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Capítulo XVII. El mandala psíquico

el relámpago!) para superar este amor imposible y encontrar en él una energía poderosa para hallar una vía personal… Lo imaginario se pone muy poderosamente a nuestro servicio, tan pronto como hay un soporte material. Es una ley física.

Por lo tanto, Vd. ha sacado un elemento material y abierto la puerta de lo imaginario con las imágenes materiales.

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Sí; hecho este trabajo, vamos a conservar el elemento material para hacer con él el inicio de un mándala psíquico.

Capítulo XVII. El mandala psíquico.

¿Qué es un mandala psíquico?

Vemos como se utiliza un círculo partido en 8 partes iguales. Cada parte está dividida en 3 capas, la 1° saliendo del centro y la 3° hallándose en el borde externo del círculo. Las dos primeras casillas se agrupan bajo un título genérico: las cualidades naturales. Se empieza por la casilla Elemento natural que está vinculado a las imágenes sacadas de los relatos; se anota su elemento natural en la parte que está más cerca del centro en la izquierda del círculo, como en nuestro ejemplo ‘La Vid y la Sangre” (ver esquema en la página siguiente). Luego por asociaciones de pensamientos o por intuiciones, se pasa a la casilla siguiente. Situación. Seguimos estando en una cualidad natural, el objetivo es situar el lugar donde se halla el elemento natural, en nuestro caso “En un paisaje ondulado con castillos”.

Esquema página 218 del libro.

Y en las dos casillas siguientes, ¿qué ponemos?

Las dos casillas siguientes se refieren a las cualidades sociales que nos ponen sobre la pista de nuestro Antepasado – Guía. La 1°se titula: Fallo: se plantea la pregunta desde el punto de vista debilidad, ruptura en lo que se ve. Siempre dentro de nuestro ejemplo, es “La ausencia de conexión entre los castillos”. La 2° se llama: Poder; aquí se trata de ver o comprender cuál(es) poder(es) corresponden o compensan el fallo. Aquí es “la Magia” lo que permite crear o mantener vínculos no aparentes externamente. Llegamos a lo intitulado Cualidades culturales. En la casilla de las herramientas culturales que permiten una transformación, se puede poner todo lo que usa nuestro antepasado, se le pone en acción. En nuestro ejemplo, el personaje que se construye lleva una cruz y un cuchillo. En otro caso, es la palabra “serpiente médica” que apareció. El caduceo, signo de los médicos y del mercurio alquímico. En la casilla siguiente, nos interesaremos al contexto cultural, aquí “la Colonización”.

¿Cómo se halla esta palabra “colonización”?

Dejando fluir lo imaginario, por asociaciones de ideas. Nos preguntamos cuál es el contexto cultural que envuelve lo que se ha encontrado anteriormente.

Finalmente, llegamos al último sector titulado las cualidades históricas. Frecuentemente, es merced a estas dos casillas que se llega a hallar el personaje. La 7° casilla se refiere a la época, en nuestro ejemplo, “el Antiguo Régimen” y la 8° casilla, el camino que usa el personaje, aquí “un camino entre orden y desorden”. Acabada la primera vuelta, se vuelve a empezar con el elemento natural que se puede entonces volver a calificar y se empieza una segunda vuelta. Ciertas casillas no cambiarán pero otras se van a afinar o incluso cambiar totalmente su significado, otras no se llenarán por carencia de inspiración. Por esto se preven tres fases en nuestras casillas. Frecuentemente se necesitan tres vueltas, para que aparezca un personaje que será el Antepasado – Guía. Siempre en nuestro ejemplo, el elemento natural se quedó idéntico. La situación se hizo “subterránea, oculta”. El fallo se transformó en “subterráneo”. El camino se hizo “Las Ordenes”. El personaje que se impuso es el último Gran Maestro Templario quemado por el rey de Francia, Felipe el Hermoso: Jacques de Molay.

¿Cómo aparece este personaje?

Se forma una imagen adentro nuestro. Aparece un rostro, un traje, una silueta, un lugar de vida. Se puede oír un nombre y nombrarlo en seguida. A veces, se necesita un poco más de tiempo. Nombrar el Antepasado nos permitirá personificarlo, discutir con él, tenerlo frente a nosotros mentalmente. Se reconoce a alguien porque se pudo nombrarle.

¿Porqué no varios personajes?

El ejercicio está construido así, pero es posible que un segundo personaje esté incluido dentro de otro. Anotaremos el nombre del segundo personaje que nos servirá luego. Al principio, hay que desarrollar el primer personaje, el primer Antepasado – Guía.

¿Porqué se usan estas denominaciones y esta forma?

Este mandala es un caleidoscopio que sale de elementos naturales que sirven de soporte a lo imaginario. Luego, se va hacía los elementos más culturales, pasando por cierto número de fases para ir hasta un elemento histórico que permite volver a calificar un antepasado histórico, su ciudad, su siglo, su tierra. Esto constituye un todo coherente porque son los elementos de que dispone un individuo para cualificarse psíquicamente, o sea la naturaleza, el árbol, el agua, el bosque, la ciudad, lo urbano, el siglo, la época, la profesión. Es el individuo a través de una estructura. La idea de esta forma es que va girando. Se empieza con elementos naturales para volver a ellos dando una vuelta.

De hecho, es un soporte interesante para nosotros en la medida en que, poco a poco, trabajando, se encuentra la unidad del alma. Antes de encontrarla, lo que es fantástico, es que se presiente y fácilmente, se recorre el círculo.

Se constata que hay una convergencia de todos estos elementos que da una apariencia real a este Antepasado – Guía…

Amalgamando todos los elementos, aparece el personaje. Siempre es más fácil hablar a un ser individuado que no individuado. Aquí está todo el interés de este trabajo. En principio el Antepasado – Guía que se ha hallado es un personaje conocido. Por su mediación, se trae a un ser colectivo hacía nosotros de modo a que nos sea útil. Se pone la historia a nuestro servicio, cuando generalmente, sucede lo contrario. Lo más frecuentemente, los individuos están absorbidos por los acontecimientos colectivos, víctimas de las guerras, decisiones políticas, económicas e ideológicas.

¿Qué pasa luego con este mandala?

Primero, es interesante guardarlo. Siempre es útil sumergirse otra vez en producciones directas del inconsciente para captar nuevas claves, en cualquier momento de nuestro desarrollo.

¿Y luego?

Se busca si el descubrimiento del personaje destapó algo nuevo para nosotros y se habla de ello a los participantes. Uno se coloca frente al grupo, con el mandala bien visible por todos. Se debe explicar cada palabra colocada en las casillas, esto puede tardar para las personas que no llegaron a calificar algunos puntos y sobre todo las que tienen dificultad en encontrar a un personaje. A veces, sólo se le encuentra mucho más tarde porque, aun cuando se le ha calificado, situado, se desconoce su nombre. Se hallará más tarde, a través del sueño o por “casualidad” al leer un libro, en el curso de una conversación o de una exposición… Esto puede tardar algunos días. El grupo sentirá si este personaje es justo.

¿Cómo se puede saber?

Hay una resonancia psicológica y una resonancia física en el cuerpo. Siempre hay un momento en que la frente dice “Sí, sí, es esto”. Los participantes sienten que es exacto, como una música: “al uni –sono” Se ha de hallar un equilibrio, siempre es el problema del desarrollo personal, entre el lugar de los demás y el lugar propio, entre el inconsciente de los demás y el nuestro. Si se deja demasiado sitio al grupo, construirá su propio imaginario y lo pegará sobre la persona, esto no funcionará. Si se deja demasiado sitio a lo imaginario de la persona, sin dejar la distancia necesaria y la parte del grupo, recaerá demasiado fácilmente sobre sus a priori. El arte, es crear un equilibrio.

¿Qué se hará con este Antepasado Guía?

El trabajo que sigue es muy personal y puede tomar varios meses. Hay que llegar a conocer perfectamente la vida de nuestro Antepasado – Guía. Por sincronicidad, siempre según las leyes extrañas del azar, vamos a encontrar puntos comunes muy elocuentes, entre él y nosotros y entre él y nuestra familia. Es una experiencia muy extraña y muy interrogativa. Para Jacques du Molay, la gran sorpresa fue encontrar en una biografía reciente de Alain Demurger, el punto fuerte del ataque del rey de Francia contra los Templarios de quienes fue el último Gran Maestro. Según Demurger, la intronización de los templarios tenía un carácter oficial, colorado con fasto y ceremonias; después de la ceremonia oficial, empezaba la ceremonia oficiosa “en un rincón retirado de la capilla –lo más frecuentemente, detrás del altar – por su receptor o hermano designado: se le pedía entonces, fuera de toda presencia, de renegar de Cristo, de escupir y/o pisar la Cruz, luego besar el receptor en el ombligo, la parte inferior de los riñones o el ano; finalmente se le aconsejaba, que en vez de tener comercio con una mujer, se uniera carnalmente con otros hermanos en caso de calor (sic). Naturalmente, esto no estaba practicado por todos, pero otros abusaron ampliamente de sus poderes tal como Gérard de Villiers, el último Maestro de Francia de los templarios. Jacques de Molay no había reformado estas prácticas que eran funestas para la Orden. No era alguien muy inteligente según los historiadores, era de pequeña nobleza y no pesaba bastante frente a sus detractores. Qué desilusión con relación a lo imaginario templario que llevaba conscientemente la persona (metáfora de una desilusión familiar?)… La persona que lo eligió había indicado realmente en su mandala “Ordenes y desordenes”. Lo que aproxima a Jacques de Molay de su familia es la presencia de numerosos militares, atentos a la religión, entre sus antepasados…

¿Otro ejemplo?

Un ejemplo extraño referente al personaje de Liane de Pougy y la mujer joven que la había elegido, ambas tienen la misma altura, 1,71m, el mismo número de calzado, 37,5 y nacieron el mismo día y mes de nacimiento. Vivieron acontecimientos similares en la misma edad. Ambas pronunciaban la misma afirmación con frecuencia: “Tengo los pies pequeños por mi altura”. Incluso es extraño que la biografía haya anotado este hecho… De todos modos, es lo que las acercó a través del tiempo. En momentos claves de nuestra vida, vamos a ver el nombre del Antepasado – Guía en un cartel, hallar un libro, una imagen, etc… Abriremos su biografía y encontraremos un pasaje muy luminoso para lo que debemos decidir en el instante o en algún tiempo.

¿Lo más importante, es que será una instancia de diálogo para nosotros?

Sí, por su intermediario, podemos hablar con nosotros mismos. Lo que es muy interesante porque quizás sea la primera vez de nuestra vida que alguien nos hablara realmente.

¿Existe verdaderamente un antepasado o está aquí solamente para permitirnos hablar con nosotros mismos?

Se trata de una cuestión que trata de la función de lo imaginario. Lo imaginario es la base de lo real. Hay que poder “soñar hacía”. Es realmente la capacidad esencial. Abrir las vías de lo imaginario, trabajar con él, es permitirse estar enganchado otra vez a una realidad. Si no se sueña hacía alguien, este alguien muere dentro nuestro. Se ve bien en el amor.

¿No es una forma de locura el hecho de hablar con seres adentro nuestro que nos dicen de hacer esto o ello?

Al revés, es la imposibilidad de diferenciarse suficientemente en nuestro interior para precisamente mantener y tener cierto diálogo con nosotros mismos, a través de un objeto, lo que lleva a la locura. La psicosis, por ejemplo, es la ausencia total de dimensión imaginaria. Una definición radical del psicótico, es alguien que no tiene ninguna capacidad imaginaria, que se apega a todo lo que llega. Por suerte, jugamos con nuestras ideas, jugamos con las cosas, tenemos “algún juego”; en cambio el psicótico no tiene juego, está apegado a la realidad. Es lo que él cree que le han dicho que es, sólo es esto, un objeto dependiente de sus padres, el apéndice de su madre o de su padre. Los psicóticos no tienen ningún margen de maniobra con relación a esto.

¿Si se les integrase a un Antepasado – Guía, podrían salir de su psicosis?

Diría que cada persona, en particular a causa de su historia familiar, puede tener puntos de psicosis. Todos tenemos puntos psicóticos en alguna parte. El trabajo de elaboración a través de la construcción del Antepasado – Guía puede permitir cierta forma de curación. No digo que esto cura la psicosis. Digo que esto puede favorecer que algunos puntos de abscesos hallen una vía de paso. Acto de paso, paso… Esto será la próxima etapa.

¿Llevamos a este Antepasado?

Es él que nos lleva; lo importante, es que nosotros lo construimos.

¿Pero el antepasado no forma parte de nuestra genealogía, es un personaje histórico, a priori?

Sí, pero empezamos con antepasados familiares para encontrar a este Antepasado –Guía. De hecho pasamos a través de ellos.

¿Este antepasado agruparía todos nuestros antepasados familiares?

Sí, pero al mismo tiempo, los trasciende. Esto va más allá. Lo real está atravesado por lo imaginario, este antepasado imaginario que se reconstituye es alguien que atraviesa del mismo modo. Es por esto que es poderoso porque atraviesa, y al mismo tiempo, se desfasa algo de los antepasados reales. Porque la gente está entremezclada en sus historias familiares, no se desapegan. Están absortos, en cambio, aquí, se desfasan. Este desfase deja “un juego” entre la verdad y la realidad.

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