Carl Gustav Jung - Recuerdos sueños pensamientos

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la cual asar castañas y encima poder colocar en un trípode la olla para la sopa. Como ermitaño-santo no tendría que ir ya a la iglesia, sino que tendría mi capilla privada. Fui todavía un trecho más arriba de Flüeli, perdido en mis pensamientos como en un sueño y me disponía a descender cuando surgió a la izquierda el afilado rostro de una muchacha. Llevaba el traje típico, tenía un simpático semblante y mostraba risueños ojos azules. Como la cosa más natural bajamos juntos al valle. Era aproximadamente de mi edad. Dado que yo no conocía ninguna otra muchacha más que a mi prima me sentía algo cohibido al tener que hablar con ella. Comencé, pues, algo titubeante a explicar que estaba allí por un par de días durante las vacaciones. Estudiaba bachillerato en Basilea y más tarde pensaba ir a la universidad. Mientras hablaba me sobrecogió una especial sensación de «fatalidad». Ha surgido precisamente en este momento, pensé para mis adentros; va a mi lado con tanta naturalidad como si nos perteneciéramos mutuamente. La contemplaba de soslayo y veía en su rostro una expresión como de timidez y asombro, algo que me desconcertaba y me afectaba en cierto modo. ¿Era posible que aquí me amenazara el destino? ¿Era totalmente casual que la hubiera encontrado? ¿Una campesina, cómo era posible? Es católica, pero ¿quizás su párroco es el mismo que ha entablado amistad con mi padre? Ella no sabe en absoluto quién soy yo. ¿No podría hablar con ella de Schopenhauer y la negación de la voluntad? No parece ser sospechosa en absoluto. Quizás su párroco no es jesuita, esos peligrosos ensotanados. Pero tampoco le puedo decir que mi padre es un párroco calvinista. Esto podría asustarla u ofenderla. Y además, la filosofía y el diablo, que es más importante que Fausto y a quien Goethe tan desdeñosamente ha rebajado, esto no puede ser. Ella está en el lejano país de la inocencia y yo estoy en la realidad, en el esplendor y crueldad de la creación. ¿Cómo podría ella soportar esto? Un muro impenetrable se alza entre nosotros. No existe ni puede existir afinidad alguna. 101


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