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Los radicales avanzan

Dentro de pocos días, los miembros de Pachakutik elegirán una nueva coordinación nacional. Este evento será la culminación de una pugna que enfrenta a los sectores más radicales del movimiento indígena — etnocentristas y defensores del ‘comunismo indoamericano’ — con sus pares más afines a una izquierda moderna y pluralista. Varios hechos alimentan el contexto: la llegada de Leonidas Iza a la presidencia de la Conaie, el rompimiento de Yaku Pérez con el partido, el ostracismo de Marlon Santi, el surgimiento del ala ‘rebelde’ de Pachakutik, el rechazo a la salida constitucional de la ‘muerte cruzada’, las luchas intestinas en la Fenocin y el permanente hostigamiento contra Ricardo Vanegas y demás cuadros moderados. Si, como parece probable, Guillermo Churuchumbi se instala en la coordinación de Pachakutik, los sectores más radicales habrán logrado conquistar las principales instituciones del movimiento indígena, algo sobre lo que los propios líderes históricos advertían desde hace años. ro drigo Santi L L án P E r a LBo rodsantillanp@gmail.com

Por otro lado, la semana pasada, miembros de la comunidad indígena se tomaron bloques petroleros, lo que culminó con soldados heridos con armas de fuego, evacuaciones de emergencia, pérdidas millonarias y saqueos. Aunque, al igual que en el atentado de junio de 2022 que dejó un militar muerto y varios heridos, no hay evidencia de que ello sea responsabilidad de la dirigencia, estos hechos evidencian una estrategia y una nueva forma de percibirse entre el Estado ecuatoriano y las comunidades indígenas. El discurso radicalizante está surtiendo efecto.

D.Trump

Elpoderoso magnate Donald Trump es el primer expresidente de Estados Unidos que ha sido acusado con más de 30 cargos criminales relacionados con fraude empresarial y otros, por la Corte Criminal de Manhattan, en donde es sometido a juicio.

En la audiencia se esperaba que el juez, de origen colombiano, ordenara su arresto, pero al quedar en libertad voló en su avión privado a su mansión en Florida para continuar con sus ambiciosos planes de volver a ser presidente del imperio.

El ‘inocente’ Trump ha negado haber pagado a la actriz de películas de adultos o pornográficas Stormy Daniels, la cantidad de 130.000 dólares para que mantenga la boca cerrada, a fin de que no hiciera pública su relación en plena campaña electoral de 2016. Así juegan los políticos inmorales con la buena fe de los ciudadanos votantes. Todo vale en las campañas electorales.

Además, quienes cometen delitos pregonan ser inocentes, así falsifiquen los registros comerciales como lo habría hecho Trump, pero se ha probado que la Organización Trump anotó los reembolsos como gastos legales en sus libros de contabilidad internos , situación que no es simple trampa, sino un delito de alta gravedad, según los fiscales acusadores. Por este delito el acusado podría ser condenado de uno a cuatro años de prisión, según el sistema legal estadounidense.

Trump, quizá para no empañar su larga campaña presidencial ha negado con rigor y fuerza haber tenido relaciones sexuales con la actriz porno, al tiempo que afirmaba que los cargos que se le imputan son propios de sus enemigos políticos.

El ambicioso Trump, de la extrema derecha norteamericana, se ha convertido en el primer expresidente estadounidense que afronta cargos penales, pero quiere volver a sentarse en un sillón presidencial en la Casa Blanca. ¿Será?

para hacer bien el trabajo. Con su salida, puso fin a uno de los mandatos más complejos de su país, pues durante su gestión enfrentó duros episodios con la pandemia de Covid-19, atentados terroristas y varios desastres naturales. El brillo de Ardern empezó cuando llegó a la presidencia de Nueva Zelanda embarazada, y más tarde con su bebé en brazos durante sesiones de la Asamblea de las Naciones Unidas. Sus respuestas empáticas con la población y también su firmeza ante actos terroristas y supremacistas blancos la ubi- caron como uno de los perfiles políticos más llamativos para la comunidad internacional en los últimos años Pero tras su estilo sensible siempre se mostró altamente resolutiva. También es cierto que la popularidad de Jacinda descendió en los últimos meses. Una situación que ella atribuyó al precio que su Gobierno había pagado por mantener a la población a salvo del Covid Esto se suma a una crisis del costo de la vida, temores por la inseguridad y una acumulación de promesas electorales aplaza- das por la pandemia. Es apenas natural que una renuncia cause curiosidad e incluso cierta incomprensión; por eso resalto la valentía de la ex primera ministra al reconocer vulnerabilidad y su necesidad de dedicar más tiempo a otras actividades. También sus declaraciones sobre la bondad, y cómo ese valor puede ser parte de un liderazgo fuerte.

La experiencia de Ardern me lleva a pensar en las autoridades seccionales electas en este 2023: 42 alcaldías y 7 prefecturas estarán a cargo de muje- res. Ellas deberán enfrentar el duro reto de hacer política en una sociedad desigual. Es ahí, donde el ejemplo de Ardern puede inspirarnos y brindarnos herramientas en la difícil tarea del servicio público. Lejos de ser un personaje perfecto, la gestión de Jacinda Ardern nos permite ver, en una era de groseras figuras políticas, que una mujer empática y centrada puede lograr grandes objetivos para su país, y que también, si así lo decide, puede dar un paso al costado de forma digna.

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