edad se vio en El transitar la necesidad de por las vías trabajar para Quinindé – subsistir. E s m e r a l d a s Afectos. Su numerosa familia lo Nacido un trae grandes define como un ‘hombre de roble’. A 1 de diciembre recuerdos a sus sus 100 años continuaba sembrando y de 1909, quedó siete hijos dado cultivando la tierra huérfano a los que su padre dos años. Desde donó gran parte de los terrenos ese entonces fue criado por uno para la construcción de estas ar- de sus padrinos. terias viales. Pese a que contaba con el soEl ir y venir de los transpor- porte de este familiar, las situates interprovinciales también ciones económicas siempre fueevocan las remembranzas de ron precarias. “Pobrecito, pero esta familia ya que su progenitor bien pobrecito era mi papito”,
recuerda una de sus hijas. Las letras y los números nunca fueron su fuerte. Si bien la educación en su tiempo no era una prioridad tampoco existía el dinero para solventar los gastos que ella implicaba. “Sus amigos le enseñaron a firmar, leer y escribir porque él no sabía”, relató Esmeraldita Torres, otra de sus vástagos, expresando que aunque su padre no contara con mayores distinciones educativas tenía el orgullo de ser honesto, trabajador y generoso. De esto dan fe todas las personas que lo conocieron. Con cinco reales en mano sorteaba las necesidades de la vida siempre con una sonrisa en su rostro. Otro de los pasatiempos que lo atraía era el fútbol, tal es así que conformó la liga del equipo Galo Plaza en Guayllabamba. Recuerdos
Su habilidad en las manos no solo radicaba en su éxito en la agricultura ya que uno de los hobbies de este cariñoso abuelo era la elaboración de manualidades con paja toquilla para su nietos. Sombreros, anillos y pulseras eran la alegría de sus familiares a la vez que se convirtió en uno de sus pasatiempos favoritos. “Era hermoso ver como mi abuelito nos hacía estas cosas solo para vernos felices”, indicó su nieta, Mayra Loor Castro.