AgGuía: Reseñas de restaurantes con inspiración mexicana en Bryan/College Station

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Marzo 2019 AgGuía: Reseñas de restaurantes con inspiración mexicana en Bryan/College Station

SPAN 461.500 Dept. of Hispanic Studies Marzo 2019


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Contenido

N. Almaguer: Un poquito de tradición en la Cocina .................................................................. 2 J. Arellano: Raspas El Payasito ............................................................................................... 7 I. Chapman: Raspas El Payasito—Un lugar con cultura y comida increible .............................11 A. Franco: Reseña del restorán: Chuy’s ...................................................................................15 J. Gallardo: La quesadilla con queso americano .....................................................................19 V. Gómez: Lupe Tortilla ...........................................................................................................23 J.N. González: Reseña del Restaurante “La Perla” .................................................................28 A. González-Millán: Taco Bell .................................................................................................33 A. Graham: Tacos Auténticos en Bryan/College Station (Raspas el Payasito) .........................36 B. Hernández: Taquería La Perla ............................................................................................39 B. Jovel: Reseña de Abuelo’s Mexican Restaurant ..................................................................42 C. Lohn: Una experiencia en “Tienda Mi Ranchito” ..................................................................46 C. McKnight: Mad Taco, ¿rico u horrible? ................................................................................51 A. Ortiz-Quiñones: Taquería “La Perla” ..................................................................................54 R. Pérez, Jr.: Reseña del restorán “Raspas El Payasito” ..........................................................59 Y. Reyes: Tienda Mi Ranchito .................................................................................................63 C. Rodríguez: Los Cucos (Tex-Mex) Café...............................................................................67 Obras citadas ............................................................................................................................71


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N. Almaguer: Un poquito de tradición en la Cocina College Station es un pequeño pueblo ubicado en el oriente de Texas, aproximadamente a una hora de Houston. Esta es la casa de la Universidad de Texas A&M, más conocida por un excelente equipo de fútbol americano y estudiantes de todas partes del país que se enorgullecen en ser llamados “aggies”. Con grandes números de estudiantes y de diversas ciudades natales es imposible evitar que surjan diferencias sobre la comida mexicana, después de todo, esta forma una de las características más populares de Texas. Muchos expertos, como menciona McCarron en su artículo “The Myth of Authenticity is Killing Tex-Mex,” aseguran que “the real [Mexican] cuisine could only be eaten further south” (4). Pero la verdad es que hasta dejando atrás las diferencias de autenticidad los aggies no pueden ponerse de acuerdo en que hace la comida más sabrosa ya sea el queso blanco usado en el Río Grande o el amarillo en San Antonio. En busca de su paladar muchos se preguntan qué tiene College Station para ofrecer en cuanto a comida mexicana y se desilusionan al ver solo compañías de comida rápida con poca autenticidad y sabor. En busca de más opciones encontré Polly’s Cocina, un modesto restaurante en la esquina de Wellborn y Rock Prairie Rd. A pesar de no tener un cartel llamativo para nuevos clientes, el restaurante está en una calle bastante transitada y al lado de una gasolinera Shell lo que hace la dirección más fácil de encontrar. El local es sencillo, con un estilo de casa y pintado de color hueso con columnas de acento más oscuras. En el centro hay un cartel que lee “Polly’s Cocina” y tiene la foto de una chef con lo que parece un traje mexicano.


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Para la conveniencia del cliente ofrecen auto-servicio (o drive thru), catering y también el espacio de comida tradicional. Al entrar al restaurante inmediatamente te sientes como en casa. Las paredes están decoradas con fotos de personas que han visitado el local posando con sus familiares y los platos de cocina de Polly. El menú brinda una variada gama de platillos divididos en desayuno, el especial de almuerzo y cena. Entre los platillos resalta el menudo, huevo con chorizo y numerosos estilos de enchiladas, tacos y quesadillas. Las bebidas no se quedan atrás con cervezas y sodas importadas de México y una deliciosa horchata. Comencé mi cena con el plato estándar de varios restaurantes de totopos y salsa roja. Las chips eran crujientes y saladas, una combinación perfecta para la salsa que aunque no muy picante satisfació completamente mi paladar. Por ser mi primera vez en el local decidí pedir el “Combination Plate” que por 9.49 dólares incluye un tamal, una enchilada (con salsa de queso u original), un taco (con tortilla suave o dura) y arroz con frijoles refritos y ensalada complementaria de lechuga y tomate. Al llegar la comida la tortilla tenía el símbolo de A&M, lo que me hizo sentir


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aún más identificada con el lugar y me vi prácticamente obligada a tomarle una foto. Mi favorito fue el tamal, que con una fina capa de masa de maíz guardaba deliciosa carne y sabor. A pesar de estar bajos de condimentos, mi plato fue bastante bueno y a un precio muy económico.

Combination Plate: tamal, enchilada, taco con arroz, frijoles refritos y ensalada.

El mesero que me atendió, Abraham, mencionó que lo que más le gusta de trabajar en Polly’s es como conoce a muchos de los clientes y estos ni piden menú porque se saben sus platos favoritos de memoria por tanto frecuentar el lugar. Tuve la fortuna de ser testigo de esto, lo que valida la historia y tradición de este restaurante, donde los clientes llegan a hablar con la misma creadora, Polly, quien en los últimos 25 años se dice que ha pasado la mayoría del tiempo en el restaurante percatándose de que cada persona esté recibiendo el mejor trato. Algo que llamó mi


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atención fue que Abraham mencionó que Polly tenía varios restaurantes en College Station y Bryan pero este era el único abierto actualmente. En su artículo McCarron también abarca el eminente peligro que corren “family-run Tex-Mex restaurants [from] vanish[ing]” ya que compañías con más poder toman sus locales o los hacen salir del negocio con más accesibilidad y publicidad (8). Luego de pagar mi cuenta y dirigirme a la puerta me fije en el menú de catering, o de comida para eventos especiales y banquetes. Este, debajo de una foto de una mujer cocinando, dice “We Have Real Mexican Food” lo que me hizo pensar en cómo reaccionarían expertos de cocina a esta afirmación y si estarían de acuerdo. En su capítulo “Inventing the Mexican American Taco” Pilcher dice que en Texas “family restaurants [...] maintained closer connection with regional cuisines from Mexico” (Planet Taco 146). Polly’s es un vivo ejemplo de esta observación pues a diferencia de otros restaurantes que dicen ser mexicanos Polly’s cocina ofrece bebidas importadas de México y platos como las chalupas, que se dicen ser del centro del país cerca de Puebla. Aun así muchos de los platillos se acercan más a los estándares Tex-Mex que comida verdaderamente mexicana. El menú tiene varios tipos de nachos el cual viene de “Ignacio “Nacho” Anaya, who popularized the chip, cheese and jalapeno combo” en 1940, el cual se llegó a conocer como “the dish that ultimately symbolized Tex-Mex cooking” (Pilcher, Planet Taco 147). Las comidas cubiertas en queso amarillo, las fajitas y el aguacate frito, todos parte del menú de Polly’s, son además de deliciosas, innovaciones Tex-Mex para apelar a un público más americanizado. Aunque en mi opinión Polly’s cocina es comida Tex-Mex muy cercana a la


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mexicana, no cabe duda de que es un lugar acogedor en donde tanto estudiantes como familias pueden disfrutar de comida casera a muy bajos precios. “Tex-Mex restaurants are like air, the standby pleasure, rarely celebrated as an essential aspect of a city’s identity” y así se puede describir a Polly’s Cocina ya que desde sus paredes con fotos de aquellos que comparten su comida hasta posters celebrando los logros de artistas y militares locales este restaurante crea una pequeña comunidad donde todo aggie, vecino y visitante es bienvenido (McCarron 8). Debemos ayudar a hacer los negocios locales más conocidos para evitar el monopolio de comida Tex-Mex por grandes compañías y mantener las tradiciones de comida pasada de una generación a otra.


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J. Arellano: Raspas El Payasito Raspas El Payasito es un restaurante de comida mexicana localizado en el 1005 S Coulter Dr en la ciudad de Bryan, TX. Desde el primer paso, el ambiente se sentía más a casa. La música, comida, gente, y todo lo demás me recordaban no solo a los restaurantes de mi hogar, pero a mi cultura mexicana. Lo que tenía que averiguar fue que tan buena estaba la comida. Para comenzar, desde afuera el lugar está feo. Se ve mal y no parece restaurante formal. Está en un barrio de la ciudad al cruzar del otro lado de una escuela. Aunque eso se escuche mal, para un mexicano es algo bueno. Lo más auténtico, muchas veces será lo más feo. La imagen no importa, es más la presentación y desde que entré por las puertas, escuché música de banda, miré dulces mexicanos, aguas frescas, y papel picado de decoración. Quizás un poco estereotípico, pero me sentí que era un lugar parecido a otros restaurantes de dónde vengo. Muchas veces no importa el materialismo, importa más el significado y la tradición a nuestra cultura. Como dice Guzmán, “Tras nuestras historias y herencias es posible definir como identidad cultural mexicana un conjunto de discursos míticos que producen, provocan, refuerzan creencias y compartimientos, llevados a la práctica social por un idioma común (o al menos generalizable) y que es también visual y actitudinal” (2). La presentación de este restaurante es lo más importante, el ambiente es lo que lo establece como un restaurante autentico en la


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cultura mexicana, y la mayoría de eso viene de la presentación de cada detalle en el restaurante como las decoraciones y la manera de como los trabajadores atienden al cliente. En específico, hablando el español. El poder sentir todos esos rastros de cultura e identidad, apropian más al restaurante como culturalmente auténtico. Para la comida, decidí pedir dos cosas del menú. Aparte de los fritos o tostadas en la mesa, también pedí un taco de carne asada con la tortilla de harina y un burrito también de carne asada. Los dos los pedí “plain”, o sea la pura carne y tortilla. Los fritos en la mesa me supieron típicamente igual que de los de cualquier otro lugar que sirva esos. Tristemente no probé la salsa ya que no me gusta en general. Cuando me trajeron la orden todo estaba bien, excepto por el hecho de que me sirvieron el taco en una tortilla de maíz en vez de harina. Al comienzo no me importó, pero decidí cambiarla porque no fue mi orden y si quería probar la de harina. La tortilla quedó un poco baja en mis expectaciones. Pienso que, si fue paloteada, pero comoquiera pensé que estaba muy delgada y algo como sabor de recalentada o de paquete. Pero la carne asada estuvo buenísima. Un poco tostadita y con mucho sabor. Solo por la carne fue que al taco le di un 8 de 10 en ves del 6 de la tortilla. Ya que la carne es muy importante, como dice Pilcher, “Although tough when cooked as steak, Mexican techniques for barbacoa and carne asada transformed the flavorful meat into a gourmet delight” (Inventing 148). Aunque es difícil


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cocinarla como steak a la carne asada, la carne sabrosa fue hecha en algo riquísimo, y pienso que eso es el caso con la carne de Raspas El Payasito. Tal vez tiene una tortilla que sabe poco a que es calentada de paquetes ya hecha con tiempo, el sabor de la carne es tan bueno que la tortilla se ignora. Que fue la razón por la que me encanto él taco. El Burrito es otro caso diferente. “The carnitas in an El Farolito super burrito is savage and salty” (Birdsall 2). El burrito de Payasitos no es el mismo que el que Birdsall describe, pero sí es exactamente en mi opinión igual como lo describe. Claro es burrito diferente, pero para mí cuando dice que es salado y salvaje, es algo bueno, y yo pienso que el burrito que yo probé estuvo bueno. Claro el burrito que yo comí es lo que se considera más mexicano porque solo tenía carne. Comparado con un burrito Tex-Mex que viene con arroz, carne, pollo, lechuga, queso y otras cosas más que le juntan. Aunque la tortilla no fue la mejor, es el mismo caso con el taco, la carne lo supera y el burrito tiene más carne, así que lo supera aún más. En conclusión, Raspas El Payasito es un buen restaurante mexicano. Es uno de los más auténticos en el área de Bryan y College Station, en mi opinión. Aunque por fuera vista feo y acabado, por dentro es un santuario mexicano. Está lleno de decoraciones como papel picado, las mesas que muchas veces se ven en fiestas familiares, dulces mexicanos, y cosas que se comen en veces de merienda como elotes, frutas, y raspas. Es lo que me gusta también, que allí mismo también tienen un puesto de cosas que se comen de antojos y no solo es restaurante. Es un poco humilde, pero así está perfecto. La música es lo mismo que se escucha en cualquier otro restaurante, casa, o cocina. Es música que típicamente escuchamos los


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mexicanos. Los trabajadores fueron muy amables y hasta ni me cobraron la limonada. En todo caso, Raspas El Payasito se merece un 9/10, por su autenticidad y presentaciones. Por hoy, sigue siendo mi lugar preferido en Bryan-College Station.


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I. Chapman: Raspas El Payasito— Un lugar con cultura y comida increíble Entrar en Raspas El Payasito es como adentrarse en otro mundo. Al pensar en Bryan, Texas, uno raramente piensa en la cultura, la comunidad y la comida, pero Raspas El Payasito ofrece todas estas cosas. Los 20 minutos en coche valen la pena por la deliciosa y diferente cocina y el personal es a la vez acogedor y servicial. Después de entrar en el restaurante, estaba claro que el personal estaba un poco confundido sobre por qué estuvimos allí. Creo que estaban acostumbrados a más clientes hispanos locales. Sin embargo, la incomodidad eventualmente se calmó cuando la camarera se dio cuenta de que hablamos inglés. Luego procedió a hablar a través del menú y háganos saber cuáles eran los mejores platos. Terminé pidiendo un plato de tacos de pollo. Asa Graham (un amigo de la universidad) y yo también decidimos dividir La Cubana, que es el nombre de un sándwich, porque la camarera afirmó que era la mejor y más popular cosa en el menú. Luego nos sentamos en el centro de la parte trasera de la tienda que nos dio una gran vista de todo el plano. La camarera finalmente vino y nos dio nachos, salsa, y queso todo para gratis. La salsa era la cantidad justa de picante y el queso también tenía un poco de especias que agregó algo extra al sabor general. Mientras esperábamos nuestra comida y disfrutamos de nuestras patatas fritas, pudimos disfrutar de la atmósfera del restaurante. Aunque el lugar no parece mucho en el exterior, el interior está lleno de colores brillantes y decoraciones divertidas. El techo estaba forrado con papel de colores hermosos y las mesas estaban decoradas con manteles con flores azules y rojas. Los propietarios claramente poner un montón de pensamiento en la disposición y diseño del interior. Las mesas se establecieron en la


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distancia que alentaba a la comunidad entre los clientes. Mientras estuvimos allí, varias familias se detuvieron para agarrar maíz que se vende en la parte delantera del restaurante y hablar con otros clientes. Del mismo modo, había un stand en la parte delantera de la tienda que acaba de vender maíz para que la gente podría tomar uno para ir. Una de las partes más interesantes del restaurante era el stand de frutas en el interior. La vitrina mostró una variedad de fruta fresca que el personal cubriría con chile, limón y sal. Sólo de mi impresión inicial, podría decir que este restaurante era un punto focal de la comunidad. Una vez que la comida llegó, me quedé inmediatamente abrumada por el tamaño de las porciones y lo bueno que todo olía. La presentación de la comida también era excelente. El plato de tacos pequeños fue construido a propósito alrededor de un tazón de tamaño agradable de frijoles charros. Además, los tacos vinieron con limas, un jalapeño, y rábanos. La camarera nos ofreció salsa verde que agradablemente aceptamos y empezamos a comer. El tamaño de los tacos de pollo eran perfectos. La tortilla de maíz pequeña hizo fácil de recoger y manejar. Sin embargo, sólo porque la tortilla es pequeña, no significa que hicieron la porción de pollo pequeña. El pollo fue picado en trozos pequeños y perfectamente sazonado. El taco por sí solo no era picante, pero cuando añadí la salsa verde inmediatamente tuve que beber un poco de agua. También probé los tacos de barbacoa que también eran geniales. El taco de


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barbacoa era extremadamente similar al estilo de presentación de la marca que McCarron describió en su artículo. Afirma que un taco tradicional de barbacoa se sirve con "un montón de barbacoa servido con tortillas de harina recién hechas y salsa" (McCarron 10). La única diferencia, fue que este taco fue servido en tortillas de maíz que normalmente prefiero. La carne estaba bien sazonada pero el aceite de la salsa hizo al taco un poco difícil de comer. El taco de pollo era el ganador claro de los dos. Mi parte favorita de la plata de tacos, fue el hecho de que proporcionan alrededor de tres rebanadas de limas grandes. La mayoría de los lugares de taco que he ido proporcionan sólo una pequeña astilla de lima, así que esto fue una muy buena adición a la comida en general. En su capítulo “Inventando el taco mexicano americano” Pilcher argumenta que “[los tacos] reflejan una identidad emergente del México Americano” (Planet Taco 131). Pude decir que Raspas El Payasito seguía la tradición de añadir un elemento de cocina "americana" a sus tacos y platos. La presentación del alimento reflejo más lugares con tacos "americanos" y la opción de agregar el queso al plato demostró el argumento de Pilcher. El siguiente punto que probamos fue torta cubana. El plato era un sándwich enorme lleno de bistec, cordero, aguacate, tomate, lechuga, y especias. La cantidad de carne en este sándwich era increíble. Aunque el tamaño del sándwich lo hizo bastante difícil de comer, el sándwich sabía increíble. Mi parte favorita de este plato era el


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aguacate. Junto con el bistec, el aguacate añadió un sabor único al plato y añadió a la textura. La calidad de la cubana parece alinearse con el argumento de John Birdsall en su artículo La historia del Burrito de la misión, donde afirma que “[carne asada] demostró cómo unos pocos ingredientes básicos pueden perfeccionarse — sin pulir, pero perfeccionados” (Birdsall 3). Aunque los ingredientes de la cubana eran tan sencillos, seguía siendo un plato único y sabroso. La cubana demuestra que la gran comida no necesita venir con una gran etiqueta de precio. Disfruté plenamente de mi experiencia en Repasas del Payasito. No sólo fue la comida increíble, pero también el personal y el ambiente añadió tanto a la comida. Fue tan increíble llegar a practicar mi español mientras disfrutaba de la cultura y la comida que son integrales a la comunidad del restaurante. ¡Me gustaría dar al restaurante 8 de puntos 10 y realmente esperamos volver a comer allí pronto!


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A. Franco: Reseña del restorán: Chuy’s ¿Qué viene siendo comida mexicana “auténtica”? Para mí, la comida más auténtica viene siendo la comida más cercana al bordo con los Estados Unidos o en México. Pero, la opinión de qué exactamente es comida mexicana es subjetiva dependiendo de la persona. Mucho de lo que ha aprendido de las lecturas es que la comida mexicana se ha transformado durante los años, entonces lo que yo pienso que es auténtico podría no ser auténtico a mis ancestros de Chihuahua, México. La transformación de la comida mexicana también ha cambiado en los Estados Unidos. Por esta razón elegí el restaurante americano Chuy’s. Quiero entender como este restaurante de cadena ha tenido éxito en Texas. La cadena de Chuy’s fue fundada en el año 1982 en la cuidad de Austin, Texas. Los edificios y la decoración adentro es muy peculiar, pero intencional. Aunque la página de web dice que, por no tener suficiente dinero, lo decoraron sin un tema, Jeffery Pilcher dice lo contrario. En su capítulo titulado, “Inventing the Mexican American Taco”, Pilcher habla de cómo los restaurantes mexicanos en los Estados Unidos, están decorados en una manera, “Exotic restaurant

Foto del restaurante Chuy’s situado en College Station. Tomado de su página web.

decor may have been as much of an attraction as the food” (Planet Taco 151). Sarah Sanders, mesera de Chuy’s que se graduó de Texas A&M hace dos años, dijo, “Like these fish for example! The men who started Chuy's were visiting Mexico and came across a man who made these fish! Well now, there are 1,000 in each Chuy's restaurant


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and the same man makes them all!” De acuerdo de la pagina de web del restaurante, “Mike Young and John Zapp had a vision of a fun and funky Tex-Mex restaurant that served authentic and fresh food in an atmosphere that appealed to everyone.” La cadena y los fundadores reclaman con orgullo que su comida es “Tex-Mex.” De acuerdo a la página web, la comida presentada en el menú es una combinación de sabores tomados de recetas de pueblos colocados en Nuevo México, ciudades fronterizas con México, El Valle de Texas y el Sur de Texas. Lo interesante de esta declaración es que usan las palabras como “authentic” para atraer a un tipo de cliente específico. Según Pilcher en Apostles of the Enchilada la comida “mexicana” que se vende en los Estados Unidos que pasa por “auténtica” ha tenido que pasar por cambios que atraerá a las turistas, esto también paso en México y entonces cambia como la comida mexicana es presentada en los estados unidos. “The commodification of regional cuisines reached a peak in the tourism industry, one of the most important sectors of the Mexican economy.” (Apostles 133). Este modelo de negocio ha distorsionado lo que en verdad es la comida mexicana. ¿Cómo es que una comida que se ha formado por tomar diferentes recetas de diferentes lugares se puede clasificar como auténtica? Literalmente, en la página web, dijeron los autores de la historia que unas de sus salsas de chile fueron “‘borrowed’ from a little hole-in-the-wall in Española, New Mexico.” No es posible que la comida es auténtica si ingredientes fueron prestados de


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otra cultura. Lo que yo ordené cuando fui al restaurante, fue una orden de “soft tacos”. Normalmente cuando he ido a Chuy’s en otras ocasiones he ordenado otros platillos (por accidente) como “burritos” que están cuberitos en “queso”. Yo elegí este platillo para revisar porque es lo más cercano a lo que yo crecí comiendo en restaurantes mexicanos en El Paso, Texas. Mi abuelita siempre dice que un plato de comida mexicana siempre se debe servir con arroz y frijoles. Aunque intentaron hacer el platillo así, les falló en el sazón. Los frijoles sabían como si vinieron de una lata y el arroz no me supo a nada. Aunque el arroz era naranja, como si tuveria salsa de tomate, no me supo a eso no más sabía a algo salado. Los tacos tenían demasiados ingredientes que regularmente los tacos “auténticos” de México no tienen, como la lechuga y el tomate fresco. Yo no puse los verdudas en el taco, ya estaban servidos así. Normalmente lo que hay en un taco es la carne, el cilantro y un limón. También en Chuy’s me sirvieron los tacos con queso amarillo y blanco mixtos. En Chihuahua, a nosotros nos sirven los tacos con queso Panela. La carne que elegí era carne de fajita de res. Esto fue lo más sabroso de toda la comida, lo demás del taco no me gustó entonces, después de un tiempo, solamente me comí la carne. Tradicionalmente, para mí, los tacos vienen echos con tortillas de maíz, pero estos


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vinieron en tortilla de harina. Después de regresar a revisar el menú en el internet, noté que también podrían servir los tacos en tortilla de maíz, pero la mesera no me ofreció la opción. Cuando hablé con ella, antes de irnos de Chuy’s le pregunté que si a ella le gustaba la comida y ella dijo que es una de los únicos restaurantes donde ella puede de comer todos los dias. Sanders, dijo, “We make our food fresh daily!! Which adds to the authenticity of everything for sure.” Además de eso, ella dijo que la administración es muy productiva y facilitan todo para sus empleados. En conclusión, la comida de Chuy’s aunque no sabe mal, en mis ojos no es comida auténtica mexicana ni es comida “Tex-Mex”. La comida de Chuy’s está atorada en tratando de hacer auténticamente mexicana pero los aspectos americanos lo dominan. Esto no me sorprendo porque Pilcher en “Inventing the Mexican American Taco” que durante el siglo 20, muchos recetarios y restaurantes sacrificaron el patrimonio culinario mexicano para apelar a las expectativas anglo (Planet Taco 140).


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J. Gallardo: La quesadilla con queso americano La comida “auténtica” mexicana es muy difícil de encontrar en el área de Bryan/College Station para alguien que no es local. Cuando busco restaurantes mexicanos cerca de mí en Google, los primeros resultados son los restaurantes On the Border, Fuego Tortilla Grill, y Chili’s. No tengo que ser local de College Station para saber que estos restaurantes no son considerados “mexicanos”, más bien son restaurantes Tex-Mex. Con el tiempo, aprendí que la mejor comida mexicana en el área se encuentra en Bryan y no en College Station. A mi mejor amiga le encanta comer en la Taquería el Tío, entonces decidí intentar este restaurante para ver si es tan bueno como ella dice. Mi amiga me llevó a la taquería y lo primero que note cuando llegamos fue la línea larga de carros esperando su comida para llevar por el drive-thru. Había una ventanilla especialmente para esto, con un letrero anunciando la comida para llevar. Esto me pareció muy interesante, ya que yo nunca he visto un restaurante pequeño con servicio de drivethru, mucho menos con tantos carros en fila. El edificio del restaurante era muy pequeño ya que el contenido del edificio es simplemente una cocina. El área para comer estaba arreglado como un patio con flores, arboles de palma, y luces decorativas alrededor de la cerca que separaba la propiedad del restaurante de la carretera. Esto me recordó mucho de los restaurantes en Lagos de Moreno, Jalisco donde la calle es compuesta de varios restaurantes puestos juntos que solamente tienen la cocina y mesas y sillas para comer afuera. Mis amigas y yo nos acercamos a la ventanilla para ordenar nuestro almuerzo, y me extrañó no ver un menú. Le tuve que preguntar a la cocinera cuales comidas estaba


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vendiendo, pero creo que al igual como los restaurantes de este estilo en México, la clientela ya conoce las comidas que se venden, entonces no requieren menú para ordenar lo que gustan. Como soy vegetariana, ordene una quesadilla de puro queso. Mis amigas ordenaron unos tacos al pastor y unas gorditas. Igual como muchos restaurantes en México, la cocinera recordó nuestras órdenes sin anotarlas. La comida tardó quince minutos en salir, cual parece como mucho tiempo por unos tacos y quesadillas, pero al considerar la línea de carros, la espera no fue muy larga. Mientras esperábamos nuestra comida, note que habían cinco gatos alrededor del restaurante. Uno de los dueños salió a darles de comer. Basado en la manera que el los gatos se le acercaban al dueño, era evidente que ellos estaban acostumbrados a comer de la taquería diariamente. La taquería está ubicada en medio de un barrio. Alrededor de la taquería habían casas viejas, los carros tocaban música rap y corridos, y no hay otros negocios a la vista. Le comenté a mi amiga que yo no llevaría a mi novio gringo a comer allí, pero me explicó que hay mucha gente americana comiendo allí los fines de semana por la noche, lo cual me sorprendió por la ubicación y el nombre del restaurante. Como leí que cuando el consultor de Glenn Bell “suggested the name ‘La Tapatía’… for one of his early restaurants… he chose instead a nonsense Spanish phrase ‘Taco Tía’… to make it more accessible to English-speaking costumers,” no creí que el nombre Taquería El Tío atraería a clientes anglo porque típicamente, los restaurantes que usan palabras como “taquería" no son para la audiencia anglo, ya que ésta no es una palabra común entre la demográfica anglo en los Estados Unidos (Pilcher, Planet


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Taco). La comida estaba lista. Los tacos estaban preparados en tortillas de maíz y la quesadilla en tortilla de harina. Habían varias opciones de bebidas. Tenían bebidas tradicionalmente de México como Barrilitos, Topo Chico, aguas frescas, y Coca-Cola en botella. También tenían latas de bebidas americanas. Mi amiga y yo compramos una Coca-Cola en botella y mi otra amiga compró una horchata. La compra de tres tacos, una quesadilla, y dos botellas de Coca-Cola salió en $23.50, un precio que nos sorprendió a mí y a mí amiga con la que pague esta comida. El precio nos pareció muy alto para la cantidad de comida, pero después de leer que “Tex-Mex… faces a persistent social pressure to remain cheap” y que la comida mexicana “is stereotyped as cheap without even the backhanded compliment of fetishized authenticity”, me di cuenta que yo soy una de esas personas que no quieren pagar mucho por una comida que para mí siempre ha sido barata, pero no me daba cuenta de que no estoy pagando solamente por la comida, si no por el apoyo de un restaurante de familia (McCarron). La quesadilla no era lo que esperaba. Típicamente cuando ordeno una quesadilla en restaurantes mexicanos o Tex-Mex, las quesadillas son hechas con queso Monterrey Jack, mozzarella, o cheddar, pero la quesadilla aquí fue hecha con queso americano. Esto no me gustó para nada, pero tenía mucha hambre y me la terminé. Esto es definitivamente un cambio de receta geográfico, ya que nunca he


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comido una quesadilla con queso americano cuando voy a México. Me puedo imaginar que la reacción de mi abuelita cuando le diga sobre esta quesadilla no será muy positiva. Según mis amigas, los tacos y las gorditas tenían un sabor rico y auténtico. Una de ellas comentó que los tacos eran igual a los que hace su tío. Ella también dijo que la horchata de esta taquería es su favorita en todo Bryan. Las tortillas de los tacos y quesadilla no eran hechas en la taquería, eran compradas. Esto es algo importante ya que solamente había una cocinera tomando órdenes y haciendo la comida. Como dice Pilcher, “the transformation from hand-crafted to store-bought tortillas… constituted a genuine revolution to the lives of Mexican women” (¡Que vivan…!). Esto puede ver no solo en los hogares, pero en los restaurantes familiares también, ya que los cocineros pueden enfocarse en preparar la comida y no en hacer tortillas allí mismo. La cocinera en Taquería El Tío hubiera tenido demasiado trabajo para ella sola si tuviera que hacer las tortillas y la comida ella misma. Las tortillas compradas le ahorra mucho tiempo. Aunque no me gustó la quesadilla que me dieron con queso americano, creo que el resto de la comida que sirve La Taquería El Tío es más auténtica que los restaurantes mexicanos en College Station. El ambiente era muy relajado y la ubicación me recordaba a restaurantes en México en una forma muy humilde.


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V. Gómez: Lupe Tortilla El viernes por la noche cené en un restaurante llamado Lupe Tortilla. Es un restaurante Tex-Mex en la avenida Texas cerca del campus de Texas A&M y es parte de una gran cadena de otras Lupe Tortillas alrededor de Texas. Fui con un amiga blanca que no era consciente de la diferencia entre un auténtico restaurante mexicano y un restaurante Tex-Mex. Debido a la decoración cliché y el ambiente, a los artículos obvios y poco auténticos en el menú, y a las palabras que son poco ofensivas en el menú, especialmente después de descubrir que el dueño no es de ascendencia mexicana, encuentro que Lupe Tortilla es un ejemplo casi perfecto de cómo algunos restaurantes usan la cultura mexicana como un tema. Al entrar en el estacionamiento del restaurante, se ve un gran letrero de neón rojo que repite su nombre "Lupe Tortilla" y al entrar en el edificio, se le saluda con música tradicional mexicana y una decoración que incluye estatuas metálicas de mexicanos con sombreros y ponchos, así como aves tropicales como loros y tucanes y guitarras y lagartos en la pared. El interior también tiene un extraño surtido de estatuas de animales de África como jirafas, cebras y guepardos. La decoración me recordó de algo que puede encontrar en Taco Bell, un restaurante similar de temática Mexicana que tampoco fue fundado por alguien de origen mexicana. “Bell had grown up reading Helen Hunt Jackson’s romantic novel of Old California, Ramona, and he sought to package this pastoral experience for Anglo audiences. Each new restaurant celebrated its grand opening with an anachronistic mix of Mexican mariachi bands, straw sombreros, and dancing women with Spanish castanets. This image was carefully sanitized for mainstream sensibilities” (Pilcher, Planet Taco 141). Tenía curiosidad por


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saber por qué el dueño eligió poner estas estatuas en un restaurante Tex-Mex, pero no pudó obtener una respuesta de la anfitriona cuando me pidió que me sentara a cenar. Al sentarnos, miré primero el menú de bebidas y luego el menú de comida. Ambos tenían maneras de redactar sus artículos que parecían jugar con un acento español. En lugar de "skinny margarita", el menú decía "”skeeny” margarita" en referencia a cómo alguien con acento español podría decirlo. Algunos de los platos del menú tendrían el eslogan "es “preety good”" de nuevo en referencia a un acento español. Personalmente no me encantó esta parte del diseño del restaurante, y fue un signo obvio de falta de autenticidad. Al enterarme de que el fundador del restaurante era anglosajón, me hizo sentir aún más incómodo, pensé que era un comentario autodespreciativo sobre cómo el dueño original pudo haber pronunciado algunas de las palabras. Después de observar los menús en un nuevo perspectiva, mi amiga y yo decidimos a pedir la comida. Tanto mi amiga como yo tomamos las margaritas de jalapeño, que estaban perfectamente bien, y para la comida tomé su “Tequila Chicken” y mi amiga tomó un “puffy taco”. Ninguna de las dos eran recetas tradicionales mexicanas que reconocí al crecer, que es lo que esperaba en un restaurante como éste, pero me parecieron buenas opciones de comida. Mi amiga, por otro lado, me preguntó si tenían “puffy


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tacos” en México, le dije que no lo creía así y le expliqué que gran parte de la comida en el menú no reflejaba las recetas reales de México. Me recordó a los anglosajones del artículo "The Myth of Authenticity is Killing Tex-Mex" de Meghan McCarron, particularmente la sección que hablaba de Tex-Mex y su narrativa,“Waves of cheesy, spicy, frankly pleasurable Texas-Mexican dishes, with many regional variations, continued to spiral outward in the 20th century and into the 21st: sizzling fajitas, cheese enchiladas, frozen margaritas, queso, breakfast tacos, Frito pie, barbacoa, puffy tacos. Along with the crispy tacos and burritos of Cal-Mex, Tex-Mex became one of America’s most beloved and important regional cuisines, even if most Americans didn’t realize that was what they were eating”. Ambos teníamos curiosidad por saber qué era un “puffy taco”, ya que nunca antes lo habíamos visto en un menú, así que nos entusiasmamos al saber cuándo la camarera nos trajo la comida. Cuando la camarera, que se llamaba Gabriela, llegó a nuestra mesa con mi “Tequila Chicken” y el “puffy taco” de mi amiga, le hice algunas preguntas sobre la historia de los restaurantes y sus opciones de menú. Le pregunté primero si conocía el estilo de comida o en qué se basa en cuanto a los tipos de comida mexicana. Lo primero que dijo fue que este no es un restaurante mexicano lo que me pareció divertido. Ella compartió que su familia era de México y que una buena parte de la comida en el menú era irreconocible para ella como comida mexicana "real". Por ejemplo, mencionó que las fajitas no existían en el lugar de donde venía y que se las presentaron cuando empezó a trabajar aquí, y luego me contó la historia de los restaurantes. Según ella, el restaurante fue fundado por un hombre blanco que primero fue inspirado de su abuelo y una mujer mexicana, que se llama Lupe, que tenía un


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puesto de tacos con él. Esto fue interesante para mí al descubrir que el tocayo del restaurante era una verdadera mujer mexicana y me hizo preguntarme si de ahí venía el lenguaje ligeramente ofensivo de los menús; la dueña comentando sobre cómo podría haber dicho algunas de las palabras. Después de responder a mis preguntas, Gabriela nos dejó para probar nuestras comidas. Mi “Tequila Chicken” era un plato de dos pechugas de pollo asfixiadas con queso Monterey y marinado en una salsa de cilantro. Vino con una ensalada y una taza de arroz con queso. Sólo comí la pechuga de pollo porque no tenía tanta hambre y sentí que esa era la parte importante de la comida y estaba feliz con lo que encontré. El pollo estaba muy tierno y tenía un fuerte sabor a cilantro y limón de la salsa marinada. El queso derretido ató todos estos sabores y encontré que el queso se racionaba para que cada bocado de pollo tuviera queso. El “puffy taco” de mi amiga, que ambos descubrimos con emoción, era una tortilla de maíz frita y rellena de carne, lechuga, guacamole y queso cheddar rallado. Me recordaba a una gordita pero de forma más esférica. Ella compartió que sabía muy bien, pero que todavía era muy similar en sabor a un taco normal de Tex-Mex. En cuanto a la comida Tex-Mex en College Station, yo diría que Lupe Tortilla es una buena opción para ir si estás buscando comida mexicana americanizada, pero si quieres comida mexicana auténtica, deberías evitarla. Una cosa interesante sobre el restaurante que recomiendo a todo el mundo que vaya a ver es lo que se encuentra a la salida del restaurante. Cerca de la puerta hay una especie de muro de la fama con figuras mexicanas y mexicoamericanas que forman parte de la historia de Texas A&M. Uno en particular que me pareció interesante y sorprendente fue N. Valdez. Era de


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Hidalgo, México y anotó el primer touchdown de Texas A&M en un partido contra Galveston. Esto me sorprendió porque no me di cuenta de que a los hispanos se les permitía estar inscritos en la escuela y mucho menos en los equipos deportivos. Me alegró ver esta muestra de aprecio por la cultura mexicana y su gente con respecto a la comunidad local. Sólo por esta característica, volvería a visitar Lupe Tortilla.


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J.N. González: Reseña del Restaurante “La Perla” Desde que me mudé a la pequeña ciudad de College Station a estudiar en Texas A&M no había podido encontrar un buen restaurante mexicano el cual vendiera comida de mi gusto. Traté lugares como Taco Bell y Taco Cabana, pero su comida no tenía el sabor que estaba buscando. Después de un tiempo una compañera de trabajo me había comentado de este restaurante llamado “La Perla”, que de acuerdo a ella su comida era buena y hasta podría considerarse genuina. La forma en la que describió la comida como, de acuerdo a ella, “mexicana de verdad” captó mi atención debido a la situación de como muchos restaurantes van dejando atrás las recetas que se les consideran “auténticas” para modificarlas y adaptarlas a una clientela diferente a la mexicana. La modificación de comidas mexicanas para audiencia diferente no es algo nuevo, es algo que ha estado ocurriendo desde hace tiempo. El problema vendría siendo la escasez de restaurantes mexicanos que vendan comida que pueda ser considerada como auténtica. En esta reseña del restaurante “La Perla” hablaré sobre la comida, su división de categoría entre platillos mexicanos y comida Tex-Mex, y el ambiente del restaurante. Había ordenado 2 tacos al pastor, 2 tajos de fajita, y un burrito de fajita. Antes de ordenar la mesera puso en mi mesa un plato pequeño de totopos junto a una salsa roja. Los totopos tenían una buena textura crujiente, haciéndolos fácil de comer junto a la salsa. En cuanto la salsa a pesar de ser roja, no contenía mucho picante, era una buena acompañante de los totopos que cualquier persona podría comer sin el riesgo del picante. En cuanto a las bebidas parecían tener en su mayoría refrescos mexicanos. Las presentaciones de los refrescos vienen en una botella de vidrio. Me


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tomé la libertad de observar el refrigerador donde tenían sus bebidas, el cual contaba con una diversidad de opciones y en su mayoría de refrescos mexicanos como Jarritos, Fanta, Squirt, Joyas, y Coca-Cola, también cuentan con el servicio de bebidas alcohólicas como las cervezas mexicanas Corona, Modelo, Sol, y Tecate. Las mesas incluían diferentes tipos de salsas como Valentina, Tapatío, Verde y Roja. La cocina se encontraba en un área visible donde se podía ver al cocinero mientras uno espera su orden. A simple vista pude notar que el cocinero tenía rasgos de ser mexicano, mientras veía como preparaba mis tacos. La mayoría de los restaurantes mexicanos dependen de un cocinero mexicano, ya que usualmente ellos preparan la comida con el sazón como si lo hicieran en casa (Pilcher, Planet Taco 142). Debido a eso quería ver si podía preguntarle sobre si cocina en casa lo que cocina aquí. Mas no tuve la oportunidad de preguntarle debido a la cantidad de clientes que se encontraban ese día que fui, y no quería molestar mientras el señor realizaba su trabajo. Al recibir mi comida pude notar en mis tacos los clásicos ingredientes que suelen ponerse encima de ellos, cilantro, cebolla, aguacate, limones y acompañados de unos ricos frijoles charros. En sí ambos tacos tenían un buen sabor, los de fajita con su carne cocinada muy bien, fácil de masticar y disfrutar. El único problema que tuve fue con la tortilla para los del pastor, se sentía dura al masticar, no podría decir que estaba quemada, pero al momento de morder se sentía un


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crujido que me incomodó un poco. En general, los tacos tenían un buen sabor, se podía disfrutar de una carne bien preparada. Para el burrito tuve las exceptivas un poco más altas, ya que no sabía si recibiría un burrito como se conoce en México, o un Mission burrito. Para mi sorpresa a pesar de haber ordenado un burrito de fajita, lo que recibí fue más parecido a lo que varios llaman un Mission burrito. Partido en dos piezas pude observar que el burrito consistía de frijoles, arroz, lechuga, un poco de salsa, y al final la fajita. La vasta cantidad de ingredientes que se utilizaron para crear el burrito sigue la exacta representación que Birdsall describe para diferenciar entre un Mission burrito y un burrito mexicano regular (2). Al probarlo no pude negar que tiene un buen sabor, solo que pensé que al haber ordenado un burrito de fajita eso sería lo que probaría. La fajita era lo poco que sentía cuando comía de ese burrito. Lo curioso en cuanto al burrito fue que al momento de observarlo en el menú pude notar que tenía su propia sección clasificada solo como “burritos”, no se encontraba en la sección de Tex-Mex como esperaría que estuviera. Mi segunda observación del restaurante fue como el menú dividía los platillos mexicanos y la comida Tex-Mex. En la sección Tex-Mex pude observar varios platillos que comúnmente en otros restaurantes no los clasificarían en esta categoría, como por ejemplo las enchiladas y chalupas. El precio que tenía cada platillo se veía como algo razonable y lo suficiente para poder llenarme de solo una orden.


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De acuerdo a las teorías de McCarron, la comida Tex-Mex suele ser clasificada como algo caro de producir, pero muy barato de vender. Aparte de que también menciona que la comida Tex-Mex tiene una presión social de mantenerse barata ya que es lo que la gente busca (12). Al parecer en “La Perla” no se ven afectas por esa presión social. Pienso que esto se debe a que la gente de la ciudad de Bryan está propensa a pagar un poco más por ese tipo de comida. Terminé lleno con la comida que había ordenado, así que no tuve la oportunidad de ordenar un platillo Tex-Mex para ver qué tan diferente a lo usual podría ser. Por último, el ambiente y decoración del restaurante se sentían con un sentimiento de bienvenida, casi como si estuvieras en un restaurante en México. El tipo de decoración que un restaurante tenga es clave para ver qué tipo de clientela quiere atraer. Cuando entré pude apreciar varios cuadros de la Virgen de Guadalupe y de Cristo alrededor del local. Al igual que también tenían un cuadro con varios emperadores aztecas que contenían retratos de ellos junto a un calendario azteca. Del lado derecho del local tenían en la pared 2 sombreros de mariachi junto a algo que parecía ser una vestimenta antigua mexicana. Esos detalles son un gran indicativo de que el restaurante trata de atraer a clientela mexicana. Aun así, anuncios como la cocina y los baños se encontraban escritos en inglés. Esto puede se puede deducir que también el local está abierto para clientela americana. Algo interesante que pude notar del


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lugar es que al lado de los refrigeradores se encontraba una máquina de música. Al momento de revisarla pude notar que contenía música con genero mexicana, contenía discos de José José, Joan Sebastian, y varios discos de corridos. Curiosamente en la cocina se podía escuchar que el cocinero tenía su propia reproductora de música, pude escuchar una que otras canciones de corridos mientras cocinaba. En conclusión, el restaurante “La Perla” presenta un ambiente muy común de los restaurantes de México, con una decoración que atrae a clientela mexicana, pero al mismo tiempo también a una americana. Estos aspectos indican que el restaurante trata de mantenerse como auténtico mientras que al mismo tiempo ofrece comidas que son producto de la “americanización” de platillos mexicanos. En general “La Perla” es un restaurante que ofrece un ambiente mexicano familiar con su variedad en comidas mexicanas y Tex-Mex y una decoración que capta la atención de cualquier persona que esté en busca de un auténtico restaurante mexicano.


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A. González-Millán: Taco Bell Taco Bell definitivamente no es un restaurante mexicano autentico. Sin embargo, se puede decir que tiene influencia mexicana. Cuando fui a Taco Bell (731 University Dr, College Station) el cuatro de febrero, ordené una caja que traía dos tacos con masa frita (y dura), un burrito y unos churros pequeños. Claro está, varios de estos elementos se pueden encontrar en México, pero no se pueden comparar a un modo tradicional. Aunque parece que uno de los tacos contenía harina de maíz, los tacos de masa dura no son tradicional, dado a que aun los que se cocinan así en México son diferentes. Quiero aclarar que la calidad de la comida, relacionada al precio ($5), vale la pena. Después de que

Fuente: www.bing.com

a uno no le importe que la comida no sea 100% mexicana, Taco Bell no es un restaurante de mal gusto. El restaurante como tal tiene su propia cultura, representando a los Aggies con arte en algunas paredes. La mayoría del restaurante tiene colores vibrantes, incluyendo azul, rojo, amarillo, verde y púrpura. En el día que fui, me acuerdo de que había un partido de futbol americano en vivo por televisión. Me da risa pensar que, en un restaurante mexicano, el deporte que se estuviera viendo hubiera sido futbol (soccer). Además de esto, el ambiente como tal de Taco Bell atrae a gente de todas partes. Que yo sepa, no vi tanta gente latina comparado a cuanta gente de India y Estados Unidos


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andaban allí. Al contrario, la mayoría de los clientes de restaurantes mexicanos como tal son gente hispanohablante, con uno que otro americano o de otro país. Cuando le pregunte a la cajera, llamada Hamde, sobre la autenticidad del restaurante, ella dijo que lo describiría como un lugar “Tex-Mex”. Adicionalmente, le pregunté: “Te gustaría autentificar la comida de Taco Bell?” Ella respondió: “A mí no me gustaría eso dado a que, al autentificarlo, el valor de la comida aumentaría”. Esto lo encontré interesante porque, ella no siendo latinoamericana, pudo reconocer que el valor de la comida mexicana autentica. Para mí esto es más de lo monetario. Sí, esto le da valor a que nada como tal se compara a la cocina mexicano. Sea mucho o poco el cambio, no es lo mismo al ser alterada. Pilcher describe al taco americano así: “The Mexican American taco was a common element of district regional cuisines that took shape in cookbooks and restaurants of the postwar Southwest. Growing out of roots in the colonial borderlands, and eventually hyphenated with names such as Tex-Mex, Cal-Mex, and New Mex, these novel cooking styles combined North American ingredients with Mexican sensibilities” (Planet Taco 131). De acuerdo a Pilcher, ha nacido una cocina diversa en los Estados Unidos con raíces mexicanas. Al cada lugar adaptar, crear y modificar ciertos platos mexicanos, de tal manera crearon algo diferente. Yo no digo que no haya autenticidad en restaurantes Tex-Mex, Cal-Mex y Nuevo Mex, pero a la misma vez no sería apropiado describirlos como restaurantes mexicanos. Siendo así, yo los describiría mas como lugares con influencia mexicana. Entro de todo esto, yo diría que me encantó esta asignatura, porque me dio la oportunidad de explorar la cocina mexicana y compararla a una diferente. Taco Bell es


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un buen restaurante, pero nunca se va a comparar a uno completamente mexicano. Aún en sus diferencias, es inevitable admitir que la influencia mexicana en lugares TexMex, Cal-Mex y Nuevo-Mex tienen una influencia considerable mexicana. Después de este proyecto, espero seguir pudiendo observar la autentificación de algo mexicano, comparado a algo que nació de lo mexicano. Definitivamente que la cocina mexicana es algo revolucionario y no se compara con ninguna otra. ¡Viva México!


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A. Graham: Tacos Auténticos en Bryan/College Station (Raspas El Payasito) Para la crítica del restaurante, quiero tener tacos. Y al principio, me pensé que yo tendría Fuegos o Torchy's Tacos pero después hablando con mi amigo mexicano, quiero ir a un luego más auténtico, con tacos como estaban destinados a ser comidos. El restaurante que me recomendó estaba Raspas El Payasito. Mi experiencia con Raspas El Payasito estaba no decepción. En todos aspectos el restaurante estaba increíble y divertido. La comida tenía sabores muy ricos y el ambiente estaba muy divertido con artículos que se preparan en el comedor. Mi experiencia con Raspas El Payasito estaba muy positivo y quiero volver pronto. Cuando llegué a Raspas El Payasito para una comida me sentí que el ambiente estaba perfecto. En todas paredes son arte y banderas y fotos que sirven como recordatorios de México. En facto, en todos trabajadores, solo una habla en inglés. Antes empezaba me pensé que la comida sería extremadamente autentica. Y estaba correcto. Tenía dos platos. Uno de tacos de pollo, carne de vaca, y barbacoa. Yo sabía que quería tacos. Pero yo pregunté la camarera qué plato es más popular que todos. Y ella me dijo que un plato se llama La Cubana es el mejor. Para esto razón me pídelo. Después estamos (mi amiga Isabelle y yo) pedimos, como la mayoría de restaurantes mexicanos, tenemos patatas fritas y salsa, y queso también. Los dos estaba muy bien y parecía muy auténtico. Me pienso de mi mama porque en toda mi vida ella hacia salsa para nuestros. Ella es de Nuevo México, muy cerca la frontera, así ella tenía un salsa muy auténtico y delicioso. Pues esta salsa es deliciosa también, pero no es el mismo. ¡La salsa de mi mama es más caliente! Próxima, una otra camarera nos viene y nos preguntó sobre fruta fresca, el tipo con Tajín encima de la fruta, y nosotros dejamos ¡Sí!


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¡Por favor! Entonces estamos muy desconcertada porque la fruta no estaba para nuestros. Pero estaba muy difícil a comprender porque ella habla muy tranquila y sin ruidosa. Creo que todos nos hablan muy tranquila porque nos parecían muy gringo y como no hablamos español. Pero está bien porque nuestra comida estaba increíble. Estaba más emocionado para mis tacos. Y pues, todos son muy deliciosos. Mi favorito estaba el taco pollo. Todos estaba en dos tortillas maíz, con cebollas fritas y cilantro. ¡Es todo! Es muy fácil pero muy bien también. Si quiere pueden usan una lima (lo usé) pero además de eso, está solo la carne. La camarera entonces nos ofreció una salsa verde. Y esto es muy interesante porque el caliente viene muy luego, después la comida dejó mi boca. Pero me gusta el sabor. En facto me gusta toda la comida mucho. Es mejor que Torchy's Tacos o Fuegos en mi opinión y no empiece con La Cubana. La Cubana estaba un otra bestia. Se mira como una hamburguesa, pero mexicano. Pienso que hay no parte de La Cubana que es auténtico. Pero es auténtico porque lo hace por mexicanos, para mexicanos. Es la manifestación de Tex-Mex porque los mexicanos están en Estados Unidos, pero hace no error, la comida es mexicano. Siempre partes del restaurante es mexicano. Me interesé porque La Cubana es la cosa más popular que todas otras platas. Y con razón, está muy delicioso. Tenía pan tostado como un bollo, avocado, lechuga, queso, y cinco tipos de carne. Pienso que todos son carne, cordero, y tres más que no tengo seguro sobre qué están. No puedo mentir, estaba difícil a terminar toda la comida, pero yo hecho, sin arrepentimientos, excepto que no


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probé la fruta o el maíz ni ninguna de las bebidas realmente deliciosas. Necesito regresar para tratar toda la comida auténtica, para tratar todos los sabores auténticos. En el artículo “The Myth of Authenticity Is Killing Tex-Mex”, por Meghan McCarron, ella sostiene que la razón que restaurantes como eso están teniendo un momento difícil es porque personas que patrocinar el restaurante quiere comida para muy barato. Por ejemplo, tenía cinco tacos para $1.20 en cado taco. Es barato para yo, pero si necesito pagar diez dólares para cinco tacos, solo dos dólares en cado taco, no quiero pagar, y son estas realidades las que hacen difícil que los restaurantes como Raspas El Payasito tengan éxito. Tengo una expectativa que mi comida estará muy barata. Pero es difícil obtener ganancias con precios muy bajo. En parte, gracias a Taco Bell, auténticos restaurantes como Raspas El Payasito tienen difíciles. Una tipa de comida se normalizó a pesar de no ser fiel a lo que en realidad es Tex-Mex. Taco Bell fue hecho para gente americano como lo muestra Pilcher en su texto “Inventing The Mexican American Taco” (Planet Taco). Pero es importante saber que Tex-Mex está haciendo para mexicanos y americanos también, para los dos en EE. UU. Sin restaurantes como Raspas El Payasito la bella y el sabor de Tex-Mex no existen. Es obvio que Raspas El Payasito es un restaurante que trata hacer comida para mexicanos. Todas personas que entraron el restaurante estaban hispanas. Mi deseo para tacos está satisfecho porque Raspas El Payasito existe aquí en nuestra ciudad. Gracias a los mineros de plata que inventar el taco porque según Pilcher, sin los explosivos que ellos usaron, el taco tal como lo conocemos podría no existir.


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B. Hernández: Taquería La Perla ¿Comida mexicana rica, cerca de College Station? Esa es la pregunta que muchos de los estudiantes de Texas A&M que crecimos comiendo comida mexicana nos preguntamos todos los días. Afortunadamente creo que descubrí un lugar perfecto para todos los que extrañamos la comida de nuestra casa. El viernes pasado tuve la oportunidad de ir a comer a Taquería La Perla que está ubicada en Bryan, Texas, una ciudad cerca de College Station. En esta reseña describiré mi experiencia en La Perla, y también discutiré algunas ideas que me parecieron interesantes sobre el restaurante. ¡Si quieren saber si me gustó mi torta de fajita, sigan leyendo! Para empezar, algo que me llamó mucho la atención fue el menú del restaurante. La razón es porque había una parte donde el menú estaba dividido en dos partes. Una parte estaba titulada Mexican Plates y la otra Tex- Mex Food. Se me hizo interesante como decidieron incluir comida Tex Mex en sus menús porque como explica Megan McCarron, esta comida “is a border cuisine” (5). Lo que ella quiere decir es que la comida Tex Mex es algo que mezcla las recetas americanas con las recetas de los estados que están en el norte de México. Entonces, cuando escuchas la palabra taquería, normalmente piensas que es un lugar donde quizás solamente venden comida auténtica y no Tex Mex. Pero como podemos ver, La Perla cree que es importante tener de los dos porque vivimos en un estado donde la cultura mexicana y la


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americana se mezclan mucho y tienen que poder agradar a las dos culturas. En cuanto a lo que comí en La Perla, yo ordené una torta de fajita que estaba muy rica. El pan estaba bien blandito y la carne tenía buen sabor. Yo traía antojo de un burrito pero los que venden en La Perla no son los que se me antojaban. En el artículo de John Birdsall, el dice que “a Mission burrito starts with a large flour tortilla, typically steamed on a press like a laundromat’s. Then it’s filled egg roll–style with Mexican rice, beans (black, pinto, sometimes refried), salsa, and some chopped or shredded meat” (2). Los burritos que vendían en La Perla eran más simples y con esto me refiero a que era solamente la carne dentro de la tortilla. Entonces, esto me pareció interesante porque aquí vemos la evolución de la comida mexicana. Podemos notar como la gente va modificando los platillos y haciéndolos a su gusto, especialmente en los Estados Unidos. Tanto el burrito simple y el Mission Burrito entran en la categoría de burrito, pero se puede decir que el burrito simple es más para la gente 100% mexicana y el Mission Burrito para las personas que quieren disfrutar de un platillo de origen mexicano pero también que lleve ingredientes que se identifican con la cultura americana. Algo que noté después de entrar al restaurante es que es un lugar muy humilde y no muy lujoso. De adentro estaba decorado con muchos colores fuertes, zarapes mexicanos, sombreros de mariachi y también había decoraciones que representaban a la cultura indígena, como por ejemplo, un calendario azteca. Cuando miré el calendario azteca me llamó mucho la atención porque como La Perla es un restaurante mexicano,


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pienso que el calendario azteca es una forma de representar el origen de la comida mexicana. Normalmente, todos los platillos mexicanos se pueden remontar a la cultura indígena. Jeffrey Pilcher él nos cuenta como Frida Kahlo y Diego Rivera les gustaba mucho la comida mexicana y ellos ayudaron a que el “indigenista taste became one of the foundations of mexican nationalism, but only after it had been shorn of radicalism and made palatable to the middle class” (¡Que vivan…! 130). Ellos no son los responsables de que la comida indígena se reconociera como la comida nacional de mexico, pero si apoyaban este movimiento. Más adelante, la gente de clase media empezó a comer platillos mexicanos pero a varios no les gustaba decir que eran platillos que venían de los indígenas porque antes la comida mexicana era lo que comía solamente la gente pobre. Entonces, esto causó que los orígenes de los platillos se perdieran o cambiaran. Pero, con la inclusión del calendario azteca como parte de la decoración de La Perla vemos como el restaurante sí reconoce y brinda respeto a los creadores de esta comida tan deliciosa que son los indígenas. Para terminar, realmente disfruté comer en Taquería La Perla. Me gustó mucho el platillo que pedí, el ambiente estaba padre, me gusto que era un lugar muy humilde y la manera en que apreciaban el origen indígena de la comida mexicana. Sin duda recomendaría este restaurante a cualquiera que vive en el área de Bryan y College Station. ¡Es un lugar con mucha variedad de comida buenísima!


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B. Jovel: Reseña de Abuelo’s Mexican Restaurant Recientemente visité el restaurante mexicano más conocido en College Station como Abuelo’s Mexican Restaurant que está instalado en University Dr. E, encadenado por los restaurantes, Razzoo's y Willie’s. Viendo el lugar desde el exterior, se veía muy elegante y parecía un lugar de clase alta donde solo la ropa elegante sería la adecuada, pero cuando había llegado al lugar no había muchos carros estacionados y con eso me dio la impresión que a lo mejor no era un lugar tan popular como me habían contado. La ubicación del restaurante permite que los clientes encuentren el lugar sin problemas debido a que está en una calle principal y no escondido. Al entrar al restaurante, es como entrar en un complejo de playa en Cancún y como si estuvieras de vacaciones. Por el interior se encuentran una estatua de Agustín De La Rosa al centro del restaurante y paredes arqueadas rodeando el comedor. Palmeras y murales pintados a mano por el muralista de Texas John Russell Thomasson se pueden encontrar en todo el edificio. Cuando vi los


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murales me recordó de los murales de Diego Rivera por el estilo y los colores. Las pinturas alrededor del lugar sí se sentían mexicano y sí daban un homenaje a la historia del arte mexicano. Personalmente, sentí que los murales son lo que le dio al restaurante el carácter necesario para mostrar la cultura mexicana, porque si no fuera por las pinturas en la pared, simplemente se vería como un restaurante de comida americano. Durante mi estadía en el restaurante noté que aparte de las pinturas no había nada más extraordinario en las decoraciones, no había pancartas de papel mexicanas, y la música no era mexicana ni en español, era música pop en inglés. En cuanto a la comida, ordené una parrillada de carne con camarones acompañados con arroz rojo, frijoles refritos y tortillas de harina. Además de haber tenido que esperar mucho tiempo por mi comida, cuando recibí mi comida, mis camarones estaban quemados, y el platillo no tenía sabor, los frijoles y el arroz tenían un sabor simple que no se compara con el sabor mexicano. Esta situación puede vincularse a una escena de la película, Como agua para chocolate, que es notable por la importancia que le da a la comida. En esta escena, el doctor John le dio a Tita una bandeja de comida y no le gustó porque no tenía el sabor mexicano al que estaba acostumbrada y el sabor que ella le daba a su comida. La comida que se anunciaba en el menú parecía atractiva y parecía que tenía una variedad de diferentes sabores y condimentos, pero


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cuando probé la comida sabía falsa y no auténtica a la comida mexicana. Entiendo que nada es auténtico, pero sentí que la comida que se anunciaba en este restaurante no estaba diseñada para aquellos que sí saben sobre los sabores mexicanos, sentí que fue para aquellos que piensan que esto es a lo que sabe la comida mexicana. Los precios de los platos eran costosos según la presentación y el sabor del plato, $22 para una parrillada de carne, pollo y camarones, $13 para 3 enchiladas, $7 para un flan tradicional, $7 para un pastel de tres leches y $19 para una parrillada de carne y camarones. En el capítulo de Pilcher “Inventing The Mexican American Taco” dice “ with names such as Tex-Mex, Cal-Mex, and New-Mex, these novel cooking styles combined North American ingredients with Mexican sensibilities. They were created by migrant and ethnic cooks and they reflected an emerging Mexican American identity” (Planet Taco 131). Esta pieza del artículo alude a cómo las culturas estadounidense y mexicana están influenciadas para atraer a los americanos a probar la comida mexicana. Ademas, Pilcher también declara,“Although restaurateurs originally called their foods “Mexican” rather than Tex-Mex or Cal-Mex, many Mexicans refused to acknowledge their authenticity” (131). Esto también establece la idea de que nada es verdaderamente auténtico y que todos tienen su versión de algo y en lugar de afirmar que algo es auténtico, como el restaurante Abuelo’s “Mexican” Restaurant, lo deberían llamar por lo que realmente es: "Tex-Mex". Pilcher continúa afirmando esta idea a través de oraciones como estas,“Mexican cooks


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adapted their recipes to build mainstream clienteles” y “Experimentation and crosscultural exchange brought together the formerly separate supply chains for ethnic enclaves and mainstream stores toward an emerging Mexican American standard” (131). En conclusión, la comida de Abuelo’s Restaurant no tenía nada que ver con lo que intentaban anunciar, que se supone que es auténtica comida mexicana, y por eso dieron la impresión equivocada de lo que realmente significa la cultura mexicana. En el artículo escrito por McCarron “The Myth of Authenticity Is Killing Tex-Mex” dice “The standard narrative about Tex-Mex is that it’s an inauthentic, unartful,and cheesecovered fusión” (3) y esto es lo que sentí al comer en Abuelo’s Mexican Restaurant.


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C. Lohn: Una experiencia en “Tienda Mi Ranchito” Para este trabajo, yo fui al restaurante “Tienda Mi Ranchita” con una compañera de clase, Yvonne. Nosotras decidimos ir a Tienda Mi Ranchito porque es uno de los restaurantes más favoritos de Yvonne. El restaurante está localizado en el 503 N. Texas Ave. en la ciudad de Bryan. Al llegar al restaurante, mi primera impresión fue que el exterior era muy simple y modesto. Si no sabe lo que está buscando, es posible que una persona podría pasar por delante, sin saber que estaba allí. Es un edificio pequeño, hecho de ladrillos marrones, con un techo plano. Hay rejas que cubren las ventanas, y una máquina de hielo en frente de la tienda. No es un exterior muy lujoso, y me parece que no va a atraer clientes solo basado en su diseño. Este restaurante tiene sus clientes leales, que no les importa el exterior modesto, y saben que la comida adentro merece su regreso. Yo llegué al restaurante a las 12:30 de la tarde, y al entrar, yo noté que el interior parece como una tienda de conveniencia con mesas para comer. El restaurante también es una tienda de conveniencia. Yo noté muchos productos mexicanos en venta detrás del mostrador de pago, y al lado opuesto del mostrador había una fila de bebidas refrigeradas, y en la parte superior de los refrigeradores de bebidas había piñatas coloridas para la venta. También se vende botas de cuero y de goma, giros


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postales (o sea giros bancarios), y boletos de autobús para una compañía que se llama, “Autobuses Aztecas”. Autobuses Aztecas viaja a muchos destinos en Tejas, incluyendo Laredo, Pearsall, y San Antonio. Además, cuando entré al restaurante, noté que había unas personas ya sentados, y podría oír que estaban hablando español. Yo aprecié la autenticidad, pero si estoy siendo completamente honesta, me sentí un poquito fuera de lugar, o sea que me sentí como que no pertenecía porque era la uniqa gringa en el restaurante. Aunque me sentí un poquito incomoda, esto me decía que era un restaurante muy auténtico, aparte de las decoraciones y productos que se venden. Mi compañera y yo habíamos decidido que íbamos a reunirnos en el restaurante a las 12:30. Ella llegó casi una hora tarde, entonces yo tenía mucho tiempo para observar el ambiente del restaurante y formar una opinión. Cuando mi compañera llegó, nosotras discutimos el menú, y ella me dijo que ella pensaba que el menú era muy auténtico. En particular, ella notó que la salsa que la mesera trajo a la mesa sabía como la salsa que su mamá hace. Yo noté que la salsa verde era muy picante, más que las que yo he comido en restaurantes de TexMex. La salsa roja no era muy picante, y yo pensé que era muy sabrosa. Yo quería pedir algo auténtico, y mi compañera me dijo que yo debería pedir unas gorditas. La mesera vino, y yo pedí una gordita de pollo con queso, y una gordita de res con queso,


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con una Coca de dieta. Mi compañera pidió unas flautas y una Coca mexicana. Su hermana, quien le había acompañado al restaurante, pidió una torta de pollo. Desde donde yo estaba sentada, podía ver la tele en el restaurante que mostraba un juego de fútbol. Yo no soy un fanático del fútbol, entonces tenía que buscar en el red quien estaba jugando. Era un juego de Girona contra Huesca. Notamos que había una estación de radio que tocaba música mexicana, pero mi compañero notó que en realidad era una estación de radio guatemalteca, ya que discutían el precio de varios artículos en términos de quetzales. Más tarde, aprendimos que era porque el esposo de la cocinera es de Guatemala. La comida llegó a nuestra mesa muy pronto. Mis gorditas sabían deliciosos, y tenían un tipo de queso que yo no reconocí inmediatamente. Mi compañera me dijo que el tipo de queso se llama queso asadero, y que era un tipo de queso mexicano. Me gustó especialmente este delicioso queso, y complementaba muy bien los sabores ahumados de la carne. Mi plato venía con una ensalada de lechuga y tomate. Yo probé las flautas que mi compañera había pedido, y eran muy sabrosas también. Las gorditas eran muy ricas, y después de comer la de res, casi no tenía más hambre. Fui capaz de comer la mitad de la gordita de pollo, pero tuve que llevar el resto a casa. Después de que todos nosotras habíamos


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terminado de comer, preguntamos si podríamos entrevistar a la cocinera, Angélica, para este proyecto. Ella accedió a contestar algunas preguntas. Aprendíamos que ella es de la misma área en México como mi compañera, y que ella llegó a los Estados Unidos cuando tenía quince años. Ella nos dijo que su comida es muy auténtica de México, porque la mayoría de sus clientes son de México, y no tienen muchos clientes que son gringos. Cuando piensa uno en la comida mexicana, es importante preguntar cuál es la definición de mexicana. La autora Hilda Cota Guzmán dice que, “Tras nuestras historias y herencias es posible definir como identidad cultural mexicana un conjunto de discursos míticos que producen, provocan, refuerzan creencias y comportamientos, llevados a la práctica social por un idioma común (o al menos generalizable) y que es también visual y actitudinal.” Por un tiempo, el restaurante sirve comida de Tex-Mex, pero la mayoría de sus clientes no les gustaba esa comida, entonces, cambiaron su menú para eliminar la comida Tex-Mex. En su artículo para la revista, Eater, Meghan McCarron describe que, “La narrativa estándar acerca de la cocina Tex-Mex es que es una fusión poco auténtica, poco artística y cubierta de queso, el tipo de comida que se debe combinar con cantidades no saludables de alcohol o para curar sus efectos”. Esto es lo que Tienda Mi Ranchito solía ofrecer a sus clientes, pero decidieron cambiar para adaptarse mejor a los deseos


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de sus clientes. En continuación con la autenticidad del restaurante, Angélica nos dijo que la receta para el arroz y los frijoles era de su mamá. En general, mi impresión de este restaurante fue que el ambiente era auténtico y la comida era auténtica y deliciosa. Definitivamente me gustaría volver a Tienda Mi Ranchito.


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C. McKnight: Mad Taco, ¿rico u horrible? Antes de haber ido a Mad Taco, escuchaba que era horrible. Por eso, fui con expectativas bajas. En esta reseña, voy a decidir si es verdad que Mad Taco es un restorán que hay que evitar, si es rico y merece elogio, o algo entre los dos. Primero, me gustaría decir que quería un burrito. Antes de leer el artículo, “The Story of the Mission Burrito” por John Birdsall, estaba listo para analizar un burrito por completo. Pensé que podría producir la mejor reseña en College Station. Por supuesto un restorán mexicano tiene burritos. Imagínate la sorpresa cuando pides un burrito y la mesera dice que no lo tiene. Sin embargo, estaba decidido a crear una reseña perfecta. Entonces, si no podría analizar un burrito, si no podría decidir que un burrito es “the best Mission burrito in the world”, si no podría decidir que un burrito es “the best burrito I’ve ever eaten”, como Birdsall describe el burrito de El Castillito, entonces tendría que analizar el ambiente, el servicio, y también la comida. Con esa mentalidad, pedí dos tacos y me senté. El ambiente de Mad Taco no es mexicano por nada. Sí, el logo es una calavera mexicana, pero lo mexicano termina allí. El menú es inglés, la decoración es inglés, y no vi a nadie hispano. No es decir que el ambiente era malo. Simplemente no era mexicano. Creo que este ambiente es intencional. Es cómodo y Mad Taco sirve a estudiantes. Quiero decir que en la mayor parte Mad Taco sirve a anglos. Puedo comparar el ambiente con el de Grub Burger. Una parte que me importa mucha es la higiene. ¿Están limpias las mesas, las sillas, el piso, y también los trabajadores? Puedo decir que sí, Mad Taco está limpio. Las sillas son incómodas, pero quedan con el ambiente. La última parte del ambiente y en mi opinión, la más importante, es la


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música. La música puede cambiar, apoyar, y arruinar cualquier cosa. Si se cambia la música en una película, el significado de una escena puede cambiar también. Si quieres crear un ambiente romántico, se puede poner música sensual. Y si quieres arruinar el ambiente de un restorán, se puede poner música inconsistente. Mad Taco tocó música de Aaron Watson, Nickelback, y Whitney Houston consecutivamente. No era latino pero eso no fue lo malo. No pude relajar porque la música no era consistente. Creo que eso es el pecado más grave que Mad Taco ha cometido. El servicio es importante. En realidad es más que solamente importante. Puede ser el factor para decidir si regresa o no. Puedo decir con confianza que el servicio era muy amable. No había ido a Mad Taco anteriormente y por eso no sabía cómo funciona el menú. La chica en la caja me ayudó a pedir con mucha paciencia. La comida llegó muy rápido y la mesera, Amy, era muy amable. Sabía que tuve que obtener una entrevista de ella, y porque todavía estaba recuperándome del hecho que no tenía burritos, le pregunté a ella sobre esto. Le pregunté si sabía lo que es un Mission style burrito y si es así, “¿Sabes porque Mad Taco no los sirve?” Yo estaba sorprendido cuando dijo que sí. “I used to work at Chipotle, so I’m pretty much a master of burrito knowledge”, dijo ella mientras riendo. “But I’m not sure why we don’t serve them here”. Por eso, no me sentía mejor. Cinco minutos después, mientras hacía tarea, el gerente me preguntó si gustaría totopos mientras trabajaba. Una cita de “Inventing the Mexican American Taco” por Jeffrey M. Pilcher explica perfectamente la comida de Mad Taco. Pedí dos tacos de Crispy Chicken y como las características de Mad Taco, la comida “[was] torn between maintaining family and historical ties to Mexico and forging new identities in the United States” (Planet Taco


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133). Los tacos eran interesantes al menos. Se construyeron de una tortilla de harina, pollo frito, frijoles negros, queso blanco, huevos, y maíz de crema. Sí, es verdad, dije maíz de crema. Los frijoles, la tortilla, y los huevos me dijeron un cuento de México. Una historia sobre los ancestros que cocinaban comida maravillosa. Pero en el mismo bocado, oí un cuento estadounidense en el maíz y pollo frito. Creo que la comida necesita tener su propia identidad pero esos tacos no eran así. También eran fríos y demasiado llenos. No los pude comer sin dejar caer frijoles o huevo. Es posible que simplemente pidiera la comida equivocada y hay comida mejor. O es posible que ese problema sea consistente en toda la comida. Considerando todo lo que he dicho, puedo decir en frente de todo el mundo sin duda que Mad Taco es un 4 de 10. El ambiente no es mexicano pero le queda a la clientela, el servicio era muy amable, y la comida era promedio. La experiencia en general no era ni mala ni buena. La comida no era ni rica ni horrible. Con eso, se queda perfectamente a un 4 de 10.


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A. Ortiz-Quiñones: Taquería “La Perla” Este fin de semana fui a comer con mi amiga a una taquería que me recomendó. El restaurante al que fuimos se llama “La Perla”. El nombre de la taquería es importante porque está en español. Estando el nombre en español atrae a clientes hispanohablantes y también algunos anglos que al ver que el nombre está en español piensan que la comida es auténtica. La taquería está ubicada en un sitio un poco difícil de llegar, está lejos del campus de Texas A&M en College Station. En el GPS no te dice cuando llegaste así que uno tiene que estar al pendiente del lugar. “La Perla” está ubicado en un barrio de Bryan, Texas donde la mayoría de la población es hispana. Los clientes que estaban cenando esa noche parecían ser hispanohablantes. Dentro del restaurante su decoración no era muy estéticamente agradable para mi gusto, pero era limpio cual es lo que más me importa a mí. Las mesas tenían manteles de plástico que me recordó a los manteles de plástico que se usan en las taquerías de Durango, México de donde es mi familia. En las paredes había sombreros mexicanos y bufandas con los colores de la bandera de México y tenían música mexicana tocando al fondo como Calibre 50.


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Fuimos atendidas muy rápido y en español, la mesera nos saludó, nos dio dos menús y preguntó qué íbamos a pedir para tomar. El menú que nos dio tenía muchas opciones de comida y también de bebidas. “La Perla” ofrece varios platillos; sirven tacos, burritos, tortas, quesadillas y mariscos. Yo ordené una torta de fajita con aguacate, era algo diferente a lo que siempre ordeno. Estuvo buena y tenía un sabor adecuado, yo le daría un 5 de 10 puntos porque he probado tortas mejores, pero era una torta que supo muy casera. Para acompañar a mi torta ordené un agua de horchata. El agua no me gustó tanto, no la terminé de tomar porque sabía a agua de horchata hecha de polvo en vez de hecha con pasas, arroz y leche. Usando un paquete de polvo para el agua es una solución más barata y rápida de hacer, pero creo que si lo harían con la receta sí estaría adecuado por el costo y quizás más personas la ordenarían y sabría más auténtica. Lo primero que vi al abrir mi menú eran dos cosas: el primero que el menú estaba en inglés y la segunda cosa de la cual me di cuenta era que había una sección que decía platos mexicanos en inglés y otro que decía comida Tex-Mex. Aunque el nombre del restaurante estaba en español y las meseras te hablan en español al llegar, el menú estaba en inglés para complacer a los anglos que no hablan español y a los hispanos que no son hablantes. En el menú viene incluido algunas fotos de la comida que puede ayudar a la gente que no sabe inglés. En la sección de Tex-Mex no había


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burritos como opción e independientemente en la sección de burritos nomás había estilo mexicano que solo lleva carne o pollo. Esto se me hizo interesante porque el burrito estilo misión es muy popular aquí en Texas y más en un pueblo como College Station donde hay mucho estudiante que le gusta Chipotle y Freebirds, por ejemplo. El burro como lo describe Birdsall en “The Story of the Mission Burrito” tiene arroz, frijoles, salsa, algún tipo de carne o pollo, queso, crema y aguacate en una tortilla grande de harina. Aparte de los tacos de tortilla dura creo que el burro es la comida Tex-Mex más conocida y consumida en los Estados Unidos. En California se come un burro similar al burro misión de Texas, considerando que el burro misión fue supuestamente inventado en San Francisco según una taquería ahí (Birdsall). Quizás “La Perla” no vende burritos de ese estilo porque sería más trabajo para los cocineros o también puede ser que quieren mantenerse en el ambiente de que la mayoría de la comida se sienta como si uno estuviese en casa o en México. Como dice McCarron en “The Myth of Authenticity is Killing Tex-Mex” la comida Tex-Mex se considera como inauténtica especialmente por hispanos que acaban de llegar a los Estados Unidos.


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Igual estaría difícil competir con Chipotle o Freebirds que son dos restaurantes de burros aquí en Bryan-College Station. Cuando fuimos a pagar nuestra orden a la cajera cerca de la cocina me asomé y vi que los cocineros eran hombres. Las meseras eran mujeres solamente y no había ninguna cocinando. Esto me hizo acordarme del capítulo de Pilcher “Replacing the Aztec Blender” de su libro ¡Qué viva los tamales! donde habla sobre la modernización de la cocina. A principios del siglo XX, la cocina era el lugar de las mujeres y a la mayoría le gustaba ser la que hacía de comer para la familia. Las mujeres molían el maíz para las tortillas en la fábrica de molinos, pero las tortillas entonces eran consideras comida para los de la clase baja (Pilcher). En la taquería “La Perla”, los tacos son su especialidad y no se cocinan como lo hacían en los principios del siglo XX. En la cocina los hombres cocinan la comida, pero no hacen las tortillas a mano y tienen de maíz y de harina. Los precios eran razonables, no muy baratos, pero tampoco muy caros y los clientes que estaban comiendo parecían ser de clase media. Mi opinión final es que volvería a ir a “La Perla” a probar sus tacos y quizás si


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algún dia me sienta extrañando comida similar a la que hace mi mamá o mis tías en México. Le sugeriría a “La Perla” que hiciera unos cambios a sus decoraciones y también al menú para ayudar a mejorar su clientela. De cinco estrellas a “La Perla” le doy un tres, es un lugar de buen ambiente y comida buena por un precio razonable.


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R. Pérez, Jr.: Reseña del restorán “Raspas El Payasito” Al llegar al restorán lo primero que captó mi atención de afuera fue el rico olor de tacos que se estaban asando desde la cocina. El exterior del restorán parecía ser una tiendita de conveniencia, muy humilde con solo el nombre del restorán, una máquina de hielo, y un puesto de elotes. Pero con el olor saborizante que causa tu estómago a rugir y causa una nostalgia con recuerdos de comida en casa, es como se puede definidamente identificarse como un restorán. Ya entrando eres expuesto a una variedad de colores de piñatas, de dulces y papitas fritas mexicanas, el techo lleno de banderitas de color que se cruzan por cada cuadrito de esquina a esquina y música mexicana como algunas norteñas populares o música regional. Las mesas adornadas con manteles con rosas, y banderas mexicanas en las paredes y costales de elotes secos colgados en las ventanas. Sombreros, canastas, guajes artesanales, y sarapes mexicanos colgados de una pared. Junto algunas decoraciones del reciente día de los magos, en donde tenían la escena de natividad en una mesa. El restorán no era como uno mexicano típico de College Station, en donde evitan tener demasiados adornos o decoraciones mexicanos. Empezando con el nombre del restorán, “Raspas El Payasito”, es evidente que la clientela que quieren conseguir es de uno que sepa el idioma de español para poder discernir lo que significa el título. La


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ubicación es perfecta en Bryan, Texas como la mayoría de los habitantes son predominantemente hispana, en comparación con College Station que es concentrado con anglo americanos. Cuando era tiempo de ordenar mi comida, lo que se me había antojado mucho eran unos tacos al pastor que son mis favoritos. Mis expectaciones para este tipo de carne son muy altas porque tengo un sabor, textura, y tipo de corte que me gusta de esta carne. Por ejemplo, si la carne está en pedazos pequeños como al tamaño de maíz molido que va en el menudo o si la carne es cortada directamente como en rajas de un trompo de carne. Igualmente, con las tortillas, a mí me gustan mis tacos con tortillas de maíz. Pero lo que puede tener una diferencia grande en relación con el sabor, suavidad, frescura y cuantos van a satisfacer mi hambre es si son tortillas comprados de tienda o si son hechas a mano. Cuando llegaron mis tacos fui muy satisfecho con ellos. Las tortillas eran hechas a mano, y la carne aun siendo muy pequeño la carne, era muy apetitoso. Acompañado con salsa roja y verde que son hechos también a mano, les dio un esplendido nivel de picoso sabroso a los tacos. La persona con quien pude yo entrevistar era una mesera llamada, Loris Castañeda. Mi primera pregunta para ella era si tuviese que escoger el lugar/región en dónde se originó el taco donde sería su primera adivinación. Ella contestó que se


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originó según ella en el Distrito Federal de la Ciudad de México. Pero sí me pudo asegurar que todo había sido hecho a mano, como las tortillas y las salsas en un molcajete. Una observación que tuve del restorán era que aun siendo validado como un restorán mexicano auténtico conforme al ambiente que proveía, también existía una conexión con la comida Tex-Mex. Reflejado en su menú, también preparaban comida mexicana-americana y muchos de sus platillos eran traducidos en inglés, para que sean fácilmente entendidos por clientes que no saben español. De acuerdo con Pilcher en su capítulo, “Inventing the Mexican American Taco”, “restaurateurs and home economists served as cultural brokers between the Mexican community and mainstream society” (Planet Taco 133), entre los años 20-30. Gracias a estos “cultural brokers”, fue que lograron crear un puente cultural entre los Estados Unidos y México mediante restaurantes como “Casa La Golondrina”. “Casa La Golondrina” que fue fundada por Consuelo Castillo de Bonzo en Los Ángeles, trabajo en mantener una conexión entre la comida mexicana-americana y comidas regionales de México. Bonzo promociono su restaurante como un destino exótico para Anglos que estaban en búsqueda de una experiencia mexicana. Del mismo modo “Raspas El


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Payasito”, están accediendo con este mismo estilo que hizo Bonzo a su restorán. Es evidente con como es decorado el restarán, y la música que te hace sentir como si estuvieras en México. De acuerdo con lo que dijo McCarron en su artículo, “The Myth of Authenticity is Killing Tex-Mex”, ella comenta que aun el número de restaurantes Tex Mex está desapareciendo, todavía va a haber un gran amor y conexión con la comida por todos los Estados Unidos. “Raspas el Payasito” no solo ser un restorán mexicano, pero también es un restorán disfrazado como un restaurante Tex Mex. Esto fue aparente empezando con algunos componentes en la mesa que no son todos particularmente productos que estarían en una mesa en México, como una botella de kétchup. La típica salsa que se recibe con las tostadas mientras esperas tu comida usualmente es una verde que la mayor parte del tiempo es más picosa que la roja, pero la salsa que habíamos probado aquí tenía más influencia como una de un restorán típico de Tex Mex. La razón era que la salsa verde era más como el estilo de queso. El queso derretido no es mexicano sino más bien es una comida reconfortante del Tex Mex. En general fue una experiencia muy sabrosa. Con la mezcla única de comida mexicana y mexicana-americana es lo que separa este restaurante a otros en Bryan, Texas. Definidamente es un restaurante que le recomendaría a alguien.


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Y. Reyes: Tienda Mi Ranchito Tienda Mi Ranchito es un restaurante y una tienda de conveniencia, localizada en el 503 N Texas Avenue en Bryan, TX. Es un local algo pequeño, con más de quince años desde su apertura y sobre todo muy visitado por los residentes del área de Bryan y College Station. Sus dueños, la señora Angélica y su esposo, se han dedicado a la cocina desde hace 30 años. Ellos empezaron con dos puestos en la pulga, uno era de calzado y el otro de comida pero unos años después decidieron dedicarse completamente a abrir y mantener su negocio en el que ahora es su restaurante. El menú varía entre mucha comida mexicana ya sea guisado, tacos, gorditas, flautas, tortas o mariscos. Pero de acuerdo con la señora Angélica, su plato más vendido es el asado de puerco y las enchiladas rojas. Algo que me pareció muy interesante fue que mucho antes de hacer la entrevista me di cuenta de que aunque el local es conocido por ser restaurante mexicano, la estación de música que tienen es de Guatemala. Para salirme de dudas tomé esta información para hacer una de las preguntas de mi entrevista. Resulta que en efecto, la estación de radio que usan para poner música sí es de Guatemala ya que el esposo de la señora, al igual que una mesera y uno de los cocineros es de ahí. Pero por otro lado, la señora Angélica sí es mexicana y es originaria de Matehuala, San Luis Potosí al igual que mis padres. Me pareció muy sorprendente aprender este dato ya que Matehuala es uno de mis lugares más preferidos en los que he estado. Esto también me ayudó a entender y hacer una conexión con el hecho de que venden enchiladas rojas que son como las que normalmente comemos en mi familia.


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Mas sin embargo, para mi visita para el trabajo de reseña decidí ordenar unas flautas. Como nos explicó la señora Angélica, todo lo que usan para los platillos es hecho a mano diariamente. Esto incluye las tortillas de harina, las tortillas de maíz, los totopos de maíz, los guisados, las carnes, el arroz y los frijoles. De acuerdo con la señora Angélica, el mantener y ofrecer comida fresca a diario ayuda a que los clientes estén siempre satisfechos. También relata que el secreto no solo está en hacer las comidas frescas diariamente, sino también en escoger los ingredientes que también estén frescos en sí. Por ejemplo, para servir los frijoles, típicamente usan el frijol peruano sobre el pinto o el negro ya que como me explicó la señora, “el peruano viene más limpio.” Las recetas de los platillos en sí vienen directamente de Doña Angelica ya que le gusta mantener las recetas de familia. Como menciona Pilcher, “uno nota su afición por la comida que es más como un síntoma de querer mantener la identidad” (“Many Chefs” 153). Escogí el platillo de flautas ya que es uno de mis favoritos. Hasta el día de hoy, son unas de las flautas más ricas que he comido en Bryan. Mientras que yo comía me pareció interesante el local ya que esta vez puse más atención a casi todos sus detalles. Al entrar al local, las paredes están llenas de piñatas y de juegos mexicanos como la lotería y “él toma todo.” Por un lado de las mesas, podemos ver un congelador que cubre toda la pared y en él están los refrescos al igual que cervezas, aguas, y


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jugos. En la pared directamente opuesta, hay varias estanterías con productos mexicanos. La mayoría de estos productos son artículos domésticos como productos de limpieza, medicina y dulces de México. Personalmente este detalle es lo que me hace admirar la originalidad del restaurante ya que me recuerda a mi infancia y a mi hogar porque son los que usamos comúnmente. También es el primer local en el área que yo he visto que tenga un surtido de medicinas mexicanas lo cual me recuerda mis visitas a las tiendas de abarrotes en México. Se podría inferir que como menciona Hilda Cota Guzmán, “los humanos nos vinculamos con los productos específicos de nuestra cultura” (2) y estamos más apegados por ir y estar en lugares con los que de una manera u otra nos sentamos identificados. Por lo tanto creo que en este sentido es más fácil entender como personalmente opto comer en un lugar que me haga sentir co mo en casa estando tan lejos. Después de comer, pasé a hacerle la entrevista a la señora Angélica que me brindo todos los detalles ya mencionados. Otro de


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los detalles más importantes que me ofreció la señora Angélica fue que, a pesar de que se han agregado y removido platillos al menú a través de los años, nunca se ha modificado completamente para atraer a clientes “americanos” o en más simples palabras “anglosajones.” Doña Angélica mencionó que en los primeros años si incluían más opciones de comida Tex-Mex pero realmente los clientes casi siempre son hispanos o simplemente optan por comida mexicana. Finalmente, yo definitivamente recomiendo que mis amigos visiten el restaurante “Tienda Mi Ranchito.” Es un lugar con una gran variedad de platillos y con buenos precios, pero ante todo sus empleados son buena gente y brindan un buen servicio.


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C. Rodríguez: Los Cucos (Tex-Mex) Café Ubicado entre las tiendas y la interminable línea de Chick-fil-A en la Avenida Texas, uno puede encontrar su santuario de Tex-Mex en Los Cucos Mexican café. El exterior con su estilo misionero decorado con colores rojos y verdes, estuco artificial y palmeras, le da al cliente una sensación de "viejo México". A pesar de su atractivo exterior, la comida, las bebidas y el ambiente son los principales atractivos de este restaurante. Al entrar, las brillantes paredes amarillas saludan al cliente con un "hola" que suena más “gringo” que mexicano. Las paredes están adornadas con anuncios de cerveza, pinturas de pueblos mexicanos, y televisores transmitiendo el juego de deportes local. La pintura amarilla es limpia, pero bastante viejo, para insinuar que el lugar ha sido exitoso por algunos años. Las vigas de color azul celeste se elevan desde el suelo de baldosas y, combinadas con las numerosas mesas, crean un laberinto de senderos como estalagmitas que obstaculizan la entrada a una cueva. Las mesas están protegidas por techos de palmas secas, dando la apariencia de una mesa en Tulúm o Mazatlán. Si se acompaña con una Corona Extra o Modelo frío, uno puede realmente creer que está en una playa mexicana, es decir, antes de que llegue la comida. El bar atrae a los huéspedes a una selección de cervezas nacionales e importados, cócteles y las famosas margaritas congeladas de Los Cucos. El aroma de totopos y fajitas llena las fosas nasales de los huéspedes, mientras música en estilo


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banda sinaloense late en el fondo. La elección de música oculta la identidad Tex-Mex del restaurante como una máscara excesivamente decorada que oculta la cara del luchador. Durante mi visita al restaurante, una banda de mariachi estaba ofreciendo tocar canciones a petición de los clientes en todo el restaurante. Queriendo participar plenamente en la experiencia de Los Cucos, pedí a la banda tocar una versión mariachi de "Te Metiste" por Ariel Camacho. El espíritu amable de los miembros del mariachi, combinado con el personal de la cocina que se unió en el canto, creó un ambiente muy divertido que capta la naturaleza alegre y acogedora de México. La música mariachi, unida a la banda sinaloense creó un ambiente que parece ser auténtico y mexicano. El ambiente de Los Cucos contiene una decoración mexicana exagerada para invitar a los clientes a un lugar extranjero donde pueden cenar como si estuvieran en México: “…most sought to reproduce a stereotyped image theme with images of cacti, sleeping peons, and china poblanas in low-cut peasant dresses” (Pilcher, Planet Taco 151). Todas las cosas sobre el ambiente del restaurante se construyeron para hacer que el cliente cree que la comida que está comiendo es tan auténtica y mexicana como las características físicas del restaurante. Una mirada rápida sobre el menú disipa cualquier noción de mexicanismo en la cocina. Fajitas, chimichangas, tacos, y chalupas son los alimentos principales en el menú de Los Cucos. El menu es así para atraer clientes: “…restauranteurs and food processors outside the Mexican community sought to entice customers with novelties


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such as tacos” (Pilcher, Planet Taco 131). Al tener un menu que es menos mexicano y mas Tex-Mex, Los Cuco’s tiene capaz de satisfacer el paladar local. Los totopos fueron acompañados por dos tipos de salsa: una salsa del tomate asada caliente y una salsa verde cremosa. Ambos contrastaban el gusto del otro y obligaron al cliente a decidir entre los dos con cada totopo. Cuando llegó el plato de la chalupa mexicana, me sorprendió gratamente. Las dos tortillas de maíz fritas fueron ahumadas con frijoles, queso y pollo ranchero, y coronadas con col, crema agria, queso mexicano, cebollas y aguacate. Más salsa y un surtido de chiles acompañaron las chalupas en el plato. Los ingredientes se mezclan perfectamente con cada bocado para crear una experiencia agradable. A pesar de su gran sabor, la chalupa debería haber sido llamada una tostada debido a su naturaleza plana: “The difference between a tostada and a chalupa is the shape of the corn tortilla. Because the word ‘chalupa’ means ‘boat’ in Spanish, there’s a slight curve to a chalupa that can make it looks pretty similar to a taco” (“Your Guide to Common Mexican Dishes”). El cambio de nombre sutil da la autenticidad del plato al alejarse de una palabra más común en los Estados Unidos: la tostada. Pero ¿por qué fingir como un café mexicano cuando Tex-Mex existe y tiene su propia autenticidad? Eso es un gran problema que enfrentan muchos dueños de restaurantes Tex-Mex. Gente tiene un pensamiento que Tex-Mex es comida de segunda clase porque no tiene autenticidad mexicana. La única razón que Tex-Mex tiene una


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connotación negativa es por cosas escritas de un nativo de Nueva York: “Texas food historian Robb Walsh pins the denigration of Tex-Mex on English cookbook writer Diana Kennedy, whose introduction to her 1972 book The Cuisines of Mexico refers to the American enchilada combo plate as “so-called Mexican food” and makes the case that the real cuisine could only be eaten further south…” (McCarron). Mi opinión, después de haber visitado Los Cucos, es que los dueños deben cambiar el nombre de Los Cucos Mexican Café a Los Cucos Tex-Mex Café. Tex-Mex es un tipo de comida que tiene su propia autenticidad y valor. La comida en los cucos refleja la población del estado en el que se ubica: “…these novel cooking styles combined North American ingredients with Mexican sensibilities. They were created by migrant and ethnic cooks and they reflected an emerging Mexican American identity” (Pilcher , Planet Taco 131). La mezcla de culturas se puede ver en la comida de Los Cucos con el queso cheddar que adorna la parte superior de enchiladas, la multitud de margaritas congeladas, y finalmente con la noche de karaoke semanal donde la música se canta en inglés en lugar de español. Los Cucos Mexican Café es el restaurante perfecto para su ubicación en College Station. El estereotipado ambiente mexicano y las margaritas son suficientes para convencer al estudiante promedio de que está disfrutando de una noche con una cultura diferente. Los ingredientes suaves de los platos sirven como una mezcla entre las dos culturas, manteniendo justo lo suficiente americano en la cocina mexicana para complacer a los huéspedes. En general, Los Cucos es el lugar para ir con amigos para disfrutar de unas copas y platos que representan la mezcla de Tex y Mex.


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Obras citadas Birdsall, John. “The Story of the Mission Burrito, Piled High and Rolled Tight.” Bon Appetit. 11 Oct. 2016. Bon Appétit. 9 Feb. 2019. www.bonappetit.com/restaurants-travel/article/burrito-october-feature Chuy’s. “Our Story.” Chuy's, www.chuys.com/story. Como agua para chocolate. Directed by Alfonso Arau. Arau Films Internacional, Gobierno del Estado de Coahuila, and Instituto Mexicano de Cinematografía. 28 May 1993. Cota Guzmán, Hilda, “Identidad y gastronomía en el México contemporáneo”. Claustronomía. Revista gastronómica digital 2015. www.claustronomía.mx. McCarron, Meghan. “The Myth of Authenticity is Killing Tex-Mex.” Eater. 07 Mar. 2018. Eater. 9 Feb. 2019 www.eater.com/2018/3/7/17081968/best-food-texas-tex-mexbarbecue . Pilcher, Jeffrey M. “Many Chefs in the National Kitchen.” Latin American Popular Culture: An Introduction. Ed. William H. Beezley and Linda A. Curcio-Nagy. SR Books: Wilmington, DE, 2000.123-142. ---. Planet Taco: A Global History of Mexican Food. Oxford: Oxford University Press, 2012. ---. ¡Que Vivan Los Tamales!: Food and the Making of Mexican Identity. Albuquerque: University of New Mexico Press, 1998. “Your Guide to Common Mexican Dishes.”La Mesa Mexican Restaurant, 19 May 2017. www.la-mesa.com/food/your-guide-to-mexican-dishes.


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