S
i se realizara un sondeo para preguntarle a la población que tan identificados se sienten con los elementos folklóricos con los que usualmente se representa al país, es probable que muchos responderían que se sienten plenamente identificados. Pero fuera de toda presión social y estereotipo ¿será genuina su respuesta? Si se deja de lado la condescendencia para responder de manera directa, es probable que la mayoría respondería que esos elementos tradicionales no los representan. Y no porque no les guste la imagen atractiva que este lado presenta, o porque no sepan apreciar el legado cultural que las tradiciones guatemaltecas ofrecen, es solo que el que algo sea fascinante y ancestral no implica que eso sea un factor definitivo de la identidad. Guatemala es mucho más que eso.
Como diseñadores, nuestro trabajo es ser creadores cultura, enriqueciendo el acervo visual del que al mismo tiempo somos consumidores. Y parece increíble que, sabiendo la importancia que tiene la identificación de una marca con el usuario, el problema de plantear una identidad visual guatemalteca no haya sido tratado con la importancia que merece.
“No se trata de insultar o menospreciar la herencia cultural, sino de plantear un problema para buscar una solución.” Desde corta edad, a los niños se les enseñan los símbolos patrios, lo que representa Guatemala y que debemos amarla, pero cada día el número de personas que no se identifica con el país es mayor. Y no es suficiente dejar el problema de lado porque se considera que es un problema social, de educación o simplemente una falta de valores patrios inculcados.
Entonces hay que cuestionar si se trata únicamente de un problema estético o si es también cultural. Porque el guatemalteco se enorgullece de hablar de sus hermosos trajes típicos pero la realidad es que el número de personas que lo utiliza se reduce constantemen-
te. Pero ¿cómo identificarse con algo a lo que no se tiene acceso? los precios de las prendas tradicionales son elevados debido a su difícil fabricación artesanal, por lo que no está al alcance de la gran mayoría. Sin embargo, existe otra dimensión del problema, el de la discriminación y el racismo. Quienes utilizan los trajes típicos de sus comunidades sufren a menudo de menosprecio y burlas, lo que desmotiva su uso. Tampoco falta quienes vean esta vestimenta como recordatorio de los orígenes adversos de la tradición. Actualmente existen algunos esfuerzos para explorar y construir la identidad visual guatemalteca, que van más allá de una fachada turística, sino que están motivados por un verdadero amor al país. ¿Por qué no apoyar a esas marcas nacionales y dejar de depender de la influencia extranjera? ¿Por qué pagar sumas grandes por productos importados, pero no una suma menor por productos realizados aquí? ¿Por qué tener la idea de que lo de otros es mejor que lo propio? O mejor aún, ¿por qué no descubrir lo que es verdaderamente guatemalteco? No se pretende decir que sea malo tener influencia externa o buscar conocer lo que hay fuera de Guatemala, ¿pero no sería mejor si los diseñadores Sensibildad y Comunicación Visual 17