crzonI

Page 312

30

Va a despedirme —digo con la voz entrecortada—. Me pondrá de patitas en la calle y, de paso, me dirá de todo. La he cagado, y mucho. Esto será una mancha en mi expediente. Y nadie querrá contratarme. Les llegará la carta de recomendación, que en realidad será una de no recomendación, avisándoles de que no cumplo las normas empresariales y de que me tiro a todo bicho viviente. E iré volviéndome pobre. Y me quedaré sola. Y… —Blanca… —Los fríos ojos de Emma se clavan en los míos. A decir verdad, no le he dado tiempo a nada, pues he entrado a toda prisa en su despacho, me he sentado sin saludarla y he empezado a contarle todo lo ocurrido. En quince minutos es la primera vez que abre la boca, de modo que me callo y la miro—. Vamos a hacer un ejercicio de relajación. —Sí —asiento, aunque lo único que deseo es que me diga que todo se solucionará, que ella misma va a arreglarlo (imposible), o mi madre (imposible también, pero ¿a que de pequeños pensábamos eso y nos sentíamos muchísimo mejor?). Nos tiramos un buen rato con el ejercicio. Dice que estoy en crisis. ¿Y quién no lo estaría en mi situación? A continuación me invita a pensar posibles conversaciones con mi jefe. —Tienes tres semanas para prepararlo, así que practica conmigo. Imagina que yo soy él y lo que me dirías. Piensa por qué, a pesar de los riesgos, te metiste en esa aventura. —¿Porque soy gilipollas? —Esbozo una sonrisa nerviosa. —Blanca, esa actitud no te ayudará en nada. Tienes que mostrarte como una profesional ante él. —Me observa con severidad. —Está bien, está bien… —Cojo aire y trago saliva. Reflexiono un instante y


Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.