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Liberan tortugas en via de extinción, pág
Desde Montería Paisas por el Sinú
Urrá, Omacha, CVS y una Asociación de Purísima Liberan 240 tortugas
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Por Antonio Sánchez Charry
En su obra Colonización Antioqueña, el historiador Joaquín Berrocal Hoyos, cuenta que los Echeverría fueron los pioneros de la colonización de las ubérrimas tierras del Sinú, liderados por Guillermo Echavarría Misas, hijo de Alejandro Echavarría y Josefa Misas, fundadores también de las grandes empresas textileras Coltejer y Fabricato. Guillermo Echevarría pasó gran parte de su vida en los Estados Unidos. A su regreso al país contrajo matrimonio con Angela Restrepo, hija de Camilo Restrepo, designado a la presidencia de la República, en el gobierno de Miguel Abadía Méndez. Se asocia con Bernardo Ospina para impulsar una campaña de ocupación de tierras en zonas del Sinú, hoy Departamento de Córdoba, estableciéndose en ellas a comienzos del siglo pasado. Patrocinan el desplazamiento de numerosas familias “paisas”, que se desempeñaron unos como empleados y otros como colonos. Por primera vez los habitantes de la región vieron labores desarrolladas con tractores importados de los Estados Unidos por Guillermo Echavarría, en el año de 1924. También fue el importador de las primeras semillas de los pastos “yaraguá” y “Pangola”. Centenares de campesinos fueron los encargados de descuajar la montaña y sembrar la yerba. Se abrieron largas trochas y se construyeron numerosos ranchos. Guillermo Echavarría, un extraordinario visionario, se reúne con un grupo de industriales antioqueños y funda la primera empresa de aviación en Colombia, denominada Sociedad Colombo Alemana de Transporte Aéreo (Scadta), en la cual participaron también inversionistas alemanes. Se establece su sede en Barranquilla y se designa como su primer gerente al coronel José Ignacio Forero. Recorre las tierras del Sinú, Montería arriba, y conoce la ciénaga de Betancí en donde funda una hacienda ganadera a la que pone por nombre “Mundo Nuevo”, que alcanzó una dimensión de 12 mil hectáreas, convirtiéndose en el principal polo de desarrollo de la región. Esas tierras las adquirió por compra hecha al hacendado sinuano Carlos Durango. Por “Mundo Nuevo” desfilaron como administradores Heriberto Villa, que luego fue propietario de la hacienda “Canaima”, en la zona del San Jorge (Córdoba) y del hipódromo san Fernando, en Medellín; Francisco García Pimienta, casado con la monteriana Paulina Mendez; y, Ernesto Vieira. En el año de 1990 “Mundo Nuevo” fue adquirida por el ganadero Martín Vargas Cualla. Otro antioqueño que echaron raíces en el Sinú fueron Mario, Daniel y Luis Avelino Saldarriaga (1928). Ellos adquirieron la finca “Jaraguay” por compra hecha a los herederos de Alberto Grandett y Venancia Ferreira Castaño. Esta hacienda se encuentra situada frente al Corregimiento de Volador, a orilla del Río Sinú. Todos los empleados de esta finca fueron “importados” de tierras antioqueñas. Entre 1920 y 1930 fueron numerosas las familias antioqueñas que se establecieron en esta región. El éxodo arranca con la movilización desde Medellín de Jorge Vélez, Ceno Berrío, quien inicialmente se desempeñó como administrador de “Mundo Nuevo” y luego fijó su residencia en Planeta Rica, convirtiéndose en un exitoso comerciante. Poco después llegaron los Restrepo Jaramillo que adquirieron la finca “Pasacaballos”, por compra hecha a la familia Dereix. También hicieron presencia en el Sinú Los Bedout que fueron dueños de la hacienda “Bocas de Betancí”, que posteriormente pasó a poder de Oscar F. Restrepo.
4 entidades aunaron esfuerzos durante el proceso de liberación de 240 tortugas en el Bajo Sinú y otros sitios de Córdoba. Urrá, la CVS, la Fundación Omacha y la Asociación de Productores, Pescadores y Artesanos Agroecológicos de Purísima –APROPAPUR promovieron esta acción ambiental.
Purísima, Córdoba.-
Un importante contingente de tortugas que comúnmente se denominan hicoteas fueron liberadas en diferentes áreas del Bajo Sinú, en cuyos playones son capturadas en tiempos de semana santa por algunos campesinos y pescadores que desoyen las órdenes de respetar esta especie en vía de extinción. El operativo ambiental se cumplió meticulosamente por parte de la empresa Urrá, la CVS, la Fundación Omacha y la Asociación de Productores, Pescadores y Artesanos Agroecológicos de Purísima –APROPAPUR. Cada año se presenta el mismo problema cuando pequeñas cuadrillas de buscadores de hicoteas ingresan a los playones del Bajo Sinú donde se ocultan estos animales, que son descubiertos con la ayuda de una vara que permanentemente introducen en el fango de los humedales. Aunque en los contornos de la Ciénaga de Betancí, e incluso en la de Ayapel, también se encuentran estas especies, la abundancia de las mismas ocurre prioritariamente en el Bajo Sinú y alrededores. La carne de este pequeño quelonio es muy apetecida en la mesa del hombre cordobés. Por eso su búsqueda y compra es incesante para llevar a casa algún ejemplar con que hacer el llamado “arroz de hicotea”. Las 240 tortugas habían sido decomisadas por autoridades ambientales en diferentes lugares de Córdoba y luego de su recuperación, liberadas en lugares estratégicos para que puedan vivir tranquilas y reproducirse.
Dr. Rómulo Hoyos Miranda
Médico Cirujano U. de A.
Reg. N° 1737