CARTA DE PRESENTACIÓN Queridos lectores: En primer lugar quería agradecer a todos los colaboradores de la revista el interés en reanimarla, espero que entre todos podamos hacerla más y más grande. Me gustaría recordar que cualquiera puede participar en esta revista exponiendo artículos en la sección de cartas a la revista de colchonero.com, todos vuestros escritos irán apareciendo poco a poco en las diferentes ediciones de la revista. Podréis seguir todos nuestros avances en el post oficial, en el subforo de actividades relacionadas con el Atlético y la web, que cada día se irá renovando. Desde fichajes de nuevos colaboradores hasta nuevas secciones. Todos estamos ilusionados con este proyecto que un día se dejó atrás, un proyecto en el que se crearía una revista únicamente del Atlético de Madrid, y hecha por auténticos colchoneros. Esperó que nunca vuelva a desaparecer. Como colaboradores tenemos muy buenos foreros, que han sido escogidos por sus aportaciones a nuestra comunidad, y que hoy darán un paso, que será estar y permanecer en esta revista. Muchas gracias a todos.
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El Athletic Club de los Caballeros. Eran los locos años 20 y fue el primer gran equipo rojiblanco que se disfruto en Madrid. Fue el fruto maduro de una conjunción de esfuerzos de gente como Julián Ruete que de la mano de la rivalidad con los blancos nos llevo a ser un equipo competitivo a nivel regional y nacional. Se alcanzaron los primeros títulos de nuestra historia, 3 Campeonatos Regionales a los 21, 26 y 28, se llego a dos finales de Copa en el 21 y 26. Era la época que preludiaba el comienzo inmediato de la Liga que empezó a rodar en la temporada 1928-29. Fue este elenco de jugadores una generación de deportistas, de caballeros, que amaban el futbol, unos locos maravillosos que en condiciones adversas supieron sobrevenirse y tocar la gloria. Eran los… empezando por la izquierda Quico Marín, Tuduri, Luis Olaso, Cosme, Barroso, Palacios, Burdiel, Pololo, Triana y Alfonso Olaso, de Miguel sentado.
Era la época en la que el futbol pasaba de ser amateur a profesional. El publico empezaba a acudir a los campos masivamente, los estadios se ampliaban y vallaban. Los contratos de los jugadores dejaban su romanticismo y su buenísimo en el alero, era el momento de ganarse el pan jugando a este deporte. Se paso del clásico sportmen a iconos del deporte y los emolumentos que percibían tenían que ir en consonancia con los tiempos.
El tren nos arrollo, no se supo valorar esa evolución que se estaba produciendo ante el comienzo inminente de la Liga Nacional y no se acertó en retener nuestros jugadores, Triana, Luis Olaso o Cosme emigraron a contratos de profesional más cuantiosos del eterno rival, a Pololo, Tuduri, Barroso y tantos otros les llegó la hora de colgar las botas y el relevo generacional no estaba preparado. Se comenzó la Liga con una plantilla muy mermada por las ausencias y cuando se quiso reaccionar improvisando soluciones y contrataciones estábamos en el pozo de 2ª división con Luciano Urquijo en la Presidencia, costo salir y mucho, hasta la 34-35. Los presidentes que gestionaron esa primera época de gloria fueron estos tres.
La continuidad de esa primera generación excepcional de caballeros que pusieron el nombre del Athletic Club madrileño en lo más alto se vio truncada con el arranque de la Liga aunque los pasos como institución habían sido de gigante y los éxitos deportivos acompañaron no se tuvo la visión necesaria y llevaron paulatinamente al Club a la ruina económica y deportiva que solo se vera aliviada después de la guerra civil y la salvadora unión con el Aviación Nacional donde encontraremos la segunda generación de oro de nuestro Club, “los chicos” de Zamora.
Jugo defendiendo los colores rojiblancos 70 partidos oficiales consiguiendo un total de 34 goles, entre ellos tuvo el honor de estrenar el marcador del Stadium Metropolitano en el partido inaugural. Gano tres Campeonatos regionales y alcanzo dos subcampeonatos de Copa. Era el jugador icono del Athletic de los caballeros. Jugador de entrelazados y filigranas imposibles. Entre otras anécdotas que jalonan su carrera en rojiblanco sobresalen una en semifinal de Copa contra el Barça en Les Corts en la que salto la valla y abofetead a un directivo culé por reiterados insultos y una jugada genial al año siguiente en otra semifinal de Copa contra el Celta donde encadeno una jugada de varios regates llegando incluso a driblar al portero coronando un partido en el que materializo 3 goles, lo que le hizo salir a hombros del Stadium. Para el comienzo de la Liga en 1928 acepto un contrato profesional con el eterno rival que solucionaba económicamente su vida y la de su familia. Murió en las matanzas de Para cuellos del Jarama el 10 de agosto de 1936.
Robin
Desde mi sarcófago… En la reserva india el viento barre el polvo del árido desierto. Lejos de las praderas que un día fueran sus tierras la tribu se consume lentamente. Ya no cazan a Tatanka el búfalo, ni bailan a la vibrante luz de las hogueras sus danzas rituales. Embrutecidos por el agua de fuego que el blanco les regala pasan su tiempo en inútiles conflictos. La que un día fuera cuna de bravos indomables se ha convertido en un manso rebaño de débiles criaturas. El hombre blanco, ¡Qué listo el hombre blanco!, explota ahora las Colinas Negras que antaño fueran sus terrenos de caza para extraer el oro de la tierra. Para ello, por una y otra vez ha roto sus tratados y promesas. El hombre blanco miente, carece de palabra y de nobleza, y el indio se pregunta por qué es capaz de la más ruin bajeza por un metal más débil que el hierro de sus hachas, por qué mata por él a sus amigos, a sus propios hermanos, y vende a sus mujeres. En la noche callada, bajo la fría luz de las estrellas, envuelto en su guajochi, el viejo guerrero relata sus historias a los niños. Leyendas de hombres libres, orgullosos, que lucharon y murieron combatiendo por defender su honor. Y al relatarlas, sus ojos mortecinos por el paso del tiempo, cobran un extraño fulgor, y vuelve a ellos un destello de vida, y en ellos se reflejan las almas de los bravos que vagan galopando entre nubes por un eterno universo de gloria… A mis amigos. RIERA