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Capítulo VIII. La enfermedad y sus raíces genealógicas
from Elizabeth Horowitz
by Kosmic Bluez
La causa de la disputa puede ser insignificante o arbitraria pero lo que se mira es el corte del nexo, el corte definitivo que hará que para esta mujer, su hermana sea como muerta, inexistente.
Se trata aún de obedecer a programas?
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Sí, exactamente, es el modo en que el árbol genealógico toma posesión de nosotros. Entonces, una vez que se conoce el programa, una vez analizado, se evita así caer en un conflicto sin salida; al hacer esto, se vence un modo de funcionamiento limitado que nos quitaba posibilidades en vez de dárnoslas.
Capítulo VIII. La enfermedad y sus raíces genealógicas
Podría Vd. hablarnos de un primer caso de enfermedad en relación con el árbol genealógico…
Sí, se trata del caso de una señora que tiene dolores de cabeza muy importantes desde la edad de veinte y cinco años; al hacer su árbol genealógico, se descubre que su bisabuelo paterno murió matado a la misma edad de una bala en la cabeza por un Alemán.
Cuando un antepasado está matado de una bala en la cabeza, ¿no induce este acontecimiento una dificultad intelectual en los descendientes, no les será difícil aprender y pensar?
Sí, precisamente. Esta señora me explicaba que no había podido seguir ninguna formación prolongada durante su vida, a pesar de su deseo de hacerlo repetidas veces.
¿Por cuáles motivos?
Porque su cónyuge se mudaba constantemente en ciudades diferentes, no se quedaban nunca bastante tiempo para que emprenda estudios serios.
¿El hecho de haberse casado con un hombre que se movía siempre de lugar tiene un sentido en su historia?
Los desplazamientos incesantes del marido son una metáfora de lo que hubiese podido salvar a su ancestro. Si uno se mueve siempre, escapa a la bala que nos estaba destinada.
Sí, es esto… nada sucede por casualidad, en particular la elección del cónyuge; esto coincide con lo que dijo Vd. antes…
Sí, lo afirmé varias veces. Y si hoy, me autorizo a afirmarlo de nuevo, es que tengo un tiempo de ejercicio de más de quince años como terapeuta. Para una persona poco advertida, esto parece quizás algo extraordinario, pero son las leyes genealógicas.
Hemos empezado con un ejemplo, pero en lo que se refiere a la enfermedad, podría Vd. dar algunos elementos teóricos?
Cuando se mira la historia del árbol genealógico, uno se da cuenta que las necesidades de las generaciones sucesivas son rara vez satisfechas por los padres, abuelos, tíos y tías… Son necesidades que tenemos y que no son satisfechas por los ascendentes. Cuando hablo de ascendentes, no sólo son los padres, son también los tíos y tías, padrinos y madrinas, incluso los abuelos. Si en una familia cada cual asumiera su papel, habría bastante apoyo moral, financiero, ético, corporal… para que jamás se esté en peligro. Pero frecuentemente la familia se limita a la pareja de los padres. Si esta pareja de los padres no va bien, entonces encontramos de inmediato una problemática – sobre todo que pueden existir rivalidades con los hermanos y hermanas.
En su opinión, para beneficiar de un equilibrio corporal, es necesario que ciertas necesidades hayan sido satisfechas…
Exactamente y en primer lugar la necesidad de espacio. Debemos tener prácticamente ya en el nacimiento bastante espacio. Y aquí también constatamos que este espacio nos está concedido rara vez. Muchas personas en consulta me dicen: no tuvimos nuestra habitación propia, era demasiado pequeño, nos mudábamos siempre, vivíamos en casa de nuestros abuelos. Por lo tanto la primera cosa importante es el espacio que nos está concedido.
Luego viene la necesidad de seguridad, supongo…
Sí, una necesidad de seguridad y en particular de seguridad financiera. Nos damos cuenta que, cuando los ascendentes conocen problemas de dinero, incluso un regreso social, cuando pierden su empleo, su poder adquisitivo, la enfermedad puede aparecer inmediatamente. Es una respuesta a angustias profundas y vitales referente al dinero.
Supongo que se necesita estar bien alimentado, al pecho si posible ya al nacer. Es lo que se llama la fase oral.
Sí, esto es. ¿Cómo nos daban de comer o en qué forma, de qué estaban compuestas las comidas? Luego viene la necesidad de estar vestido y la necesidad de estar tocado. Si estas necesidades no están satisfechas del modo que nos corresponde, estamos entonces afectados en nuestra vida corporal porque no se podrá tomar buen cuidado de uno – mismo luego. Ya se ve en la edad adulta, con todos los trastornos vinculados a la alimentación, las dependencias al alcohol, al tabaco, a los medicamentos, la imposibilidad de habitar en un lugar que convenga, de estar en seguridad financiera.
¿De un modo general, cuando se enferma y porqué?
Amplia pregunta, pero voy a intentar darles varias respuestas. Se puede estar seriamente enfermo después del fallecimiento de un miembro de nuestra familia. Pienso en el caso de una señora que tuvo un cáncer de pecho poco tiempo después de la muerte de su padre. Murió en diciembre, y se operó ella en el mes de agosto del año siguiente, o sea casi nueve meses más tarde. Hacemos inmediatamente una relación entre la aparición de la enfermedad y la muerte del padre. Después de una encuesta genealógica, resulta que su padre era al origen la única persona que le demostraba cierto cariño. Su madre no le amaba y prefería a su hermana menor. La muerte del padre era para ella un acontecimiento muy grave, conllevando la desaparición del único vínculo familiar positivo. Después se cuidó de ella otra autoridad, otra figura paterna, la medicina.
Sí, pero en este caso, que hubiese tenido que hacer ella?
Primero, hay que estar suficientemente construido interiormente para no ceder al pánico causado por la pérdida de las imágenes de los padres. Por cierto, no es su pérdida lo que es grave, sino el hecho que éstas no hayan nunca realmente existido. La pérdida definitiva de los padres quita toda esperanza de ver un día encarnarse una función paterna real, y es este vacío que hay que colmar. Si aún se tiene la esperanza de apoyarse sobre ellos para existir, entonces se puede desaparecer con ellos.
Entiendo bien lo que significa Vd.; en este caso concreto, qué es lo que se hubiese tenido que hacer para escapar a la enfermedad en el momento concreto de la muerte del padre?
Para explicárselo, simplemente le voy a dar otro detalle de esta historia familiar. Su padre había encontrado un trabajo a esta señora, trabajo en el cual hará ella toda su carrera. Y lo que hubiese tenido que hacer cuando murió su padre, era dejar inmediatamente este trabajo,; no debía sufrir la pérdida del padre sin hacer nada, sino ver la señal de un paro necesario de la actividad en la cual le había colocado. La muerte de un pariente simboliza el paro de un proceso en nosotros, esto es lo que es importante, es la señal de que es fundamental empezar algo de nuevo…
Y si no empezamos nada de nuevo en ese momento?
Pues, no podemos oponer nada al programa familiar. El padre nos lleva con él en la enfermedad y la muerte. Y lo que me permite decirlo en este caso, es que esta señora murió el mes de su principio de jubilación. Es el padre y la estructura en la cual él la había ubicado lo que decidieron en su lugar. Morir en el momento de coger la jubilación significa que sólo el trabajo mantenía nuestra existencia porque un miembro de nuestra familia nos había colocado en él.
Entonces, más se ama el trabajo, más se fortalece la atadura con el padre.
Supongo que esta señora estaba enamorada de su trabajo…
Absolutamente; incluso tenía un amante en la persona de su superior.
Hasta aquí, nada original!…
Efectivamente, se podía deducir bastante lógicamente, lo ve… es como las matemáticas!
Pienso haber comprendido bien el mecanismo de causa a efecto, pero se puede estar enfermo por otras razones genealógicas?
Se puede caer enfermo en una edad que fue crítica para nuestros padres. Voy inmediatamente a darle un ejemplo. Se trata de una niña que presentó una parálisis de las piernas a la edad de nueve años. Salimos de la hipótesis que nueve años es una edad significativa, por lo menos para uno de los padres. En este caso, se observa que la madre de esta muchacha era una hija huérfana que había sido retirada de su familia de acogida a la edad de nueve años. La enfermedad de su hija y la parálisis de las piernas simbolizan a posteriori su negación a dejar el domicilio de sus padres adoptivos.
Creo que deseaba Vd. hablarme de un nexo entre profesión y enfermedad.
Sí, se trata de la madre de una consultante. Ésta ejerció el oficio de modista durante toda su vida, y después de problemas cardíacos, tuvo que estar intervenida. La operación se desarrolla bien pero muere poco tiempo después porque los hilos quirúrgicos no aguantaron. Fue víctima de un acto evocando su propio trabajo. Trabajo que no había soportado interiormente, de tal modo que su muerte hace esta situación objetiva.
¿Se puede estar operado el día del cumpleaños de uno de los padres?
Sí, las operaciones serias en el plano de la salud pueden desarrollarse en momentos bien concretos. Recientemente, tuve el caso de un paciente que se había hecho operar de urgencias el 23 de setiembre de 1993, y su padre había nacido el 23 de setiembre de 1923. La operación reafirma el vínculo con el padre. De modo que se debe mirar con detalle las relaciones padre – hijo, su naturaleza y su evolución al filo de los años. La operación puede ser un acto último por el cual se resuelve en carne propia una dificultad genealógica con uno de los padres.
Tendría Vd. otro ejemplo referente a una enfermedad que aparece en una edad que fue crítica para el padre/madre?
Pienso en Solange que presenta un quiste muy importante en el ovario a la edad de diez y nueve años. Miramos la trayectoria de sus padres. A la edad de diez y nueve años su padre pierde a su hermana de modo inesperado. Para el padre, diez y nueve años quedará como una edad crítica y su hija manifestará esta herida afectiva en su propio cuerpo.
¿Otro ejemplo?
Sí, pienso en una niña anoréxica a la edad de cinco años. Su madre, a la misma edad había perdido a su hermana, muerta de enfermedad. La niña no sabía lo que había vivido su madre una generación antes, pero desarrolló síntomas inherentes al sentimiento de pérdida de un ser querido. Si no se conoce la historia familiar, es entonces muy difícil comprender el sentido de la enfermedad y las causas de su emergencia.
¿Tendría otro ejemplo que proponer?
Se trata de Beatriz que fue víctima de una grave embolia pulmonar a la edad de veinte y cuatro años. Después de un análisis de su árbol genealógico, me doy cuenta que la hermana de su abuelo materno murió ahogada a la edad de veinte y cuatro años, después de descubrir la infidelidad de su marido.
No sólo es la ascendencia en línea directa que nos influencia, hay que ampliar la investigación al conjunto del grupo familiar?
Sí, cada miembro de la familia cuenta: los hermanos y hermanas de los abuelos, bisabuelos, primos. Más informaciones se tienen, mejor es, porque es mucho más fácil observar las conexiones entre los acontecimientos.
¿Un ejemplo en este sentido?
Sí, se trata de un joven hospitalizado en la fecha aniversario de la muerte de su abuela materna, con los síntomas de la enfermedad de su bisabuelo. Su bisabuela murió el 27 de julio de 1958. Él esta hospitalizado el 27 de julio de 1990 por insuficiencia respiratoria grave y principio de coma. Su bisabuelo había sido víctima de los gases en Verdun en 1916. Este joven lleva el nombre de Honore, este nombre corresponde a la necesidad del muerte en ser honrado, a estar reconocido por haber defendido la patria.
¿Otro ejemplo?
Sí, es el caso de una joven mujer que sufre una operación de ligadura de trompas a la edad de treinta y siete años para ya no tener hijos. Y una generación antes, su propio padre murió a la misma edad, treinta y siete años, después de un cáncer del cerebro. Había deseado tener otro hijo pero esto no había sido posible debido al hecho de su enfermedad.
Por ejemplo, un yerno puede tomar la programación de su suegro?
Sí; se trata de un hombre muerto a cuarenta y un años a consecuencia de la guerra de 1914-1918. Su hija, en edad adulta, se casa y su cónyuge muere a la edad de cuarenta y un años de las consecuencias de una leucemia. Existe una evidente similitud, el yerno parece estar bajo la influencia del efecto de parentesco, muriendo él – mismo en la edad alcanzada por su suegro en el momento de su muerte.
¿Se puede, como lo pretende Vd. ver la emergencia de un síntoma cuando se alcanza la mitad de la edad de fallecimiento en nuestros antepasados?
Pienso en Pablo, que tuvo un accidente de coche muy grave a la edad de treinta años, y resulta que su abuelo paterno murió a los sesenta años. A los treinta años, Pablo alcanzaba la edad de su abuelo en el momento de su fallecimiento, es decir una especie de medio – punto crítico. Se aprende con gran interés que este abuelo había participado a la guerra de 1914-1918 y había sido víctima él también de un accidente ya que había sido enterrado vivo antes de estar salvado in extremis por otros soldados.
Quería Vd. hablarnos también del caso de una mujer joven que sufrió un cáncer al nivel del pie?…
Sí, una mujer joven y un antepasado suyo de la rama materna tuvo los dos pies cortados por una máquina agrícola. Así pudo escapar a un destino social porque, igual como su familia, hubiese tenido que trabajar en la agricultura. Pero este accidente hizo desviar el curso normal de las cosas…
¿Piensa Vd. que un tal accidente puede estar provocado por el inconsciente familiar?
Puedo contemplarlo como una hipótesis seria, ya que en ciertos casos el perjuicio corporal es el precio por pagar para cambiar el curso del destino. La enfermedad o el handicap son un medio de desviar una predestinación social. Es, de verdad, un medio arcaico y cruel.
Lo que aquí lo muestra, es el síntoma de la descendencia, ¿qué deberá hacer según Vd.?
Para escapar al síntoma debería seguir estudios, lo que hubiese tenido que hacer este antepasado, normalmente, si hubiese deseado dejar de ser agricultor.
¿Incluso una enfermedad benigna puede estar en relación con el árbol genealógico?
Naturalmente, del mismo modo. Le voy a dar un ejemplo. Se trata de una mujer que venía a consultar. Durante una sesión, me dice que su hija padece de una otitis. Me confía haber observado que la
enfermedad se había declarado el día del cumpleaños de la hermana de su bisabuelo que se había vuelto sorda.
¿A través de la enfermedad, se puede estar preso de la Historia de Francia (o de España cuando se es Español)?
Sí, es muy extraño, pero es así. Esto me recuerda el caso de un consultante que padecía torticolis repetidas veces. Su padre había nacido un 21 de enero (día aniversario de la decapitación de Luís XVI, el 21 de Enero de 1793), sus abuelos eran monárquicos. Y varios miembros de la familia había padecido de un cáncer de garganta.
Volvamos a los accidentes; ¿ocurren, igual como la enfermedad, a la misma edad que los antepasados?
Sí, tengo el ejemplo de un consultante que tuvo un accidente de coche muy importante a la edad de treinta y seis años. Su abuelo materno había tenido a la misma edad un accidente de trabajo a la mano y era un excelente músico.
¿En este caso, no sería más interesante dedicarse a la música?
Sí, realmente, sí. Es porque uno no puede ejercer su vocación que el programa persiste a través de las generaciones de modo negativo fijando una edad crítica.
Acabamos de ver que no podemos caer enfermo cuando llegamos a una edad que fue crítica para nuestros ascendentes directos, pero creo que se puede caer enfermo cuando uno de nuestros hijos alcanza él – mismo una edad que fue crítica para uno mismo?…
Imaginemos por ejemplo que mis padres divorciaron cuando tenía siete años, cuando el mayor de mis hijos alcance también los siete años, puede que reaccione por un síntoma, un accidente, una enfermedad. Será mi modo de expresar una herida de la infancia, la discordia de mis padres, el modo de vida que me impusieron. Si a los siete años no reaccioné, reaccionaré totalmente cuando mi hijo alcance la misma edad.
Debo entonces resolver esta herida…
Si me prepare y si analice la historia familiar, puedo aprovechar para transformarme, porque soy consciente de los procesos en acción. Voy a poder analizar lo que el divorcio de mis padres me impidió hacer y realizarlo ahora. En el caso contrario, el pasado vuelve a brotar con gran fuerza y puede conducirme a la enfermedad.
¿Existen otras causas para la emergencia de la enfermedad?
Se sabe muy bien que de un modo general, la enfermedad sigue a una pérdida, de amor, dinero, seguridad, espacio, actividad, padre o pariente, estatuto social o incluso pérdida de una situación que no convenía… Se reacciona de modo primitivo, sin darse cuenta que lo que se considera como una pérdida es a veces fuente de cambio feliz.
¿Es decir…?
Cuando uno se encuentra engañado por su familia, en su actividad, por su cónyuge… Son situaciones perjudiciales a la salud física y psíquica.
Vd. dice que se puede caer enfermo para volver a centrar el amor o la atención hacía uno – mismo, es verdad?
Sí, si uno es poco construido interiormente, se puede reaccionar de modo exagerado a cualquier modificación interviniendo en el grupo familiar. Por ejemplo, tengo una hermana que me es muy cercana, pero ésta se dispone a casarse. Puedo ponerme enferma para que invierta otra vez conmigo, para que vuelva a centrar su amor sobre mí. La enfermedad, en este caso, me ofrece auténticos beneficios secundarios.
¿Es el motivo por el cual se debe mirar lo que sucede en el grupo familiar en el momento en que aparece una enfermedad en uno de sus miembros?
Exactamente, Es incluso uno de los puntos esenciales. Porque la enfermedad puede ser una reacción a cambios que se producen algún tiempo antes o simultáneamente en el interior de la familia.
Dice Vd. también que se puede caer enfermo diez años después de un acontecimiento mayor de la existencia…
Sí, hay que remontar hasta diez años en la historia personal para encontrar a veces el verdadero origen de un síntoma. Diez años forman un ciclo en psicogenealogía, cien años también.
¿Dice Vd. que se puede estar enfermo por falta de espacio?
En este trabajo sobre el árbol genealógico, me di cuenta que el espacio es vital, pero se suele tender a reproducir de adulto el poco espacio que se disfrutaba de pequeño. Si uno se pone enfermo, la primero cosa por modificar es el espacio en el cual uno evoluciona.
Por otra parte, dice Vd. que el hábitat es muy importante.…
Sí, todo lo que se refiere al hábitat es fundamental. Es el motivo por el cual es necesario analizar el modo en que nuestros padres habían alquilado o adquirido su casa.
En qué lugar, por cuáles motivos, en qué año, en cuáles circunstancias, por el intermediario de quién, por qué cantidades, con qué dinero?… La casa, de alguna forma, es una extensión del cuerpo, entonces los envites genealógicos se concentran muy especialmente a este nivel.
¿Dice Vd. haber constatado que numerosas enfermedades se activan cuando uno se dispone a comprar o a vender una casa?
Sí, frecuentemente hice esta constatación. Es el motivo por el cual cuando se me consulta por un problema de salud, pregunto si, en el mismo tiempo, existe el deseo de vender o comprar una casa, si existe un contencioso con relación a una propiedad inmobiliaria.
¿Pueden tener un nexo con elementos del pasado familiar los mismos nombres de las enfermedades?
Sí, por ejemplo, se puede observar que las personas que sufren de problemas en el colon tuvieron un pasado familiar en las colonias. Es el caso de familias instaladas por ejemplo en Argelia hasta principios de los años 60 y que lo dejaron todo. El nombre de la enfermedad evoca la historia familiar.
¿Tendría Vd. otro ejemplo referente a este nexo entre un elemento de la historia familiar y el nombre de la enfermedad que se manifiesta?
Sí, se me ocurre el caso de un hombre padeciendo de esclerosis en placas. Me contó que su padre había ejercido el oficio de “croupier” en un casino, oficio en el cual el padre manipulaba placas durante horas. Intuitivamente, pensé entonces que existía un nexo entre el oficio del padre y su enfermedad, entonces hemos buscado todo lo que se refería al padre, el modo en que había encontrado este trabajo, en qué lugar y en cuáles circunstancias, y lo que sucedía verdaderamente en el casino, la edad del consultante en el momento en que se declaró la enfermedad y lo que hacía el padre a la misma edad…
¿Pueden los problemas de pareja estar en el origen de problemas de salud?
Sí, lo pude observar numerosas veces. Padecer dentro de su pareja puede llevar a problemas de salud a veces muy serios. Engañar o estar engañado por su cónyuge puede resultar muy grave sobre todo si por juramento, civil o religioso, los cónyuges se habían jurado fidelidad.
¿Es perjudicial par la salud también el no ejercer su vocación?
Sí, naturalmente, recibí en consulta numerosas personas que padecían por tener que ir a trabajar en empleos inútiles y aburridos en donde sus colegas de trabajo eran agresivos y desvalorizantes.
Todas estas personas tenían problemas de salud, insomnios, úlceras, migrañas, depresiones, bulimia o anorexia. El cuerpo expresa la falta de adecuación entre las aspiraciones interiores y la vida cotidiana. Para ir mejor, a veces hay que cambiar radicalmente su modo de vida.
Me contaba Vd. que sucede también que aparezcan síntomas en ciertos momentos del año…
Sí, pensaba en una mujer joven que, cada año, padece de depresión desde el mes de Octubre hasta el mes de Diciembre. En el análisis se dio cuenta que esto correspondía a los tres meses que ella había pasado en incubadora después de su nacimiento, según toda probabilidad a causa de una septicemia que reinaba en el hospital en el cual había nacido.
¿Engordar sin razones a partir de cierto período es un síntoma vinculado al árbol genealógico? Estoy convencida. Últimamente, una señora me decía que había engordado mucho a la edad de cuarenta y ocho años sin haber modificado su modo de vida o su alimentación. Y su abuela materna había muerto a los cuarenta y ocho años, quien padecía obesidad. Además, esta abuela trabajaba como comadrona, y en el momento de su fallecimiento, alcanzaba la edad límite en que las mujeres pueden quedar embarazadas. La hermana de esta abuela había fallecido prematuramente a la edad de veinte años sin haber tenido hijos.
¿Dice Vd. también que la enfermedad puede aparecer para liberarse de una situación que se piensa sin salida…?
Exactamente, a veces caer enfermo es el último recurso de cambiar de modo de vida. Le voy a dar un ejemplo, se trata de una consultante que trabajaba en la administración y hacía un trabajo realmente ingrato. Vivía lejos de su trabajo y su marido era espantoso; en suma, llevaba una vida terrible y monótona. Durante un período, deje de tener noticias suyas. Un día, me llama ella en el hospital, anunciándome que acaba de operarse de un cáncer de pecho. Estaba muy disgustada con esta noticia, pero estaba muy contenta, incluso encantada porque gracias a esta operación, pudo descansar: luego, la cambiaron de servicio, se separó de su marido y encontró un nuevo compañero…
¿Todo se resolvió así?
No, evidentemente, pero a veces la enfermedad puede salvarnos la vida! El perjuicio corporal es el precio a pagar por atreverse a cambiar… En el caso que acabo de citar, la enfermedad no era la solución, pero la persona misma, era la única posibilidad inmediata.
¿Puede la enfermedad deberse a la repetición de neurosis de los padres?
Sí, cuando una persona fuma enormemente, es alcohólica o se alimenta muy mal, esto puede ser porque sus padres, incluso sus abuelos, habían instituido este modo de vida. Se sabe muy bien que se repiten muy fácilmente actitudes que se conocieron muy pronto en el seno de su familia de origen. El cuestionarlas es también volver a cuestionar la normalidad o la racionalidad de comportamientos de los padres en la vida diaria. Este cuestionamiento presupone que se mire a los padres de modo objetivo y que se tengan a disposición nuevos modelos. Pero es más difícil volver a cuestionar a los padres cuando aún se piden su atención, su amor y su apoyo. Siempre se tiene la esperanza de que a pesar de su inmadurez podrían sin embargo llegar a ayudarnos.
¿Supongo que esto se vuelve posible cuando cesa la petición que se tenía de ser amado y considerado por ellos?
Sí, precisamente.
Vd. me hablaba también del caso en que se declara una enfermedad para descubrir un secreto de familia…
Sí, recuerdo el caso de un consultante que declaró una enfermedad muy grave que necesitó un injerto de la médula, de tal modo que se dirigieron a todos sus hermanos y hermanas para encontrar un donador compatible, y nadie lo era. Sus hermanos y hermanas eran numerosos, los médicos concluyeron después de análisis que era altamente probable que este hombre no fuera procedente del mismo genitor que sus demás hermanos y hermanas. En la vida diaria este hombre no hubiese podido obligar al conjunto de su fratría a realizar análisis; sólo la enfermedad grave le brindó esta oportunidad, porque los análisis estaban exigidas por el cuerpo médico. En último recurso, la biología sola permite hacer que un secreto sobre la filiación sea objetivo.
Otra pregunta se refiere al secreto sobre la filiación: se dice que es posible que un hijo desarrolle la misma enfermedad que su padre, incluso en los casos en que éste no es su verdadero genitor…
En este caso, la enfermedad sirve para reafirmar la filiación. Por la enfermedad, el niño hace muestra que es efectivamente el hijo legítimo, biológico de su padre. Dice de algún modo “soy realmente su hijo, porque tengo la misma enfermedad específica que mi padre”.
¿Puede la enfermedad mental tener un origen genealógico? Naturalmente. Últimamente, tuve el caso de un joven que estuvo internado en hospital psiquiátrico. Alcanzaba la edad de uno de sus abuelos en el momento en que éste había tenido un accidente y había caído de cabeza en un precipicio. El árbol genealógico era particularmente pesado por parte de su madre.
La tía de su madre hubiese tenido un hijo natural con un anciano minusválido a cambio de dinero, este niño hubiese sido asesinado y enterrado después de su nacimiento por la familia. El padre de la madre, es decir el abuelo materno del joven, había cometido numerosos delitos y había sido condenado por la policía, además se había acostado con la madre de su mujer. Uno de los semi – hermanos de su padre se había suicidado…
Sin entrar en los detalles, comprendemos fácilmente que tal configuración familiar pueda llevar a la locura…
Sí, entre el incesto, el infanticidio, el suicidio y las malas acciones del abuelo materno, confesemos que quedan pocos elementos positivos para construirse. Los psiquiatras diagnosticaron una psicosis en este joven sin tener conocimiento de su árbol genealógico. Está cuidado con medicamentos pero su estado no ha mejorado. Frente al estado de su hijo, es su madre quien emprendió investigaciones familiares y desveló los secretos referentes a los acontecimientos que acabo de mencionar. Cuando la madre habrá resuelto en ella sus propias dificultades genealógicas, su hijo podrá empezar a ir mejor, porque, de momento, su estado es crítico y no puede realizar este trabajo solo.
Dice Vd. que se puede caer enfermo cuando existe un movimiento incestuoso en el árbol genealógico al mismo tiempo?
Sí; si uno se pone enfermo, inmediatamente hay que analizar lo que sucede al mismo tiempo en su familia de origen. Le voy a dar un ejemplo; recientemente una consultante tuvo un accidente al nivel del pie, accidente que la inmovilizó cierto tiempo. Este accidente era tanto más sorprendente que esta persona nunca está enferma y no le ha sucedido nada en el plano de la salud desde varios años. Le pregunto entonces lo que sucedía en su familia exactamente en el momento en que tuvo este accidente. Me respondió entonces que el mismo día su prima hermana, después de varios años pasados en la capital, se marchaba para irse a vivir en su ciudad natal. Este regreso hacía el lugar de los orígenes constituye, lo hemos explicado ampliamente, un incesto geográfico. La consultante no pudo impedir que su prima se marchara, pero se lo impidió simbólicamente hiriéndose ella – misma al pie.
Lo que parece decir Vd. es que un movimiento incestuoso en un miembro de la familia, induce una reacción negativa para los demás…
Es muy posible. Es el motivo por el cual hay que considerar el hecho que un acto nunca está aislado, nuestras actitudes y nuestras acciones tienen una resonancia incluso una influencia sobre el conjunto del sistema.
Quisiera que nos hablara del hecho que la enfermedad podría ser totalmente útil al sistema familiar, quiere Vd. hablarnos de un ejemplo concreto…
Sí, se trata de un hombre cuya hija mayor es anoréxica y tiene tendencias suicidarias; vive recluida, sin poder trabajar y no está casada. Entonces me pregunté en qué esta situación que duraba desde hacía varios años era útil al sistema familiar. Entonces, me entero que el padre de la joven es un hijo de sustitución. Nació después del fallecimiento de su hermana mayor, muerta en temprana edad. En el programa del padre, si su hermana mayor hubiese sido viva, no hubiese sido concebido.
Si el mayor conserva su lugar, él desaparece…
Así su primera hija está constantemente enferma para protegerle. Su anorexia resiste a todos los tratamientos médicos y se entiende fácilmente si se analiza su caso desde un punto de vista genealógico, es decir en términos de programa. Vive al estado vegetativo para no poner la vida de su padre en peligro ya que estaría amenazado en su funcionamiento vital por una mayor bien viva. Su segunda hija le está totalmente dedicada, trabaja con él y le apoya en su carrera. Al mismo rango de nacimiento que su padre, añade su energía para confortar su lugar de segundo.
Es muy impresionante…
Sí, realmente. Pero lo que desearía añadir aquí es que uno debe interrogarse de este modo frente a una enfermedad resistente a todos los tratamientos. Cuando se padece una enfermedad, uno debe preguntarse si esta enfermedad entra en el programa de familia de origen o del cónyuge.
Se entiende fácilmente que el programa pueda venir de la familia de origen, pero se entiende menos bien que el programa pueda venir del cónyuge,¿ puede Vd. explicarlo por un ejemplo?
Sí, tuve el caso recientemente de una señora que acababa de tener un dolor cerebral; desde algún tiempo, tenía ausencias y graves problemas de memorización. Le pregunté entonces si conoce la historia familiar de su cónyuge. Observamos entonces que está alcanzando una edad crítica, cincuenta y siete años, la edad de la madre de su cónyuge en el momento de su fallecimiento. La madre de su cónyuge había muerto de un tumor cerebral.
¿Porqué esta repetición?
Su cónyuge no había visto a su madre en los meses anteriores al fallecimiento de ésta. Sólo los síntomas análogos en su compañera le permitían entonces volverse consciente de lo que había vivido su madre. Para evitar que su compañera no fuese víctima a pesar de él, hubiese sido necesario que él se informara mucho más en cuanto a la enfermedad de su madre y las circunstancias de su hospitalización, y que haga un relato detallado a su compañera. Ya tuve ocasión de decir que es la palabra, fiel y concreta, que es también fuente de curación.