NUMERO 3 - CONEXIONES CON ISRAEL

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Abril 2012 - Año 2 - Número 3

Jutzpá La Osadía De Pensar Juntos.

Conexiones de la juventud judía con Israel

Revista de la Juventud Judía


Jutzpá

3

editorial: Israel, las comunidades judías y los jóvenes

¿Quién es sabio?

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6

Física, refugiados e israel

El hebreo como pará kdoshá

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La aldea juvenil israelí

Un aporte antiguo a la hasbará moderna

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defender hasta lo indefendible

Antisemitismo y antisionismo

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ruinas

una revolución permanente

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Beit Haam

manifiesto sionista

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identidades que todavía son un monumento

sio¿Qué?

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un futuro más normal

valores judíos, valores del estado de israel

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taglit-bria como peregrinación judía moderna

testimonios

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2 Jutzpá - La Osadía de Pensar Juntos


La Osadía De Pensar Juntos

editorial:

Israel, las comunidades judías y los jóvenes Y en ese camino nos surgen nuevas preguntas: ¿podemos pensar el vínculo entre Israel, la diáspora o las comunidades judías del mundo y los jóvenes, desarticulando el concepto centro-periferia que al día de hoy está vetusto y en desuso? ¿Debemos dejar a Israel en el centro de la vida judía en la diáspora o en las comunidades judías del mundo, o transformarlo en un rizoma que nutra ideológica, cultural, intelectual y espiritualmente a todo el pueblo judío encuentre donde se encuentre? ¿Cómo se posicionan los jóvenes con respecto a las críticas y la defensa de las políticas del Estado de Israel? ¿Existe entre Israel y la diáspora o las comunidades judías del mundo una agenda común, o es ella diferente e incluso antagónica? ¿Influye esto directa o indirectamente en este vínculo del que hablamos? ¿Cuáles son los canales más legítimos para fortalecer el puente entre Israel y los jóvenes judíos en el mundo? Estas simplemente son algunas preguntas disparadoras que nos podemos hacer; a la vez, una invitación a recorrer uno a uno los diversos artículos de esta Jutzpá que aborda esta temática.

Llegamos a este número 3 de la Revista Jutzpá con mucha alegría por el trabajo realizado desde estas páginas sabiendo que cada una de ellas aporta una posibilidad de expresión para la juventud como material de lectura abriendo el pensamiento, invitando al debate, incentivando la reflexión. También conocemos por sus comentarios la gran recepción que tiene la misma en el seno de la juventud, es por ello que agradecemos a quienes participan por medio de la escritura pero también a aquellos que lo hacen por medio de la lectura. Ahora vamos al tema central de este número que intenta abordar una compleja relación entre Israel y la juventud de las comunidades judías. Hoy el Estado de Israel es una realidad, como también es real la existencia de la diáspora o de comunidades judías fuertes y vitales a lo largo y ancho del mundo. De esta realidad nace la idea de indagar sobre qué tipo de relación existen entre estos actores a 64 años de la Declaración de la Independencia del Estado de Israel. Y dentro de esta pregunta, una más puntual: ¿cuáles son los diferentes vínculos que unen o no a los jóvenes de las comunidades judías con Israel? ¿Cómo se da esa dinámica? Enrique Grinberg,

Representante para Argentina del Departamento de Actividades para la Diáspora (Hagshamá) – OSM

Leonardo Naidorf,

Coordinador de Juventud AMIA

Staff

TAPA Y CONTRATAPA Acuarela del artista Federico David Schujman (trumita@gmail.com - 0223 155247868). De izquierda a derecha, los personajes que aparecen en la obra, un reflejo de la diversidad y confrontación ideológica dentro de judaísmo en torno al tema de este número: Menajem Beguin, Isaac Bashevis Singer, Teodoro Herzl, Ajad Haam, Vladimir Zeev Jabotinsky, Scholem Aleijem, hombre judío religioso, Itzjak Rabin, Dov Ber Borojov, Rab Kook, Golda Meir, Aarón Gordon, Alberto Gerchunoff, Simón Radowitzky y una protesta del Bund. Año 2 – número 3 – abril 2012 Propietario: Fundación Alianza Cultural Hebrea, Pasteur 633, 1º piso (C1028AAM). Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Argentina. Editor responsable: Enrique M. Grinberg (Departamento de Actividades para la Diáspora de la OSM) y Leonardo Naidorf (Departamento de Juventud - AMIA) Secretaría de redacción: Erick Haimovich y Kevin Ary Levin. Colaboran en este número: Alan Chokler, Alan Hofman, Diego Derman, Diego Lerner, Erick Haimovich, Ezequiel Kosak, Ezequiel Wajs, Federico David Schujman, Fernando Shocrón, Ilan Kazez, Joel Kaplan, Jonathan Meta, Kevin Ary Levin, Marcelo Gleizer, Rodrigo “Afro” Remenik y Yaniv Mazor. Contacto: E-mail: revista.jutzpa@gmail.com - Tel: 11-4132-3623 - Fax: 11-4132-3614. Diseño: Iván Reiner – [dg.ivanr@gmail.com] *Está permitida la reproducción total o parcial de nuestra publicación, citando la fuente y enviando dos copias a nuestra dirección. *Los artículos firmados no necesariamente responden a la línea editorial de esta publicación. *Revista de distribución gratuita.

3 Jutzpá - Conexiones de la juventud judía con israel


Jutzpá "Los jóvenes hoy en día son unos tiranos. Contradicen a sus padres, devoran su comida, y le faltan al respeto a sus maestros." (Sócrates, Filósofo griego, siglo V AEC)

¿Quién es Sabio? El

judaísmo tiene muchas particularidades que lo distinguen del resto de

los pueblos del mundo.

Por empezar, durante dos milenios no tuvo Estado

y la concreción del mismo trajo aparejada dilemas interminables en cuanto a definiciones identitarias.

Escena de la película israelí Vals im Bashir

V

ivir nuestro judaísmo fuera del Estado judío es de por sí un fenómeno particular que merece analizarse detenidamente. Más allá de que los judíos diaspóricos existamos hace cientos de años, más que los años que puede tener una estirpe familiar viviendo en el Estado de Israel, resulta compleja la relación que se da entre estos dos focos: la diáspora e Israel. Originariamente, las kehilot se fueron estableciendo en diferentes lugares del mundo como consecuencia de la expulsión de los judíos de su tierra. Pero hoy en día ya no ocurre lo mismo. Todos los judíos te-

nemos la posibilidad de retornar al Estado judío que nos fue privado durante tanto tiempo. Muchos lo hacen por medio de la aliá, y otros tantos eligen vivir en sus comunidades fuera de Israel. Es por eso que es más adecuado hablar de “tfutzot” – diásporas – y no de “golá” – exilio. Por un lado, cada comunidad es independiente respecto del Estado judío; pero existe un vínculo, un intercambio constante entre ellas e Israel. Entonces, ¿cómo articulamos nuestra identidad judía desde la diáspora con lo israelí? Y más específicamente, ¿tenemos el derecho de opinar 4 Jutzpá - La Osadía de Pensar Juntos

e influenciar acerca de lo que pasa en Israel como judíos de las tfutzot por el simple hecho de estar incluidos en la definición – aunque amplia – del “ser judío”? “Para la diáspora la existencia del Estado de Israel significa la garantía de una permanencia segura en cada uno de los países. El Estado de Israel puso fin al exilio y se convirtió en el proveedor de la identidad judía, privando de vida propia a la diáspora. (…) La diáspora le otorgó a Israel dos funciones: garantizar la continuidad del pueblo judío y defender la seguridad de los judíos de la diás-


La Osadía De Pensar Juntos "Israel, Israel, qué bonito es Israel." (Wendy Sulca, Delfín Hasta el Fin, la Tigresa del Oriente, estrellas pop latinoamericanas)

“Para alguien que vive en la diáspora, [el sionismo consiste en] encontrar la manera del diálogo y la crítica. Tienen que aproximarse a Israel y participar en el tipo de diálogo que se da aquí, no otorgar un apoyo ciego e incondicional” pora. Garantizaba a cambio, dos actitudes: no cuestionar el proyecto de Israel y defender al Estado judío ante los gobiernos de sus respectivos países. (…) Israel se convirtió de hijo de la diáspora en su padre, impidiendo que la diáspora influya en sus decisiones.” Estos extractos del libro El espacio comunitario de Janán Nudel nos pueden ilustrar un poco la situación de intercambio respecto a las preguntas abiertas anteriormente. Me parece importante tener en cuenta en este análisis, que estamos hablando de un Estado judío que, por ende, abarca a todos los judíos. Y si tenemos un Estado que nos representa deberíamos poder ser una voz de opinión. Nada más ilógico que una “representación” basada solamente en una parte. Sin embargo, cuando un judío critica políticas de acción llevadas a cabo por el Estado de

Israel genera polémica. ¿Acaso no tenemos derecho a decir lo que pensamos como judíos representados por ese Estado? Cualquiera puede disentir o adherir con nuestra opinión, pero no negárnosla porque no le sea favorable. La crítica es la base de la construcción y es imposible sentir que algo te pertenece si no estás involucrado de alguna manera. Es un poco contradictorio sostener que Israel es EL Estado judío, pero rechazar la participación a aquellos que no residimos dentro de sus fronteras. Por citar un ejemplo, hechos como el informe Goldstone – informe que contiene un análisis muy severo hacia el comportamiento de Israel durante la “Operación de Plomo Fundido”, escrito por un jurista judío sudafricano para la ONU – no son bien vistos en general. De hecho, Richard Goldstone no pudo ingresar a Israel para el Bar Mitzvá de su nieto debido a su supuesta mala reputación. La presión desde Israel y de su propia comunidad lo llevó inclusive a retractarse posteriormente: “Si hubiera sabido entonces lo que sé ahora, el Informe Goldstone habría sido totalmente diferente”. Tampoco estoy planteando que decidamos asuntos inherentes al cotidiano israelí. No se trata de debatir temas que los afecten solamente a ellos sino de

involucrarse en los que nos atañen a todos por ser judíos. Marcky Levi opina que “Para alguien que vive en la diáspora, [el sionismo consiste en] encontrar la manera del diálogo y la crítica. Tienen que aproximarse a Israel y participar en el tipo de diálogo que se da aquí, no otorgar un apoyo ciego e incondicional. El intercambio general con los judíos del mundo tiene que existir, aunque lógicamente prefiriendo que vengan acá a vivir con nosotros para terminar nuestra lucha por la independencia.” Sería interesante poder pensar en conjunto cómo construir un espacio en el cual el diálogo entre Israel y las comunidades judías del mundo sea más fluido, verdadero e inclusivo. Y como dice el Talmud: “¿Quién es sabio? El que aprende de cada hombre”. Quizás por eso a Israel le convenga escuchar lo que la diáspora tiene para decir y viceversa.

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Jutzpá "Cuando la juventud pierde entusiasmo, el mundo entero se estremece." (Georges Bernanos, escritor francés)

Física, Refugiados e Israel Hace 9 días que estoy en Israel y ya aprendí más que en toda mi vida. viven en ese lugar? ¿Y los habitantes de Gaza? En fin, ¿cómo puedo estar seguro de algo cuando, no sólo hablo, enseño sobre Israel? ¡Nunca estuve allá! Todo lo que sé sobre Israel o lo leí en diarios, libros e Internet o me lo enseñaron mis madrijim en peulot (actividades). Pero, como dijo alguna persona sabia por ahí: "Israel es muy loco para imaginarlo, hay que vivirlo".

"E

l peso es una fuerza que actúa sobre todo objeto dentro de un campo gravitacional y en la tierra equivale aproximadamente a 9,8 m/s^2 por la masa del objeto." Bastante convencido estaba de aquello mi profesor de física. Claro, el lo podía ver tan fácilmente... sólo tenía que dejar caer un pedazo de tiza. Yo, madrij, por otro lado, educo hacia Israel y el Sionismo. Debo hacer aseveraciones tales como, por poner un ejemplo: "Israel tiene 7 millones de habitantes" ¿Contando a los judíos de los territorios? ¿Y qué hay entonces de los palestinos que

Hace 9 días que estoy en Israel y ya aprendí más que en toda mi vida hasta hoy. Estuve en el barrio de la Tajaná Merkazit de Tel Aviv (Terminal de Ómnibus) donde los refugiados sudaneses son mayoría en la calle y generan reacciones muy contradictorias y divididas según con quién hables. También conversé acerca de política, cultura, comida, deportes y mucho más. Entonces debemos hacernos una pregunta, los madrijim del mundo: ¿Es acaso requisito indispensable para ser madrij el haber pasado un tiempo acá en Israel? ¿Los cursos de madrijim deberían ser dictados en Jerusalem? De algo sí estoy seguro, un requisito indispensable para enseñar es poder transmitir alguna de dos cosas (preferentemente ambas), curiosidad y conocimiento. ¡Y es gracias (también a mis padres, mi fa6 Jutzpá - La Osadía de Pensar Juntos

milia y a la Sojnut) a la curiosidad que me transmitieron mis madrijim durante mi infancia que estoy hoy acá en Israel! Un país donde las personas disfrazadas caminando por la calle no son borrachos, solamente están festejando Purim. Repito: "Es muy loco para imaginarlo, hay que vivirlo".


La Osadía De Pensar Juntos "Israel nació de los sueños." (Amos Oz, escritor israelí)

Convocatoria La tapa de este número es un abanico de los distintos pensadores, artistas y políticos relacionados al judaísmo. Sus visiones sobre Israel, la identidad judía, la diáspora y las comunidades judías del mundo, el hebreo y el idish, la comunidad judía argentina, la historia judía y el rol de los judíos que viven en la modernidad son muy distintas. A continuación, la lista de todos los personajes que aparecen en la tapa, y una breve descripción de cada uno de ellos: Dov Ber Borojov – padre del sionismo socialista, lideró el movimiento Poalei Tzion, su preocupación ideológica fue poder combinar el pensamiento sionista con la teoría marxista. Rab Kook – ideólogo del sionismo religioso, fue el primer Gran Rabino ashkenazí en el ishuv, hacia 1921. Entendía que el sionismo y la vuelta a la Tierra de Israel estaban intrínsecamente relacionados con la salvación del pueblo judío y la llegada del Mashiaj. Golda Meir – nacida en Kiev en 1898, hizo aliá en 1921, fue la primera y única mujer en ser Primera Ministra de Israel. Durante su mandato se desarrolló la Guerra de Yom Kipur. También se desempeñó como Ministra de Relaciones Exteriores de Israel. Aarón Gordon – ideólogo del sionismo socialista, fundó el Hapoel Hatzair y partidario de Poalei Tzion. Fue uno de los pensadores que enfatizó la idea de la vuelta a la tierra a partir del movimiento sionista. Alberto Gerchunoff – escritor y periodista argentino, nació en el Imperio Ruso y luego inmigró con su familia a la colonia judía en Moisés Ville. Su obra más conocida es “Los Gauchos Judíos”. Simón Radowitzky – nació en una familia obrera de origen judía, en Ucrania, 1891. Una vez en Argentina, fue el militante anarquista que mató al jefe de policía Ramón Falcón, motivo que lo llevó a ser uno de los presos más célebres del penal de Ushuaia. Bund – movimiento político judío que buscaba una autonomía cultural judía en una Polonia y un Imperio Ruso socialista. Se opuso al sionismo (y al hebreo) y al judaísmo religioso. Fue fundado en Vilna en 1897.

Menajem Beguin – sexto primer ministro de Israel, miembro del partido político israelí Jerut (posterior Likud), firmó la paz con Egipto en 1977, en su juventud participó de Betar (juventud del Movimiento Revisionista). Isaac Bashevis Singer – nació en 1904 en Polonia, fue un escritor judío que obtuvo el Premio Nobel en 1978. La mayor parte de su obra fue escrita en idish, incluso, tras emigrar a Estados Unidos en 1935, fue columnista del diario en idish Daily Forward. Teodoro Herzl – padre del sionismo político. Nació en Budapest en 1860, se desarrolló como corresponsal en París del caso Dreyfus (1894), escribió el libro El Estado Judío y presidió el Primer Congreso Sionista (1897, Basilea). Ajad Haam – referente del sionismo espiritual o cultural, su texto más conocido es “Lo Ze Haderej” (“No es éste el camino”), en el que se explica que asentarse en la tierra de Israel sin una gran tarea educativa previa no es el camino correcto de la acción colonizadora. Vladimir Zeev Jabotinsky – principal ideólogo de la corriente sionista revisionista, escritor de la “Muralla de Hierro”, fundador de la Legión Judía, primer comandante del grupo paramilitar Irgún y fundador de la Organización Sionista Revisionista. Scholem Aleijem – popular escritor idish hacia fines del siglo XIX y principios del XX. Nacido en Kiev, sus obras más conocidas son “El Violinista en el Tejado” y “Tevie el Lechero”. Itzjak Rabin – político israelí, Primer Ministro en dos ocasiones (1974 – 1977 y 1992 – 1995), fue asesinado por Igal Amir por sus iniciativas de firmar la paz y entregar territorio a los palestinos. Premio Nobel de la Paz en 1994.

Invitamos a escribir un cuento, obra de teatro, discusión, canción, poema (¡cualquier género es bienvenido!) sobre la relación entre Israel y la Diáspora / comunidades judías del mundo. La producción debe incluir al menos a tres personajes que aparezcan en la tapa de este número. El mejor trabajo será publicado en el número cuatro de la Revista Jutzpá. Mandanos el texto a revista.jutzpa@gmail.com 7 Jutzpá - Conexiones de la juventud judía con israel


Jutzpá "Es bueno morir por la patria" (Iosef Trumpeldor, activista sionista)

El hebreo como pará Kdoshá* Desde

ya, hace tiempo, me vengo preguntando, cuestionando, cuál

es la importancia que tiene el hebreo dentro de la comunidad judeoargentina y, mayor aún, cuál es la importancia que tiene el hebreo en

L

sí mismo.

o que voy a tratar de hacer es, desde mi subjetividad, la cual remarco para que se entienda el lugar desde el cual voy a escribir, un análisis sobre su relevancia. Cerraré el texto con algunas preguntas que creo que deberían ser tomadas por las instituciones judías y por cada uno de los lectores. La globalización es un hecho. La imposición del idioma inglés como lenguaje universal también lo es. Por primera vez en la historia se ven rotas las barreras de la distancia espacial. Vivimos en un mundo más comunicado como consecuencia del avance de la tecnología, del desarrollo de Internet, dentro del cual se puede destacar el uso masivo de las redes sociales y la consecuente hipercomunicación. Se gesta, así, un mundo angloparlante en el que se facilita el diálogo con personas que, estando lejos, parecen no estarlo. Las culturas cambian, se asimilan, se nutren de nuevos estímulos y se van rearmando. Nunca una cultura está “terminada”, sino que siempre está en construcción; por eso,

Fragmento del cuadro “Solitude”, Marc Chagall, 1933.

lo que podemos conocer como “la cultura argentina” hoy en día, podría ser diferente (y seguramente lo será) a la cultura argentina dentro de 10 o 50 años. Lo mismo podría decirse del judaísmo, como cultura. Las instituciones judeo-argentinas, en su mayoría, vienen planteándose la importancia de brindar una educación que haga parte a los estudiantes de este nuevo mundo, en el cual, en vista a lo mencionado, aparece el inglés como necesario

y fundamental para el desarrollo personal y, sobre todo, su futuro laboral y profesional. He aquí que el hebreo juega un papel cada vez menos importante para y por aquellos que “compran” y “venden” educación. Esto responde a una demanda creciente y consistente por una gran parte de la comunidad que plantea la importancia del inglés tanto más que la del hebreo, al punto de que no dudan en prescindir parcial y hasta definitivamente de éste último

* Pará Kdoshá = Vaca Sagrada 8 Jutzpá - La Osadía de Pensar Juntos


La Osadía De Pensar Juntos "El mundo será lo que la juventud quiera; si ésta ama la verdad y el bien, eso habrá en el mundo." (Werner Karl Heisenberg, físico alemán)

“¿No deberíamos, como individuos, hacernos cargo de qué es lo que queremos, cuál es el futuro de nuestra comunidad, siendo coherentes entre lo que bregamos y lo que hacemos?” (podemos encontrar en algunos colegios más de 5 materias que se enseñan en inglés y una sola en hebreo) en lo que compete a la supuesta educación judía por la que apuestan, siendo que son escuelas que se identifican, principal y sustancialmente, por esta característica.

hebreo, desde la inercia, sin poner en debate su importancia, va perdiendo significado. ¿Queremos una Israel cuyo idioma sea el hebreo o es que tenemos miedo al cambio? ¿Por qué desde Argentina se pretende una cultura judía más alejada de su idioma?

Utilizo estos términos, “compra” y “venta” no porque vea a la educación como un medio económico, sino porque percibo que muchas veces es así como se percibe desde algunas instituciones.

En Israel todos, o la gran mayoría, hablan el idioma inglés con fluidez. De ser así, ¿para qué aprender un idioma que se habla en un solo lugar en el mundo? ¿Por qué las instituciones judeo-argentinas, o mismo Israel, no ponen en debate la importancia de un idioma que parece cada vez más cerca al destino del idish?

En esta línea, frente a la necesidad de competir con otras escuelas y en respuesta a la demanda de los padres, muchas escuelas, sino la mayoría, van perdiendo y abandonando su tradicionalismo hacia el idioma hebreo para poder captar chicos y ser relevantes ante esta nueva época, lo que conlleva la asimilación paulatina del resto de las instituciones. Son varias las instituciones que pregonan un Israel cuya cultura, hoy y en un futuro, se vea identificada con el hebreo como idioma, entendiendo a éste no sólo como el idioma que se usa en las plegarias (como así lo previeron los fundadores del Estado de Israel,) pero no son muchas aquellas que mantienen su coherencia a este respecto. De una u otra forma, el idioma

la institución, sino también las familias. Las instituciones, al fin y al cabo, entran dentro de un mercado que les va marcando el camino partiendo de la oferta y la demanda. ¿No deberíamos, como individuos, hacernos cargo de qué es lo que queremos, cuál es el futuro de nuestra comunidad, siendo coherentes entre lo que bregamos y lo que hacemos? La única postura, el único mensaje con el cual me queda cerrar, es que con el fin de poder llevar a cabo los debates es necesario no tener miedo, tanto como individuos o mismo como instituciones, sobre lo que se decida. Con el deseo de que la pará kdoshá sea puesta sobre la mesa y no debajo de ella.

¿No es el momento de repensar y asumir una postura, y empezar a definir cuáles son realmente las parot kdoshot (vacas sagradas) que tiene la cultura judía, no sólo en Argentina, sino en Israel y el mundo, sin tener miedo al cambio, o por lo menos, siendo conservadores, poder alejarse de la inercia? Si el idioma por el cual vamos a levantar nuestra bandera es el hebreo, entonces que así sea, pero no juguemos un doble discurso entre la manera en la que nos definimos como instituciones y la manera en la que realmente educamos. No sólo es un tema que tiene que definir 9

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Jutzpá "La juventud es una enfermedad que se cura con los años." (George Bernard Shaw, escritor irlandés)

la aldea juvenil israelí Israel fue el lugar de una creación educativa singular y ejemplar en todo el mundo: la aldea juvenil (kfar hanoar), un modelo especial de internado educativo.

E

sa aldea juvenil, cuya naturaleza pasaré a relatarles de inmediato, no es una “anécdota” más dentro del sistema educativo israelí. Alrededor del 5% de los niños y jóvenes de 0 a 18 años dentro de la población judía en Israel se educan en internados. De entre éstos, el 70% lo hace en aldeas juveniles.

A modo de ejemplo, en Gran Bretaña, un país con una sobresaliente tradición educativa en internados, sólo el 2% de niños y jóvenes se educan en este sistema. No obstante, la influencia de las aldeas juveniles sobre el sistema educativo y la sociedad israelí toda trasciende, realizando sus educandos una 10 Jutzpá - La Osadía de Pensar Juntos

impresionante tarea en estas áreas. Al igual que el kibutz, del cual la aldea juvenil clásica extrajo su modelo pedagógico, la influencia ideológica y práctica que ésta irradió, fue mucho más allá de sus fronteras geográficas. ¿Qué es, entonces, la aldea juvenil? Es una institución inclusiva,


La Osadía De Pensar Juntos “Es bueno morir por nosotros mismos” (Aviv Gueffen, músico israelí)

una comunidad educativa de 6 años de duración para alumnos en edad de secundaria que allí se alojan, estudian y se educan. Generalmente la aldea juvenil está compuesta por dos cuerpos que interactúan entre sí y conforman una unidad educativa que se complementa una a otra: el internado (la educación no formal) y la escuela (la educación formal). Cada uno de estos cuerpos tiene sus propios educadores: en la escuela son los docentes; en el internado, los madrijim (instructores). su vez, están los responsables de la economía doméstica (imahot bait) y, circunstancialmente, los participantes del plan Shnat Sheirut (“Año de Servicio”). Una aldea juvenil trata de hacer de puente con las necesidades de los niños y jóvenes que llegan de entornos diversos: Olim Jadashim (inmigrantes recientes), que se encuentran en la etapa crítica de la transición intercultural; Niños necesitados de un internado por temas familiares y/o sociales; Niños necesitados de una rehabilitación educativa, social y espiritual. Un modelo de aldea juvenil fue creado aún antes de la primera Guerra Mundial, destinado a huérfanos del Pogrom de Kishinev. No obstante, las aldeas juveniles, tal como las conocemos en la actualidad, fueron creadas a principio de los años 20 del siglo pasado (la aldea juvenil “Ben Shemen”, creada en el año 1927, en la cual se educó Shimón Peres, es considerada la primera en su tipo en Israel).

“...el modelo de aldea juvenil sirvió a lo largo de muchos años y hasta la actualidad como herramienta educativa y nacional de primer nivel para la absorción de inmigrantes, el desarrollo de poblaciones debilitadas y como solución para niños con dificultades diversas.” El movimiento sionista supo utilizar inteligentemente la estructura de los internados para lograr sus objetivos: la preparación de los jóvenes para su realización, defensa y asentamiento, fomentando la tipología del “Nuevo Hebreo” y, en síntesis, la construcción del proyecto sionista en la Tierra de Israel. Como suele ocurrir en contadas oportunidades, la ideología se imbricó con las necesidades existenciales: las aldeas juveniles fueron la óptima solución para miles de huérfanos y refugiados que hicieron su “Aliá” en el marco de “Aliat Hanoar” (inmigración juvenil a Israel) desde 1933, pero fundamentalmente en el transcurso de la Segunda Guerra Mundial y a partir de ella. Como ya fue dicho, la aldea juvenil obtuvo varias de sus características centrales del modelo kibutziano. Siguiendo este punto, los inicios de su desarrollo se dieron dentro de las organizaciones juveniles kibutzianas, anteriores al establecimiento del Estado de Israel. En el marco del presente artículo, trataré de analizar sus principales características. En primer término, la aldea juvenil acentúa el hecho de ser una “comunidad educativa holísti-

ca”, es decir, que la responsabilidad educativa no recae sólo sobre los educadores directos del joven, sino sobre todo aquel que cumple una función dentro de la comunidad educativa (incluyendo los que desempeñan roles directivos) y sobre los mismos jóvenes. A esto se le debe agregar que se habla sobre una educación que se ocupa de todos los aspectos de la vida (físico, espiritual, social, de valores, comportamiento, etc.) y no sólo de uno de sus aspectos. En segundo lugar, y quizás como consecuencia de la primera, el modelo pedagógico de la aldea juvenil acentúa el hecho de que sus educandos se implican de un modo u otro, en el manejo de los temas de la Aldea. En este contexto, los alumnos trabajan desarrollando tareas diversas dentro de ella, destacándose los trabajos agrícolas, derivados de una teoría educativa-ecológica, que plantea que el contacto con la tierra y la naturaleza produce una influencia educativa altamente positiva. En tercer lugar, la aldea crea un entorno donde los educandos pueden actuar y probarse en una atmósfera de “moratoria”, que no debe rendir cuentas in-

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Jutzpá "Lleva tiempo llegar a ser joven." (Pablo Picasso, pintor y escultor español)

“...la aldea juvenil obtuvo varias de sus características centrales del modelo kibutziano.” mediatas acerca de los “errores” que pudieran cometer. Por último, la aldea juvenil intenta encontrar un equilibrio entre la educación en pos de la consecución de objetivos sociales, la materialización de las capacidades personales del educando y el máximo desarrollo de las aptitudes individuales. Estas características subsisten, con algunas variables, también en las aldeas juveniles de hoy en día. Por supuesto, el modelo de aldea juvenilno está exento de defectos y provoca la crítica de educadores y profesionales diversos. Daré un ejemplo: en el modelo clásico de aldea juvenil, el lugar de los padres ha quedado ausente del quehacer educativo. Ya sea por fuerza mayor (los padres fallecieron, no residen en el país o en las cercanías de la aldea), ya sea por ideología (enfoque paternalista que sostiene que hay que mantener alejado al educando del entorno original que lo perjudica), los padres fueron los actores olvidados en el diálogo educativo de las aldeas juveniles. En la actualidad, por cierto, la situación ha cambiado en extremo y, conociendo el mundo de las aldeas juveniles, sostengo que hay absoluta intervención de los padres en la educación de sus hijos, a pesar de no convivir en la misma casa. En el marco de mi trabajo como profesional de la educación en Israel, me desempeñé como madrij de un grupo en una aldea juvenil ubicada en una re-

serva natural en el centro del país. Después de dos años de trabajo, puedo decir con absoluta certeza que esta fue una experiencia apasionante y singular. A pesar de las largas horas de trabajo y su carácter complejo y extenuante, fue uno de los trabajos más significativos y reconfortantes en mi vida, que dejó en mí una fuerte impronta. Es imposible sustituir la totalidad y la intensidad del trabajo en la aldea juvenil y, como consecuencia de ello, la posibilidad de influir y ser influenciado. De antiguos egresados que llegaron para visitar la aldea y evocar sus recuerdos, aprendí que esta fue una de las vivencias más relevantes en sus vidas. Para finalizar, el modelo de aldea juvenil sirvió a lo largo de muchos años y hasta la actualidad (a pesar de cambios ideológicos, estructurales y funcionales), como herramienta educativa y nacional de primer nivel para la absorción de inmigrantes, el desarrollo de poblaciones debilitadas y como solución para niños con dificultades diversas. Muchos de sus egresados se incorporaron en puestos clave en la sociedad: en el ejército, la política y la economía de Israel. Muchas de sus ideas penetraron en el ethos israelí y hoy pertenecen al consenso educativo en Israel. Esta es una porción más de este maravilloso mosaico que se da en llamar: ¡Estado de Israel! 12 Jutzpá - La Osadía de Pensar Juntos


La Osadía De Pensar Juntos “Por nuestra patria, es mejor vivir, no morir." (Hadag Najash, conjunto musical israelí, canción "Od Aj Ejad")

Un aporte antiguo a la Hasbará moderna Mi humilde opinión es que olvidamos por completo que la tradición de nuestro pueblo nos enseña que la llave del éxito esta en crecer en contenido y nunca dejar de transmitirlo.

H

ace no tanto terminé la secundaria, seis años para ser exacto. Hay muchas cosas que esa experiencia educativa me dejó grabadas por completo en la memoria y el corazón y hay otras que cada tanto pasan como anécdotas más o menos divertidas pero definitivamente intrascendentes para lo que soy hoy. La secundaria ocupa gran parte del tiempo que queremos estar ocupando en ser rebeldes, del tiempo que queremos estar “combatiendo al sistema” y no en una clase de matemática o lengua. Me acuerdo de ese tiempo de cuestionamientos al establishment y búsquedas de cambiar al mundo, que algunos por suerte no hemos dejado todavía. Hay un evento en particular, bastante irrelevante por cierto, que al proponerme escribir este artículo se me vino a la cabeza: en todos los actos que organizaba el Departamento de Ciencias Sociales junto con muchos de los alumnos, imbuidos de este espíritu del que venimos hablando, sonaba una canción que dice que “si la historia la escriben los que ganan, eso significa que hay otra historia.”. Esa frase siempre me hizo pensar bastante. ¿Acaso es verdad que puede existir otra historia? ¿Podría ser que los judíos nun-

ca hayan salido de Egipto o que realmente Israel sea un estado genocida? Comprendo que en un conflicto hay de donde agarrarse para defender cualquier postura, pero me cuesta pensar que determinadas cosas en las que baso mis ideales (y por qué no, mi vida) podrían así de fácil ser falsas o por lo menos cuestionables respecto de su neutralidad. Pero capaz la realidad sea distinta, capaz no todo es tan relativo y no todos los relatos cambian dependiendo del lente con el que se vea. Creo sinceramente que algo inexplicable (si quieren llamarlo destino, providencia divina o casualidad) puso al pueblo judío constantemente en un rol protagónico en la historia y que en parte se debió a los mismos judíos. Por mucho tiempo los judíos fuimos conocidos como “El Pueblo del Libro”. Esto no es raro teniendo en cuenta el esfuerzo que le pusimos en la historia al hecho de documentar lo que sucedía. Tan en serio se toma la documentación en el judaísmo que el mismo Moshe Rabeinu fue capaz de pedirle a D's que lo borrara del libro que estaba escribiendo. Tan en serio que se le dedica siete capítulos del libro de Shmot (en español, Éxodo, el segundo libro

de la Torá) a la construcción del Tabernáculo, sobre el cual se detalla cada una de las especificaciones necesarias para la construcción. Es increíble cómo hoy en día seguimos estudiando textos de hace miles de años, interesados como si fuera un gran bestseller. El Talmud es un ejemplo perfecto de esta documentación judía: no sólo se anima a traer opiniones de distintos rabanim para distintos temas (y hasta incluir algunos que cumplen la única función de disentir con la mayoría) sino que también incluye leyes apócrifas que, en el momento de la compilación de la Mishná, se dieron por descartadas. La misma halajá tiene comentaristas que disienten en algunos casos con lo escrito por Yosef Caro. No tengo duda de que el judaísmo perduró y se reinventó constantemente por haber mantenido todos estos escritos, por haber mantenido tanto la tesis como la antítesis y la hipótesis. Somos parte de un pueblo que sobrevivió porque supo escribir su historia, por bregar porque ésta sea accesible a todos y por permitirse releerla y resignificarla constantemente.

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Jutzpá "No soy tan joven como para saberlo todo." (Oscar Wilde, escritor irlandés)

“El judaísmo nos enseñó en todos sus años de vida que con documentar no alcanza. A pesar de que muchos pueblos documentaban, ninguno se obligó a si mismo a enseñar una y otra vez a cada una de las generaciones siguientes las historias del pueblo.” La realidad es que vivimos en una era de hiper comunicación donde todos tenemos acceso a muchos tipos distintos de información para creer lo que queramos; sin embargo el judaísmo nos enseñó que hay un paso más aparte de escribir que es necesario en el proceso. Tal como lo encontramos en la mitzvá de Pesaj, el relatar se hace imprescindible. El judaísmo nos enseñó en todos sus años de vida que con documentar no alcanza. A pesar de que muchos pueblos documentaban, ninguno se obligó a si mismo a enseñar una y otra vez a cada una de las generaciones siguientes las historias del pueblo. Hoy en día se levantan muchos críticos diciendo que los datos que tenemos de la Shoá son falsos y que tal masacre nunca existió. Siempre que me puse a hablar de esta situación me di cuenta de que lo peor no es que haya gente que comulgue con la opinión de que no existió tal evento en la historia, sino que cada vez nos quedan menos sobrevivientes para relatarlo. Estamos en un momento en la historia que nos obliga a seguir

escribiendo, a repasar lo escrito y a compartir esos conocimientos. En el Talmud está escrito que aquel que va a Israel no puede salir de ahí, pese a que su situación afuera sea mejor que la que vive (o puede vivir) en Israel. Hoy, tanto los judíos religiosos como laicos, levantan esta idea, haciéndola parte de su identidad y de su día a día donde sea que vivan. Sin embargo, la situación de Israel con respecto a hasbará es una de las peores en la historia. ¿Por qué? Mi humilde opinión es que olvidamos por completo que la tradición de nuestro pueblo nos enseña que la llave del éxito esta en crecer en contenido y nunca dejar de transmitirlo. Llegó la hora de volver a investigar, a buscar, a informarse y, a su vez, volver a aparecer. Hablar con nuestros amigos, familiares, janijim, compañeros de trabajo, etc. Hay que seguir escribiendo la historia y así darnos cuenta de que nos queda mucho todavía por contar para poder tener cada vez más por escribir. 14 Jutzpá - La Osadía de Pensar Juntos


La Osadía De Pensar Juntos "Aquí soy un judío que suspira por su tierra / y en Israel voy a volverme / un argentino enfermo de nostalgia / pendiente de lo que suceda en Buenos Aires." (Eliahu Toker, escritor judío argentino, "La saga judía")

Defender hasta lo indefendible Quisiera

poner en debate en este artículo de opinión algunas cuestio-

nes que considero problemáticas acerca de lo que conocemos como

“hasbará”.

H

asbará puede ser traducida como “esclarecimiento” y comprende la tarea de la defensa de Israel en lo discursivo, sea en el ámbito que sea. Se trata de un concepto amplio. Las capacitaciones sobre hasbará, por lo general, consisten en la enseñanza de conocimientos o directamente argumentos ya armados para contrarrestar los argumentos opuestos, generalmente propalestinos. Como dije antes, un par de cuestiones me preocupan sobre la tarea de la hasbará: La primera de ellas tiene que ver con la forma en la cual se capacita a los masbirim (esclarecedores), por lo general se trata de una capacitación con formato de clase, en la cual el capacitador de turno se dedica a desarmar un argumento específico anti-israelí, por lo general recurriendo a algún desarrollo histórico u otro tipo de argumento pro-israelí. Para decirlo en términos simples, “enseña el speech”. Obviamente, hay muchos capacitadores y muchas formas de capacitación, pero aquí lo que hago es una generalización para que se entienda mejor mi argumento. Como decía, en las capacitaciones se enseña el speech, que

usualmente viene de un grupo de argumentos ya formados y comunes. ¿Cuántas veces escuchamos cómo los árabes desperdiciaron su oportunidad en 1947 cuando los israelíes apoyaron la división de Palestina entre un estado judío y otro árabe? ¿Cuántas veces nos repitieron que antes de 1967 “no existían palestinos”? ¿En cuántas ocasiones nos describen

los mil y un cuidados y procedimientos del Tzahal (Ejército de Defensa de Israel) para evitar muertes de palestinos inocentes mientras que los terroristas matan sin discriminación? Por supuesto que en ningún momento se explica en profundidad cuál fue la estrategia política en 1947 (Ben Gurión apoyó la división porque sabía

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Jutzpá "Tal vez algún día dejen a los jóvenes inventar su propia juventud." (Quino, humorista gráf.ico argentino)

de antemano que los árabes la rechazarían) o el complejo proceso que llevó al surgimiento de la autodeterminación de los palestinos como pueblo, muchísimo antes de que la ONU los reconociera en 1967. Pero, por supuesto, lo que importa aquí es crear propagandistas y lobbistas, no pensamiento crítico.

finido. De esta forma, podemos encontrar que aún en tnuot de izquierda están presentes argumentos que legitiman la ocupación y colonización de Cisjordania. Mi crítica aquí no es contra el discurso de la derecha, sino en cómo se impone en el interior de las instituciones, como dije antes, sin debate, sin reflexión, sin crítica.

Son argumentos ya formados, no necesariamente errados, pero en la formación de los cuales, el masbir no tiene rol activo; sólo aprende y repite. Por otro lado, mas allá de cómo se forma a los masbirim, me hace ruido el contenido de los argumentos. Sucede que la gran mayoría de instituciones y organizaciones recurren a capacitadores que, también en su gran mayoría, responden a un signo político único y bien de-

Aunque, por supuesto, el contenido de los argumentos que componen la hasbará “mainstream” o dominante son criticables, pero para tener un debate serio y real sobre cómo defender a Israel en lo discursivo sin caer ciegamente en argumentos que rozan con el racismo (“los palestinos son una mentira”) o que sencillamente defienden lo indefendible (como la expropiación ilegal de tierras palestinas en Cisjordania para

poblarlas de colonos) tenemos que crear y comprometernos con un marco que posibilite tal intercambio. La revista Jutzpá es un gran primer paso para llevar adelante estos tan necesitados debates, participemos.

? á p z t u J n e ir ib r ¿Querés esc os a r t o s o n n o c e t Contacta ail.com m g @ a p z t u j a t revis

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La Osadía De Pensar Juntos "Para mí no existe un pueblo elegido ni una tierra prometida" (Marek Edelman, combatiente del gueto de Varsovia, activista político y social polaco y del Bund)

antisemitismo y antisionismo “Cuando se ataca al sionismo, se trata de antisemitismo” Martín Luther King, 1969.

A

lo largo de la historia, los judíos supimos agudizar nuestra mirada y crear una suerte de radar interno que mide niveles de antisemitismo. Cualquier discurso, texto, imagen o pequeño comentario que contenga algo en relación a lo judío y sea enunciado por un no-judío nos prende dicho radar y estamos a la espera de marcar qué grado de odio o prejuicio a los judíos tiene esa persona. A veces lo hacemos de forma exagerada y otras con justificación. La experiencia nos hizo distinguir que, por ejemplo, si alguien dice “tengo un amigo judío” hay que, al menos, sospechar de él. Sin embargo, en los últimos años se nos presentó un elemento que acompleja las cosas: el antisio-

nismo. La visión crítica hacia el Estado de Israel y sus políticas nos abre un campo de preguntas: ¿Cuál es la diferencia entre el antisemitismo y el antisionismo? ¿Toda crítica al Estado de Israel tiene un sesgo antisemita? ¿Cómo uno se da cuenta si es una critica legítima o si en realidad hay una especial estigmatización con el Estado judío? Entre el antisemitismo y el antisionismo hay una delgada línea que los separa, pero sus límites son tan difusos que, muchas veces, es invisible. Aquí tenemos unas pequeñas claves para poder seguir agudizando ese radar. La primera cuestión está enmarcada en un problema conceptual. Para evitar con-

fusiones vamos definir antisemitismo como el odio o especial ensañamiento hacia los judíos como grupo étnico generalizado. Sin embargo, los conceptos no siempre reflejan los objetos de manera profunda. El mismo concepto de antisemitismo es una convención arbitraria que, etimológicamente, representa mucho más (“semítico” comprende a varios pueblos más allá del judío, incluso el árabe). Pero a veces no importa su raíz etimológica, sino lo que representa, su peso social como concepto. Hoy en día hay una construcción social del término “antisemita” que hace que su sentido sea políticamente incorrecto. El antisemitismo llevó a barbaries; nadie va a decir abiertamente “soy antisemita”, o por lo menos no va a ser aceptado socialmente de manera tan fácil. No obstante, el término “antisionista” es un concepto más aceptado, que se puede decir de forma abierta sin ser condenado socialmente. El antisionismo es un término un tanto más complejo de definir: si utilizamos la concepción clásica de sionismo, nos referimos al movimiento surgido a fines del siglo XIX que buscaba establecer un Estado nacional judío en la ancestral Tierra de Israel, o conocida mundialmente en aquellos tiempos como

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Jutzpá "Nuestra esperanza sólo puede venir de los sin esperanza" (graffiti del Mayo Francés, 1968)

“El antisionismo, al menos conceptualmente, no deja de ser una forma encubierta de antisemitismo, dado que el pueblo judío recibe un tratamiento diferencial y discriminatorio en relación con su derecho a la autodeterminación.” Palestina. Entonces podría verse al “antisionismo” como el movimiento que está en contra de aquel objetivo, es decir, que apoya que los judíos continúen careciendo de una autodeterminación nacional. Aquí aparece el primer problema que nos dificulta encontrar esa delgada línea: ¿Qué tienen de especial los judíos que no se merecen la autodeterminación? ¿Acaso no todos los pueblos merecen esto? Es decir, el antisionismo, al menos conceptualmente, no deja de ser una forma encubierta de antisemitismo, dado que el pueblo judío recibe un tratamiento diferencial y discriminatorio en relación con su derecho a la autodeterminación. Alejándonos un poco de los términos y conceptos hay otras cuestiones que dificultan el trabajo de encontrar los límites de esa línea. El conflicto palestinoisraelí aparece como un eje central en toda visión contraria al Estado de Israel. Sin embargo, hay que hacer distinciones: hay una cuestión a nivel general, que refiere a Israel como centro mundial de críticas y otro a nivel específico, que tiene que ver con las críticas legítimas que se le puede hacer a un Estado por sus políticas. A nivel general, el problema de esta delgada línea tiene que ver con un especial ensañamiento cuando

se trata de Israel. Veamos algunos ejemplos: en los medios de comunicación lo podemos ver claro cuando Israel realiza un ataque bélico, y éste aparece en las tapas de todos los diarios; en cambio, cuando es atacado, no se hace tanto eco; cuando hay una guerra o se está en medio de una operación militar como la del 2009 en la Franja de Gaza, todas las semanas se generan manifestaciones frente a las embajadas de Israel alrededor del mundo, mientras que cuando otros estados realizan políticas similares o incluso peores, no se ve nada de esto (el caso paradigmático hoy en día es el de Siria, donde se está realizando una masacre a civiles sin precedentes y no vemos a ninguna organización de izquierda marchando o quemando banderas sirias); alrededor del 30% de las resoluciones aprobadas por la Comisión de Derechos Humanos de la ONU en los últimos 35 años fueron acusaciones a Israel, mientras otros Estados principales violadores de Derechos Humanos (Irán, China, Sudán) gozan casi de inmunidad exculpatoria. Finalmente, Israel es el único Estado en el mundo donde se duda de su legitimidad. ¿La justificación? El “pecado original” que se cometió en su creación (es decir, la expulsión de pobla18 Jutzpá - La Osadía de Pensar Juntos

dos árabes). ¿Es una crítica legítima esto? Aunque hay historiadores que lo ponen en duda, es una visión posible. Todo Estado nacional se levantó con un “pecado original”. La constitución del Estado argentino se realizó a costa de ríos de sangre de pueblos originarios y nadie va a poner en tela de juicio la legitimidad de Argentina. No obstante, pasar de la revisión de un hecho histórico a dudar de la legitimidad de un Estado es un paso bastante grande que se da sólo cuando se trata de Israel, casualmente el judío de los Estados. Obviamente, no toda crítica hacia las políticas del Estado de Israel son injustificadas o pueden tildarse de antisemitas. Y aquí entra la otra cuestión antes mencionada, el nivel específico de las críticas. Ahora bien, ¿cómo distinguimos entre una legítima crítica hacia ciertas políticas y un postulado antisemita disfrazado de antisionista? Para esto hay que hacer un trabajo casi semiótico acerca de los discursos y los concep-


La Osadía De Pensar Juntos "Habla fuerte, la lengua del hombre hebreo... Del lío profundo del centro de Babilonia, te llevará en el próximo tren al Monte Sión..." (Ehud Banai, músico israelí, canción "Hebrewman")

tos utilizados en la “crítica”. Lo que hay que detectar son las condiciones de producción de ese discurso, es decir, a qué otros discursos sociales previos pueden llegar a hacer referencia esa “crítica”, que hace que le demos cierto sentido. Por ejemplo, si en una frase se utilizan categorías como “sionismo internacional” o “lobby judío”, se esconde un postulado acerca de un supuesto poder que funciona desde las sombras para manejar el mundo. Esto nos linkea directamente a Los Protocolos de los Sabios de Sión (clásico texto antisemita aparecido en la Rusia zarista sobre una supuesta conspiración de la judería mundial para conquistar el planeta). Si se utilizan categorías como “Estado geno-

cida”, “nazi” o “apartheid”, la referencia es al mal absoluto, que no tiene perdón, casi como el demonio. Un Estado de esas características merece lo peor. Es justificada, e incluso obligatoria, cualquier acción tomada contra él. Es más, el hecho de calificar de “nazi” al Estado de Israel es una fuerte provocación al pueblo judío; en cierta forma es decir “lloraste tanto por tus 6 millones, hiciste sentir culpable al mundo entero, ahora vos estás haciendo lo mismo, no tenés perdón, sos maldad pura”. No necesariamente todas estas cosas que se dicen y se repiten acerca del Estado de Israel son concientemente antisemitas. Comos señalé antes, hay cosas que son políticamente correctas y cosas que no. Hoy en día,

para un sector progresista de la población, directamente el hecho de no criticar a Israel es políticamente incorrecto. Los verdaderos antisemitas aprovechan el link del antisionismo porque es más fácil conseguir adhesiones. Si digo que los judíos utilizan la sangre de niños cristianos para hacer matzá, ya no sirve, nadie va creerlo, no es verosímil. En cambio, si digo que Israel masacra a niños palestinos por un afán imperialista, no sólo goza de verosimilitud, sino que también muestro mi supuesto compromiso con la humanidad al denunciar una injusticia. Lo que antes era el “yo no soy antisemita, tengo un amigo judío”, ahora pasa a ser “yo no soy antisemita, soy antisionista”.

“Sala de Emergencias de las Naciones Unidas” El cartel de la puerta dice “Nos fuimos a desprestigiar a Israel. Volvemos en ? minutos”. Afuera, Sudán.

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19 Jutzpá - Conexiones de la juventud judía con israel


Jutzpá "Ser viejo puede ser glorioso, si uno no se olvidó cómo comenzar." (Martín Buber, Filósofo, teólogo y escritor judío austríaco/israelí)

C

aminar por las calles de Once es como caminar por la Varsovia de posguerra. “Aquí hubo una comunidad judía floreciente”, nos lamentamos. Hoy nos quedan solo ruinas. Ruinas de una comunidad que fue, que ha dejado de ser. Ruinas que son las huellas de un pasado que ha sido fragmentado, huellas que nos hacen entender que ahora estamos vacíos. La comunidad judía argentina es pura ruina, es una herencia despedazada. Boulogne Sur Mer. Allí podemos ver las ruinas del ICUF. El teatro IFT (Idisher folksteater – Teatro Popular Judío) prefiere decir que no es una ruina, pero son pocos los que entran y entienden la frase en idish de Peretz, que decora una de las paredes de su hall de entrada: “Teater, a shul far dervaksene”. Son menos aún los que percatan que ese mismo edificio, en cuya fachada se aprecian las siglas IFT en castellano y en idish, refleja un largo siglo de historia de teatro independiente en idish. Algunos siguen escuchando los aplausos de su obra estreno en 1952, una adaptación de la novela de Scholem Aleijem La tormenta, o incluso de las adaptaciones al idish de obras de Bertold Brecht y Arthur Miller. O caminamos unas cuadras más, sobre la misma calle. Allí hay que hacer excavaciones arqueológicas, para encontrar dos niveles de ruinas. Ruinas sobre ruinas. Donde hasta hace unos meses funcionaba un centro de educación y cultura de la Agencia Judía para Israel, funcionó durante años el Instituto Peretz, uno de los tantos centros educativos del Bund que hicieron resistir al idish cuando se luchaba contra el hebreo. Hoy, estos colegios, que en su momento estuvieron presentes desde Villa Lynch hasta Moises Ville, perduran solo en la memoria de

RUINAS algunos, sobre todo de aquellos ingenuos vecinos de la calle Boulonge Sur Mer en cuyo dialecto se siguen refiriendo a ese edificio como “el Peretz”. No hace falta que caminemos demasiado para llegar a la calle Sarmiento. Allí podemos ver las ruinas de la Sociedad Hebraica Argentina. Sus murales nos remontan a una institución comunitaria que, desde sus objetivos, se proponían desarrollar la cultura judía laica y hermanarla con la argentina. En el primer piso fue fuertemente visitada la Biblioteca popular Alberto Gerchunoff, formada como “una biblioteca con especialización en estudios argentinos y judíos”, donde el valor de la literatura, el saber y el conocimiento se plasmarían en el fresco de Urruchúa que la decora: “La cultura dignifica a los hombres y hermana a los pueblos”. Más ruinas podemos encontrar en la IWO, hoy solo cueva de académicos estudiosos del idish o gerontes idishparlantes, antes la Idisher Wisnshftlejer Institut – Instituto Científico Judío, que documentó la fuerte producción judía e idish de Argentina y el mundo, colocando a la Argentina en uno de los lugares, junto a Varsovia, Vilna y Estados Unidos, más relevantes de la cultura idish a nivel mundial; o más ruinas las encontramos en algunas casas en las que antiguamente funcionaron Movimientos Juveniles sionistas y que fueron creadores de garinim que fundaron kibutzim en Israel; o más ruinas las encontramos en las colonias judías, que hoy son objeto de estudio para que perduren hasta la eternidad, pero en los museos y detrás de las vitrinas; otras rui20 Jutzpá - La Osadía de Pensar Juntos

nas son los archivos históricos, la prensa comunitaria en idish, hebreo e incluso en castellano, la primera edición de La noche, libro de Elie Wiesel publicado por primera vez en idish en Argentina en 1946; y ruinas son aquellas departamentos comunitarios que trabajan por la aliá, que solo reciben a algunos religiosos que se dirigen hacia la “Tierra de lsrael” y a algunos argentinos empobrecidos que buscan alguna salvación, casi mesiánica, con los beneficios económicos otorgados por el Estado de Israel a los olim. Ruinas también son aquellas instituciones que continúan levantando sus mensajes iniciales y fracasan en su intento, o bien, desviados completamente de sus objetivos de su fundación, se han transformado en espacios vacíos o con objetivos infantiles, banales o mercantiles. Aquí podrían refutarme que las instituciones sociodeportivas son el ejemplo de la participación, la antinomia de ruina. Es sorprendente, y preocupante siguiendo esta línea de pensamiento, que el mayor crecimiento en los últimos años se haya dado en el


La Osadía De Pensar Juntos “Diez dedos tengo yo, / Y dos palmas. / Y con ellas construiré / A Ierushalaim.” (Ariella Savir, música israelí para niños)

“La comunidad judía argentina es pura ruina, es una herencia despedazada.” marco de las sociodeportivas, instituciones que en algunos casos se fundaron bajo las premisas del desarrollo cultural judío en todos sus sentidos, y hoy son el máximo exponente del judaísmo burako: lugares para jugar al burako entre judíos, para jugar al tenis entre judíos o, entre los más afortunados, vivir entre judíos. El burako, junto a la matzá y las velas de Shabbat, se han transformado en el nuevo símbolo y tradición de esta nueva práctica comunitaria. Desprecio la construcción (consciente o inconsciente) de un judaísmo vacío, de un judaísmo sin significados, de un judaísmo con participación elástica y sin compromiso, sin ideología y con debates ausentes y, en su defecto, nimios, con nula producción cultural y artística: ese es el judaísmo burako. Eso es ruina. Aquí algo pasó. Aquí hubo una comunidad con debate, con florecimiento ideológico, comprometida, con participación. Volver a caminar por Once, uno de los lugares donde las ruinas son bien visibles, pero también por todas las ciudades y pueblos del país, nos hace entender que el pasado de la comunidad judía tuvo un compromiso y una participación ideológica que se empobreció en las nimiedades del presente. Aquí hubo fervientes luchadores de la patria nacional hebrea, hubo leedores de Peretz, Scholem Aleijem y Singer, hubo judíos afiliados al Partido Comunista, hubo melancólicos de Varsovia, hubo bibliotecas con asiduos lectores, hubo teatro judío, hubo una producción literaria judía, hubo un judaísmo laico, hubo granjas formadoras de kibutznikim. ¿Qué pasó? ¿Cómo llegamos de esa comunidad a esta comuni-

dad? ¿Cómo pasamos de estar llenos a estar completamente vacíos? Evidentemente esto no es igual a la Varsovia de posguerra. Hay cosas algo más positivas, como que aquí no hubo ningún exterminio, pero hay algo que es aterrador: si en Varsovia era evidente que la ciudad había sido bombardeada y la guerra había asolado todas las calles, en la comunidad judía argentina pocos se dan cuenta que estamos en una comunidad de ruinas, aplastada y que no tiene ningún tipo de producción artística, ideológica, cultural ni marcos de identificación complejos. Decíamos que personas ven ruinas en la calle judía. A propósito, no creo que se deba a un confort de los judíos argentinos de su vida judía, sino de su desconocimiento del pasado judeo argentino. El centro de la educación “histórica” judía en Argentina es la Shoá, el movimiento sionista y, en algunos casos, la historia bíblica. Por el contrario, la compleja historia de la comunidad judía argentina es desconocida por los jóvenes estudiantes judíos argentinos, a tal punto que se reduce a un acercamiento central y exclusivo, desde la memoria, a los atentados de la década del 90. Enfatizando, nos hacemos sentir parte de una historia en la que nosotros no somos los protagonistas: cómo vamos a ser protagonistas hoy en día si construimos una historia en la cual nosotros ni aparecemos. Historia no es pasado, historia es pasado, presente y futuro. Nuestra función como jóvenes no debe ser volver a ese pasado. Es imposible, y hasta anacrónico, intentar volver a lo que en su momento fuimos. No tenemos que rememorar Varsovia

cual judíos idishistas ni añorar Jerusalén, cual jalutzim de la tierra hebrea; no tenemos que decir que somos “gauchos judíos” ni intentar volver a tener una vida judía plenamente ligada a la Halajá en los shtetl de Europa Oriental. Debemos construir un judaísmo del aquí y del ahora, tenemos que construir un debate contemporáneo para los problemas y la realidad contemporánea. Es una tarea complicada: vivimos en una sociedad globalizada, donde lo identitario se reduce a la moda y a la fragilidad del consumo. Pero peor aún, tenemos una dirigencia comunitaria simplista que pretende crear marcos de identificación cuando centraliza las esvásticas, los muertos, la Shoá y las tragedias del pueblo judío. Aquí he mencionado un sinfín de instituciones. Sin embargo, la responsabilidad de lo sucedido (que no es el tema central de este artículo) no se reduce a las instituciones, de hecho la mayoría de ellas han respondido a un contexto nacional, internacional y cultural de la época, en la cual los judíos estamos inmersos. Nosotros, todos los miembros de la comunidad judía, nos debemos un debate amplio. Aquí podemos re-construir el debate y la participación. Sobre las ruinas del pasado comunitario, tenemos que edificar los pilares de la nueva comunidad, donde la juventud tenga un rol protagónico y no se estremezca ante la inestabilidad del presente ni ante las vaguedades del futuro, tenemos que liderar el camino hacia un debate comunitario comprometido, activista y con el objetivo de edificar una comunidad que “podremos conseguir”.

21 Jutzpá - Conexiones de la juventud judía con israel


Jutzpá "La sangre joven no obedece a un viejo mandato." (William Shakespeare, dramaturgo, poeta y actor inglés)

Una revolución permanente ces conflictiva entre diáspora y centro nacional como vamos a encontrar en el caso judío. Un poco de historia Una lectura de la gran mayoría de los ideólogos sionistas nos demuestra que la creación de un Estado judío era para ellos un paso necesario hacia la solución de una serie de problemas, pero de ninguna forma la solución definitiva. Sin importar la escuela de pensamiento sionista, el movimiento creado con el objetivo de autodeterminación judía se formuló como respuesta a una serie de problemas y de ausencias en el mundo judío. La secularización e ilustración del mundo judío abrió interrogantes sobre la identidad propia, volviéndose anacrónicas las instituciones y definiciones de la vida judía como se había conocido anteriormente, mientras que las instituciones de la sociedad circundante se abrieron a los judíos, generando así toda una serie de problemas por su cuenta (por ejemplo, ¿cómo respetar el Shabat? ¿qué tan evidente hacer la judeidad propia?). El despertar nacional de los pueblos entre los cuales se encontraban los judíos europeos (en el caso del mundo árabe tardaría mucho más) dejó a los judíos en el medio de un mundo dividido de acuerdo a narrativas históricas que no los incluían, todo esto sumado al surgimiento del antisemitismo moderno definido ya no por términos religiosos sino raciales.

Herzl en bici y con medias graciosas. A veces, la historia nos sorprende.

E

l politólogo israelí Shlomo Avineri, en su libro La Idea Sionista (publicado en español en 1983, y próximamente a publicarse en una nueva edición en Argentina a cargo del Depto. de Actividades para la Diáspora de la Organización Sionista Mundial) ubica acertadamente al sionismo en el marco de los movimientos de liberación nacional del siglo XIX; de hecho, no sería incorrecto ubicarlo como quizás la más tardía expresión de los procesos de conciencia y de liberación nacional desencadenados por la Revolución Francesa. Las ideas liberales y las ideas socialistas fueron fundamentales en la formación y el desarrollo del movimiento sionista, el cual llevó a la fundación del Estado de Israel en 1948. Si hasta ahora el lector está de acuerdo conmigo, nos encontramos ante un problema: ¿cuál es la función de un movimiento de liberación a 64 años de cumplido su objetivo?

Viejas preguntas, modernos problemas Vamos ahora a los bifes (kasher): creo que parte de estas cuestiones siguen vigentes al día de hoy. Especialmente entre los judíos seculares, el vacío dejado atrás por la religión y una existencia judía cerrada en la comunidad, abre muchas interrogantes: si muchos de nosotros definimos nuestra judeidad en términos principalmente nacionales/culturales, es como resultado de los planteos ideológicos sionistas, y de hoy en día una educación judía que parte de este tipo de postulados. En las palabras de Avineri, “hacer de

Si buscamos, no vamos a encontrar restos de los demás movimientos nacionales de la época activos hoy en día. En la misma sintonía, pienso que no encontraremos relación tan dilemática y a ve22

Jutzpá - La Osadía de Pensar Juntos


La Osadía De Pensar Juntos "Es el derecho natural del pueblo judío, como de cualquier otro pueblo, desarrollar una existencia independiente en su Estado soberano." (Declaración de Independencia de Israel)

Israel para los judíos norteamericanos lo mismo que Irlanda o Italia ha sido para los ítalo-americanos o para los irlandeses americanos, constituye una tremenda revolución.” Israel probablemente represente la única cosa a partir de la cual todos los judíos individuales y comunidades pueden unirse, sintiéndose todos identificados, si bien esta identificación probablemente se base en diferentes aspectos. Las instituciones israelíes toman una importancia creciente en la vida judía mundial en el contexto de una diáspora que se debilita, importancia que espero se acreciente frente a las necesidades educativas, sociales y culturales de la diáspora judía.

Figuras sionistas presentes en las protestas de los “indignados israelíes”, 2011.

extranjeros en Israel y la creciente desigualdad de una sociedad que parece haberse alejado de sus ideales colectivistas originarios hacia una sociedad donde prima el individualismo y el consumo. La idea de Israel como una comunidad judía más donde la única diferencia es la soberanía judía, definitivamente existente en el mundo judío hoy, me resulta contradictoria a la idea del sionismo de no haber creado una migración judía más, sino un centro nacional judío. Vuelvo a Avineri: “Si el contenido y la calidad de vida en Israel no hacen que los judíos del mundo se sientan orgullosos de continuar su identificación, entonces este lazo inútil será cortado”. Hacia esta idea me parece encaminado el Programa de Jerusalem, que delinea los objetivos del movimiento sionista hoy en día: unidad del pueblo judío; la centralidad de Israel; la existencia de Israel como estado judío-sionista con aspiraciones a ser una sociedad ejemplar; el respeto mutuo dentro del multifacético pueblo judío; la educación y valores culturales y espirituales judíos, así como la lengua hebrea; la defensa de los judíos y la lucha contra el antisemitismo; y el asentamiento en el país. Esta es la definición por consenso, a la cual seguramente el sionista individual podrá agregar sus objetivos propios.

Ahora, ¿es esto sionismo? Nos estamos sin dudas acercando. Partiendo de la base de que Israel es importante para la diáspora, nos debemos preguntar si esto implica una definición ideológica (como parece indicar el uso del término “sionismo”) o, simplemente, que existe una relación con la “patria” como la que existe entre otros pueblos dispersos. Me inclino hacia lo último, por el mismo motivo que Martin Buber se refirió al sionismo como un gran “no-fracaso”: la existencia del Estado de Israel y su relación con el judaísmo mundial es positiva para la vida judía moderna, pero todavía hay mucho que se puede obtener de la experiencia sionista, que todavía está sin cumplir. El sionismo siempre tuvo un componente utópico que hace de Israel una especie de materialización de una serie de aspiraciones judías, que llaman a diferentes sectores de diferente manera: sea la experiencia de una vida religiosa plena, o el llamado a justicia social siempre presente en las aspiraciones mesiánicas del pueblo judío, o, por ejemplo, la idea de crear una sociedad más equilibrada en lo ecológico, entre otros ejemplos que se podrían dar. El problema de este objetivo del sionismo, el de crear una sociedad judía que fuera diferente, y no sólo por su concentración territorial y soberanía política, sino porque algo en su condición de vida (o por lo menos condición de vida judia) fuera diferente y mejor constituye un problema: ¿qué pasa si en nuestra realidad Israel se aleja de esta visión y sus condiciones de vida se comienzan a parecer a las de la Diáspora? Creo que este es el caso, sobre todo si vemos los obstáculos y claros retrocesos en el proceso de paz, la difícil convivencia entre grupos dentro de la sociedad, la situación de los trabajadores

Se vuelve entonces necesaria una revolución permanente que sostenga estos principios del sionismo (que ya de sus orígenes fue una idea revolucionaria dentro del judaísmo), y que activamente avance en hacer de Israel un lugar del cual podemos crecientemente estar orgullosos, y cuyos frutos lleguen hacia el judaísmo diaspórico. Si tenemos todavía lo que aprender de Israel, lo que mejorar y hacia lo que aspirar dentro del Estado judío, partiendo cada uno de su ideología, creo yo que el movimiento sionista tiene enton23

Jutzpá - Conexiones de la juventud judía con israel


Jutzpá “Los viejos todo lo creen, los adultos todo lo sospechan, pero los jóvenes todo lo saben.” (Oscar Wilde, escritor irlandés)

vante, debe asumirse como un movimiento ideológico con la posibilidad de disenso y de también poder indicar a Israel lo que le parece el camino correcto.

ces una tarea inconclusa. Esto no es una obligación, pero es una decisión que el mundo judío puede tomar y una tarea que, de ser encarada, debe renovar en su accionar cotidiano. Desafíos para un “sionismo del siglo XXI” Dicho esto, es importante aclarar que el futuro del movimiento sionista, y específicamente del sionismo argentino, no me resulta claro, si no se encaran ciertos desafíos.

Un sionismo que sale de la historia para concentrarse en el presente y piensa su futuro A menudo la educación sionista pasa por saber las fechas del Congreso Sionista y la interesante vida de Teodoro Herzl. No me resulta irrelevante esto, pero debemos esforzarnos para que en la vida judía y en las instituciones haya un análisis sobre la vida judía e israelí hoy, sus desafíos y posibilidades; que nos permita concretamente pensar qué es lo que nosotros podemos esperar y hacer. La fuerza del sionismo en tiempos pasados radica en parte en que existía un proyecto claro a futuro; hoy, necesitamos de proyectos, en plural.

El equilibrio de una comunidad judía sionista que participa también en la sociedad. El sionismo es a menudo tomado, incluso por aquellos que se definen como sionistas, por una indiferencia hacia los asuntos de la sociedad en la cual estamos inmersos. Esta idea me resulta hoy anticuada e imposible de realizar. Como humanos, no podemos ser indiferentes hacia el sufrimiento humano, sobre todo el que tenemos cerca y por lo tanto, podríamos tener más posibilidad de cambiar. Además, como no hay sionismo sin judaísmo, agrego que la ética judía incluye también un llamado fuerte en contra de la pasividad y a la participación por una vida digna para nosotros y para los demás, también los no judíos. Ser sionista y participar en los asuntos de la sociedad argentina no me resulta una contradicción, sino la única forma de mantener nuestra coherencia como sionistas en Argentina (algo que yo pienso que es posible, pero es para otro debate). De hecho, podemos encontrar en nuestro sionismo una forma de participar en la sociedad argentina: tomando, por ejemplo, experiencias sociales y de activismo exitosas de nuestra “segunda nacionalidad” para aplicarlas o adaptarlas a la sociedad argentina.

Debate sobre la responsabilidad individual En este debate no puede quedar ausente la discusión sobre el rol de cada uno dentro de ese movimiento sionista. El sionismo es un gran llamado a la acción; dentro de ese llamado, cada uno que sea parte debería decidir dónde juega un rol. Algunos se verán en un rol activo residiendo en Israel y cambiando su realidad “desde adentro”. Si el sionismo apunta cada vez más a una relación mutua de responsabilidad (no sólo Diáspora-Israel sino también Israel-Diáspora) esto es posible. En otras épocas, esta idea era impensable, y de quien se definía como sionista debía hacer de Israel su lugar de residencia. Hoy se puede ser un sionista activo desde la Diáspora, donde también hace falta mucho trabajo y visión. Una apertura más grande no siempre significa menor claridad de ideas.

Un pueblo judío que aliente al debate y sea plural Las diferentes ideas dentro del pueblo judío no son algo nuevo, pero puede ser que todavía no sepamos manejarnos bien con ellas. Esto resulta particularmente notorio dentro del sionismo, donde a menudo aquellos que se identifican con Israel pero tienen una actitud crítica hacia la política de su gobierno encuentran voces dentro del establishment institucional que las acusan de antisionismo. Un movimiento sionista que represente sólo una forma de defender las políticas del gobierno de Israel de turno no sólo me resulta incoherente (cuando el gobierno cambie, ¿el movimiento sionista debería cambiar con él?) sino que también le priva al sionismo de su potencial creativo. Para que el sionismo sea rele24

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La Osadía De Pensar Juntos "¿Quién me dirá si estás en el perdido laberinto de ríos seculares de mi sangre, Israel?" (Jorge Luis Borges, escritor argentino)

Beit Ha’am es un proyecto del Departamento de Actividades para la Diáspora (Hagshamá) de la Organización Sionista Mundial cuyo objetivo es estimular el diálogo sobre la identidad sionista y la relación con el Estado de Israel mediante el estudio de fuentes clásicas, poesía, arte, música y cine. Los invitamos también a hacer uso de estos recursos en sus actividades.

Beit Haam

e Luis Borges ISRAEL 1969 - Jorg

A JERUSALEM el acecharía - Itzjok Ianas Temí que en Isra ovich diosa s con dulzura insi re la cu se s ra po ás s di la nostalgia que la un triste tesoro o m A Jerusalem co on ar ul acum rías, no se va, infiel, en las jude l de s de da A ciu s Je r , en la us os a eñ le su m los se vuelve; la estepa, en A Jerusalem en los ocasos de anhelaron, te e qu s se llo ue asciende aq la nostalgia de por la escala s de Babilonia, ua ag s la a d o e nt ju las generacion gia, po Jerusalén, es, r la escalera el, sino esa nostal ra Is , as er sa co de la añoran ¿Qué otra , ar z lv a po , sa r los peldaños d de sino esa volunta de la redenci tiempo, l de as rm fo es nt ón... Odres repleto entre las inconsta s de memoria , tus liturgias, ico ág m tr ro a lib e un ejo o consigo a Je tu vi rusalem. os? Sobre cada m tu soledad con Di s ne cio na s la on de te ua tig , so an bre cada coli por las blanca No así. La más na, n. ve jo s ás ca m lle la juelas de pied ines, se hace es también rd ja n co es r a br m n brindis con los no años de mem No has tentado a r ec ié oria n resucitados dio con el oro y su te . a última. A rr Je tie r r, us go ri a el le n m no se va, sino co o sin palabras: a Jerusalem, Israel les ha dich se vuelve. eres. olvidarás quién e. que dejast Olvidarás al otro iste en las tierras fu n ié Olvidarás qu anas tardes y sus mañ que te dieron sus rás tu nostalgia. y a las que no da aprenderás de tus padres y a gu len la ás ar Olvid íso. la lengua del Para rás un soldado. se , Serás un israelí s: la levantarás tria con ciénaga Edificarás la pa con desiertos. cara no has tu hermano, cuya Trabajará contigo visto nunca. en la batalla. etemos: tu puesto om pr te sa co la Una so 1) ¿A qué se refiere el autor cuando dice que “A Jerusalem no se va, a Jerusalem se vuelve”? 2) Jerusalem es a menudo tomado, ya desde las fuentes judías, como un símbolo para todo Israel. Interpretándolo de esa manera, ¿te sentís identificado/a con lo expresado en el poema? Si estuviste en Israel, ¿tuviste sensaciones parecidas a las presentes en el texto? 3) El autor nació en 1909 en Polonia. Luego de militar en el movimiento obrero judío de Lodz, la Shoá lo obliga a recorrer Europa como refugiado, hasta llegar en 1952 a Argentina. Allí realizó intensa labor periodística y literaria. En 1973 hace aliá y se vuelve responsable de una publicación idish en Israel, “Bai Zij”. Fallece allí en 1989. ¿Creés que sus orígenes y los hechos importantes de su vida se ven reflejados en el poema? ¿Cómo?

1) Hay presentes en este poema de Borges elementos de la realidad israelí y su relación con los judíos del mundo. Te desafiamos a encontrar fragmentos vinculados a: El exilio – La aliá/Crisol de Diásporas/Reunión de los exiliados – El “Nuevo Hebreo” – La misión de construir el Estado – La identidad judía y la identidad israelí 2) ¿Qué nos busca decir este poema? ¿Qué nos dice sobre la relación de los judíos del mundo con Israel? 3) ¿Sabías que Borges tuvo un profundo interés por el pueblo judío e Israel, que lo llevó a escribir sobre estos temas en numerosas oportunidades? Llegó a autodefinirse como judío, además de ser un estudioso de la Kabalá. Te invitamos a investigar más sobre la literatura judía de Borges. 25

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Jutzpá “La juventud es feliz porque tiene la habilidad de ver la belleza. Quien mantiene esta habilidad nunca envejece.” (Franz Kafka, escritor judío checo).

MANIFIESTO SIONISTA

E

n una época en que ya no se escriben manifiestos, me tomo el atrevimiento de presentar una declaración de principios a la antigua andanza. En ella presento una serie de reflexiones sobre el "deber ser sionista", sus características, sus posibilidades y sus límites. A la vez propongo una contrapartida al "deber ser sionista": el simple "ser sionista", una nueva forma de entender el sionismo, que más allá de buscar la identidad sionista busca la diferencia sionista. Siguiendo esta forma de sionismo, propongo una nueva forma de pedagogía tnuatí, en que se deje de lado la manera teleológica de pedagogía sionista, para buscar formas más acordes con el "ser sionista" actual.

ricas del pueblo judío europeo de los siglos pesados no le dejaban muchas opciones. En base a este "deber ser" el pueblo judío tomó el riesgo de hacerse responsable de su supervivencia física, de su renacer cultural, de su representación política y de su independencia económica. Para los sionistas este "deber ser" no sólo representa la única posibilidad de supervivencia del pueblo judío, sino también una de sus máximas creaciones. En este sentido, para los sionistas el Estado de Israel no es sólo una realidad imposible, sino que es prueba de que el hombre puede cambiar su destino. Para el joven jalutz, el máximo representante de este deber ser sionismo, su condición no sólo era vivida como un instinto de supervivencia, sino que representaba una obligación moral, y por

El sionismo debía ser. Las circunstancias histó26

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La Osadía De Pensar Juntos "Soy sionista porque soy un romántico. La historia de los judíos que reconstruyen su patria... ha sido una de las mayores epopeyas del siglo XX." (Gil Troy, académico canadiense, "Por qué soy sionista")

¡SIONISTAS DEL MUNDO DIFERENCIAOS! 1. Una pedagogía del "deber ser", una pedagogía del "ser" Los movimientos juveniles sionistas fueron una clara muestra de este deber ser. Como otros movimientos modernos, las tnuot tenían un ideal clarísimo de lo que se debía hacer, cuándo y cómo. Pero a diferencia de otros movimientos de la época también especificaban el lugar, y el lugar era otro y lejano. En este sentido no era sólo un "deber ser", sino que también un "dónde ser". Este deber ser ampliado implicaba una exigencia gigantesca para los miembros de los movimientos juveniles que, contrariamente a lo esperado, fue superada con heroísmo sobrecogedor.

“El sionismo debía ser... Hoy el sionismo ‘simplemente’ es (como si ser fuera algo simple)” tanto una autoimposición de superación tanto como individuo tanto como pueblo. El deber ser sionista surge, se desarrolla y logra sus mayores éxitos en el ámbito de las obligaciones. El sionismo era una exigencia intelectual, un instinto de conservación, una moralidad específica, era hambre. Históricamente la cúspide del deber ser sionista coincide con el comienzo de su decadencia: la guerra de los seis días del '67. Desde este momento el sionismo comienza a dejar de deber ser, para comenzar a ser. Hoy el sionismo "simplemente" es (como si ser fuera algo simple). Y esta ontología es la que nos toca vivir a nosotros. Contrariamente al deber ser sionista, el ser sionista se encuentra situado en el mundo de la libertad. Un mundo distinto en cuanto a su lógica, en cuanto a su lenguaje. En el planeta del ser sionista nadie puede obligarte a tomar una resolución u otra (al estilo "alia es la única verdad"); el ser sionista no es una autoimposición sino que es un desafío, en donde libre y soberanamente podemos elegir o no; el ser sionista es una verificación de nuestra diferencia, y no un producto de un proceso de identificación, y en este sentido el sionista no se identifica como tal, sino que más bien se diferencia como sionista.

Para lograr sus muchos éxitos los movimientos juveniles debieron aplicar una estricta pedagogía en la que sus miembros atravesaban un claro camino educativo que terminaba en la Aliá y en la Realización (con mayúsculas). El recorrido comenzaba cuando el janij llegaba al movimiento. En ese momento comenzaban a inculcársele o fortalecer ciertos valores universales como la solidaridad, la independencia, la fortaleza, la belleza, la igualdad y la libertad. Para transmitir estos valores se utilizaban como instrumentos pedagógicos una serie de simbologías sionistas y judías, las cuales asentaban la identidad propia de cada educando.

Es así como surge un nuevo joven jalutz, para el cual no existe una única decisión mejor que otra, sino que la mejor decisión es la diferente a todas las anteriores. El nuevo jalutz está en constante búsqueda de la autenticidad, de su sionismo, de su propio y único combate. Ya que nadie puede enamorarse bajo el régimen del "deber ser", el nuevo jalutz tiene la posibilidad de enamorarse de Israel, y en este sentido es un retorno a las fuentes de "jovavei tzion" (amantes de Sión), época en que el sionismo todavía no debía ser. El sionismo dejó de deber ser una exigencia, un reflejo, una moral y un hambre, para ser una contradicción intelectual, una corazonada de supervivencia, un deseo visceral, un enamoramiento de joven quinceañero. 27

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Jutzpá “Decir la verdad es muy difícil, y los jóvenes son raramente capaces de ello.” (León Tolstoi, novelista ruso)

“Pero, ¿cómo puede funcionar una tnua sin estos objetivos educativos? …Este doble deseo nos ponía en la disyuntiva de crear una pedagogía lo suficientemente flexible para permitir a nuestro ‘ser’ emerger entre tanto ‘deber ser’.” Sobre la base de estos valores se erigía la segunda etapa en la formación tnuatí: la formación ideológica. En ella se priorizaban y escalonaban los valores adquiridos anteriormente, se los ponía en común acuerdo y se determinaba un plan de acción para llevar estos valores a la práctica. Cuando la ideología ya se encontraba bien asumida por los janijim (educandos) entonces era la hora de pasar a una nueva etapa, la etapa de las acciones. Las acciones, la realización, era el fin último de todo este proceso. Entre estas acciones realizadoras la más común era la Aliá, pero antes de ella había una serie de acciones menores que la precedían: la hadrajá, la Hajshará, la hanahagá, etc. También dependiendo de la tnuá se encontraban una serie de acciones posteriores a la Aliá: ser javer kibutz, hacer un servicio militar significativo, etc.

de ella. Quizás por sentimientos de culpa de saber que nunca podríamos igualar las expectativas del "deber ser", quizás por la simpleza de nuestro "ser", o quizás por otros sentimientos, el punto era que no nos estamos moviendo, que nuestro movimiento se encontraba estancado ya hace mucho tiempo en la falta de realización, y sin realización, sin acciones, el círculo del ejemplo se rompía. Por otra parte no sólo nos interesaba nuestra propia kvutzá (grupo), sino que también generar un modelo general para toda la tnuá, para cada kvutzá que se encontrara en la misma disyuntiva que nosotros. Este doble deseo nos ponía en la disyuntiva de crear una pedagogía lo suficientemente flexible para permitir a nuestro "ser" emerger entre tanto "deber ser", pero por otra parte tan claro y duro como para ser entendido y aplicados por otros de forma simple y sencilla.

De esta forma, estas acciones le daban sentido a todo el modelo (conocido como VIA), que tenía como base a los valores y que utilizaba a la ideología como un traductor de valores en acciones y como un unificador de voluntades. Este modelo pedagógico del "deber ser" sionista cerraba en forma perfecta el círculo educativo al transformar sus acciones realizadoras en ejemplos para transmitir nuevamente los valores a los janijim más pequeños.

El modelo está basado en 5 principios, o más bien 5 desafíos que cada grupo con ayuda de sus madrijim debe sí o sí debe enfrentar. Cada kvutzá llena estos desafíos de la manera más acorde a su forma de ser, pero sin duda debe llenarlos. Esta fue nuestra forma de llegar a este equilibrio entre flexibilidad y rigidez.

2. Pero, ¿cómo puede funcionar una tnua sin estos objetivos educativos? Más aún, ¿es posible formular una pedagogía no basada en el "deber ser" sino que en el "ser"? ¿Es posible una pedagogía no teleológica?

Cinco principios básicos del grupo comunitario Grupo Social: el grupo analiza constantemente sus propias relaciones, para así crear o intentar crear una red de comunicación interna profundamente humana, distinta a la acostumbrada en el mundo exterior.

Frente a esas preguntas nos encontramos ya hace varios años con mis janijim. Por una parte nos planteábamos frente a la necesidad de quitarnos de encima estos viejos "deberes ser" que más que impulsarnos a la acción nos frenaban

Grupo que se educa: el grupo ve su propio desarrollo y el entendimiento de sí mismo y su ambiente como producto de un proceso de aprendizaje. El aprendizaje te cambia, te confirma, te da sabiduría, pero más 28

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La Osadía De Pensar Juntos “Desde la cumbre del Monte Scopus / Te saludo de todo el alma / Miles de exiliados de todo el mundo / Levantan hacia ti ojos de esperanza.” (Avigdor Hameíri, escritor y poeta israelí)

“Una pedagogía del ‘deber ser’, una pedagogía del ‘ser’: Cuando la ideología ya se encontraba bien asumida por los janijim entonces era la hora de pasar a una nueva etapa, la etapa de las acciones.” importante es que no es posible y no es moral influir en los demás sin un proceso de propio crecimiento. Grupo que tiene objetivos: El grupo se impone un objetivo social, como parte de un análisis crítico de la sociedad, al que se le presenta una alternativa. Tomar una posición frente a la sociedad implica hacerse responsable por ella, e implica activar para cambiarla.

jov y Jabotinsky. No tengamos miedo, sus gruesas páginas no se consumirán nunca, y serán los leños que nos iluminarán y calentarán toda la noche, una noche que es larga, pero que no estamos seguros que queremos que acabe. Las chispas de la fogata se confundirán con las estrellas, y ellas nos inspirarán una nueva canción del hijo, la que cantaremos todos juntos, abrazados, mientras nuestras miradas se fijan en el Oriente.

Grupo autónomo: sólo el grupo puede elegir sobre su propia existencia, y sobre la forma en que se quiere desarrollar de una manera independiente. El grupo es responsable de dirigir su vida de forma independiente en todos los ámbitos: económicos, social, educativo, espiritual.

En este mundo ruidoso seguramente nadie escuchará nuestro canto. Pero no es por eso que alzamos nuestra voz. Cantamos esta canción sionista por el simple placer de cantar juntos, y es por eso que nuestro canto es simple y fuerte: Jazak ve'ematz.

Grupo es íntimo: El grupo no necesita un listado para recordar a sus miembros, no necesita instancias intermedias para la comunicación entre sus integrantes y para mantener el orden organizativo. Un número de integrantes que permite relaciones humanas íntimas, un diálogo libre entre sus participantes, permitiendo la sensación de pertenecer a un sólo cuerpo. No sé si logramos nuestro tan escurridizo propósito, pero sí logramos reavivar el diálogo sobre nuestra pedagogía y nuestra forma de llevar nuestro sionismo a la práctica concreta. A MODO DE CONCLUSION Un espectro se cierne sobre el Sionismo: es la incertidumbre, la duda, el destino incierto. Estos fantasmas son el nuevo motor que nos moviliza, no porque les temamos, sino todo lo contrario, porque nos fascinan y seducen los misterios de la noche. Bajo esta neblina todo toma un tinte romántico. Hoy nos sentamos en una ronda y arrojamos los viejos libros sionistas a una fogata. Arrojamos al fuego primero la Autoemancipación de Pinsker, seguido de los libros de Herzl, después a Boro29

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Jutzpá “Los jóvenes de hoy en día ya no tienen ideologías, solo piensan en las drogas, en el sexo y en orgías” (Les Luthiers, “Los jóvenes de hoy en día”)

Identidades que todavía son monumento

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Tengo en mi cabeza un desorden difícil de expresar… que es una manera de vivir lo judío, supongo.

s que intuyo que otra debe ser la manera normal de conectarse con Israel, imagino que otros son los lugares comunes cuando se piensa la relación de los jóvenes judíos argentinos con Israel. Estado donde centramos las miradas y las preocupaciones, las esperanzas de continuidad cultural judía y de financiamiento, las temáticas de peulot y de las discusiones más agitadas. Y desde Argentina nos embanderamos con tu bandera para sentirnos judíos (más si no disponemos de kipá permanente), nos ofendemos ante quienes te critican por existir en tierras que reclaman palestinos, pensamos cada tanto en la posibilidad de la aliá. Israel nos llega con becas de viajes y noticias por televisión, con parientes que allá viven y con el marcado sionismo de casi todas las instituciones judías del país. Israel nos llega como utopía centralizadora y marca fundamental de nuestra identidad judía; y también yo, bisnieto de los colonos de la ievish (N. de R.: también llamada Jewish Colonization Association, es la organi-

Pepe Soriano y China Zorilla en la película Los gauchos judíos (1974).

zación fundada por Barón Hirsch a fines del siglo XIX que rescató a judíos de Europa y los asentó en colonias judías en Argentina), me encuentro seguido charlando sobre los desafíos de tu compleja sociedad, leyendo la marcha de tus días, mirando hasta

1

Gran Hermano sólo porque te mencionan, emocionándome cuando se canta Shir La Shalom porque siento el disparo a Rabin y la espera de una paz que todavía no nace. Tengo todos los reflejos del sionismo a lo argentino1, ese que no va a la tzavá

No hay un sionismo, sería poco judío si no hubiera al menos tres opiniones cada dos sionistas. Seré breve describiendo rasgos de algunos: hay uno fundacional, con un pionero kibutziano trabajador de la tierra, que crea un estado sembrando el desierto y no agachará la cabeza como las ovejas que fueron a las cámaras; la golá (Diáspora) necesita ser rescatada de peligros antisemitas, ayudada espiritualmente y atraída al lugar

30 Jutzpá - La Osadía de Pensar Juntos


La Osadía De Pensar Juntos "De repente se levanta un hombre por la mañana, siente que es un pueblo y comienza a andar." (Amir Guilboa, "Shir baboker")

“¿Cuál es el lugar que Israel ocupa en la construcción de nuestra identidad judeoargentina? ¿Qué características tendrá una identidad que se asume periférica, marginal en sus posibilidades de producción cultural y de existencia futura, expectante de lo que en el centro suceda y pueda ofrecerle?” ni habla más que palabras del hebreo, pero desestima la capacidad de la izquierda argentina para entenderte y se enorgullece de inventos como la epilady. Y no es que me importes poco o que no tenga lo que decir sobre vos, Israel2. Pero busco excluirme del nosotros que se identifica con todo éste párrafo. En realidad intento, lo anticipo por si interesa saberlo, algo distinto a negarte. Pero nunca tuve el tiempo de decirlo en mis encuentros con judíos. Ni bien alcanzo a aclarar que no soy sionista me preguntan “pero, entonces, ¿qué pensás sobre Israel?”. Una pregunta muy sionista, que suele surgir en los ámbitos por los que ando necesitando hacer aclaraciones. Qué importa qué pienso sobre Israel, da lo mismo: no es la pregunta que me define.

Pero entonces interrumpimos porque hay otros espacios de debate o comida, que también identifican los ámbitos por los que ando. Y mi identidad queda ahí, esperando que alguien quiera escucharla, aunque sea para discutir lo equivocada que está, para poder pensarla más allá de una pregunta que no me interesa, que no la cuestiona, que no la reconoce, que ni siquiera busca conocerla. Con el tiempo pasé de contestarla esperanzado por lo que seguiría, a sospechar que formaba parte de otro de los mecanismos que impedían que una postura no sionista sea legítima, que pueda aportar su mirada, elegir las temáticas en qué pensar, entrar en el horizonte de posibilidad de la manera en que los judíos argentinos nos entendemos a nosotros mismos. Siempre ese aparentemente ingenuo, ampliamente acor-

dado, atrapante y principal recorte que lo abarca casi todo: Israel3, sus mapas, su historia, su independencia, sus guerras, su Hatikva, sus pioneros kibutzianos, sus marchas por justicia social, su estado que invita a todos los judíos del mundo a vivir un judaísmo pleno, nuestras experiencias que valen distinto si logran vincularse con Israel4. Decía, no trato de negarte, pero hasta que la temática de Jutzpá sea “conexiones de los jóvenes judíos con Argentina” seguiré creyendo que los judíos argentinos están atentos a tu lejana realidad, y fuera del recorte queda la posibilidad de pensarnos como judíos en éste país. La ruptura es con el recorte que te ubicó en el altar. ¿Cuál es el lugar que Israel ocupa en la construcción de nuestra identidad judeoargen-

donde debieran vivir todos los judíos. Ahora parece ir naciendo un sionismo activista social, comprometido con los desafíos de la compleja sociedad israelí y más solidario y con igual incitación inconformista hacia los judíos que viven más allá de Jerusalem, ya sin exigirles pensar en Israel como la alternativa correcta. Los sionistas desde Argentina (institucionalizados) parecen inspirarse en el primero, con bastante menos socialismo, con un orgullo realizador que no lo mueve de su pasividad, preocupados por los matrimonios mixtos a los que culpan de asimilar a los pocos judíos que pueden atravesar los pilotes, asegurando un bitajón (personal de seguridad) por bandera israelí cada vez que por causas propias sale a la calle. Podría discutirse cuánto de coherente con el sionismo vivido en Israel tiene esta versión argentina, pero es a la que me referiré cuando en adelante hable del sionismo.

2

Hay una expresión parecida en la excelente película alemana “Un judío común y corriente”. El protagonista imagina que le harán la pregunta que siempre le hacen a un judío, qué piensa sobre la política israelí, y no es que no tenga lo qué decir, pero si le hacen esa pregunta sólo a él, siendo que como cualquier otro ciudadano alemán, no vota ni es responsable de esa política, late el prejuicio de que en realidad su país es aquel otro y no Alemania. Es interesante, a mí esa pregunta me la hicieron mucho más veces amigos judíos.

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Hablo de Israel como Estado. Estoy de acuerdo con la idea de Am Israel, un pueblo judío solidario y conectado, que reconoce la tierra en la que nació. Pero no con la tradicional idea sionista de la centralidad de esa tierra y esa cultura judía sobre las demás. No es la misma relación la de centro-periferia que la de judaísmos igualmente reconocidos.

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¿O acaso marchar por justicia social en Argentina es tan judío como marchar por justicia social en Israel?

31 Jutzpá - Conexiones de la juventud judía con israel


Jutzpá “¿Qué les queda por probar a los jóvenes en este mundo de rutina y ruina?” (Mario Benedetti, escrito uruguayo)

“Identidad cómoda, la periférica: entretenerse con una realidad que no sucede alrededor nuestro es una manera de evitar los compromisos con esa realidad lejana y también con la realidad cotidiana.” tina? ¿Qué características tendrá una identidad que se asume periférica, marginal en sus posibilidades de producción cultural y de existencia futura, expectante de lo que en el centro suceda y pueda ofrecerle? ¿Cómo se comportará una comunidad que se siente segura por la existencia de un estado que no es en el que está viviendo, que construye su identidad vinculada a la realidad de una tierra en la que no participa ni de su cotidianeidad ni de sus tomas de decisiones? Hace un año estábamos con a vaadá jinuj (comisión educativa) de nuestra tnuá pensando los espacios para el encuentro de Iom Haatzmaut (Día de Independencia de Israel). Creo que Mari (Rosh Jinuj, encargada de educación) dijo que se había ampliado no hacía tanto lo conmemorado en Iom Hazikarón, y nos pusimos a buscar por qué se decidió que incluya a las víctimas de atentados terroristas. Mientras, pensábamos un espacio en el cuál realizar un minuto de no silencio5, leyendo los nombres de las víctimas de los aten-

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tados locales. Un sheliaj nos avisó (puede que hayamos preguntado) que el recuerdo no incluía a las víctimas judías en atentados del mundo, sólo a las israelíes. Cuando se mezcla con el dolor, éste ejemplo de los que hay miles mueve un poco más: nosotros acá estábamos compartiendo un dolor israelí, pero nuestros muertos no se sentían en el país de los judíos. El punto no es que los israelíes sean solidarios con nuestro dolor, podría serlo; pero éste texto no está escrito para reclamarle nada a Israel, porque no es Israel el que tiene que hacerse cargo de los judíos del mundo. Les hablo a los judíos argentinos: asumamos un poco nuestra existencia, seamos protagonistas de nuestra realidad, que es otra realidad. Hicimos el minuto de no silencio leyendo el nombre de nuestras víctimas, por supuesto. Muchos trazos de lo sionista podemos descubrir en nuestra identidad6. Ver en la mirada del otro un posible antisemita tiene lazos con una ideología que desconfía de la posibilidad de sobrevivir sin un estado judío que nos defienda. Creer

que encerrarse entre judíos es la única manera de mantener la continuidad, escindir la identidad en lo judío y lo argentino, involucrarnos desde lo judío con la sociedad argentina solamente para proyectar hacer hasbará (esclarecimiento) en universidades, quejarnos de malos chistes de Shoá, reclamar justicia por AMIA y armar informes sobre antisemitismo que acusan a los que nos ven como cerrados y muy relacionados con un país extranjero, pero seguir ausentes en las luchas de un continente con desafíos a los que permanecemos indiferentes. Identidad cómoda, la periférica: entretenerse con una realidad que no sucede alrededor nuestro es una manera de evitar los compromisos con esa realidad lejana y también con la realidad cotidiana. Crear una burbuja sionista-argentina que sólo puede importarles a quienes vivan dentro. Y no irse a Israel porque Israel sólo es excusa, no se lo quiere vivir en concreto, es difícil animarse. Y no darnos la oportunidad de imaginar una identidad judeoargentina que decida vi-

En vez de callar durante un minuto, se leen en voz alta durante ese tiempo los nombres de las víctimas.

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Claramente, lo sionista, aunque importante, no es el único factor en la conformación de la identidad judeoargentina, ni responsable absoluto de cuánto hagamos; sin embargo sirve de reafirmación o aval legitimador de cuestiones que pueden no tener causas o fundamentos exclusivos en sus líneas, y eso lo transforma en, al menos, cómplice necesario.

32 Jutzpá - La Osadía de Pensar Juntos


La Osadía De Pensar Juntos "Aliá, aliá, la juventud responde con la única verdad" (cántico de los movimientos juveniles sionistas)

Matzá con dulce de leche, majané escrito con jota… ¿qué significa esa escasez simbólica entre jóvenes judíos argentinos?

vir acá y crear su historia, su cultura, su futuro, sus análisis, sus desafíos, su identidad en éstas tierras, comprometidos con nuestra realidad cotidiana, en vez de seguir existiendo con el corazón latiendo por otro lugar del mundo y pensándonos con ideologías que no parten de nuestra existencia, que incluso dudan de que valga la pena intentar construir un judaísmo en lo que según ellos es un exilio con grandes posibilidades de desaparecer. Un final que escapa al recorte. En una peulá con janijim grandes pedimos que creen un símbolo de lo judeoargentino: hicieron un gaucho con kipá y una bandera mitad israelí mitad argentina. Usamos eso como disparador de una peulá con madrijim, pidiendo que encuentren un símbolo judeoargentino que no sea religioso o sionista, y fue bastante difícil. Matzá con dulce de leche, majané escrito con jota… ¿qué significa esa escasez simbólica entre jóvenes judíos ar-

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gentinos? Quizás sea el gaucho judío el (controvertido) símbolo que supimos conseguir, fundirse con la nueva tierra, crisol de razas. Escribiendo este artículo descubrí que el símbolo que buscaba estuvo siempre en las calles de mi pueblo, colonia judía con menos marketing y más vida. Ceguera de lo habitual y nunca valorado, en la plaza siempre estuvo el monumento a los inmigrantes: un carro ruso llegando a la pampa y un gaucho a caballo que le estrecha su mano al inmigrante. El monumento al desafío judeoargentino: formar un país compartido partiendo de la diversidad7. Empezar a dejar otras huellas. Ando buscando posibles compañeros entre los que siguen leyéndome; pero preciso que se animen, al menos, a dudar con la incertidumbre necesaria de creencias que aprendemos desde chiquitos y nos envuelven toda la vida, y señalan caminos en los que difícilmente nos encontremos.

Falta el habitante originario de éstas tierras, pero simbólicamente vamos mejorando.

33 Jutzpá - Conexiones de la juventud judía con israel


Jutzpá “La juventud es el motor del mundo” (Matisyahu, músico judío estadounidense, canción “Youth”)

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a bibliografía histórica existe a raudales, tenemos cientos de debates alrededor de ella. Pero si el Sionismo fuera simplemente historia, bien podríamos sacarlo de la vitrina de las ideologías y ponerlo en la vitrina de los recuerdos nostálgicos de un pasado añorado. Ser Sionista hoy implica creer que el debate no es simplemente histórico, que, como diría la “Chichi” Legrand, el público se renueva, y, por sobre todo, no se han cumplido todos los objetivos aún. El día que el Sionista de ese día pueda afirmar que todos los objetivos están cumplidos y que no queda nada por agregar, repensar o reformular, es el día en que los Sionistas podremos celebrar el “Último Congreso Sionista Mundial”, allí en Eilat, sentados alrededor de la pileta del Sheraton, con tragos con paragüitas de colores y palmeándonos la espalda con una satisfacción de tarea cumplida. Personalmente, espero que mis nietos puedan saborear un día como ese, pero dudo que yo tenga esa posibilidad, a menos que tenga alguna bendición matusalémica. Volvamos a la tarea primera de poder definir qué somos y qué hacemos los Sionistas hoy. Lamentablemente, a veces, el Sionismo tiene un poco de delirio de tiempos mesiánicos pasados, como todos, e inevitablemente nos sentimos forzados a explicarlo remitiéndonos a un pasado que nos parece más heroico que el mediocre presente. Habría que preguntarse si Netanyahu no preferiría ser Rabin (salvando las diferencias ideológicas), si Rabin no hubiera preferido ser Ben Gurión, si Ben Gurión no hubiera preferido

Sio ¿qué? Hablar

Sionismo no es tarea fácil, podremos encontrar una variedad enorde

me de interlocutores con mensajes diferentes acerca de esta cosa bastante difícil de definir. En primer lugar,

Sionista moderno (o posmoderno, o para evitar las discusiones históricas: el Simple Sionista de hoy día), será poder definir qué es el Sionismo hoy, cuáles son sus la gran tarea del

metas hoy y de qué manera perseguirlas hoy, como di-

Hillel: “El resto es comentario, ve y estudia”. ría

ser Herzl, si Herzl no hubiera preferido ser Moshe Rabenu, si Moshe Rabenu no hubiera preferido ser Abraham, si Abraham no hubiera preferido ser Adam y si Adam no hubiera preferido sentarlo a Hashem una tarde con unos mates y preguntarle qué es todo este lío que está armando, que con el desorden andaban mejor. Será que los seres humanos y los judíos en particular tenemos ese nosequé nostálgico del pasado. Porque claro, en el pasado vivir era más fácil, los precios eran más bajos, los políticos un poco más honestos, los jóvenes respetábamos un poco más a los mayores y los Sionis34 Jutzpá - La Osadía de Pensar Juntos

tas teníamos aunque sea alguna mínima idea de qué implicaba serlo en ese entonces. Lamentablemente, no hay una sola persona que ha tenido la dicha de vivir en el pasado, a todos les ha tocado vivir en el más-gris-presente. De vuelta al Sionismo, decía quien escribe, sufrimos esta crisis de definición vencida. Supongamos que queremos informarnos y tenemos entre 10 y 80 años, ¿Qué haríamos? Iríamos a un Diccionario o, por qué no, a la Wikipedia. Veamos que dicen: Wikipedia, la enciclopedia libre (es.wikipedia.org) El sionismo es un movimiento político internacional que propugnó desde sus inicios el restablecimiento de una patria para el pueblo judío en la Tierra de Israel. Dicho movimiento fue el promotor y responsable en gran medida de la fundación del moderno Estado de Israel. Diccionario de la Real Academia Española (www.rae.es) Sionismo. 1. m. Aspiración de los judíos a recobrar Palestina como patria. 2. m. Movimiento internacional de los judíos para lograr esta aspiración. (Nos queda para la próxima ahondar un poco más en la primera definición de la R.A.E. que utiliza las palabras “Recobrar” y “Palestina” en la misma oración y de forma medio confusa). Si quisiéramos hacer estas definiciones un poquito más pintorescas bien podríamos escribirlas en latín para que suenen más arcaicas; también podemos pedirle a Flavio Josefo que nos ayude dado que de latín, de autodeterminación judía y de judaísmo él sabe mucho (aunque eligió olvidarse un poco de lo último). Nuevamente volviendo, so-


La Osadía De Pensar Juntos "La responsabilidad es de cada uno de nosotros, levantarse y salir y caminar y hablar y no rendirse. Por haber salido todos a la calle, ¡encontramos nuestra casa! " (Dafni Lif, activista social israelí)

bre Sionismo hoy, ni mu. Tal vez consigamos algún libro de autoayuda que se llame “Superando mi pasado” o buscar alguna obra de teatro llamada “No seré Golda Meir pero tengo ideología”. Pero en falta de estas grandiosas obras esperanzadoras podemos avocarnos a intentar aventurar una definición propia. Una definición que si tenga en cuenta el pasado, pero que nos permita aplicaciones en el presente, una definición un poco más amplia que “apoyar a”, “estar de acuerdo con”, “creer en” y luego agregarle la misma definición vieja y oxidada a continuación. Una definición que nos permita ex-

trapolar objetivos, decidir posturas, vislumbrar caminos no recorridos aún.

“El Sionismo tiene un poco de delirio de tiempos mesiánicos pasados, como todos.” Una definición que nos aliente a recorrer dichos caminos. Definiciones que no sean tajantes y taxativas, que permitan la existencia de otras definiciones alternativas. Definiciones que nos permitan pensar a Israel como un proyecto integral del Pueblo Judío, pero un proyecto inconcluso, con problemáticas viejas y nuevas y con necesidades, necesidades de jóvenes emprendedores nuevos, de ideas nuevas para nuevos problemas, de voluntad, trabajo y realización. Definiciones que nos inviten a abordar las problemáticas de manera crítica y nos obliguen a no convivir con los problemas, sino a vivir para finalizarlos, a identificarnos con un proyecto que sea nuestro. Definiciones que nos exhorten a tener ideales y a perseguirlos con todas las energías.

El Estado de Israel es un estado de los más modernos y tecnológicos, dejemos de instar a nuestros Janijim a participar de él con un bolso pequeño y una pala cual Jalutzim (pioneros) del siglo XX, porque cuando se bajen de El Al y vean ese tremendo aeropuerto no van a buscar un taxi sin antes buscar un teléfono para llamarnos a los insultos y decirnos que les mentimos, que pantanos no quedan. Hablémosles un poco de ese pasado digno y honroso, pero también de lo que nos toca hacer hoy, de cómo queremos ser protagonistas de este nuevo Sionismo 2.0 Reloaded. Por suerte o desgracia, nos toca redefinir, resignificar y revigorizar. Para concluir, intentemos dar alguna mínima respuesta (y no la única) a todas las preguntas abiertas aquí: ¿Qué es el sionismo hoy? ¿Cuáles son sus objetivos? ¿Cuál es nuestro rol como sionistas hoy? La respuesta tras toda esta reflexión es sumamente simple: “Esa es la tarea del lector”.

35 Jutzpá - Conexiones de la juventud judía con israel


Jutzpá “La imaginación al poder.” (graffiti del Mayo Francés, 1968)

Un futuro más normal "A partir de una catástrofe histórica en la que Tito, el Rey de Roma, destruyó Jerusalem, y exilió al pueblo judío de su tierra, es que yo nací en una de las ciudades del exilio. Pero en todo momento, siempre me sentí como si yo mismo hubiera nacido en Jerusalem." - Shai Agnon

“Un pueblo, un corazón”

E

l lugar donde nacés, la casa donde te crías, la familia que te educa y los marcos que te enseñan desde niño, marcan tu identidad, tu sentido de pertenencia, tu apego a ciertos lugares, relatos y hábitos. Estos factores te delimitan pero a la vez te orientan en los caminos que podés transitar a lo largo de tu vida. ¿Cómo puede ser entonces que una persona pueda sentir que pertenece a otro lugar, a otros relatos, a otros hábitos? ¿Que por una razón que no entiende, su identidad, su formación, y su educación estuvieron encaminadas al retorno a “su lugar de origen”? Una vez escuché que puede existir un pueblo “anormal”. Pero en ese instante me chocó

el concepto, ya que significaría que esa gente, de ese pueblo, sería “anormal”. Sin embargo, me explicaron esa vez, que lo “anormal” no es la gente, sino su condición de pueblo, su ubicación territorial, su composición social, económica y política. A partir de estas preguntas y estos conceptos pude yo realizar el trabajo de vincular e interpretar, para responder, como otros lo han hecho ya en el pasado, las preguntas fundamentales que atravesaron mi vida: quién soy, de dónde soy y a dónde voy. El libro de Bereshit, en el capítulo 12, versículo 1 dice: “Y dijo Hashem a Abram: Ándate hacia ti, de tu tierra, de tu lugar de nacimiento, de la casa de tus padres a la tierra que te 36 Jutzpá - La Osadía de Pensar Juntos

mostraré.” Este versículo marca el comienzo de la historia del pueblo judío: así como una pareja decide dónde vivir y formar una familia, Abraham Avinu recibió de Hashem la orden de dirigirse al lugar que le iba a mostrar, y ahí y sólo ahí formaría una gran descendencia que se convertiría en un gran pueblo. Para muchos, este hecho puede ser sólo una alegoría, una mera historia que nos enseña el reto que significa comenzar algo nuevo, un mito de origen que forma la identidad colectiva de nuestro pueblo, pero sólo eso: un mito. Para mí, su significado es fundamental. Hashem le ordena a Abram: “andate hacia ti”. Le


La Osadía De Pensar Juntos “El shomer (guardián) es un pionero del renacimiento de su pueblo, de su lengua y de su patria” (uno de los Diez Mandamientos del Movimiento Juvenil Sionista Hashomer Hatzair)

“Por los caminos que conducen hacia Eretz, va la vanguardia juvenil judía entonando esta canción: aliá, aliá, aliá, aliá, la juventud responde con la única verdad.” ordena buscarse, encontrarse a sí mismo. Dos mil años de dispersión y exilio generaron un cambio en la conciencia nacional de los miembros de nuestro pueblo. Los vinculó muy fuertemente con su identidad ritual, cultural o religiosa, y apagó su arraigo a su tierra ancestral, Eretz Israel, quedando ella en el baúl de los recuerdos añorados, mas nunca vividos. ¿Cómo será entonces la sensación de querer vivir de nuevo esos recuerdos, retomar esos hábitos, reescribir la historia? Es bueno, es cómodo, es fácil vivir donde uno nació. ¿Pero es significativo, es trascendente, es transformador y enriquecedor vivir en una eterna disputa cultural y nacional toda la vida? ¿Resignifico mi identidad adaptándola a la circunstancia del lugar donde vivo, o solamente soy víctima de violencia cultural, resignándome a vivir parcialmente la cultura de mi pueblo a partir de las imposibilidades que plantea el contexto sin realmente preguntarme por que sí o porque no la llevaría a la practica? Cuando me explicaron qué significaba que mi pueblo viviera en una anormalidad, creo que se referían a todas estas cosas. A vivir mi cultura condicionada toda mi vida, a no poder expresar de forma acabada todas mis tradiciones porque chocan con la realidad local, a encontrarse a uno mismo en otro lugar, a sen-

tirse extraño en tierra extraña, a pensar en otros paisajes, a no poder sentirse entendido, a desear todos los años regresar el año próximo a una ciudad que nunca pisé… Vivir así no tiene que ser lo normal, no tiene que ser así. Cortar con la inercia es la real resignificación de nuestra identidad. Dejar de conformarse por pasar a elegir, es la revitalización que busca nuestra alma, en la búsqueda constante de mi camino en la vida. Una canción me enseñaron de chico y ella explica los calores y pasiones de otras épocas que hoy en día están volviendo. “Por lo caminos que conducen hacia Eretz, va la vanguardia juvenil judía entonando esta canción: aliá, aliá, aliá, aliá, la juventud responde con la única verdad”. Vanguardia es estar antes, marcar el camino. Formar el espíritu renovado de nuestro pueblo es el desafío ante la globalización y la eliminación de las barreras culturales de nuestra época. La resignificación identitaria es un ejercicio diario, pero es uno que sólo lo podemos lograr uniendo todos los factores que componen nuestro ADN como nación: nuestro pueblo, nuestra tierra y nuestra herencia. Sólo así podemos asegurar la continuidad de nuestro pueblo, no en base a la inercia, sino frente al desafío de la renovación constante de un pueblo libre (de elegir y de vivir) en su tierra de acuerdo a su pasado, pero pensando en su futuro. 37

Jutzpá - Conexiones de la juventud judía con israel


Jutzpá “La juventud vive de esperanza; la vejez, de memoria.” (proverbio)

Valores judíos, valores del estado de Israel No

es casualidad que Israel sea definido como el estado de

los judíos, ya que este estado pone en manifiesto en muchas oportunidades diferentes valores característicos del judaísmo.

Un claro ejemplo de esto es la liberación del soldado Guilad Shalit. Muchas veces escuchamos en las radios, en los diarios y la televisión cómo se muestra al estado de los judíos, como un estado carente de valores y falto de moralidad, exponiendo argumentos erróneos y generalmente falsos. La cultura judía tiene como principal pilar la valoración de distintos valores que lo convierte en una cultura precursora de lo que conocemos hoy como Derechos Humanos. Un ejemplo de estos son los Diez Mandamientos, en los cual se observan los valores del respeto a los padres, el respeto a la vida y el respeto al otro. También un precepto importante de la cultura judía es el precepto en el cual se pone la vida ante todo: ubajarta bajaim: “y elegirás la vida” (Deuteronomio 30:19). En el último tiempo, Medinat Israel (el Estado de Israel) ha tenido comportamientos en los cuales los valores que la cultura judía promueve han sido puestos de manifiesto. Un ejemplo es la reciente liberación de soldado Guilat Shalit, quien fue secuestrado el 25 de junio de 2006 a manos del gru-

po terrorista Hamas, que gobierna actualmente la Franja de Gaza. El secuestro fue llevado a cabo mientras el soldado patrullaba en la frontera entre Israel y Gaza con el objetivo de salvaguardar la vida de los habitantes de Israel ante la posible entrada de algún terrorista o el lanzamiento de algún misil, En el secuestro fallecieron dos soldados que patrullaban junto a Guilad. Durante los años de cautiverio, el grupo terrorista dio escasas señales de vida: recién un año después de su secuestro, Hamas dio a conocer una grabación en la cual se escuchaba la voz del soldado y el 30 de septiembre del 2009 publicó un video en el que se ve al soldado leyendo un diario de Gaza (hay que aclarar que para que Israel obtuviera el video debió liberar 19 terroristas a cambio). Otra particularidad del secuestro fue que el grupo que gobierna Gaza no dejó que la Cruz Roja visitara al soldado. Mas allá de todas las complicaciones del caso en contra de Israel, el estado judío el 18 de octubre optó por un intercambio doloroso pero que daría 38 Jutzpá - La Osadía de Pensar Juntos

grandes frutos: decidió el intercambio de 1027 prisioneros palestinos por el regreso de unos de sus hijos, Guilad Shalit. El ejemplo del caso de Guilad Shalit muestra la importancia que tiene para el Estado de Israel uno de los valores más importantes para el judaísmo, el valor de la vida. Israel quiso que uno de sus soldados que defiende a capa y espada la soberanía y la subsistencia del estado regresara a su casa, más allá del alto costo que esto significó. Otro signo que pone de manifiesto los valores que Israel promueve es que el soldado, apenas salió, hizo referencia a la posibilidad de paz entre judíos y palestinos, dejando atrás todo el posible dolor y sufrimiento por el secuestro. El caso de Guilad shalit es un ejemplo de lucha y perseverancia, tanto de él como persona, como del estado judío como institución. Es por eso que hoy más que nunca decimos en este festejo de la creación del estado de los judíos: JAG SAMEAJ Y AM ISRAEL JAI.


La Osadía De Pensar Juntos “Si Israel y Alemania jugaran la f.inal de la copa del mundo, hincharía por el referí” (Emmanuel Goldfarb –judío alemán- en la película “Un judío común y corriente”)

Taglit-Bria como peregrinación judía moderna

E

l movimiento de seres humanos de lugar en lugar, es un fenómeno conocido a lo largo de la historia. Este desplazamiento de individuos y grupos se debe a diferentes causas, ya sean económicas, culturales, turísticas y de seguridad. Una de las mas interesantes razones de este fenómeno es el interés religioso. Dicho acontecimiento acompañó al ser humano

desde épocas antiguas, y logró perfeccionarse con el avance de la tecnología: nuevas rutas fueron diagramadas, la calidad de vida de los viajeros mejoró gracias a los nuevos medicamentos y la seguridad personal se afianzó en varios aspectos. La tendencia del movimiento de individuos y grupos por razones religiosas, es conocida como peregrinación. Las dis-

tancias a recorrer solían ser cortas, comparadas a las cuales se pueden acceder hoy en día gracias a los avances en transporte. Pero en la perspectiva de dicha época, el tramo a recorrer era muy extenso y los riesgos significativos. Culturas variadas han adoptado esta forma de comportamiento, como prueba de pertenencia a los integrantes de la sociedad en la

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Jutzpá “¿Cree usted que el retorno al servicio militar obligatorio sería una solución al descontrol de los adolescentes?” (pregunta realizada por el periodista Eduardo Feinmann a su audiencia).

“El movimiento sionista, el regreso a "Sión", estableció las nuevas bases para que dicho sueño (de regresar a Jerusalem) se haga realidad con la creación del estado judío…” que conviven. En la actualidad el peregrino que regresa de la experiencia religiosa, es recibido como un verdadero héroe. Se podría determinar que dicha travesía, provee una suerte de certificado de paso a un nivel espiritual más elevado. En ciertas religiones del mundo, la peregrinación se transformó en una oblación dentro de las normas a cumplir. De ser una herramienta pasó a convertirse en un fin. En el judaísmo uno de los ejemplos más claros, es la peregrinación en las tres festividades principales, "shloshet haregalim" (Pesaj, Shavuot y Sucot), al Templo de Jerusalén

cuando aun existía. Dichas peregrinaciones debían realizarse obligatoriamente por todos los judíos, como se menciona en varios versículos de la Biblia, llevando ofrendas al Templo. Luego de la destrucción del Segundo Templo en el año 70 d.c., en donde la peregrinación era fluida, se decretaron nuevas reglamentaciones religiosas (mitzvot) en donde ya no era obligatorio peregrinar a Jerusalén, mientras el Templo no exista. En los dos mil años que han transcurrido desde dicha época, la Tierra de Israel y Jerusalén en particular, siguieron representando un lugar único

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para el judío. Con la finalización de que en cada festividad religiosa, se recuerde que el año entrante estaremos en Jerusalén. Si bien para muchas personas esta frase sea sólo algo simbólico, para muchos otros ha sido elevado a una especie de objetivo a cumplirse. El movimiento sionista, el regreso a "Sión", estableció las nuevas bases para que dicho sueño se haga realidad con la creación del estado judío, a pesar de que la mayoría del movimiento sionista se auto determine como judío laico, finalización continua siendo considerado de manera particular. Si bien se trató que lugares menos relevantes a nivel religioso tomen importancia, como la Universidad Hebrea, los lugares santos, en particular el Muro de los Lamentos, ocuparon el vacío que dejó el Templo, y continuaron siendo indispensables para el peregrino.


La Osadía De Pensar Juntos “Si la gente considera a la juventud una época de libertad y alegría, probablemente sea porque olvidaron la propia.” (Margaret Atwood, escritora y activista canadiense)

“El itinerario incluye visitas a lugares históricos, religiosos y de herencia cultural por todo el país.” Uno de los acontecimientos más interesantes que surgieron en los últimos años, y que influyó ampliamente en la vida de los peregrinos judíos diásporos, ha sido el proyecto "Taglit-Birthright" en el año 2000. Dicho programa educativo turístico permite a todo judío del mundo entre 18 a 26 años que no ha visitado Israel, que lo haga gratuitamente durante diez intensos días. "Taglit-Birthright", fue promovido por el gobierno israelí, filántropos privados, la Agencia Judía para Israel y las comunidades Judías del mundo. Los objetivos del proyecto son: combatir la asimilación de los judíos en la diáspora y fortalecer los lazos entre los jóvenes judíos del mundo e Israel. Hasta la fecha han participado casi 300.000 jóvenes de 54 países del mundo, siendo el 70% de los Estados Unidos. La inscripción para participar de este programa se realiza por medio de Internet, el candidato/a tiene la libre elección de elegir en qué parte del año participar: invierno o verano israelí. Cabe destacar que según los datos publicados, es más grande la demanda que los lugares disponibles; por lo tanto, se decidió establecer un proceso previo al viaje para decidir a los futuros postulantes. Los viajes son organizados por diferentes organizaciones y compañías acreditadas por "Taglit-Birthright" Israel. Todos los grupos son guiados por guías turísticos israelíes licenciados

y son acompañados por un guardia de seguridad armado; un madrij Israelí, madrijim del país de origen y jóvenes israelíes estudiantes y/o soldados. Los paseos pueden variar de acuerdo a la edad de los participantes y su orientación religiosa: el paseo puede estar orientado a estudiantes graduados, universitarios en curso, habitantes de determinadas zonas, ortodoxos, reformistas o pluralistas. Debido a que cada viaje se desarrolla de manera distinta, los debates sobre temas políticos quedan a discreción de los organizadores del viaje. El itinerario incluye visitas a lugares históricos, religiosos y de herencia cultural por todo el país. El viaje esta enfocado a ser un primer acercamiento a Israel, aunque el conocimiento previo de cada uno de los participantes sea variado. Los turistas del programa son fomentados a extender su estadía en Israel o retornar más adelante por su cuenta a través de otro plan educativo. Si bien los tiempos han cambiado y los objetivos sean diferentes, se pueden establecer coincidencias entre el comportamiento de los peregrinos de épocas bíblicas y los peregrinos actuales. En ambos casos el participante comparte junto a un grupo, de un momento que sin dudas marque un antes y un después en su vida. Luego dependerá de sí mismo y de las circunstancias que lo rodeen cómo desarrolle esta experiencia a futuro. 41

Jutzpá - Conexiones de la juventud judía con israel


Jutzpá “Es bueno para el hombre llevar el yugo desde su juventud.” (Meguilat Eijá)

Testimonios Entonces, digamos que terminaste el secundario. O que te recibiste de Contadora. O que después de 3 años de laburo “9 a 18” no querés saber más nada con el despertador. “¿Qué puedo hacer?”, te preguntas. Bueno, ahí entramos nosotros! MASA es el proyecto de la Agencia Judía y el Estado de Israel que tiene como objetivo que los jóvenes judíos de entre 18 y 30 años puedan tener una experiencia significativa en la sociedad israelí. Ahora, ¿qué programas hay? ¿qué quiere decir “significativa”? Todos los programas duran entre 5 y 10 meses. Existen planes académicos, vivenciales, pasantías laborales, de estudios judaicos, o planes a medida. Para todos los gustos! Como Israel y MASA tienen propuestas para todos, te dejamos aquí lo que nos cuentan algunos participantes, para que puedas ver qué te interesa. Y cualquier cosa, nos chiflas a info@masaargentina.org

Tamara Liberman Wald, porteña de 18 años está estudiando en una midrashá

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La Osadía De Pensar Juntos “El judaísmo diaspórico es masturbación. Aquí, [en Israel], está la cosa real.” (A. B. Yeoshua, escritor israelí)

Yasmin Garfunkel vive en Capital Federal. Ahora está haciendo un programa de pasantías laborales.

Fer Shocron es rosarino, madrij de la Tnuá Habonim Dror. 43 Jutzpá - Conexiones de la juventud judía con israel



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