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CONOCER LA EXPLICACION DEL SEÑOR WILFRIDO RAMON

OPINIÓN

A4 LUNES 29 DE JUNIO DE 2020 La Hora ECUADOR tiempo lectura 15 min. O

Nunca te de- jes vencer por el futuro. Lo enfrentarás, si llega con las mismas ar- mas que usas para el presente.

MARCUS AURELIUS (121-180) EMPERADOR ROMANO Y FILÓSOFO ESTOICO.

Sin perdón, no hay futuro”.

DESMOND TUTU (1931- ) CLÉRIGO Y PACIFISTA SUDAFRICANO.

La reinvención de la Universidad

Se han hecho experimentos que dicen que es posible implantar Google en el cerebro, y que esta podría usar instantáneamente toda su información. Esto es parte de la Revolución de la Inteligencia, una revolución que transforma toda la realidad.

Si la educación universitaria no se integra al mundo contemporáneo, este se va a convertir en una fábrica de desocupados. En 2017 el Informe Hechinger se preguntó si un título universitario sirve para algo, lo hizo la revista Smithsonian en 2018, y lo hace la mayoría de los jóvenes latinoamericanos en estos días.

Bigthink.com continuó la investigación y encontró que “el 65% de los niños que ingresan a la primaria terminarán trabajando en profesiones que todavía no existen”. Aproximadamente el 50% del conocimiento que se adquiere durante el primer año de una carrera de cuatro años está desactualizado cuando el estudiante se gradúa.

La educación superior debe proporcionar a los estudiantes herramientas que les permitan vivir en la nueva realidad, que están más allá de contenidos que se pueden implantar en el cerebro con una nanocomputadora.

Más que almacenar datos como un ordenador, los líderes necesitan la capacidad de enfrentar con imaginación problemas nuevos y complejos. En su ignorancia, los líderes antiguos creían que sabían todo, que podían combatir al Covid-19 inyectando detergentes, con frases de autoayuda o con el Libro Blanco de Rosario Murillo. Los líderes modernos no deben intentar tocar todos los instrumentos de una orquesta, sino capaces de articular el conjunto aunque no toquen ningún instrumento. La capacidad de dirigir equipos y cooperar con otros es indispensable.

Las universidades deben reinventarse constantemente para ofrecer a sus estudiantes destrezas para trabajar en carreras que aparecerán en el futuro.

Hace poco terminé mi curso sobre estrategia política en el posgrado de la GSPM GWU, que me enseñó en la práctica las ventajas de la educación globalizada.

No hubiera tenido sentido dictar un curso de marketing político o sobre temas del siglo pasado como capitalismo, neoliberalismo, estatismo, pobrismo y otros. El mundo avanza a una velocidad vertiginosa y no podemos estancarnos en el pasado.

*Profesor de la GWU. Miembro del Club Político Argentino; publicado en perfil.com.

INVISIBLES DELITOS DE ODIO

La escasa aplicación del ‘delito de odio’ en el sistema de justicia ecuatoriano invisibiliza una grave falencia que tenemos como sociedad, y es la violencia derivada de la discriminación.

Ocurren en el país horrorosos actos de violencia a razón de la orientación sexual e identidad de género de la víctima, así como otros por su nacionalidad, etnia e, incluso, estado migratorio. Algunos de estos casos dejan secuelas sicológicas, físicas y emocionales; otros llevan a la muerte.

La justicia tiende a tipificar estos actos como un delito común: robo o ‘robo con muerte’ si hay víctima mortal.

“Muchos jueces y fiscales comparten prejuicios respecto a ciertos grupos”, explica una constitucionalista; así, la motivación de odio desaparece de la realidad legal y jurídica del país.

Tomó años de lucha llegar al reconocimiento legal del femicidio como un acto de violencia y muerte motivado contra una mujer por el simple hecho de serlo. El proceso, que en pleno siglo XXI aún tiene detractores, empezó por un reconocimiento social de la discriminación cultural, colectiva y legal que señaló la necesidad de protección a un grupo vulnerable.

Las víctimas de los delitos de odio merecen similar tratamiento. Reconocer que existe discriminación que motiva actos de violencia motivados a causa del género o inclinación sexual, es el primer paso que debemos tomar como sociedad.

La correcta formación de los actores del sistema de justicia, como policías, fiscales, defensores públicos y jueces, se vuelve también necesaria, para que se actúe en base a derecho, pero sin el velo del prejuicio milenario y personal.

“Es más fácil juzgar un delito de odio hacia un indígena o un afrodescendiente que para un gay”, señala una abogada de Derechos Humanos. Que la historia no pesque a jueces y fiscales optando por lo más fácil, sino por lo justo.

MANUEL CASTRO M.

No hay reglas para la educación

A un académico de una Universidad de Estados Unidos que le preguntaron la razón de que solo el 10% de los ciudadanos de ese país siguen carreras universitarias, contestó que la verdadera educación no es conocer a fondo matemáticas, filosofía, medicina y otras ciencias sino la realización de la persona, dentro de un amplio criterio de libertad pues “aunque uno pueda llevar el caballo al río, no puede obligarlo a beber”. Es verdad existen artesanos, carpinteros, zapateros, gasfiteros, campesinos que pueden ser sabios, que más han consultado a la vida que a los libros. De los Incas, Aztecas, Mayas, sería anacrónico hablar de universidades, sin embargo eran sabios en agricultura, astrología, medicina.

En el ecuador estamos empeñados desde hace cientos de años en tener una educación de excelencia, pero sin resultados. La razón puede ser que la meta es que los estudiantes lleguen a la Universidad, con o sin vocación. Hay descuido, olvido, indiferencia de la enseñanza en las escuelas y colegios, tanto que se inventó demagógicamente aquello de “ser bachiller” con lo que se dio a entender que la escuela primaria y secundaria proporcionaban educación incompleta. A Napoléon le preguntaron desde qué edad se debía enseñar a los niños y él respondió: “Veinte años antes de que nazcan”, ergo que primero deberían educarse los padres.

Salvo criterios revolucionarios, que toman doctrinas de hace doscientos años como el marxismo, la educación debe ser humanista: crear un ser inquieto, rebelde, curioso (base de la ciencia), que le pueda conducir a científico, artesano o artista en la música, el teatro, la danza, campos en que existen prejuicios y éxitos maravillosos.

La verdadera educación es aprender a no tener miedo de ninguna aventura intelectual o física. Escribir un poema, escalar una montaña o componer un pasillo. Tal vez un joven no quiera “nada” que también es una opción humana, como sostenía Sastre. O como enseñó Jesús en el Sermón de la Montaña: ser “la sal de la tierra”, la “luz del mundo”, o “tener hambre y sed de justicia”, como Ghandi, Tolstoi o el Santo Hermano Miguel.

manuelcastromurillo@hotmail.com

Problema de cultura Marta Lagos, economista de la Universidad de Heidelberg, miembro de la Comisión de Expertos de Opinión Pública de las Naciones Unidas, realizó importantes declaraciones.

Al referirse a situaciones complejas desatadas por el coronavirus, aseveró: “La corrupción no solo viene por los Estados blandos, por la falta de oportunidades o de las leyes que no están bien hechas y permiten espacios para la corrupción. Todo esto se puede y se debe mejorar. El tema cultural es más complicado”. Sobre las adquisiciones indebidas de insumos médicos, añadió que es necesario reafirmar el Estado, con procedimientos que impidan que familiares o más elementos que no pueden hacerlo se beneficien de licitaciones, lo cual ha generado los escándalos que diariamente informa la prensa.

El problema de cultura, agudo, envolvente, desorientador, ha emergido en su cruda realidad: a más de los increíbles negociados que están siendo investigados, no se entiende cómo, en días tan críticos, en Ecuador hay no pocos casos donde se han violado elementales disposiciones orientadas a neutralizar los efectos del virus altamente transmisible.

Se ha dado a conocer que, en plena pandemia, son cerca de 65 mil las emergencias reportadas de personas que han ingerido licor, algunos a pico de la misma botella y sin mantener el debido distanciamiento social. En Cumbayá se ha llevado a cabo una fiesta hasta con juegos pirotécnicos. En Daule, en “chiva” que recorría la población, se hallaban bailando a todo volumen y tomando más de 20 personas de ambos sexos que no llevaban mascarilla. En una parroquia de Esmeraldas, los fiesteros agredieron a un policía hasta casi matarle, mientras quemaban un patrullero. Al parecer, esa gente cree que la vida no vale nada, como expresa la primera estrofa de esa conocida ranchera.

f-barri@uio.satnet.net

Medio de comunicación liberal, laico, agnóstico e inclusivo. Respetuoso y defensor de los Derechos Humanos, el Estado de Derecho y la Democracia.

Editora Nacional GABRIELA VIVANCO SALVADOR

Editor Regional FRANCISCO VARELA

e-mail: cartasaldirector@lahora.com.ec Año: XXXVII No. 12902 www.lahora.com.ec

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